En las últimas décadas Uruguay viene mostrando muy fuertes

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TALLER PRE-WSIS
Carmen Beramendi/ Uruguay
Octubre 2003
Apuntes desde el Género hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento
Revisión de las políticas de información y comunicación
En las últimas décadas, Uruguay viene teniendo graves problemas económicos, en un contexto
de creciente liberalismo y de aplicación sin tregua de políticas de ajuste.
Se agudizan las inequidades y se suman problemas de fragmentación y de exclusión social
Proponernos relevar qué pasa con las políticas de información y comunicación, en medio de una
de las crisis más terribles a la que se ha visto enfrentado como país, puede sonar para algunos
a algo lejano; para otros, al menos secundario.
Podemos afirmar que ha sido notoria la ausencia de políticas públicas con sustentabilidad, con
sentido y con alcance nacional en esta materia.
La creación, a través de un decreto del Poder Ejecutivo (ver anexo) del Comité Nacional de la
Sociedad de la Información y su unidad de gestión “Uruguay en Red”, son una expresión de
una voluntad de avance, pero que no ha logrado dar pasos significativos, articuladores de una
verdadera estrategia de desarrollo.
Si bien hay esfuerzos para alfabetizar digitalmente, sigue existiendo una brecha digital enorme
hacia la interna del país; estamos lejos de la democratización del acceso a la información.
El país es pésimo en inversiones públicas y privadas en Investigación científica y Desarrollo
tecnológico (I+D), y con grandes dificultades para vincular la producción de conocimientos y su
incorporación como innovación a la vida económica y social.
Las inversiones que se realizan en Uruguay en I+D pueden ser consideradas casi nulas.
Estimaciones más bien optimistas la ubican en un 0.25% del PBI, mientras en los países en
desarrollo es usual llegar al 1% y en los desarrollados se supera el 3%. Estos datos son los
históricos y se han reducido en la actualidad.
Existen distintas instituciones, fundamentalmente universitarias, que realizan trabajos de
investigación científica y tecnológica, y que cuentan con algunos fondos muy reducidos que las
financian
Por otra parte existen en Uruguay bloqueos estructurales que traban la incorporación de la
ciencia y la tecnología a la vida social
En general, esta incorporación tiene un desarrollo muy pobre, y esto puede tener que ver,
entre otras cosas, con lógicas distintas que es necesario acercar.
Es excepcional lo que pasa con la industria del software: sin ningún apoyo estatal, con un
régimen legal completamente
desfavorable, se transformó en un sector ponderable de la
producción nacional, aportando alrededor del 5% de las exportaciones totales. El Uruguay
exporta software porque existe una Universidad de la República que ha formado
a sus
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profesionales, que ha permitido contar con cabezas críticas, en un cuadro donde la educación
tiene cada vez menos recursos.
Por otra parte, las empresas del Estado compran poca tecnología nacional; las grandes
compras y las licitaciones son un ejemplo de esto. Por ejemplo, empresas de software han
vendido paquetes importantes a bancos extranjeros y han tenido dificultades por las
condiciones de compra de los bancos estatales. Parecería en esto, que mas que ausencia de
políticas, se elude trabajar a favor de la industria nacional.
Estas cuestiones, ponen en evidencia que no es posible analizar solo lo que sucede con la
tecnología, sino que esto nos remite a pensar también qué pasa con nuestra escuela, con
nuestra enseñanza secundaria, con nuestra Universidad, con nuestra cultura.
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Pensar estas cosas es pensar cómo mejorar la calidad de vida de la gente; y en esto, no
continuar haciendo falsas oposiciones parece una clave.
Junto con las soluciones al desarrollo del aparato productivo que apunten a la generación de
empleo, importa ver también qué procesos de construcción de ciudadanía han generado las
políticas existentes en materia de comunicación y de información.
La idea de construcción de ciudadanía habla de procesos que tienen distintos reconocimientos.
Refiere a una relación en la que se vinculan la sociedad y el Estado. Y esto siempre se produce
en un contexto determinado
Interesa entonces pensar cómo se establece esta relación entre los sujetos sociales y la
institución estatal; no con la institución deseada o la posible, sino con la actual.
Al mismo tiempo, es preciso reconocer que los sujetos sociales no son homogéneos; han
participado, conscientes o no, de ejercicios distintos de ciudadanía que les han permitido
apropiarse de manera diferente de sus derechos. Y esto también debemos considerarlo para no
caer en simplificaciones. .
Surgen expresiones sociales diversificadas y múltiples donde las mujeres están presentes, y
aparecen reivindicaciones de derechos que provienen de identidades diversas como las
determinadas por la edad, género, raza, etc.
Esto, que aparece como una oportunidad para modificar el orden de género existente, tiene
como contracara
el que no cuenta con el consenso cultural y político que permita su
consagración de manera mas definitiva. Y en esto la política de información y de comunicación
juega un papel crucial, también por ausencia.
Es cierto que
en la situación de las mujeres, la participación ascendente en el trabajo
remunerado, en nuestro pais la matriculación universitaria extendida, han permitido un proceso
de expansión de oportunidades para las mujeres y una mayor libertad para diversificar sus
proyectos de vida.
Pero al mismo tiempo, este acercamiento a otros espacios de comunicación , se da en un marco
neoloberal que pueda resultar desalentador. Como señala Virginia Vargas 1 es preciso ubicar la
ciudadanía como proceso dinámico y flexible, que no escapa a las disputas de poder de los
países y de los diversos movimientos de la sociedad civil.
El mundo ha cambiado y es preciso resignificar el concepto de ciudadanía de cara a la
realidad. Sin embargo, y tal como señala Line Bareiro 2 es preciso romper los intentos
1
Vargas, Virginia:” Globalización, Feminismo y construcción de las ciudadanías” paper especialmente
preparado para el Seminario “Democracia/s ,ciudadanía/s y Estado en América Latina en el siglo
XXI.Análisis de género de los caminos recorridos desde la década del 80 y futuros posibles”
PRIGEPP_FLACSO: : “ Solo podemos acercarnos a su complejidad y a la posibilidad de su
realización, si ubicamos la ciudadanía como una categoría en construcción, y por lo tanto como
un proceso dinámico, que responde a las características de inclusión exclusión y a las
condiciones actuales en que se perfila y ejerce”
2
Bareiro, Line, paper especialmente preparado para el Seminario “Democracia/s ,ciudadanía/s y Estado en América
Latina en el siglo XXI.Análisis de género de los caminos recorridos desde la década del 80 y futuros posibles”
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homogeneizantes y al pensar en la Sociedad de la Información estos parecen un contrasentido.
El camino recorrido para enfrentar estos intentos, no ha sido pequeño. Los Estudios de la Mujer
en nuestros países tuvieron por un lado el valor de hacer visible lo que hasta ese momento
había permanecido oculto en el estudio de los procesos sociales e históricos, relevando la cara
femenina y su especificidad.
Permitieron también que las mujeres salieran de la invisibilidad en distintos espacios de
producción de conocimiento. No porque no estuvieran presentes en muchas de las
investigaciones, sino por cómo se las representaba, el lugar que se les otorgaba en el mundo, y
como se explicaban las diferencias entre mujeres y hombres. Este aporte no solo se limitó a
descubrir la ausencia de las mujeres en el plano de los modelos interpretativos; fue mas lejos,
contribuyendo en el estudio de las causas que provocaban esta invisibilidad.
Develó dos grandes prejuicios presentes en las disciplinas sociales: el androcentrismo y el
etnocentrismo. El androcentrismo se fija en lo masculino y desde lo masculino para observar la
realidad. El etnocentrismo como la tendencia a observar otras culturas desde la cultura propia.
Pensar estos prejuicios, revisarlos, suponía un proceso de deconstrucción de la información. Y
esto ponía en cuestión los modelos teóricos que dominaban muchas de las disciplinas.Los
Estudios de la Mujer contribuyeron también a la comprensión de cómo la sociedad era
generadora de la subordinación de las mujeres, pero al mismo tiempo tenían limitaciones. No
reconocían la pluralidad de las mujeres, teniendo rasgos universalizantes y esencialistas, lo que
impedía ver las distintas posiciones en que se encontraban hombres y mujeres
Los Estudios de Género se puede decir que produjeron una verdadera ruptura epistemológica
en la manera en que se había entendido la posición de las mujeres en distintas sociedades
humanas. En primer lugar, introdujeron la idea de variabilidad de los sujetos sociales: No es lo
mismo ser mujer en una cultura determinada que en otra. Importa ver también su inserción
social, su edad, su raza y el conjunto de variables que hacen a las circunstancias concretas que
rodean su vida. Esto también vale para los varones. No era posible entonces hablar de La Mujer
y el Varón como una categoría única, sino que hay una multiplicidad de factores que hacen que
cada ser humano sea único e irrepetible. Creo que este es un aporte fundamental a la idea de
la diversidad como un valor, y que contribuye a no estigmatizar a unos y a otras.
El Género como concepto relacional aporta de manera sustantiva al debate sobre la
ciudadanía ya que permite no solo entender la posición de la mujer, sino como se vincula con
la posición del varón Esta idea de lo relacional, a mi juicio es bien importante porque es la que
permite pensar mas en la posibilidad del cambio. No deja inermes a varones y mujeres, como
presos de una determinación cultural milenaria.
Sin embargo, para que toda esta dimensión de las sociedades se haya constituído en objeto de
estudio y haya avanzado, fue necesario que las mujeres pudieran hablar con otras mujeres
sobre cuestiones en las que había un marco de referencia común. En este sentido, el concepto
de ciudadanía aporta un marco referencial que permite pensar en cómo se han dado los
procesos de participación de las mujeres en la cosa pública.
Las mujeres, en tanto sujetos, han tenido que construír sus formas de estar, teniendo que
revisar todo lo supuesto, teniendo que desnaturalizar lo que se mostraba inamovible; pero
PRIGEPP_FLACSO,pág 3: “esto solo puede darse si se rompe con los intentos homogeneizantes y se reconocen los
derechos de cada colectivo social en sus especificidades”
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también aprendiendo la importancia de pasar del margen al centro; esto, no solo pensado en
términos de ubicación en la sociedad, sino en qué es lo central en el desarrollo de nuestras
sociedades.
Y si algo hoy es un factor central para el desarrollo social, es la producción de conocimientos y
su incorporación a la vida social con todo lo que esto tiene de transformador de la vida
cotidiana.
Pero esta enunciación no es posible pensar que tenga un devenir sin lucha; el conocimiento es
un bien que crece de manera vertiginosa, que da la impresión ilusoria que circula sin límites; y
sin embargo, existe una gran concentración de la información y la comunicación.
Tecnologías de la información y la comunicación
Las tecnologías de la información y la comunicación han tenido en la última década en Uruguay,
una evolución importante: en el 2001 la facturación se acercaba a los 400 millones de dólares,
existían unos 7 mil puestos de trabajo (74% muy calificados), las exportaciones superaban los
84 millones, todo ello sin política de compras públicas y sin apoyo oficial de ninguna clase.
Las perspectivas de las TICs en el Uruguay son, en muchos terrenos muy prometedoras.
Pero, cuando pensamos en la maravilla de las TICs y de sus potencialidades, nos deberíamos
preguntar en profundidad cómo evitar
que, al mismo tiempo,
se genere una creciente
presencia de un nuevo tipo de excluíd@s que quedan por fuera de la misma
Por otra parte, no hemos
tenido condiciones socioculturales que fomenten el pensar, el
aprendizaje de sentido, de categorizar la información que se recibe. Hay una cuestión de
contenidos en los procesos educativos que habría que formularse como un gran déficit en la
agenda democrática.
Desde el diseño de estas políticas de información y comunicación, la democratización del acceso
a las TICs, así como sus contenidos, son necesarios pensarlos desde una visión que integre a
hombres y mujeres, que permita un escalón mas hacia la igualdad de oportunidades y
derechos.
En este sentido, las experiencias de informática comunitaria con la utilización de la informática
como herramienta para la construcción de ciudadanía y empleabilidad que integran la
perspectiva de género,
pueden marcar un horizonte de sentido hacia nuevas concepciones
que alienten la diversidad cultural, como concepto clave para la inclusión social.
Cómo imaginarnos la sociedad de la información que queremos, sin plantearnos
que la
distribución del conocimiento, la igualdad de oportunidades para acceder al mismo, será un
objetivo a alcanzar, que requiere que conozcamos mejor nuestros puntos de partida, nuestra
capacidad de transformarlo en riqueza, y que esto nos enfrenta una vez mas a la necesidad de
pensar en la redistribución.
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En muchos terrenos, hemos ido desafiándonos para encontrar condiciones para el desarrollo
pleno de las capacidades creadoras de mujeres y varones en equidad. Sin embargo, es preciso
pensar en términos de políticas, y esto supone la identificación de los problemas y el esfuerzo
por establecer prioridades.
El mundo de las TICs nos plantea un horizonte a explorar mejor; donde hay innovación, parece
haber mejores condiciones para el cambio; pero esto también requiere poder animarnos a
búsquedas nuevas desde el Género, con nuevos actores y protagonistas con los que tendremos
que articular y que están también asumiendo desafíos en la perspectiva de la democratización
del conocimiento, tendiendo puentes a la producción generadora de empleo y a una sociedad
que se va reconociendo cada vez mas diversa y plural.
Carmen Beramendi/ Uruguay
Octubre 2003
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