TEMA 1: EL SER HUMANO, SER RELIGIOSO

TEMA 1: EL SER HUMANO, SER RELIGIOSO1
¿Dios está entre las preocupaciones de las personas que conoces? ¿Sabes de personas que se
declaren ateos? ¿Ser ateo y ser agnóstico es lo mismo? ¿Para qué sirve la religión?
La creencia en un Ser Superior es algo que brota del corazón humano con naturalidad. Por eso no
es fácil negar a Dios. Quienes aseguran no creer en Él, los ateos, tienen que hacer grandes esfuerzos para
explicar su fe en la no existencia de Dios. Porque hace falta mucho empeño para mantener que Dios no
existe; tal vez haya que obligar al corazón para que no busque lo que tanto desea: encontrase con Dios. Y
no es difícil encontrarlo, porque Dios se hace presente de varias formas, especialmente a través de sus
obras. La creación entera está hablando de Él, y los hombres de todas las épocas lo han encontrado a
través de ella.
Pero, a la vez, para el hombre natural, acertar con el Dios verdadero no es un asunto sencillo. Los
que hemos recibido la fe desde pequeños o vivimos en un ambiente en el que es fácil creer, quizá no
podamos hacernos una idea de las grandes dificultades que tuvieron los hombres de la Antigüedad para
saber sobre Dios. En este primer tema se explica la búsqueda de Dios por parte del hombre y cómo se ha
plasmado el deseo de Dios en las creencias religiosas de importantes culturas antiguas.
1. UN SER RELIGIOSO POR NATURALEZA
Desde la Antigüedad los hombres nos hemos dado cuenta de que las personas somos algo más que lo
que se ve o lo que se puede estudiar de nosotros. El mismo Aristóteles decía ya en la antigüedad que el
hombre es un “ser religioso por naturaleza”, que el hombre es un ser trascendente. Decir que el hombre es
un ser trascendente significa que tiene capacidad para descubrir que la realidad es más amplia que lo que
podemos alcanzar a conocer con nuestros sentidos o con nuestro estudio.
El hombre es religioso porque es hombre. Necesita saber de Dios y lo busca. Necesita adorar a un
Dios y lo adora. Cuando lo encuentra, o cree haberlo encontrado, le reza y le da culto. Si no lo encuentra,
se lo inventa, fabrica ídolos a su medida a los cuales adora, reza y ofrece sacrificios. O bien sitúa a Dios
en los elementos de la Naturaleza, a menudo el Sol, la Luna, un río, un volcán, etc. Pero no puede vivir
sin religión, sin la referencia a un Dios.
Estas actitudes del hombre en sus orígenes se conocen por los restos arqueológicos que han quedado
de su actividad. Podemos deducir sus creencias religiosas observando las de los pueblos actuales que
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Apuntes elaborados a partir de los libros de texto de religión católica de la editorial Casalsen sus distintas ediciones. Esta
redistribución de temas y contenidos se hace para facilitar el trabajo en el aula y optimizar los recursos. Se ha usado también
el Catecismo YouCat.
viven de manera semejante a la que aquel tiempo o de indicios encontrados en los textos religiosos más
antiguos. Así podemos comprobarlo estudiando la historia de las religiones.
2. LAS RELIGIÓN EN LA PREHISTORIA
a) Religiones celestes y telúricas.
Los estudios de la prehistoria llevan a la conclusión de que los seres humanos prehistóricos creían en
la divinidad. Esta creencia se expresó en dos grandes tipos de religiones, celestes y telúricas, que se
correspondían con la forma de vida que llevaban.
Las culturas nómadas imaginaron a la divinidad como un poder en el Cielo, que estaba siempre sobre
ellos. Nómadas fueron originalmente los pueblos de cultura indoeuropea (hititas, celtas, helénicos,
latinos, germanos, eslavos) dedicados al pastoreo itinerante. Creían en la existencia de un Ser celeste,
cercano a la idea de “padre”, que se mostraba en elementos de la naturaleza (el Sol, la Luna…). A él
rendían culto, le hacían peticiones y le ofrecían sacrificios.
Los pueblos sedentarios colocaban, en cambio, la divinidad en la Tierra, sobre la que vivían y
trabajaban. Las culturas prehistóricas de la cuenca del Mediterráneo y del Oriente Medio, dedicadas a la
agricultura y la ganadería, eran sedentarias. Su vida, que dependía de la tierra, les llevó a la divinidad y al
Dios creador como la Madre Tierra o diosa Madre, sustentadora de vida.
b) Cultos funerarios y sacrificios
La muerte es el hecho más radical que le sucede al hombre y su reacción ante ella es la primera actitud
religiosa. De ahí, que el fenómeno religioso más visible en estas culturas sea el culto funerario.
La ceremonia funeraria presupone la existencia de un culto a los antepasados. La costumbre de
enterrar a los muertos sugiere que veían vinculado el destino del hombre a la diosa Madre o “Madre
Tierra”. De igual manera indica que creían en la inmortalidad del alma. Presentían que venían de un “más
allá” y tenían la esperanza de entrar en él después de la muerte.
Los enterramientos suelen ser más o menos complejos. Se enterraba al cadáver adornado con pinturas
y atuendos, y acompañado de un cierto ajuar y de alimentos. En algunas culturas, las tumbas en las que se
realizaba el enterramiento podían estar asociadas a majestuosos dólmenes de piedra, a galerías
delicadamente excavadas o a magníficas estructuras en forma de montículos.
Los sacrificios, ofrendas que se presentaban a la divinidad en señal de adoración, son, asimismo, una
muestra de la religiosidad de los hombres antiguos. De todas las culturas prehistóricas se conservan
altares para ofrecer sacrificios y restos de templos. Los hallazgos arqueológicos son abundantes.
3. RELIGIONES YA DESAPARECIDAS
MESOPOTAMIA.
Mesopotamia no es el nombre de una nación, ni de un imperio, sino el de una región geográfica
extensa, muy fértil, que comprende las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates. En Mesopotamia florecieron
culturas que alcanzaron un desarrollo muy elevado en varios campos: agricultura, ganadería, comercio,
industria, legislación y bellas artes. Conocían la escritura y la división del trabajo. Por su riqueza natural y
por su desarrollo cultural, Mesopotamia ha sido apetecida y conquistada desde tiempos antiguos por
pueblos diversos de entre los que destacan los sumerios, asirios, babilonios y caldeos.
Existían también las ciudades-estado, que se organizaban de manera autónoma.
En Mesopotamia no hubo una religión única, sino los distintos cultos que se correspondían con los
pueblos que la fueron ocupando, sí se mantuvo durante milenios una estructura religiosa básica que fue
desapareciendo progresivamente hasta extinguirse con la conquista musulmana en el siglo VII. Sus
primeras divinidades son telúricas* y cósmicas. Destacan Samas (el Sol), Sin (la Luna) e Istar(el planeta
Venus). Además, cada estado tenía su dios principal, como Assuren Asiria y Marduken Babilonia.
EGIPTO.
Los egipcios fueron un pueblo muy religioso. Eran politeístas. Su dios principal era Ra, el dios del
Sol. Otros dioses importantes eran Osiris y su mujer Isis.
El faraón estaba considerado como la encarnación del dios Horus. Los faraones recibían culto como
dioses y para sus enterramientos se construyeron las pirámides.
GRECIA Y ROMA.
También los griegos y los romanos fueron politeístas. Los romanos, además de sus propios dioses,
adoptaron las divinidades griegas. Ambos tenían dioses encargados de diversas actividades (la caza, la
guerra, el mar, el amor, etc.) presididos por un Dios superior: Zeus para los griegos y Júpiter para los
romanos.
En los dos pueblos la religión era oficial, pública y comunitaria. En Grecia los doce dioses más
importantes vivían en el monte Olimpo, y en Roma los más populares recibían culto en el Capitolio. El
Estado se encargaba de organizar la vida religiosa: establecer las fiestas, regular el culto, cuidar los
templos, etc., y los ciudadanos debían adaptarse en todo a las normas públicas.
Los principales actos de culto eran los sacrificios, cruentos e incruentos, destinados a contentar a los
dioses para conseguir su protección y benevolencia.
Otras formas de culto en Grecia fueron los oráculos y los juegos. El oráculoera la respuesta del dios a
las preguntas de los hombres. Las preguntas y las respuestas no se hacían directamente, sino a través de
los sacerdotes. El oráculo más consultado fue el de Apolo y los juegos más famosos los dedicados a Zeus
en la ciudad de Olimpia. Otros dioses griegos importantes fueron Hera, Atenea y Ares.
Propio de Roma fueron los dioses Quirino y Jano, la diosa Vesta, el culto al Emperador y los manes y
los lares, que eran dioses menores y domésticos.
Tanto Grecia como Roma, como el resto del Imperio Romano, vio desaparecer poco a poco a sus
dioses con la llegada de una nueva religión que comenzó a difundirse con gran rapidez a partir del siglo I:
el Cristianismo.
4. EL HINDUISMO
El hinduismo es la religión tradicional de la India desde hace miles de años. Está tan ligada a la
historia del pueblo indio que no es posible entender a la India sin el hinduismo ni al hinduismo sin la
India.
No es una religión uniforme, sino más bien un conjunto de creencias y un modo religioso de entender
el mundo y la vida.
Es una religión abierta, sin unidad de fe, ni de ritos ni de autoridad. Acepta un principio supremo,
Brahmán, el absoluto, un Dios impersonal, sin atributos divinos*, del que todo procede y al que todo
volverá en un estado de total pureza. El hinduismo es panteísta*: Brahmán se encuentra formando parte
de todo cuanto existe. Así todo ser es sagrado: los hombres, los animales, las plantas, los ríos, las piedras.
Para los hindúes el sentido de la vida humana está en librarse del mal; para ello el alma deberá
reencarnarse tantas cuantas veces sea necesario hasta que conseguida la total purificación, vuelva a
Brahmán en el cual se disolverá. Algunos de los métodos de purificación son el ascetismo* y la
meditación*.
Además de Brahmán hay tres grandes dioses, encabezados por tres: Brahma, Visnú y Shiva. Otro de
los pilares del hinduismo son los libros sagrados. De entre ellos destacan los cuatro libros de los Vedas y
los Upanishadsy dos poemas épicos: el Ramayanay el Mahabharata.
Los actos de culto son grandiosos: templos majestuosos, peregrinaciones multitudinarias, fiestas
precedidas de severos ayunos.
La falta de unidad del hinduismo y lo variado de su politeísmo han generado gran cantidad de sectas.
Una de las más importantes es el jainismo.