Moscú: "No podemos"

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CONCíLIO ECUMÉNICO:
Moscú: "No podemos"
La revista Journal Moskovskoi Patríarkhii publicó en su número de mayo un importante artículo
sin firma en el que, bajo el título "Non possumus",
el Patriarcado de Moscú explica por qué m> mandara representante al próximo Concilio Ecuménico.
"Al principio no existían razones para que el
Patriarcado de Moscú precisara su actitud (rente
j una nueva acción de Roma. Pero cuando el diai iu italiano, "II Tempu" publico una i ufo t moción
según la cual habrían tenido lugar en Viena conversadones entre Mons. Oellapiane y los representantes del Sínodo de Moscú respecto a la participación de la Iglesia Rusa en el Concilio, el Patriarcado de Moscú desmintió esta invención característica y declaró que considera al tuluro Concilio
como una acción interior a la Iglesia Católica Romana y que por su parte no tiene ningún motivo
ningiin deseo de entrometerse en este asunto".
lil articulista explica luego que si el Patriarcado
de Moscú adoptó semejante actitud desde 1959 es
porque "está convencido de que la Sede romana.
I|JL- se declara el centro de la verdad católica y de
la unidad de ias Iglesias, no maniFesló hasta ahora
ningún deseo de renunciar a las pretensiones que,
en 1869, obligaron a los patriarcas orientales a rehusar la invitación del Papa Pío IX a| Concilio del
Vaticano. Su participación en el Concilio estaba
condicionada entonces al reconocimiento total del
primado del Papa. Por ese motivo, en las actuales
discusiones de los responsables católicos respecto
a la unidad cristiana, no se puede ver nada más
que el deseo de extender el poder de Roma a la
Iglesia ortodoxa.
"Se puede descubrir este deseo no sólo en los
llamados que conocemos a volver al "redil común",
sino también en los nuevos métodos para atraer a
las Iglesias ortodoxas a participar en el próximo
Concilio. Conforme a la rigurosa regla canónica de
la Iglesia católica romana, el Papa Juan XXIII no
puede invitar al Concilio a los Patriarcas ortodoxos
ranm Obispos que gozarán de los mismos derechos
y de la misma dignidad que él. En este caso, tendría que reconocer al Concilio como al órgano superior del poder de la Iglesia, es decir, renunciar
al primado y al dogma de la infalibilidad —en una
palabra, volver a la situación en que las Iglesias
occidental y oriental se encontraban antes de la
separación— lo que, para Roma, evidentemente, es
impensable.
"Ruma, sin embargo, siente oscuramente que un
verdadero Concilio ecuménico no se puede reunir
sin la participación de las Iglesias orientales. Aunque el próximo Concilio no pueda ser tal, se toman
medidas, sin embargo, para llevar a tas Iglesias ortodoxas a participar en é! cuma observadores. Se
apunta al mismo fin en lo que se refiere a las demás comunidades cristianas".
El articulo recuerda luego la creación de la comisión para las Iglesias orientales y del Secretariado para la Unión de los Cristianos presidido por el
Cardenal Bea. "Este Secretariado —prosigue— debe
permitir a las personas que no pertenecen a la
Iglesia católica romana seguir la actividad del Concilio. Además tiene como tarea ayudar a los cristianos "separados" mostrándoles los elementos comunes entre ellos y la Iglesia Católica y estableciendo lazos y relaciones fraternales".
Al referirse al interview que el Cardenal Be:i
.-oncedió al corresponsal del diario "Giornale del
Popólo", sobre los contactos establecidos entre el
secretariado y la Iglesia anglicana. ta revista su563
brava que el Cardenal dijo: "Si ni Patriarca de
Moscú desea mandar un representante al Concilio,
recibirá buena acogida".
"El Cardenal dio así a entender —prosigue el
articulo— que no habrá invilación, pero que si el
Palriarca, toma, él mismo, la iniciativa a este respecto, Roma la acogerá favorablemente.
"Ya ha definido ei Patriarcado de Moscú su actilud respecto al Concilio como asunto que concierne exclusivamente a la Iglesia Católica. La declaración tlel Cardenal Bea aiestijjua la pretensión de la
Sede rumana al poder absoluto en ei mundo cristiano, pretensión que originó los nuevos dogmas qu,
separaron la Iglesia romana de la Iglesia universal
Fines políticos
"Es preciso considerar el hecho de que el futuro
Concilio, convocado en las difíciles condiciones de
la división del inundo y de la carrera armamentista,
apenas podrá elevarse por encima de las contradicciones de nuestra época, para poder decir a la humanidad las necesarias palabras de reconciliación.
Existen ademas numerosos motivos —históricos, políiicus y psicológicos— que hacen prever un enfoque
lal de la actividad del Concilio que transformará a
éste en un instrumento para iines políticos incompatibles con e| espíritu de la cristiandad.
"En semejante situación al "Non possumus" de
la Iglesia romana, la Iglesia ortodoxa opone su "Non
possumus". Nuestro "Non possumus" ortodoxo, sin
embargo, nu significa ni enemistad respecto a los
católicos, ni deseo de someterlos, ni indiferencia por
la ¡dea de la unidad cristiana. Lo que no podemos
aceptar es solamente la concepción romana de esta
unidad como reunión universal de los cristianas
bajo la autoridad del Papa. No la aceptamos porque
Nuestro Señor Jesucristo, antes de consagrarse a
los hombres, rechazo la diahólica tentación üel poder (Mal. 4, 5-11) y, por su aclo expiatorio mostró
al mundo el amor divino. En su Iglesia no reina
sohre las almas de los creyentes sino uue los une
en el amor, en su Cuerpo que es la Iglesia.
"Por eso la base de la unidad cristiana nos parece incompatible con el principio de la centralización monárquica del poder de la Iglesia y ton la
enemistad respecto a los heterodoxos. No es la
autoridad sino el amor lo que debe unir a los cristianos. En virtud do esta convicción que excluye
nuestra participación, sea la que sea, en ¡a actividad
del nuevo Concilium Vaticanum el Patriarcado de
Moscú responde al Cardenal Bca: NON POSSUMUS",
(Informaüons Catholiques Intemationales)
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