Facultad de Derecho Universidad de Chile Primer semestre 2010 Introducción al Derecho Teoría del sistema jurídico Prof. Fernando Atria Examen Respuesta Magistral 1. Explique la idea de “regla de reconocimiento” de Hart y de “norma fundante básica” (Grundnorm) de Kelsen y, a partir de ellas, explique cómo podría solucionarse el problema de la normatividad del derecho. Exprese una opinión respecto de si esta solución es adecuada. La 'Regla de reconocimiento' es una norma secundaria que contiene los criterios de identificación de las normas pertenecientes a un sistema jurídico. Es parte del sistema jurídico toda norma que satisfaga los requisitos contenidos en la regla de reconocimiento. Ella contiene, así, los criterios de validez de las normas de un sistema jurídico. Dichos criterios, como mínimo, deben ser aceptados por los funcionarios del sistema. Es una norma en tanto 'regla social', pues forma parte de una práctica social convergente, en la que los participantes tienen una actitud crítica hacia ella, al asumir el 'punto de vista interno'. Hart sostiene que el hecho de que los funcionarios acepten la regla de reconocimiento y muestren hacia ella este aspecto interno es condición de existencia de esa regla, aunque esa actitud no es necesaria respecto de los súbditos en general. El derecho, así, es una práctica social diferenciada. La 'Grundnorm', por su parte, es una norma, no positiva, en la que se funda la validez del sistema jurídico positivo, e hipotética, presupuesta en el pensamiento jurídico de quienes interpretan el sentido subjetivo de los actos de creación de derecho como el sentido objetivo de un acto de creación. Es una norma porque cumple una función que sólo una norma puede cumplir: permite dar al primer acto de creación su sentido objetivo de tal. El problema de la normatividad del derecho es el de explicar por qué el derecho obliga, o en otras palabras, de por qué las normas de un sistema son válidas y cómo se funda dicha validez. La 'regla de reconocimiento' entrega los criterios para entender las demás normas del sistema como obligatorias. Pero para comprender a ésta como normativa se debe asumir el 'punto de vista interno', i.e. comprender que la regla de reconocimiento es, de hecho, una práctica con normatividad: para participar de la práctica debe asumirla como normativa. Preguntar de dónde proviene la normatividad de la regla de reconocimiento del derecho, según Hart, no tiene sentido: Quien pretende participar de la práctica jurídica debe asumir su normatividad. La 'Grundnorm' es la explicación del hecho de que si los participantes siguen las normas particulares que a ellos se aplican como normas válidas, es porque la validez de esas normas proviene de otra norma (superior). Se llega así a la inevitable pregunta por el fundamento de validez de la primera norma positiva del sistema. La respuesta de Kelsen es que la validez de la (primera) constitución proviene de la Grundnorm. Esto es hacer explícito lo que la afirmación de la validez de las normas de un sistema implica: que la primera norma positiva (la constitución) era una norma, i.e. que el acto cuyo sentido subjetivo fue la creación de la primera norma tenía el sentido objetivo de crear una norma. El que afirma esto último, está necesariamente suponiendo que había una norma anterior a la primera norma positiva que dotaba de sentido objetivo a ese acto. Así, no es que la primera constitución sea válida porque es validada por la Grundnorm: es que la teoría del derecho se encuentra con el hecho de que los participantes consideran a la primera constitución como una norma válida, y ella explicita lo que eso necesariamente implica: que el acto de creación de la primera constitución tenía el sentido objetivo de crear una norma. Ambas soluciones son adecuadas en tanto teorías del derecho, i.e. lo explican, haciendo explícitos los supuestos de la práctica jurídica. Hart y Kelsen constatan que los participantes asumen la normatividad del derecho para participar en él, interpretándolo como un sistema dotado de normatividad. Dicho de otro modo: en Hart la regla de reconocimiento configura una práctica dentro de la cual, en términos kelsenianos, es posible que ciertos actos cuyo sentido subjetivo sea la creación de normas tengan como sentido objetivo la creación de normas. Lo que los diferencia, es que Hart parece estar satisfecho con lo que tienen en común; pero Kelsen hace más explícito lo que ello implica. Hart dice que el que asume "el aspecto interno" de la práctica social (regla) de reconocimiento, está por eso suponiendo que esa práctica es normativa. Pero como de los hechos no se derivan normas, cabe preguntarse ¿Dónde se funda la normatividad de la regla de reconocimiento? El supuesto de la normatividad de la práctica, i.e. la 'regla de reconocimiento', es idéntico al supuesto de que existe una norma que la valide. Kelsen hace más explícito ese supuesto y lo etiqueta: Norma fundante (Grundnorm). 2. Describa el procedimiento de creación de la ley, haciendo la distinción entre los distintos tipos de ley regulados en el texto constitucional vigente. Para la formación de una ley, existe un procedimiento reglado en diversos ámbitos normativos, siendo los principales la Constitución, la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional N° 18.918 y los reglamentos de dichas corporaciones. Antes de entrar derechamente a revisar el proceso de formación de la ley, debemos tener en cuenta dos aspectos centrales: uno, a qué leyes nos referimos, puesto que existen tres acepciones importantes y que tienen elementos completamente distintos en su gestación y formación. Así, tenemos a las leyes de reforma constitucional, que emanan del poder constituyente, los decretos con fuerza de ley, que derivan de la remisión que hace el Congreso al Presidente para que éste dicte un cuerpo normativo, dentro del plazo de un año, debiendo estar dentro de las materias que no posean un quórum determinado para su aprobación, y por último, las demás leyes, cuyo procedimiento se analiza acá. Cabe destacar que en todo ámbito, el Presidente de la República y ambas ramas del Congreso Nacional intervienen como colegisladores. El trámite de un proyecto de ley comienza con la selección de un tema a normar, que debe estar dentro de los señalados en el artículo 63 de la Constitución, que establece el dominio legal máximo. Dicho dominio legal, sin bien señala cuáles son los elementos que pueden ser regulados por una ley en forma exhaustiva, al señalar que sólo podrán ser objeto de ley las materias que allí señala, establece en la práctica criterios genéricos, por ejemplo, al establecer que son objeto de ley las materias que pueden ser objeto de codificación o las normas generales y obligatorias que estatuyan las bases de un ordenamiento jurídico. Una vez hecho ese primer corte, tendremos que revisar las materias que son de iniciativa exclusiva del Presidente de la República (materias relacionadas con los aspectos básicos de gobierno, finanzas públicas, administración, bienestar social, administración comunal y Ley de presupuestos del sector público). De ser así, el procedimiento se iniciará siempre por un mensaje presidencial. De otro modo, el proyecto podrá ser presentado por un grupo de hasta diez diputados (excepto en el caso de indultos generales o amnistía, reservados al Senado o al Presidente) o cinco senadores. Iniciación . El proyecto comienza en una de las dos cámaras, denominada de origen; puede empezar en cualquiera de éstas excepto en los casos de indultos generales o amnistías (Senado), impuestos, presupuesto de la Administración Pública y reclutamiento (Cámara de diputados). Es importante destacar que se ha generado una suerte de “costumbre constitucional” en lo que respecta a las cámaras de origen de acuerdo a algunas materias. Un proyecto de ley consta de dos partes, una referida a sus fundamentos, otra a las normas específicas que propone; en el caso de que su aplicación derive en gastos para el erario público, éstos deben estar consignados, sea por referencia a alguna partida de la Ley de Presupuestos o otra forma de financiamiento (impuestos, por ejemplo). La discusión es el segundo paso, y se da en ambas cámaras del Congreso. Fundamentalmente consiste en el debate del proyecto, lo que se da a nivel general y particular, tanto en sala como en comisión. La discusión general se refiere a las ideas matrices del proyecto, la discusión particular a su articulado; la discusión en sala está abierta a todos los miembros de la Cámara respectiva, en cambio las comisiones son integradas por determinados parlamentarios, siendo frecuente que expertos en las distintas materias opinen sobre las nuevas regulaciones. Un punto importante es la presencia de indicaciones, que se refieren a un proceso en el que, durante la discusión del proyecto, los parlamentarios o el Presidente pueden presentar modificaciones a un proyecto, siempre que sea atingente al mismo, no sea contrario a la Constitución y tenga un método de financiamiento en el caso que sea necesario. Las indicaciones tienen las mismas restricciones que pesan sobre las materias de iniciativa exclusiva del Presidente, por lo usualmente los parlamentarios rechazan un artículo determinado para negociar una indicación por parte de éste. Aprobación. La discusión se agota en la aprobación por parte de la Cámara que está conociendo de ella, la que la remite a la otra, la Cámara revisora. Ésta comienza un nuevo período de discusión abierto sólo para dichos parlamentarios, los que pueden aprobar el proyecto como viene, con lo que queda listo para el siguiente trámite ante el Presidente, o bien, introducir nuevas modificaciones mediante indicación como puede asimismo el Presidente, las que se deben ratificar por la Cámara de origen. De no ser así, se pasa a una comisión mixta que debe subsanar las diferencias existentes entre ambas cámaras con miembros de cada una de éstas, debiendo elaborar un proyecto de acuerdo, el que no puede ser sometido a nuevas indicaciones; o bien, mediante voto de insistencia por dos tercios de los miembros presentes de la Cámara que aprobó el proyecto en último término, debiendo oponerse dos tercios de la otra Cámara para rechazar en definitiva el proyecto. Sanción. El siguiente trámite es la sanción del Presidente al proyecto aprobado en el Congreso manifestación su aprobación del proyecto. La sanción puede ser expresa o tácita, ocurriendo esta última cuando pasan treinta días sin que se ejerza el derecho a veto. El veto, por su parte, es la oposición del Presidente a un proyecto de ley aprobado por el Congreso y puede ser total o parcial; si es total, ambas Cámaras pueden insistir por 2/3 de sus miembros presentes; si es parcial, dependerá de su naturaleza, ya que si es sustitutivo o supresivo, se vota por separado su aprobación o rechazo, y si se rechaza el veto, se vota nuevamente la insistencia, en cambio si es aditivo, sólo se vota su aprobación o rechazo. Promulgación. Hasta diez días de salvado el trámite de la sanción, sea en forma expresa o tácita, la aprobación del Congreso de un veto o por los votos de insistencia del Congreso, la ley queda en estado de ser promulgada, lo que se hace mediante un Decreto Supremo (ejercicio de la potestad administrativa), que fija el texto de la ley y le asigna un número correlativo, firmándolo el Presidente y mandándola cumplir. El Tribunal Constitucional controla esto mediante una acción concedida a las Cámaras o a la cuarta parte de los miembros de una de éstas para obligar la promulgación de una ley, dentro de sesenta días después de la fecha de término del plazo para la promulgación. Publicación. Por último, la ley debe ser publicada en el Diario Oficial, dentro de cinco días de su promulgación, con lo que entre en vigencia. Existen requisitos independientes para determinadas clases de leyes que presentan alguna regulación específica. Primero, las leyes interpretativas de la constitución, cuyo objeto es dar una interpretación determinada a un precepto de ésta, debiendo ser aprobadas por un quórum de tres quintos del total de los diputados y senadores en ejercicio, además de tener control preventivo por parte del Tribunal Constitucional. Segundo, las leyes orgánicas constitucionales, que son aquellas que regulan alguna materia declarada de tal rango por la Constitución en su totalidad incluyendo sus cuestiones accesorias imprescindibles con el balance de la “suficiente flexibilidad del sistema jurídico” como ha sostenido el Tribunal Constitucional debiendo ser aprobadas por cuatro séptimos del total de los diputados y senadores en ejercicio, con control preventivo del mencionado Tribunal. Las leyes de quórum calificado requieren de la mayoría absoluta de los diputados y senadores en ejercicio. La categoría residual es la de leyes ordinarias, cuya aprobación requiere del voto de la mayoría de los senadores y diputados presentes en la respectiva sesión. 3. Explique en qué consiste el principio de soberanía limitada contenido en el artículo 5° del texto constitucional, y en qué sentido es problemático Vincule su respuesta a la idea moderna de derecho. El principio de soberanía limitada consiste en un criterio de delimitación de los actos soberanos, estableciendo su invalidez, en caso de contravenir los “derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”. De esta forma, establece un marco dentro del que debe mantenerse el ejercicio de la soberanía, para poder considerarse como tal. En Chile está contenido en el artículo 5° del texto constitucional, cuyo inciso 2° declara que “la soberanía reconoce como limitación los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”. Ahora bien, lo problemático de este principio es que se presenta como un criterio de vinculación material para un derecho moderno artificial, entendido como un conjunto ordenado de normas pertenecientes al sistema jurídico por ser reconocidas por otras normas. Estas normas valen porque están vinculadas, mediante una cadena de validez, a la primera norma de todo el ordenamiento, cuya validez no depende de otra norma, sino que se presenta como un presupuesto contenido en todos los conceptos jurídicos, necesario para que la idea misma de ordenamiento jurídico tenga sentido. Así, dada su configuración, el derecho moderno se caracteriza por ser un sistema en el que la validez de sus normas dependerá de criterios formales (a saber, haber sido dictadas conforme a un cierto procedimiento establecido en la ley) y no materiales, cosa que el art. 5 citado parece revertir, al hacer depender la validez de las normas de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana. De esta forma, por intentar eludir la inevitabilidad del derecho (el que, en tanto sea un sistema artificial, éste no podrá impedir ni reglar momentos de excepción, entendida como el instante en el que el derecho deja de regir) se decide anclar al ordenamiento jurídico a un criterio material, renunciando así a la idea misma de derecho moderno y retornando a una concepción premoderna en la que la validez del derecho dependerá de la justicia intrínseca de cada norma. La observación anterior puede formularse de la siguiente manera: ¿Qué obstáculo formal hay para que, en ejercicio de la potestad respectiva, el inciso 2° del artículo 5° sea derogado? Como la respuesta es negativa, debe concluirse que el principio de la soberanía limitada no es un principio jurídico sino político: el inciso 2° del artículo 5° es una declaración que intenta pre-legitimar el alzamiento contra una decisión que intente infringir esos derechos. Pero esta pre-legitimación escapa a la forma de operación del derecho: el derecho no puede calificar de ilícito al derecho.