18 LATERCERA Martes 9 de abril de 2013 Mundo Margaret Thatcher (1925-2013) Antony Beevor Destacado historiador británico: “Thatcher aceleró un proceso de cambios que ya habían comenzado” R Beevor señala que la ex premier, “se amoldó a los cambios que vivió” y que, con ella, el país se volvió más “igualitario”. Cristina Cifuentes Antony Beevor es uno de los historiadores más reconocidos del mundo. Nació en Reino Unido y sirvió en las FF.AA. de su país. Autor de “Berlín. La Caída” y “Stalingrado”, actualmente es profesor invitado de las cátedras de Historia, Ciencias de la Antigüedad y de Arqueología en la Universidad Birkbeck de Londres. En conversación con La Tercera analiza el legado de la fallecida ex premier británica, Margaret Thatcher. ¿Cuál es el legado de Thatcher? Ella tiene muchos legados en distintas direcciones. Uno de ellos, por supuesto, el final de la Guerra Fría y su relación con el líder soviético (Mijail) Gorbachov, lo que le sirvió para hacer negocios con él y en cierta forma fue usada por los estadounidenses para establecer relaciones ahí. Otro legado es la relación de Reino Unido con Europa. Ella despreciaba firmemente a (el canciller alemán) Helmut Kohl, ella institivamente vio los peligros en la unidad de Europa y en la forma en que eso podría causar un caos como el que ahora estamos viendo. Ella era muy escéptica del proyecto europeo y de la integración política. El legado doméstico sin duda, fue muy controvertido. Ella llegó al poder en momentos de un paro industrial, revirtió las cosas y ciertas partes de los sindicatos fueron destruidos, lo que fue un cambio brutal, considerando los 30 años previos de política de consenso que ella cambió. La gente habla del “Thatcherismo”. ¿como se puede definir ello? La gente habla como si fuera una clase de ideología política. Pero no hay un elemento verdadero en eso. Lo real fue que la señora Thatcher aceleró un proceso de cambio que ya había comenzado. Lo que vimos fue una de las mayores revoluciones y ella estaba ahí. Ese período a fines de la década de los ochenta, fueron momentos como el fin de la Guerra Fría, que implicó un cambio político. También tenemos la revolución de las comunicaciones, con la invención de internet. Tenemos el término del control cambiario, lo que conllevó un proceso de globalización económico. La señora Thatcher acogió esto y lo aceleró. Creo que lo más fascinante de esto es que todo llegó junto. Existió mucho descontento entre muchos británicos por sus medidas económicas. Lo que también pasó fue que Reino Unido siempre ha sido un país muy jerárquico. Bajo el gobierno de That- cher -en vez de lo que ocurriera en un gobierno socialista- el país se volvió mucho más igualitario, puede que se haya vuelto más plutocrático, pero en términos generales fue más igualitario. Ella, de hecho, impulsó el énfasis en el individuo en vez del colectivo. Ella impulsó que la familia se convirtiera en el elemento central. Entonces esa actitud hacia el colectivo quedó en el pasado. Eso fue una contribución dramática que ha hecho a su legado. Es cierto que fue una figura muy controvertida, era despreciada por mucha, mucha gente, pero creo que la gente que la critica se ha negado a entender la realidad de que el tiempo para tener muy altos impuestos, un alto gasto gubernamental y una industria deficiente se había terminado. Thatcher tuvo que reaccionar a lo que ocurría, reaccionó a los tiempos. Porque consideró la globalización e internet, lo que significaba que se iba a competir con la gente de todo el mundo. ¿Se le podría considerar como una líder visionaria, al ser capaz de hacer frente a estos cambios? Sí en cierta forma, aunque no siempre tuvo la razón. Sin embargo, en muchas áreas inesperadas se podría decir que sí. Su instinto en medidas económicas venía de su pasado, porque su padre tenía un negocio donde todos trabajaron muy duramente. Entonces, sus valores venían de esa infancia, los cuales eran eternos y no podían ser ignorados en el mundo que se avecinaba, que era de competencia global. Debido a que el Estado ocupaba un gran rol en la vida de los británicos, ella pensaba que este rol fuerte del Estado era un peligro. Thatcher llegó al poder en un momento en que las mujeres tenían un rol menor en la política. ¿Cuáles fueron las repercusiones para el país? Era muy poco común, habían existido algunas primer ministro en países de la Commonwealth. Es decir, existía un cierto precedente. Pero lo más llamativo es que era una mujer conservadora y no una socialista la que llegaba a ser primer ministro en este país. Su llegada al poder fue más bien oportunista, acerca de lo que ellos pensaban sobre quién era la persona más adecuada para hacer el trabajo en ese momento particular.b COLUMNA BBC Una mujer que inspiró pasión E N UNA ERA en la que los políticos son saludados con indiferencia, es fácil olvidar que Reino Unido fue liderado, alguna vez, por una mujer que inspiró pasiones: tanto amor como odio. La convicción de Margaret Thatcher, su determinación, su autoconfianza de hierro llevó a muchos a verla como la salvadora de Reino Unido de la posguerra. La mujer que curó la llamada “enfermedad británica”, que domesticó a los sindicatos y derrotó a la junta militar argentina. Muchos otros nunca la olvidarán por sus profundas divisiones económicas y sociales, que creen fueron el resultado de sus políticas, que tienen como raíz su controvertida declaración que “no hay tal cosa como la sociedad”. No sólo fue la primera mujer que ejerció como jefa de gobierno en el país; no sólo fue la primera en ganar tres elecciones consecutivas y dejar el cargo sin nunca haber perdido una; no sólo fue la primera líder británica en tener éxito en una guerra desde Winston Churchill. También moldeó a la generación política que la siguió. Incluso Gordon Brown, que como un joven parlamentario laborista escribió un polémico ensayo anti Thatcher llamado “donde hay codicia”, estuvo encantado de recibirla Por Nick Robinson en el Número 10 (de Downing Street, dirección de la sede del Ejecutivo británico) cuando él era primer ministro. Muchas palabras serán escritas estos días. Se realizarán muchos homenajes. Algunos llorarán su muerte. Otros celebrarán. Aunque una palabra resumirá a la líder que murió ayer: convicción. Editor político de la cadena británica BBC