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Aljaranda 67 (2007) 19-24
Historia Contemporánea
Imagen 1.- Caldera varada en la playa de Los Lances. Fotografía de Carlos Ruiz Bravo.
¿Encierran las aguas de Tarifa un famoso
y trágico misterio?
Carlos Ruiz Bravo
D
iez de marzo de 1895. El crucero
Reina Regente, orgullo por aquel
entonces de la Marina de Guerra
Española, zarpó del puerto de Tánger rumbo
a Cádiz. El barco desapareció misteriosamente sin dejar rastro. La radiotelegrafía,
todavía tardaría más de diez años en ser
incorporada a la navegación. No hubo
supervivientes, ni rastro del crucero, ni
indicios o restos de un naufragio, ni el más
mínimo barrunto de petición de socorro. El
barco debió ser fulminantemente tragado por
el Estrecho, llevándose consigo a toda la
tripulación: 412 marinos, intrépidos jóvenes
templados por la aspereza de la vida en el
mar. Es un caso muy inusual el que un barco
de superficie, en tiempos de paz, se convierta
en hermético sarcófago de acero de toda su
tripulación. Sólo los submarinos hundidos
en acciones de guerra suelen ser tumbas de
la dotación completa.
Introducción
Retrocedamos en la Historia para situarnos en la
frontera de Melilla con Marruecos en 1893, fecha
en la que se produjeron sangrientos incidentes fronterizos por ataques de los rifeños (también rebeldes
al sultán) durante la construcción del fuerte de
Auariach (que más tarde se llamó "de la Purísima
Concepción"). En estos incidentes, y entre otros asesinatos de españoles, murió de un disparo el general
Margallo, lo cual produjo un notable malestar en la
Península . Malestar que se reflejó en la prensa y en
la opinión pública.
Para resolver tanto la tensa situación interna
como la creada ante el sultán y el Gobierno de Marruecos, se convocó un encuentro diplomático en la
ciudad de Marraquex, al cual asistió como embajador extraordinario el general Martínez Campos representando al gobierno español. Se firmó un acuerdo el 10 de marzo de 1894 que zanjaba el incidente.
España garantizaba la solidez del sultán (la situación
política de Marruecos era muy inestable), pero a
cambio exigía la adopción de una serie de medidas
de seguridad a cuyo cumplimiento se comprometió
el gobierno marroquí.
El 7 de julio de 1894 murió el sultán Muley el
Hassan. Su hijo, Muley Adelaziz, le sucedió en el
trono, siendo una de sus primeras acciones de gobierno el tratar de suavizar las condiciones impuestas por España en el tratado de Marraquex. Para
19
Aljaranda 66 (2007) 19-24
Historia Contemporánea
dar cumplimiento a las disposiciones de dicho tratado, se convocó en Madrid una Conferencia a la que
el nuevo sultán envió como embajador plenipotenciario al notable Sidi Hadj el Kerim-Brikxa, el cual
conocía España, pues en 1880 y 1881 formó parte
de otras embajadas, estaba en posesión de la gran
Cruz de Isabel la Católica y dominaba el español, el
inglés y el francés. Una vez en Madrid, el embajador
y su séquito se hospedaron en el hotel de Rusia y
cuando la comitiva, envuelta en sus elegantes chilabas
blancas de seda, se disponía a dirigirse al Palacio
Real para la presentación de cartas credenciales, se
adelantó un caballero que, inopinadamente, propinó
una bofetada al embajador.
Tras la confusión consiguiente, el agresor fue
detenido inmediatamente, puesto que se trataba de
todo un atentado político. Dicho agresor resultó ser
el general de brigada, ya retirado, Miguel Fuentes y
El crucero Reina Regente zarpó
la mañana del 9 de marzo de
1895 del puerto de Cádiz
rumbo a Tánger con toda la
embajada marroquí a bordo
Sanchiz quien, a pesar de tener una honrosa hoja de
servicios, se debió sentir iluminado para hacer patente lo que consideraba excesivas concesiones del
gobierno español. Sometido a proceso, fué arrestado.
La lógica indignación del embajador por la
afrenta sufrida le decidió a cortar las negociaciones
y no asistir a palacio. Entre el general Martínez Campos y el doctor Ovilo (agregado médico a la Legación de España en Tánger, persona que gozaba de
gran prestigio y estima en la corte del sultán) convencieron al embajador de seguir llevando a cabo las
negociaciones. El presidente del Consejo, señor
Sagasta, consiguió celebrar la entrevista con arreglo
a lo convenido. Se pidieron toda clase de excusas y
la propia Reina bajó del trono y dirigiéndose confidencialmente a Sidi Brikxa, le dijo: "Lamento con toda
el alma, señor embajador, la agresión de que habéis
sido objeto. El golpe lo he sentido en el corazón".
Este incidente supuso una suavización en las
condiciones que exigía el gobierno español. El 2 de
marzo salió la comitiva marroquí en tren hacia Cádiz.
El gobierno, como deferencia y señal de buena voluntad, puso el mejor y más moderno buque de guerra de la Armada al servicio del embajador y su comitiva para trasladarles desde Cádiz a Tánger.
20
De esta manera, el crucero Reina Regente
zarpó airosamente la mañana del 9 de marzo del puerto de Cádiz rumbo a Tánger con toda la embajada a
bordo, entrando en la rada de la ciudad magrebí por
la tarde del mismo día. El tiempo amenazaba borrasca, pues se registró una brusca bajada del barómetro, un fuerte aumento del viento y claros indicios de
que se aproximaba un frente frío que presagiaba temporal duro.
La embajada marroquí desembarcó el 10 y el
crucero zarpó inmediatamente para volver a Cádiz.
Esta prisa en volver, a pesar del temporal que se
presagiaba, obedecía al interés en participar en la
parada naval y en el homenaje del pueblo gaditano
que estaban organizados para celebrar la botadura
del acorazado Carlos V (el buque de guerra de mayor porte construído en España hasta entonces). El
crucero era muy esperado en Cádiz, pero… nunca
llegó.
El barco
El gobierno español, por necesidades de nuestra Marina en aquella época encargó, por concurso, la construcción de un crucero con gran poder de fuego, rápido, maniobrero y de gran autonomía.
De entre los astilleros especializados en barcos de guerra ganó el concurso la firma James &
George Thompson de Clydebank (Escocia). Existen
dos versiones sobre la identidad del ingeniero naval
que diseñó el barco: pudo ser John H. Biles, o sir
Natham Barnaby (en ambos casos se trataba de prestigiosos ingenieros de la Royal Navy). Sin embargo,
todos los estudiosos del tema coinciden en que, desde el principio, tanto el diseño como la construcción
del barco, adolecieron de una serie de defectos que
están registrados con toda exactitud en el artículo
que el coronel de Infantería de Marina Miguel Aragón
Fontenla publicó en el número de marzo del año 2001
en la revista General de Marina, así como en el
documentadísimo libro El crucero Reina Regente y
su hundimiento el 9 de marzo de 1895 del historiador naval y militar Joaquín Gil Hondubilla y también en la página web islabahia.com cuyo título es
"El naufragio del Reina Regente y otros naufragios
ocurridos en 1895". El autor de este último artículo
es el académico historiador de la Real Academia de
San Fernando, José María Blanca Carlier.
El barco fue botado en 1887 en Glasgow, siendo
entregado a la Marina española inmediatamente. Tras
varias singladuras (Cádiz, Barcelona, San Sebastián,
Génova, La Habana, Vigo, Nueva York, etc.) y cinco
cambios de comandante, los cuales emitieron sus correspondientes informes críticos sobre las condiciones
marineras del crucero (el último fue el capitán de navío
Sanz de Andino y Martí) se demostraron las deficien-
Nombre
Desplazamiento
Australia Orlando
5.600 tn
5.600 tn
Aurora
Galatea
Immortalité NarcissusUndaunted
5.600 tn
5.600 tn
5.600 tn
Eslora
Manga
104 m
17 m
104 m
17 m
104 m
17 m
104 m
17 m
104 m
17 m
Calado
Artillería
Principal
Nº de piezas
Artillería
Principal
Nº de piezas
Tubos
Lanzatorpedos
Blindaje
principal
6,85 m
6,85 m
6,85 m
6,85 m
6,85 m
5.600 tn
104 m
17 m
6,85 m
233 m
233 m
233 m
233 m
233 m
233 m
2
2
2
2
2
152 mm
152 mm
152 mm
Máquinas
propulsoras
152 mm
152 mm 152 mm
Reina
Regente
4.662 tn
5.600 tn
104 m
17 m
6,85 m
5,9 m
233 m
240 m
2
4
152 mm
120 mm
97,3 m
15,4 m
10
10
10
10
10
10
10
6
6
6
6
6
6
6
6
5
?
?
?
?
?
?
?
710 tn
2 de triple 2 de triple 2 de triple 2 de triple 2 de triple 2 de triple 2 de triple 2 de triple
expansión expansión expansión expansión expansión expansión expansión expansión
y3
y3
y3
y3
y3
y3
y3
y3
cilindros cilindros cilindros cilindros
cilindros cilindros cilindros cilindros
Nº de calderas
4
4
4
4
4
4
4
4
Hélices
Potencia y
velocidad
2
2
2
2
2
2
2
2 de 5,63m
Potencia
forzada y
velocidad
Autonomía
Astilleros
constructor
Constructor
máquinas
Fecha botadura
5.500 CV 5.500 CV 5.500 CV
17 nudos 17 nudos 17 nudos
8.500 CV 8.500 CV 8.500 CV
18 nudos 18 nudos 18 nudos
5.500 CV 5.500 CV
17 nudos 17 nudos
8.500 CV
18 nudos
8.500 CV
18 nudos
5.500 CV 5.500 CV 7.700 CV
17 nudos 17 nudos 18 nudos
8.500 CV 8.500 CV 12.000 CV
18 nudos 18 nudos 20 nudos
10.000
10.000
10.000
10.000
10.000
10.000
10.000
12.000
millas a 10 millas a 10 millas a 10 millas a 10 millas a 10 millas a millas a 10 millas a 20
nudos
nudos
nudos
nudos
nudos
10 nudos
nudos
nudos
J&G
Palmers
Chatham
Palmers Pembroke Napier
Fairfield
Thompson
Earle
Jarrow
Jarrow Dockyard Glasgow Dockyard
Govan
Clydebank
J&G
J&G
Napier
Earle
Earle
Palmers
Palmers
Earle
Thompson
Thompson
1886
1886
1887
1887
1887
1886
1886
1886
Tabla 1.- En la actualidad resulta muy interesante por lo instructivo detallar en un cuadro las principales características que al final presentaron los cruceros clase Australía y el Reina Regente.
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la, puesto que se desplazó a Clydebank una comisión
naval presidida por el brigadier de Artillería de la Armada José González Hontoria, ingeniero naval autor del
diseño de cañones modernos de acero para la Marina,
cañones provistos de retrocarga y ánima rayada, cuyos calibres iban desde 7 a 32 centímetros. El uso de
estos cañones, que se construían en la fábrica de
armas de Trubia (Asturias), se declaró reglamentario para la Armada española. En el caso del Reina
Regente, los Astilleros J&G Thompson recibieron e
instalaron en el crucero 4 piezas de 24 centímetros
en 4 montajes simples encastrados 2 sobre las amuras
de proa y 2 sobre los costados de popa. Cada pieza
pesaba 21 toneladas y estaban situadas
simétricamente a ambos lados del eje longitudinal del
barco.
Historia Contemporánea
cias, limitaciones y problemas del barco que, básica y
casi unánimente, se detallaban en los informes de los
sucesivos comandantes y que se podían resumir en una
estabilidad precaria, malas condiciones marineras en
temporales duros y sistemas defectuosos de estancamiento en escotillas y compuertas.
Ya durante la construcción del buque, y a una
propuesta española que resultó desdichada, se instalaron en el barco 4 montajes artilleros propios de un
acorazado de la época, pero nunca de un crucero.
Esto supuso, por un lado, un notable aumento de peso
que sólo se correspondía con la manga y calado de los
acorazados y, por otro, una elevación del centro de gravedad del buque que empeoraba su estabilidad al navegar en temporales duros.
El astillero británico aceptó la propuesta españo-
Historia Contemporánea
Aljaranda 66 (2007) 19-24
Imagen 2 .- Dibujo del crucero Reina Regente.
Por aquella época la Royal Navy había diseñado un nuevo tipo de crucero denominado "The
First–Class Belted and Protected Cruisers" que irían
sustituyendo ventajosamente a los que tenía en servicio
por todos los mares del mundo. Esta nueva clase de
barcos se concretó en la construcción de los siete cruceros conocidos como clase Australia.
Los gobiernos británico y español acordaron
construir el Reina Regente asemejándolo lo más posible a los cruceros de la clase Australia.
En 1886 fueron botados los primeros cruceros de la nueva clase, el Orlando y el Australia, con
los que surgió la silueta del crucero moderno que se
hizo familiar durante muchos de los siguientes años
El viento del suroeste de
50 nudos, la dirección de olas y
la corriente atlántica en dirección este-oeste, arrastraron al
crucero en línea directa hacia la
costa entre Bolonia y Tarifa
en las marinas de guerra de todo el mundo.
Resulta obvio que el astillero escocés construyó un barco que difería sensiblemente de las especificaciones de los cruceros clase Australia. Calado, eslora y manga menores soportando un peso
artillero (4 piezas de 240 mm) notoriamente mayor
que, al elevar el centro de gravedad del crucero, comprometía su estabilidad en temporales duros.
Hasta aquí, tanto lo sucedido al Reina Regen1
22
te, como las hipótesis sobre su misteriosa desaparición, están amplia y detalladamente descritas en el
informe que elaboró la comisión de investigación que
el Gobierno nombró por orden del 29 de marzo de
1895. Esta comisión estuvo formada por el capitán
de fragata Fernando Villaamil y el ingeniero jefe de
primera clase José Castellote. El informe está descrito y analizado en el libro ya citado del historiador
Joaquín Gil Hondubilla que se editó en el año 2004.
Por otro lado, y ya en el 2001, se había completado la
documentación sobre la misteriosa desaparición del
Reina Regente en el artículo que Miguel Aragón
Fontenla publicó en el número de marzo del citado
año en la revista General de Marina.
Entonces…y a la vista de la densa documentación existente y de las teorías y análisis elaborados
sobre el hundimiento y el lugar donde se encuentra el
pecio, el lector se preguntará qué finalidad persigue
este artículo puesto que ya está todo dicho sobre el
naufragio.
¿Todo?... Hay una serie de indicios que trazan claramente la trayectoria de la tragedia.
Primer indicio: los avistamientos de los vapores ingleses Mayfield y Matheus (véase mapa adjunto).
Segundo indicio: el avistamiento desde Bolonia
de los hermanos Antonio y Francisco Rodríguez
(avistamiento certificado según se explica en el artículo de Aragón Fontenla).
Tercer indicio: la tempestad del suroeste con
mar calificada entre arbolada y montañosa duró los
días 10 y 11 de marzo. El 12 cedió a fuerte marejada
y el 13 aparecen los primeros restos arrancados de
la cubierta del crucero por las olas en…¡Los Lances
de Tarifa!
PATRÓN SANDOVAL, Juan Antonio:"Tarifa maltrecha: la comisión de 1895 a Madrid", Aljaranda 29 (1998) 13-15.
Carlos Ruíz Bravo
Quinto indicio: es prácticamente cierto el que
el crucero, después de remontar bien el nodo, bien la
cresta, de alguna ola de 12 metros y descender hacia su vientre, sacase las hélices fuera del agua y
metiese la proa en la siguiente. La palanca que, en
este momento, tuvieron que hacer dos hélices que
pesaban entre 12 y 14 toneladas cada una, al estar
colocadas al extremo de los 9,4 metros que medían
sus ejes hasta su salida del casco, tuvieron forzosamente que producir torsiones en el giro de dichos
ejes a partir de la bocina y
cojinetes del orificio de
salida del casco.
Esto tuvo que suponer un destrozo irreparable en el sistema de propulsión y como consecuencia, la ingobernabilidad de la nave. El
viento del suroeste de 50
nudos, la dirección de las
olas y la corriente atlántica en dirección este-oeste, arrastraron forzosamente al crucero en línea
directa hacia la costa entre Bolonia y Tarifa.
En un momento determinado, según los estuImagen 3.- Detalle de la caldera en la playa de Los Lances.
dios hechos, el barco, ya
inundado y sin gobierno,
también podrían presentarse coincidencias con las
debió zozobrar y "se pasó por ojo", frase típicamente
dimensiones de las auténticas calderas que se instamarinera y popular, cuya correspondiente expresión
laron en el barco.
inglesa es más elocuente: "to founder head down",
es decir, irse a pique de cabeza. Toda su dotación
Este conjunto de indicios (el de la caldera no
quedó encerrada a bordo.
pasa de ser una mera sospecha) limitan claramente
el área del naufragio a la zona marcada en el mapa.
Hasta la fecha, ha sido el mayor accidente en
La presencia de la citada caldera en la playa
pérdida de vidas humanas (y no en acciones de guetarifeña, –proceda o no del Reina Regente–, no deja
rra), que han sufrido las fuerzas armadas españolas. Y
23
Aljaranda 66 (2007) 19-24
Hasta la fecha, el naufragio del
Reina Regente ha sido el mayor
accidente en pérdida de vidas
humanas (no en acciones de
guerra), que han sufrido las
fuerzas armadas españolas
aquí aparece la finalidad de este artículo.
Ocurre que la línea tan precisa y expresiva
que trazan los cinco indicios anteriores termina en
una zona de la playa de Los Lances donde, desde
hace ya algunos años, reposa una curiosa caldera de
vapor semienterrada en la arena de la orilla y sometida al continuo juego de la bajamar y la pleamar. Se
trata del clásico modelo de caldera de hierro que utilizaban los vapores desde las últimas décadas del siglo XIX hasta los primeros años del XX. Construída
con remaches (no se empleaba la soldadura todavía); provista de los clásicos tubos de 7 centímetros
de diámetro para vaporización de agua destilada, pero
perdidos ya los recalentadores para obtener el vapor
sobrecalentado a alta presión con el que, gracias a
su gran fuerza elástica y poder de expansión, se
moverían los cilindros de la máquina y, través del
correspondiente cigüeñal, una de las hélices
propulsoras del barco; esta caldera guarda sorprendentes similitudes con las calderas del malogrado
Reina Regente, por lo que a época de construcción y
forma se refiere. Si a sus dimensiones se añadiesen
las cubiertas aislantes para reducir pérdidas de calor
y los elementos auxiliares de alimentación de agua y
recalentadores de vapor (todo ello perdido a lo largo
de los 112 años transcurridos desde el naufragio),
Historia Contemporánea
Cuarto indicio: el temporal arrasó el puerto y
entorno de Tarifa.1 No se tiene noticia de otras localidades que hayan sido tan directamente afectadas
por aquel temporal.
Historia Contemporánea
Aljaranda 66 (2007) 19-24
24
de ser una muy elocuente señal de que la
Leyenda del Mapa
costa comprendida entre Bolonia y Tari1/ Derrota a Cádiz obligada por el temporal de poniente.
fa es una especie de bolsa que recoge los
2/ Avistamiento del crucero por los vapores Mayfield
restos de los naufragios ocurridos en la
y Matheus luchando en pleno temporal a 12 millas al
embocadura oeste del Estrecho cuando
NO de cabo Espartel.
3/ Estado de la mar entre arbolada y montañosa.
coinciden los temporales de poniente (y
4/ Presunta área de la desaparición del crucero.
más aún del suroeste) con las mareas y
5/ Desde tierra se divisa un buque de guerra atravesando
en la mar y debatíendose con el temporal. En un molas corrientes del Atlántico al Mediterrámento dado, desaparece.
neo. La presencia de la máquina que nos
6/ El 13 de marzo aparecen en la playa de Los Lances
ocupa indica la enorme fuerza de la
los primeros restos flotantes procedentes del crucero.
Son pequeños objetos arrancados de la cubierta por el
conjunción de estos tres elementos
oleaje.
(temporal del suroeste, mareas y co7/ El vapor Servando engancha con la rastra de fondo
rrientes), capaces de arrastrar estrucestructuras sin identificar.
8/ El vapor inglés Hajeen toca en aguas de Tarifa objeturas metálicas tan pesadas hasta la platos desconocidos.
ya.
9/ Exploraciones infructuosas de buzos en los bajos de
Aceitera, Roca de las Ánimas, Placer de Meca y Laja
No es esta caldera el único resto
de Conil.
que, por ser visible, yace en las costas
X/ Situación de bajo de los Cabezos.
tarifeñas. Semienterrados en la arena
C/ Caldera de vapor centenaria varada en Los Lances
de Tarifa.
o yaciendo en fondos cercanos y poco
profundos existen otras muchas piezas
pesadas procedentes de los naufragios
ocurridos en las condiciones señaladas.
Es muy reciente el enorme esfuerzo y conmoción que supuso el rescate de los cadáveres supuestamente
atrapados en el pesquero "Nuevo Pepita Aurora" naufragado en aguas de
Barbate. El suceso motivó todo un homenaje popular a los marineros fallecidos. Tenemos muy cerca de nosotros
una tumba de acero que encierra los
restos de 412 intrépidos españoles y,
aunque su muerte y tragedia ya sean
lejanas, sería muy honroso y justo el
Imagen 4 .- Supuesta localización del naufragio Reina Regente.
localizar ahora en nuestro siglo XXI la
situación del pecio del Reina Regente,
Royal Navy, Military Press, 1987, pp.191-192.
aclarar el misterio de su desaparición y, sobre todo,
celebrar el homenaje a nivel nacional, aunque sea
4.- GIBBONS, Tony: La Enciclopedia de los Barcos,
tardío, que honre la memoria de aquellos marinos.
Edimat Libros, 2003, pp. 223-258.
El enigmático origen y la fascinante presencia
5.- BECKER, Jerónimo: Historia de Marruecos, 1915,
pp. 400-403.
de nuestra vieja caldera en Los Lances, bien podía
6.- GARCÍA FIGUERAS, Tomás: Marruecos "La acción
ser el germen desencadenante de la conmemoración
del merecido recuerdo de la tragedia y también del
de España en el Norte de Africa", Nacional Artes
esfuerzo en la búsqueda del pecio.
Gráfica, 1939, pp. 93-97.
7.- ARAGÓN FONTENLA, Miguel: "¿Dónde se encuentra el Reina Regente?", General de Marina marzo
Bibliografía
(2001) 247-262.
1.- MARTÍNEZ DE VELASCO, Eusebio: "Marina Españo8.- GIL HONDUBILLA, Joaquín: El Crucero Reina Rela de Guerra. Crucero acorazado Reina Regente",
La ilustración española y americana 39 (1886)
gente y su hundimiento el 9 de marzo de 1895, La
227.
Espada y la Pluma, 2004.
9.- BLANCA CARLIER, José María: "El naufragio del
2.- VILLAMIL, Fernando y C ASTELLOTE, José: Informe
Reina regente y otros naufragios ocurridos en 1895",
acerca de las causas probables de la pérdida del
www.islabahia.com.
Crucero Reina Regente, Sucesores de Rivadeneyra,
11.- MOYÁ AYUSO, Luis: "Cien años del Reina Re1896.
3.- ARCHIBALD, E.H.H.:The Fighting Ships of the
gente", www.abretelibro.com.
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