Núcleo Temático 3

Anuncio
Núcleo Temático 3
EL PROCESO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
LA
GRAN
INMIGRACIÓN
REVOLUCIÓN
NEOLÍTICA
10.000 a.C
CIEEM 2010 Historia
EXPANSIÓN
ULTRAMARINA
SIGLO
XVI
IMPERIALISMO
SIGLO
XVIII
75
SIGLO
XIX
SIGLO
XX
Núcleo Temático 3
EL PROCESO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La Revolución Industrial comenzó en Inglaterra, y convirtió
a este país en la potencia mundial más importante, verdadero “taller del mundo”.Su poderosa flota dominaba los mares,
lo que se producía en sus fábricas se exportaba a todos los
continentes, controlando el comercio mundial.
La palabra “revolución” en sentido amplio significa un cambio
muy profundo en el aspecto económico, político, cultural, religioso y social. Es decir, hace referencia a grandes transformaciones que afectan a todos los
aspectos de la vida de una
sociedad.
Los historiadores comparan
la magnitud de los cambios
introducidos por la
Revolución Industrial con los
provocados por la llamada
Revolución Neolítica.
Industrias en Gran Bretaña
76
Taller artesanal
Hasta fines del siglo XVII, la economía europea se había basado
casi exclusivamente en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, por entonces, artesanías, como
por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares.
Esta forma de producción se modificó notablemente, en
Inglaterra en un primer momento, entre fines del siglo XVIII
y mediados del XIX.
Las transformaciones fundamentales operadas en este proceso fueron la sustitución de fuentes de energía animal o humana por la
energía mecánica.
La primera actividad favorecida por la revolución técnica fue la
industria del tejido del algodón. La abundancia de esta materia
prima en Oriente y Estados Unidos y los crecientes mercados consumidores de los tejidos de algodón en todo el mundo estimularon
a algunos hombres de negocios ingleses a invertir en este ramo de
la industria textil. Para que esta industria se hiciese más lucrativa
Taller industrial
CIEEM 2010 Historia
Núcleo Temático 3. El proceso de la revolución industrial
77
Huso de hilado manual
Máquina de hilar “Spinning Jenny”.
utilizado desde la Edad
Permite hilar varios hilos simultáneamente.
Media por los campesinos.
Se hila de un hilo por vez.
era necesario desarrollar nuevas técnicas productivas mediante
máquinas que superasen el rendimiento de las manuales. En este
sentido el algodón impulsó del cambio industrial.
Promediando el siglo XVIII, en Inglaterra, se inició la fabricación
de artefactos que permitieron cierto crecimiento en la producción
textil basado en las nuevas máquinas de hilar que primero usaron el
agua para moverse y luego el vapor.
Estos avances llevaron a la necesidad de tener nuevos telares más
rápidos y potentes. La aplicación de la máquina de vapor en los
telares favoreció aún más el aumento de la producción textil. La
máquina de vapor fue uno de los elementos básicos en los nuevos
avances y se alimentaba de carbón de piedra. El uso de la máquina
de vapor se difundió a distintas actividades y permitió el avance en
ramas como las comunicaciones al utilizarse para el transporte
terrestre y marítimo (ferrocarril y barco).
Máquina de vapor
78
Barco a vapor
Locomotora
Con respecto al ferrocarril fue un minero, George Stphenson, quien
construyó las primeras locomotoras para comunicar las minas de
carbón con los ríos a fin de facilitar su transporte.
La revolución de los
transportes:
Barco a vapor
navegando en un río
El ferrocarril agilizó el traslado de la mercadería y abarató los productos, a la vez que, al mejorar la circulación y las comunicaciones,
acercó las distintas regiones.
de los EE.UU.
A mediados del siglo XIX
la navegación
a vapor acortó
Parte de la producción textil se consumía en el mercado interno británico, pero una cantidad cada vez mayor se exportaba. El abaratamiento de sus productos, por el crecimiento de la producción, hacía
difícil para el resto de los países competir con los productos ingleses. Pero Gran Bretaña no sólo exportaba productos textiles, sino
también maquinarias, ferrocarriles y capitales para la construcción
de ferrocarriles.
distancias y
disminuyó costos.
Locomotora:
Stephenson fue
el primero en
colocarle ruedas
a una caldera de vapor
en 1814 para transportar
De este modo se puede afirmar que la Revolución Industrial le permitió a Inglaterra transformarse rápidamente en una gran potencia,
cuando en el siglo XIX formó un verdadero imperio colonial y los
medios de transporte le permitieron aprovechar algunas de esas alejadas regiones como fuente de materias primas y como mercado
para sus productos.
Las máquinas fueron sustituyendo a los hombres en el proceso de
trabajo. Muchos de los nuevos inventos (máquina de vapor, hiladora mecánica y telar automático) aplicados a la industria textil contribuyeron a la aparición de las fábricas, una nueva forma de organizar la producción, que fue reemplazando a la producción artesanal domiciliaria.
La fábrica, muy diferente de los antiguos talleres artesanales, fue la
unidad productiva propia de la revolución industrial y produjo
cambios radicales en el trabajo.
En este tipo de establecimiento el tiempo y el trabajo estaban muy
organizados. Con el ritmo de la máquina el trabajo del obrero se
CIEEM 2010 Historia
Núcleo Temático 3. El proceso de la revolución industrial
79
los carromatos
de carbón por los rieles.
alejó cada vez más de la creatividad del artesano y el trabajo fabril
pasó a ser una actividad en que los hombres ya no controlaban el
proceso total de lo que elaboraban sino sólo una parte del mismo.
El proceso de industrialización fue acompañado por un rápido crecimiento urbano. En las ciudades inglesas, que fueron creciendo en
número y densidad, se instalaron fábricas, en su mayoría textiles. El elevado número de obreros se concentró en las ciudades donde debieron
sobrevivir en condiciones muy duras porque la cantidad de puestos de
trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo.
Los orígenes de este proceso de urbanización se remontan en
Inglaterra al siglo XVII. Fue a lo largo de este siglo que había ido
cambiando la forma de producción agrícola: rotación de cultivos,
uso de algunos fertilizantes, mejoras en el instrumental de labranza. A su vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios
se adueñaron de las tierras de los campesinos. De este modo, los
productores campesinos fueron separados de la tierra y las herramientas que eran sus medios de producción. A ese proceso se lo
denominó de “expropiación campesina y proletarización de las
masas rurales”.
Este despojamiento provocó que muchos comenzaran a trasladarse
hacia los centros urbanos en busca de trabajo.
Iniciada la industrialización, la gran oferta de mano de obra, hizo que
los patrones rebajaran los sueldos y hasta despidiesen a los que estaban
trabajando para tomar niños y mujeres y pagarles menos. En los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y
Liverpool, los desocupados se contaban por miles y las jornadas laborales eran de 15 y 17 horas diarias en fábricas que no reunían las mínimas
condiciones de seguridad e higiene y además, con salarios miserables.
La pobreza de
los trabajadores urbanos.
Barrio Obrero.
Grabado de Gustav Doré
80
Cambios económicos y sociales
La sociedad europea y en especial la inglesa, cambió profundamente como consecuencia de la Revolución Industrial.
La partida del burgués.
Óleo de Jean Béraud.
1889.
Con la industrialización la sociedad se fue transformando, aparecieron nuevos grupos sociales: la burguesía industrial y los obreros
industriales (proletariado). En las nuevas relaciones de producción,
o sea en los vínculos que se dan entre los hombres en el proceso productivo, el sector social de la burguesía era el propietario de los
medios de producción (maquinarias, fábricas, herramientas) y prosperaba económicamente. Los obreros no disponían de otro capital
que su fuerza de trabajo, que empleaban a cambio de un miserable
salario (por eso los obreros son llamados también “asalariados”),
que apenas les alcanzaba para subsistir.
El sistema capitalista de las sociedades occidentales fue un modo de producción que se aceleró a partir del siglo XVIII, con la Revolución Industrial. Entre
las principales características de esta organización económica y social se
destacan:
A La propiedad privada de los medios de producción (fábricas, dinero, maquinarias, herramientas), que pertenecen a un reducido grupo de personas,
denominado capitalistas o burguesía.
A La mano de obra necesaria para la producción de bienes se obtiene pagando un salario a otro sector de la sociedad que no tiene medios de producción, sino solamente la fuerza de su trabajo, y que se denomina sector
obrero, trabajador, proletariado o clase asalariada.
A La búsqueda de la ganancia y la producción masiva de bienes destinados a
ser vendidos en mercados, muchas veces muy distantes de los lugares
donde se producen.
CIEEM 2010 Historia
Núcleo Temático 3. El proceso de la revolución industrial
81
Otra de las consecuencias fue la afirmación del capitalismo basado
en la acumulación de riquezas producidas en la industria.
Durante las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX la
industrialización fue difundiéndose, y a la vez, adquiriendo mayor complejidad técnica y más aplicaciones a diversas actividades. Hacia 1870 se
produjo un proceso de profundización de la industrialización al que se
conoce como Segunda Revolución Industrial.
Los países en los cuales alcanzó mayores niveles fueron especialmente, además de Inglaterra, Alemania, Francia, los Estados
Unidos y Japón.
Esta segunda etapa industrial se caracterizó por la utilización
de nuevas fuentes de energía, además de la fuerza del vapor: el
petróleo (motor de explosión y motor de combustión interna), y la electricidad (motores eléctricos, dinamo, acumuladores, lámpara eléctrica), el extraordinario desarrollo de los
transportes -barco y ferrocarril- que aumentaron su capacidad
de carga y disminuyeron los costos de los fletes.
El desarrollo de las industrias pesadas o de base, que son las
que producen maquinarias y transporte y requieren grandes
inversiones. El hierro fue la materia prima fundamental para
construir vías férreas, locomotoras, vagones. Este metal fue, a
fines del siglo XIX, poco a poco sustituido por el acero que
posee más resistencia, durabilidad y aumenta la capacidad de
carga, por ejemplo en el caso de los barcos, al permitir la construcción de bodegas más amplias y livianas.
Los adelantos en los medios de comunicación aceleraron aún
más el proceso de integración y ampliación del mercado mundial: el telégrafo eléctrico y el teléfono.
La Revolución de los transportes y comunicaciones influyó en
la organización del comercio internacional dando lugar a la
división internacional del trabajo. Esto implicaba obtener las
materias primas y los alimentos al precio más bajo posible y
vender con grandes ganancias las manufacturas. Algunos países se dedicaban a producir materias primas y alimentos (países periféricos, con escaso desarrollo industrial) y otros maquinaria y artículos manufacturados (países centrales, altamente
industrializados).
Con la revolución de los medios de transporte y comunicación el mundo se hizo paradójicamente más amplio y más pequeño. Más amplio porque se llegaba a lugares cada vez más
remotos y más pequeño porque las distancias se acortaban en relación a los tiempos que
se necesitaban para recorrerlas. Ya no se dependía,como en la sociedad preindustrial, de la
fuerza humana o animal para el transporte terrestre y de la fuerza natural (viento) para el
transporte marítimo.
82
PUNTOS DE VISTA
1
3
“Sus más graves consecuencias
(refiriéndose a la Revolución
Industrial) fueron sociales: la
transición a la nueva economía
creó miseria y descontento, materiales primordiales de la revolución social. Y en efecto, la revolución social estalló en la forma de
levantamientos espontáneos de los pobres
en las zonas urbanas e industriales, y dio
origen a las revoluciones de 1848 en el continente y al vasto movimiento cartista en
Inglaterra. El descontento no se limitaba a
los trabajadores pobres. Los pequeños e
inadaptables negociantes, los pequeños burgueses y otras ramas especiales de la economía, re s u l t a ron también víctimas de la
Revolución Industrial y de sus ramificaciones” Eric Hobsbawm. La era de la
Revolución, 1789-1848; Crítica, Barcelona,
1997. (Ed. Original: 1962)
“Una ciudad como Londres, en
la que se puede caminar horas
enteras sin llegar al principio
del fin, constituye algo totalmente particular. Esta colosal reunión de
tres millones y medio de hombres en un
solo punto, ha elevado a Londres a la categoría de capital comercial del mundo.
Pero las víctimas que todo esto ha costado
se descubren sólo más tarde. Si se camina
un par de días a lo largo de las calles principales, abriéndose paso, a duras penas, entre
la multitud y la serie infinita de coches y
carrozas, si se visitan las partes peores de la
ciudad, entonces se nota que estos londinenses deben sacrificar la mejor parte de su
humanidad para alcanzar todas las maravillas de la civilización, que abundan en la
ciudad; que miles de personas han debido
quedar irrealizadas y oprimidas, a fin de que
algunas pocas se desarrollaran plenamente.
La brutal indiferencia, el duro aislamiento
de cada individuo en sus intereses privados,
aparecen tanto más desagradables y chocantes cuanto más juntos están los individuos
en un pequeño espacio. De ahí proviene
también que la guerra social, la guerra de
todos contra todos, esté aquí abiertamente
declarada. Las personas se consideran entre
ellas como sujetos de uso, cada uno explota
al otro, y ocurre que los más fuertes aplastan al más débil y que los pocos que son
poderosos, es decir, los capitalistas, atraen
todas las riquezas para sí mientras a los más
numerosos, los humildes, les alcanza apenas
para vivir. Nadie se ocupa del pobre; éste
debe abrirse camino como pueda. Si es tan
afortunado que encuentra trabajo, recibirá
un salario que le permitirá apenas tener el
alma unida al cuerpo; si no encuentra trabajo, puede robar, si no teme a la policía, o
sufrir hambre y, todavía en este caso, la policía cuidará de que, muriendo de hambre,
no estorbe demasiado a la burguesía.”
2
“…hoy en día el argumento más
fuerte contra el capitalismo es la
combinación de crisis ecológica y
polarización social que está
engendrando. Las fuerzas del mercado no
poseen soluciones para ello. Puesto que éstas se
rigen por los imperativos de maximización del
beneficio privado, su lógica las lleva a ignorar
los daños ambientales y a reforzar la jerarquía
posicional. […] ¿Bajo qué principios pueden
distribuirse entre los habitantes del planeta el
consumo de combustibles derivados del petróleo, la producción de desechos nucleares, las
emisiones de carbono, la sustitución de los clorofluocarbonos, el uso de pesticidas, la tala de
bosques?. El mercado, con independencia de
cuánto se lo controle, no ofrece nada para
resolver esta situación. El hecho de que sea una
minoría privilegiada la que se apropia perniciosamente de la mayor parte de las riquezas del
mundo, lo que se halla hoy en día fatalmente
interconectado con la destrucción de sus recursos, amenaza la posibilidad de una solución
común a los peligros enormes, los cuales están
cobrando impulso.” Perry Anderson. Los fines
de la historia, Anagrama, Barcelona, 1996.
(Ed. Original: 1992).
CIEEM 2010 Historia
Núcleo Temático 3. El proceso de la revolución industrial
Engels, F; La situación de la clase obrera en
Inglaterra. 1842.
83
4
“La acción del progreso técnico sobre
la vida económica y social de los países ricos es tan intensa que desorienta
a los hombres en su comportamiento. […] Muchas de las consecuencias del progreso
técnico se presentan así como nefastas. Ello ha
dado lugar a generalizaciones apresuradas.
¿Engendra el progreso técnico las guerras, la desocupación y el proletariado? […]
hechas cada una por las manos de distintos
hombres y otras tres o cuatro diferentes son
hechas por las manos de un mismo hombre.
He visto un laboratorio de esta especie en que
sólo había empleados diez hombres, de los
cuales cada uno, por consiguiente, ejercía dos
o tres distintas operaciones (…) Y aunque
eran muy pobres, y muy mal provistos de las
máquinas necesarias, cuando se esforzaban en
trabajar hacían cerca de 12 libras de alfileres al
día (…) Pero si éstos hubieran trabajado separada e independientemente, sin haber sido
educados en el oficio peculiar de cada uno,
ninguno ciertamente hubiera podido llegar a
fabricar veinte alfileres al día”.
Smith, Adam; Investigaciones sobe la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, 1776.
El progreso técnico no implica necesariamente
el sometimiento a la máquina […] tampoco
lleva necesariamente a la concentración industrial y urbana, característica de las sociedades
del siglo XIX. La nueva revolución industrial
que vivimos, basada en formas de energía fácilmente transportables, ya no impone más la
concentración de las actividades humanas cerca
de sus materias primas. La electricidad y la
energía atómica, que será más fácil y menos
costosa para transportar, permitirán el desarrollo de industrias en pequeñas ciudades y aldeas.
[…] hay que confiar en la humanidad; ella
aprende cada día a utilizar un poco mejor las
técnicas para satisfacer sus necesidades.” J.
Fourastié y C. Vimont. Historia de mañana,
Eudeba, 1960. (Ed. Original: 1956).
7
“Para la masa de los obreros de
la manufactura, el proceso de
trabajo perdió el carácter de
una unidad racional y abarcable
en su totalidad que había tenido todavía
para el artesano independiente. El proceso
de la división del trabajo adquirió unas proporciones que subsumían al individuo
como un elemento funcional completamente aislado, al que resultaba vedada toda
visión de conjunto sobre el sentido total del
proceso que quedaba sometido a la fuerza
rígida de las instrucciones(…) “
Abendroth, W. Historia Social del
Movimiento Obrero europeo.
5
“La progresiva mecanización de la
vida desde el afloramiento de la
Revolución Industrial ha ocasionado infortunios a la humanidad,
pero también le ha conferido beneficios, y uno
de sus señalados beneficios ha sido la invención
de trenes que corren sobre raíles y transportan
por energía motriz inanimada –vapor, electricidad o petróleo- en lugar de hacerlo por la energía muscular de seres humanos y animales
domésticos.” Arnold Toynbee. Ciudades en
marcha, Alianza, 1971.
6
“El oficio de fabricar alfileres incluye
cierto número de ramos de los cuales cada uno constituye un oficio
distinto y peculiar. Uno tira el metal
o alambre, otro lo endereza, otro lo corta, el cuarto lo afila, el quinto lo prepara para ponerle la
cabeza (…) Con lo cual el importante negocio de
hacer un alfiler viene a dividirse en dieciocho o
más operaciones distintas, algunas de la cuales son
Dibujo de Susana
Guerra. En: Alonso,
M., Vázquez, E.;
Historia Europa
Moderna y América
Colonial, Buenos
Aires, Aique , 1994.
84
Descargar