Hoja informativa POPULATION REFERENCE BUREAU JUNIO de 2013 POR WENDY BALDWIN, TOSHIKO KANEDA, LINDSEY AMATO, Y LAURA NOLAN Las muertes por enfermedades no transmisibles (ENT) alteran la vida familiar y disminuyen la productividad y el desarrollo económicos. 81% Será para 2030 el porcentaje de muertes atribuibles a cuatro enfermedades no transmisibles en América Latina y el Caribe. Los comportamientos no saludables entre los jóvenes tendrán un efecto directo sobre el riesgo de desarrollar ENT en el futuro. LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES: Una oportunidad crítica para América Latina y el Caribe Las enfermedades no transmisibles (ENT) son un problema mundial y la carga que imponen a los individuos y los sistemas de salud es alta y sigue aumentando1. Mientras que las enfermedades infecciosas como el VIH/ SIDA, el paludismo y la tuberculosis captan gran parte de la atención del mundo y sus recursos, las cuatro ENT principales –enfermedades cardiovasculares, la mayoría de los tipos de cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas– serán la causa del 81% de las muertes en América Latina y el Caribe para el año 2030, y el 89% de las muertes en los países de altos ingresos2. En América Latina y el Caribe, más de 200 millones de personas viven con ENT3. Si bien las muertes y las discapacidades siguen aumentando, esta tendencia podría disminuirse si se prestara más atención a cuatro comportamientos de riesgo claves. Las ENT afectan a grandes cantidades de personas menores de 60 años y el precio que la salud, la economía y el potencial humano pagan por ellas es altísimo. La prevalencia de las ENT está relacionada con comportamientos y prácticas no saludables que, en general, se inician en la adolescencia. Habida cuenta de que una de cada cuatro personas en América Latina y el Caribe tiene entre 10 y 24 años, estos comportamientos no saludables entre los jóvenes tendrán un efecto directo sobre el riesgo que corren de desarrollar ENT en un futuro. La construcción de un futuro saludable depende de intervenciones eficaces que se realicen durante esta etapa de oportunidad crítica. Cuatro comportamientos de riesgo modificables impulsan las cuatro ENT principales: el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol, la dieta no saludable y una actividad física insuficiente4. Esos comportamientos pueden conducir al sobrepeso y la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto –todos ellos directamente relacionados con ENT– (la Organización Mundial de la Salud define que un adulto tiene sobrepeso cuando su índice de masa corporal es superior o igual a 25 y es obeso cuando este índice es superior o igual a 30). Las enfermedades no transmisibles en América Latina y el Caribe La región de América Latina y el Caribe alberga a 29 países de ingresos bajos y medios, la mayoría de los cuales experimenta actualmente incrementos acelerados de la mortalidad por causa de ENT. Como se observa GRÁFICO 1 Porcentaje del total de muertes atribuidas a ENT, por región 2008 2030 Países de altos ingresos 87 89 América Latina y el Caribe 72 81 Medio Oriente y África Septentrional 69 78 51 Asia Meridional África Subsahariana 72 28 46 Fuente: Irina A. Nikolic, Anderson E. Stanciole y Mikhail Zaydman, “Chronic Emergency: Why NCDs Matter,” Documento de Debate sobre Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial, 2011. en el Gráfico 1, para 2030 más del 80% de las muertes en la región de América Latina y el Caribe se atribuirán a ENT. En comparación con otras regiones en desarrollo, esta región tiene el porcentaje más elevado de muertes por causa de ENT, posicionándose apenas por detrás del grupo de países de altos ingresos. Dentro de la región de América Latina y el Caribe, no solamente se están incrementando las ENT, sino que las muertes causadas por esas enfermedades se producen en un 29% en personas menores de 60 años, porcentaje que es solo del 13% en los países de altos ingresos5. Estos fallecimientos alteran la vida familiar y disminuyen la productividad y el desarrollo económicos. Si bien existen variaciones considerables entre las subregiones de América Latina y el Caribe, casi la mitad de los años saludables y productivos se pierden en la región debido a enfermedades o discapacidades derivadas de ENT. Un estudio realizado en 2011 predijo que las cuatro ENT principales, junto con las enfermedades mentales (véase el recuadro 1 de la página 2), costarán a los países de ingresos bajos y medios de todo el mundo US$21 trilliones en las próximas dos décadas6. Las ENT sustraen recursos económicos e interfieren en el logro de objetivos de desarrollo, como la reducción de la pobreza y el desarrollo social y económico7. Los países que siguen luchando contra RECUADRO 1 Salud Mental La Organización Mundial de la Salud no incluyó la salud mental en su reciente informe sobre las ENT. Sin embargo, se ha destacado el efecto que tiene la salud mental en la discapacidad y también se observó que, frecuentemente, los problemas de salud mental reciben financiamiento limitado en los sistemas nacionales de salud1. Estos problemas, que en muchos casos se manifiestan en la adolescencia, tienen gran influencia en la discapacidad y figuran en los análisis de los años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD), que son una medida de la enfermedad y la muerte. Por ejemplo, la depresión es la tercera causa principal de discapacidad2. Las enfermedades mentales no están relacionadas de la misma manera con los cuatro factores de riesgo que fomentan las otras ENT y no es probable que puedan ser objeto de las mismas intervenciones de prevención que estas últimas. Es más probable que las intervenciones para tratar la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y otras enfermedades mentales se basen en tratamientos a cargo del sector de la salud, y no en la prevención primaria. Referencias 1 Alan D. Lopez y otros, eds., Global Burden of Disease and Risk Factors (Washington, DC. Banco Mundial, 2006). 2 OMS, The Global Burden of Disease: 2004 Update (Ginebra. OMS, 2004). altas tasas de enfermedades infecciosas, además de las ENT, padecen una “doble carga de morbilidad”. La colaboración de los jóvenes Los jóvenes representan el 26% de la población de América Latina y el Caribe– aproximadamente 162 millones de personas. En la lucha contra las ENT los adolescentes y los jóvenes son un estupendo recurso que se subestima, a pesar de que son aliados naturales en su prevención. La Organización Mundial de la Salud estima que un 70% de las muertes prematuras de adultos son efecto de comportamientos iniciados durante la adolescencia y la juventud. Las investigaciones indican que los comportamientos asociados a dos de los principales factores de riesgo de ENT –el consumo de tabaco y alcohol– tienden a iniciarse o arraigarse en la adolescencia. Otros factores de riesgo relacionados con dietas inadecuadas y actividad física insuficiente pueden comenzar durante la niñez, pero en la adolescencia se presenta la oportunidad de reforzar los beneficios que se obtienen de comportamientos positivos a través de programas y mensajes adecuados. Los expertos estiman que la carga proyectada de las ENT podría reducirse a la mitad o menos si los esfuerzos se concentraran en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades8. El género también desempeña un papel respecto de los factores de riesgo y las necesidades que deben atenderse. Por ejemplo, generalmente el consumo del tabaco es más elevado en los varones, pero en algunos ámbitos las tasas indican un aumento de esta práctica en las mujeres9. Inculcar comportamientos saludables a los jóvenes de hoy será más fácil que modificar en el futuro comportamientos negativos ya muy arraigados. Apuntar a los comportamientos de riesgo Los comportamientos de riesgo relacionados con las ENT también están vinculados con determinantes sociales que contribuyen a una 2 www.prb.org mala salud, como la rápida urbanización, la pobreza y desigualdad persistentes, los bajos niveles de instrucción y el incremento en el consumo de tabaco y comidas rápidas. A los efectos de establecer una base para alcanzar un mejor estado de salud y reducir las ENT, los países deben concentrarse en los siguientes cuatro comportamientos de riesgo, significativos y modificables. CONSUMO DE TABACO En todo el mundo, el consumo de tabaco es un importante problema de salud pública que anualmente cobra seis millones de vidas10. Fumar cigarrillos causa aproximadamente el 71% de los fallecimientos por cáncer de pulmón, el 42% de las enfermedades respiratorias crónicas y el 10% de las cardiopatías. Cuando se comienza a consumir tabaco en edades tempranas, las adicciones son especialmente difíciles de superar después. Estudios llevados a cabo en los Estados Unidos, América Latina y el Caribe dan fe de la generalización del consumo de tabaco entre los jóvenes de ambos sexos. •• En los Estados Unidos, nueve de diez fumadores regulares comenzaron a consumir tabaco hacia la edad de 18 años11. •• En la Argentina, Chile y el Uruguay, más del 30% de las niñas escolarizadas de entre 13 y 15 años de edad fuman cigarrillos. En Chile lo hacen el 48% de los varones y el 42% de las mujeres de entre 15 y 24 años de edad12. CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL El consumo excesivo de alcohol es otro comportamiento de riesgo para las ENT y está asociado con las cardiopatías y algunas clases de cáncer. El alcoholismo también contribuye a aumentar el riesgo de accidentes de tránsito, relaciones sexuales sin protección, lesiones intencionales o involuntarias, mala salud mental y violencia de género13. GRÁFICO 2 Comienzo del consumo y la dependencia del alcohol en los Estados Unidos Porcentaje 60 Con antecedentes familiares 50 40 Total 30 20 Sin antecedentes familiares 10 0 13 14 15 16 17 Edad 18 19 20 21 Notas: Se entiende por “antecedentes familiares” la existencia de antecedentes de alcoholismo en la familia. Fuentes: Bridget F. Grant y Deborah A. Dawson, “Age at Onset of Alcohol Use and Its Association With DSM-IV Alcohol Abuse and Dependence: Results From the National Longitudinal Alcohol Epidemiologic Survey”, Journal of Substance Abuse 9 (1997): págs.103-110; y Bridget F. Grant, “Impact of a Family History of Alcoholism on the Relationship Between Age at Onset of Alcohol Use and DSM-IV Alcohol Dependence” NIAA’s Epidemiological Bulletin Nº 39, vol. 22, Nº 2 (1998): págs.144-148. LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES Factores de riesgo de las ENT en los jóvenes El cuadro de datos del Population Reference Bureau titulada “Enfermedades no transmisibles en América Latina y el Caribe: Los jóvenes son una clave para la prevención” complementa la presente hoja informativa. El “tablero” que figura más abajo aparece en la ficha técnica (ambas publicaciones están disponibles en www.prb.org). Los países se seleccionaron en función de la disponibilidad de datos sobre los cuatro factores de riesgo de ENT entre adolescentes y jóvenes: el tabaquismo, el alcoholismo, la inactividad física y la dieta no saludable, medida sobre la base de la incidencia del sobrepeso y la obesidad. En la ficha técnica se incluyen solo los países que poseen información sobre al menos tres de los cuatro factores de riesgo para cualquier grupo etario comprendido entre 10 y 24 años, del año 2006 en adelante. FACTORES DE RIESGO DE ENT EN LOS JÓVENES Riesgo alto Riesgo medio Riesgo bajo Consumo de cigarrillo Varones Mujeres Consumo de alcohol Varones Mujeres Sobrepeso u obesidad Inactividad física Varones Mujeres Mujeres AMÉRICA DEL NORTE Consumo de tabaco Porcentaje de individuos que han fumado al menos un cigarrillo en los últimos 30 días Canadá Estados Unidos Puerto Rico 16% o más AMÉRICA CENTRAL De 7% a 15,9% Belice Menos de 7% Costa Rica — — El Salvador Consumo de alcohol Porcentaje de individuos que han consumido algo de alcohol en los últimos 30 días 40% o más De 20% a 39,9% Menos de 20% Inactividad física Porcentaje de individuos que no han realizado actividad física durante un mínimo de 60 minutos diarios, en cinco de los últimos siete días 70% or Above 50% to 69.9% Below 50% Sobrepeso y obesidad Porcentaje de individuos que tienen sobrepeso o son obesos 20% o más De 10% a 19,9% Menos de 10% PAÍSES Guatemala a a México CARIBE — Antigua y Barbuda Islas Vírgenes Británicas — Islas Caimán Dominica — Granada Jamaica San Cristóbal y Nieves — — Santa Lucía San Vicente y las Granadinas Trinidad y Tabago AMÉRICA DEL SUR Argentina Brasil Chile Colombia Ecuador Guyana Perú Suriname Uruguay — Información no disponible o no pertinente. a Datos referentes a ambos sexos. Fuentes: Relativas al consumo de tabaco: Las estimaciones provienen de la Encuesta Mundial sobre el Tabaco y los Jóvenes (Organización Mundial de la Salud (OMS) y Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC)), la Encuesta Mundial de Salud a Escolares (OMS y CDC) y encuestas nacionales. Relativas al consumo de alcohol: Las estimaciones provienen de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, el Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas, 2011, que presentó información obtenida por Comisiones Nacionales de Drogas a través de sus Observatorios Nacionales de Drogas en cada país miembro de la Organización de los Estados Americanos. Para otros países, las estimaciones se extrajeron de la Encuesta Mundial de Salud a Escolares (OMS y CDC) y encuestas nacionales. Relativas a la inactividad física: Las estimaciones provienen de la Encuesta Mundial de Salud a Escolares (OMS y CDC) y encuestas nacionales. Relativas a la dieta no saludable y la obesidad: Las estimaciones provienen de las Encuestas Demográficas y de Salud (ICF International), la Encuesta Mundial de Salud a Escolares (OMS y CDC) y encuestas nacionales. LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES www.prb.org 3 •• Los jóvenes que comienzan a beber en la adolescencia son más propensos a caer en la dependencia del alcohol en los 10 años siguientes que los que lo hacen al final de su adolescencia o después de tener 20 años. Este vínculo se mantiene incluso cuando se tienen en cuenta los antecedentes de consumo de alcohol en la familia (véase el Gráfico 2). En América Latina y el Caribe, los niveles más altos de consumo de alcohol en los últimos 30 días entre varones de entre 13 y 17 años de edad se presentaron en Colombia (53%), Uruguay (53%) y Argentina (48%)14. •• Actualmente, en algunos países del Caribe como las Islas Caimán, Jamaica y Granada, más del 40% de los estudiantes varones de entre 13 y 15 años de edad beben alcohol15. DIETA NO SALUDABLE Y ACTIVIDAD FÍSICA INSUFICIENTE La actividad física insuficiente y la dieta no saludable pueden derivar en problemas de presión arterial alta, sobrepeso y obesidad, y están ampliamente vinculadas con la diabetes del tipo 2, la hipertensión y las cardiopatías. A medida que los países se enriquecen y los individuos se hacen mayores, la actividad física disminuye, especialmente en las mujeres16. Sin embargo, actualmente en los países de América Latina y el Caribe la mayoría de los estudiantes de ambos sexos (de entre 13 y 15 años de edad) ni siquiera alcanzan a cumplir las directrices internacionales que sugieren 60 minutos de actividad física diaria por lo menos durante cinco días a la semana. Esta región sufre del problema más grave de obesidad a escala mundial17. Entre las jóvenes, los datos relativos a la obesidad y el sobrepeso en varios países de la región son alarmantes: •• En Chile, una de cada cuatro jóvenes (25%) de entre 15 y 24 años de edad tiene sobrepeso y más de una de cada ocho (13%) es obesa18. •• En Bolivia, casi una de cada cuatro jóvenes (23%) de entre 15 y 19 años de edad tiene sobrepeso, y una de cada 33 (3%) es obesa. Sin embargo, este factor de riesgo de ENT es mucho más común en mujeres de entre 20 y 29 años de edad; en este tramo casi una de cada dos jóvenes (42%) tiene sobrepeso y más de una de cada 10 (11%) es obesa19. Los problemas de obesidad y sobrepeso no se limitan a las mujeres jóvenes. Datos provenientes de seis comunidades de Nicaragua muestran que entre las personas de entre 20 y 29 años de edad un 29% tienen sobrepeso y un 13% son obesos20. Asimismo, a medida que estos individuos alcanzan la edad de 40 años, el 37% tienen sobrepeso y el 30% son obesos. Mientras que el problema de la obesidad sigue aumentando, también existen considerables focos de desnutrición. Por ejemplo, si bien Bolivia presenta altos niveles de sobrepeso y obesidad entre las jóvenes, la prevalencia de desnutrición en la población se encuentra entre las más altas de la región, en un 27%21. La urbanización también contribuye a la epidemia de ENT. Actualmente, cuatro de cada cinco personas de la región viven en ciudades. Para 2025, América Latina y el Caribe tendrán 315 millones de habitantes viviendo en ciudades. Los residentes de las zonas urbanas tienen tendencia a ser más sedentarios; consumir más alimentos elaborados, alimentos con alto contenido de sodio y bebidas azucaradas; y tienen menos acceso a frutas y legumbres frescas y granos enteros que los habitantes de zonas rurales. Los jóvenes de 4 www.prb.org RECUADRO 2 Lesiones y violencia Las enfermedades no son los únicos factores de riesgo para la salud. Las lesiones involuntarias y la violencia son las causas de muchas de las principales amenazas a la salud de los jóvenes. Por ejemplo, los traumatismos por accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, y el 80% de estas muertes ocurren en países de ingresos medianos1. Los peatones y los ciclistas sufren más de un tercio de las muertes por accidentes de tránsito en países de ingresos bajos y medianos, pero menos del 35% de estos países cuenta con políticas que los protejan2. Las lesiones intencionales por actos de violencia son otro problema de salud pública que causa discapacidades y grandes pérdidas de vidas entre los jóvenes de la región3. En general, los años de la juventud están acompañados de salud, pero también conllevan riesgos para la vida y el bienestar. El consumo excesivo de alcohol está directamente asociado con los riesgos de contraer ENT, así como con lesiones por accidentes de tránsito y la violencia. Para mitigar el riesgo, las políticas y las comunidades pueden contribuir manteniendo los barrios y caminos en condiciones seguras, previniendo la conducción en estado de ebriedad y apoyando los esfuerzos en la lucha contra la violencia doméstica. Referencias 1 OMS, Accidentes de tránsito (Ginebra, OMS, 2012), disponible en: http:// www.who.int/violence_injury_prevention/road_traffic/es/. 2 OMS, Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2013 (Ginebra, OMS, 2013), disponible en: http://www.who.int/violence_injury_prevention/ road_safety_status/2013/report/es/. 3 OMS, Informe mundial sobre la violencia y la salud (Ginebra, OMS, 2012), disponible en: http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/ world_report/es/index.html. las zonas urbanas también están expuestos a espacios abiertos de recreación limitados, episodios de violencia más frecuentes, altos flujos de tránsito, poca disponibilidad de aceras y mala calidad del aire (véase el Recuadro 2). La actividad física insuficiente causa más del 7% de las cardiopatías, que son la principal causa de muerte en América Latina y el Caribe22. La importancia de los factores de protección Se ha prestado mucha atención a los comportamientos de riesgo entre los jóvenes, y mucho menos a los factores de protección que ayudan a explicar por qué algunos jóvenes son capaces de tomar decisiones saludables a pesar de las circunstancias adversas. Entre los factores de prevención se encuentran la autoestima positva; una capacidad firme de adoptar decisiones en la vida que fomenta la escolarización; la participación en actividades deportivas e instituciones religiosas y la promoción de vínculos estrechos y positivos con compañeros y familiares. Los lazos de familia y los vínculos escolares se han relacionado con niveles considerablemente más bajos de consumo de tabaco y alcohol, así como una participación menos frecuente en actos de violencia y actividad sexual. Fortalecer las relaciones de los adolescentes con sus familias, instituciones de instrucción y la comunidad promueve LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES la capacidad de resistencia y los comportamientos de protección, lo que les permite tomar decisiones saludables e informadas sobre la vida sexual, la alimentación y el consumo de sustancias. La promoción de los derechos de los adolescentes debería impulsar todo un conjunto de factores de protección, como la educación. •• La Primera Dama de Chile, Cecilia Morel, lideró un esfuerzo por mejorar los estilos de vida en el plan de salud de Chile para la década 2011-2020 llamado “Elige vivir sano”, con el objetivo de motivar a los chilenos a alimentarse mejor, practicar actividades físicas y disfrutar de más tiempo en familia al aire libre27. Recomendaciones •• En Panamá se llevaron a cabo sesiones de capacitación para empresarios afectados por las leyes antitabaco, a fin de velar por su efectivo cumplimiento28. Varios países de América Latina y el Caribe han hecho grandes adelantos en la elaboración de políticas y programas que tratan los comportamientos de riesgo. Se pueden extraer enseñanzas valiosas de los esfuerzos a nivel local y mundial por prevenir el consumo de tabaco, como las prohibiciones nacionales de fumar en los espacios públicos y de la publicidad destinada a los jóvenes. Las restricciones y los impuestos también han sido estrategias comunes en materia de lucha contra el tabaquismo, así como los programas educativos que alientan a adoptar comportamientos saludables. Recabar mejor y más uniforme información sobre los factores de riesgo de las ENT ayudará a informar políticas y programas y permitirá efectuar comparaciones en la región. Las siguientes recomendaciones corresponden a esfuerzos actuales y novedosos para reducir estos comportamientos nocivos. AMPLIAR LAS POLÍTICAS DE PREVENCIÓN DE LAS ENT Las autoridades competentes en materia de hacienda pueden gravar con impuestos los productos que contengan alcohol o tabaco. Se ha demostrado que estas medidas reducen el consumo, especialmente entre los jóvenes que a menudo no pueden solventar el incremento de los precios23. Además, los gobiernos y la sociedad civil pueden solicitar a la industria que fabrique alimentos elaborados con menos sal y azúcar y que presente un etiquetado de los productos más conveniente para el consumidor. •• En México, un incremento del 10% del impuesto sobre los cigarrillos tuvo como consecuencia una disminución del 6% en su consumo. En 2010, los promotores de la lucha contra el tabaco en México colaboraron con los legisladores para evitar que la industria tabacalera frenara un aumento del impuesto sobre el tabaco24. •• Múltiples países de América Latina y el Caribe han adoptado medidas tendientes a reducir el consumo de la sal. Por ejemplo, Argentina creó una iniciativa llamada “Menos sal, más vida”, que incluye acuerdos voluntarios con 25 grandes empresas de la industria alimenticia para reducir el contenido de sal entre un 5% y un 18% en dos años25. HACER CUMPLIR LEYES Y POLÍTICAS QUE PROMUEVAN ESTILOS DE VIDA SALUDABLES Los países deben hacer cumplir sus leyes y políticas vigentes, como la prohibición de fumar en espacios públicos y el respaldo a la enseñanza sanitaria escolar. Los planes de observancia deberían incluir inspecciones, sanciones, respuestas a las denuncias y la coordinación entre los organismos competentes. •• En 2006, el Presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez, puso en marcha una exitosa campaña de publicidad llamada “Un millón de gracias”, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la nueva normativa antitabaco y agradecer a los fumadores del Uruguay por atenerse a las nuevas normas26. LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES INVOLUCRAR A LOS JÓVENES, SUS FAMILIAS, LAS ESCUELAS Y LAS COMUNIDADES Aunque a los ministerios de salud puede preocuparles la carga adicional que representará el añadir las ENT a sus responsabilidades, en realidad involucrar a otros sectores y hacer participar a nuevos interesados, especialmente los jóvenes, sus familias y las comunidades puede aliviar la presión que soportan de los sectores sanitarios ya sobrecargados. Las escuelas pueden incluir en sus programas y actividades contenidos relacionados con la prevención de las ENT, incluida la educación física, para llegar a los jóvenes a través de mensajes que fomenten comportamientos saludables. La sociedad civil puede desempeñar una función clave creando asociaciones que capaciten a los organismos de observancia, las autoridades, los medios de comunicación y el público sobre la importancia de limitar el consumo de tabaco y alcohol entre los jóvenes. Los medios de comunicación social pueden promover la participación de personalidades prestigiosas y populares entre los jóvenes – de los deportes, el espectáculo, los negocios y toda la comunidad – como modelos y promotores de un estilo de vida saludable y gratificante. Recurrir a las redes sociales que los jóvenes utilizan como fuentes de información puede ser una manera eficaz de difundir mensajes positivos sobre la salud. Las organizaciones religiosas y otras entidades comunitarias también pueden patrocinar programas que promuevan estilos de vida saludables. •• En Brasil, un programa comunitario con supervisión profesional, que ofrecía clases de gimnasia gratuitas tuvo como resultado que los participantes dedicaran más tiempo libre a la actividad física 29. Brasil proyecta extender estas clases gratuitas en ámbitos comunitarios a más del 80% de las ciudades, para 201530. Asimismo, la estrategia del país para combatir las ENT supone la participación de otros sectores, como el Ministerio del Deporte y el Ministerio de Educación. •• Las ciclovías son calles de la ciudad cuyo acceso está cerrado para vehículos motorizados durante algunas horas, en general los domingos, para que los residentes de esa ciudad puedan caminar, ir en bicicleta o patinar. Docenas de ciudades de toda América del Sur participan de esta iniciativa31. Las comunidades urbanas y rurales deberían proporcionar espacios seguros donde puedan practicarse actividades físicas como los deportes o la danza, o lugares en los que se pueda caminar o ir en bicicleta. •• El proyecto Northland, creado en los Estados Unidos, pone de manifiesto cómo un programa que involucra a jóvenes escolares, sus padres, la educación mutua entre compañeros y la participación de la comunidad logra disminuir el consumo de alcohol entre los adolescentes32. Este plan se tradujo al español, entre otros idiomas. Los establecimientos de enseñanza son otro vehículo importante para hacer llegar a los jóvenes información, programas y www.prb.org 5 actividades que promuevan estilos de vida saludables y reduzcan los factores de riesgo de las ENT. Los maestros pueden trabajar con los jóvenes capacitándolos en materia de dietas saludables y ejercicio, con mensajes de apoyo, para garantizar que los jóvenes adopten comportamientos tendientes a reducir el riesgo de contraer ENT. •• La educación física organizada en las escuelas puede incrementar la actividad física de los jóvenes fuera de ellos33. •• Estas instituciones pueden limitar la ingestión de grasas, aceites y carbohidratos baratos y altamente refinados. Un programa piloto llevado a cabo en la Ciudad de México comprobó que sirviendo a las alumnas un desayuno compuesto de legumbres, frutas, cacao y cereales de producción local se lograba reducir su peso en un promedio de 5kg (más de 10 libras), en un período de seis meses, con un costo inferior a 8 pesos mexicanos (alrededor de 60 centavos de dólar) por comida34. Los jóvenes mismos desempeñan una función crítica respecto del tratamiento de los factores de riesgo relacionados con las ENT y la promoción de estilos de vida saludables. •• La campaña The Truth Campaign (La campaña de la verdad), en los Estados Unidos, proporciona datos y cifras sobre los riesgos relacionados con el tabaco, a través de la promoción a cargo de los propios jóvenes y una campaña publicitaria realizada por ellos. Esta campaña capacita y alienta a los jóvenes a motivarse mutuamente para tomar decisiones saludables35. •• Muchos países cuentan con iniciativas laborales para los jóvenes que pueden ayudarles a desarrollar actividades económicas que promuevan estilos de vida activos, como comercios de bicicletas, programas de deportes o grupos de danza. MEJORAR Y OPTIMIZAR LOS SERVICIOS DE SALUD Mientras que la mayoría de los servicios de salud que tratan las ENT se concentran en el diagnóstico, el tratamiento y la atención de estas enfermedades, los servicios de salud sexual y reproductiva también tienen una función al respecto. Son a menudo el principal punto de contacto entre los jóvenes y el sector de la salud. Al integrar información sobre las ENT en los servicios de salud sexual y reproductiva, los proveedores de servicios de salud pueden llegar a un sector más amplio de jóvenes y respaldarlos para que adopten comportamientos positivos en materia de salud (véase el Recuadro 3). Incluir las ENT en los programas de estos servicios de salud permite presentar un enfoque más integral de la salud de los jóvenes y ofrecer servicios completos adaptados a sus variadas necesidades. Un enfoque más amplio de la salud adolescente puede resultar beneficioso en comunidades que se resisten a desarrollar programas concentrados específicamente en la salud sexual y reproductiva. El ampliar el alcance de los programas de salud dirigidos a los jóvenes puede ser atractivo para muchas comunidades y ayudar a crear alianzas entre los profesionales que se ocupan de la salud y el bienestar de los jóvenes y adolescentes36. Los profesionales de la salud que son educados sobre las ENT pueden ser valiosos defensores de los programas que apuntan a reducir los riesgos para los adolescentes. El consumo excesivo de alcohol y de cigarrillos afecta tanto a la salud sexual y reproductiva como a la incidencia de las ENT en los jóvenes. El consumo de cigarrillos se ha asociado a la actividad sexual adolescente (especialmente de los varones) y a la maternidad precoz 6 www.prb.org RECUADRO 3 Virus del papiloma humano y cáncer cervicouterino A si bien la Organización Mundial de la Salud incluye “la mayoría de los tipos de cáncer” entre las cuatro ENT principales, en realidad algunas clases de cáncer son de origen infeccioso, como el cáncer cervicouterino. El virus del papiloma humano, para el cual actualmente existe inmunización, es una infección de transmisión sexual que causa la mayoría de los cánceres cervicouterinos –el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres de todo el mundo1. Tratar los comportamientos sexuales de riesgo como la iniciación sexual precoz, las múltiples parejas sexuales y la ausencia de anticoncepción, podría ayudar a reducir el número de casos de cáncer cervicouterino y las muertes conexas, mejorando la salud sexual y reduciendo el riesgo. En América Latina y el Caribe, la actividad sexual comienza en edades más tempranas que en las generaciones anteriores, lo que aumenta el riesgo de contraer el virus del papiloma humano2. La confluencia de los servicios de salud sexual y reproductiva y los riesgos de ENT indica que los programas para mejorar la salud sexual y reproductiva que ya están en funcionamiento pueden tratar algunos de los factores de riesgo de ENT a través de estos servicios y sin necesidad de destinar a ello grandes recursos. De hecho, los factores de protección contra las ENT también pueden ayudar a promover comportamientos saludables en materia de salud sexual y reproductiva. Referencias 1 Organización Panamericana de la Salud, Proyecto de prevención y control de enfermedades no transmisibles; Proyecto de Información y Análisis de Salud; Área de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente: Enfermedades no transmisibles en las Américas: indicadores básicos 2011 (Washington DC: OPS, 2011). 2 Wendy Cunningham y otros, Juventud en Riesgo en América Latina y el Caribe. Entendiendo las Causas, Realizando su Potencial (Washington, DC: Banco Mundial, 2008). y dificultades de gestación en las mujeres37. El consumo de alcohol se ha vinculado con la maternidad precoz o inesperada, las múltiples parejas sexuales y las relaciones sexuales precoces y sin protección38. El consumo de alcohol durante el embarazo también puede conducir a trastornos relacionados con el síndrome alcohólico fetal. No solamente se superponen los factores de riesgo de efectos nocivos en la salud y en las ENT, sino que también coinciden los factores de protección. Por ejemplo, la participación en actividades deportivas se asocia en los jóvenes con bajos niveles de actividad sexual39. Una dieta saludable y un estilo de vida activo desde el punto de vista físico pueden mejorar la autoestima y reducir los comportamientos de riesgo40. Un camino claro para seguir Las ENT representan una causa de muerte y discapacidad cada vez más importante en el pueblo de la región de América Latina y el Caribe. Las consecuencias negativas de cuatro de los principales factores de riesgo para estas enfermedades –el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol, la dieta no saludable y el ejercicio insuficiente– son claras y lamentablemente tienden a afirmarse como comportamientos habituales durante la juventud. Prevenir los comportamientos no saludables y crear patrones de comportamiento saludable en la juventud LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y LOS JÓVENES cada vez más numerosa, especialmente en las zonas urbanas, es esencial para disminuir la carga derivada de las ENT para los individuos, las familias y los países. Múltiples personas pueden participar en la defensa de una juventud más saludable. Los padres, docentes, trabajadores de la salud y la agricultura y un amplio sector de profesionales pueden contribuir con esfuerzos que ayuden a los jóvenes a evitar estos factores de riesgo y vivir una vida saludable y productiva. Ya sea a través del apoyo a nuevas políticas impositivas, la aplicación de leyes vigentes o el aprovechamiento de las posibles sinergias entre los programas, los mensajes sobre salud y estado físico destinados a los jóvenes requerirán un pensamiento creativo y la participación de estos. Una juventud fuerte y saludable de hoy ayudará a reducir mañana la carga de las ENT para el sector de la salud. Agradecimientos Wendy Baldwin es la Presidenta y Directora del Population Reference Bureau (PRB). Toshiko Kaneda es investigadora principal asociada a PRB. Lindsey Amato es oficial asociado de programas y desarrollo en PRB. Laura Nolan fue pasante en PRB. Expresamos nuestra especial gratitude a Charlotte Feldman-Jacobs y Jay Gribble de PRB; Kimberly Cole, Cate Lane, Shelley Snyder, Susan Thollaug y Veronica Valdivieso de USAID; y Branka Legetic, Matilde Maddaleno y Meaghen QuinlanDavidson de la OPS por sus útiles aportes . Asimismo los autores quieren agradecer a las pasantes de posgrado Elaine Lydick y Ons Al-Khadra por su asistencia en materia de información y el análisis de reseñas bibliográficas. Esta publicación fue posible gracias al generoso apoyo del pueblo de los Estados Unidos a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en virtud de los términos del Proyecto IDEA (Nº AID-OAA-A-10-00009). El contenido de esta publicación es responsabilidad del Population Reference Bureau y no refleja necesariamente las opiniones de USAID ni del Gobierno de los Estados Unidos. © 2013 Population Reference Bureau. Todos los derechos reservados. Referencias 1 Rafael Lozano y otros, “Global and Regional Mortality From 235 Causes of Death for 20 Age Groups in 1990 and 2010: A Systematic Analysis for the Global Burden of Disease Study 2010,” The Lancet 380, no. 9859 (2012): 2095-128. 2 Irina A. Nikolic, Anderson E. Stanciole, and Mikhail Zaydman, “Chronic Emergency: Why NCDs Matter,” World Bank Health, Nutrition and Population Discussion Paper (Washington, DC: World Bank, 2011). 3 Pan American Health Organization-WHO Regional Health Office, Strategy for the Prevention and Control of Noncommunicable Diseases (Washington, DC: PAHO, 2012). 4 World Health Organization, Global Status Report on Noncommunicable Diseases (Geneva: WHO, 2011), accessed at www.who.int/nmh/ publications/ncd_report2010/en/index.html. 5WHO, Global Status Report on Noncommunicable Diseases. 6 David E. Bloom y otros, The Global Economic Burden of Noncommunicable Diseases (Geneva: World Economic Forum, 2011). 7 David Stuckler, Sanjay Basu, and Martin McKee, “Drivers of Inequality in Millennium Development Goal Progress: A Statistical Analysis,” PLoS Medicine, no. 7 (2010), accessed at www.plosmedicine.org/article/ info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pmed.1000241. 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Population Reference Bureau El Population Reference Bureau INFORMA a las personas en todo el mundo sobre temas de población, salud y medio ambiente y las POTENCIA para utilizar dicha información y AVANZAR en el bienestar de las generaciones presentes y futuras. www.prb.org Population Reference Bureau 1875 Connecticut Ave., NW Suite 520 Washington, DC 20009 EE. UU. 202 483 1100 TELÉFONO 202 328 3937 Fax popref@prb.org C. ELECTRÓNICO