EL ISLAM, UNA RELIGIÓN DE TEMPLANZA Y MODERACIÓN

Traducción de la Jutba
del viernes 18 de Shaaban de 1436 H.
acorde al 05 de junio de 2015,
pronunciada por el Dr. Mohammad Al Harbi
en la Mezquita del Centro Cultural Islámico
“Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” Rey Fahd
en Buenos Aires, Argentina.
EL ISLAM, UNA RELIGIÓN DE TEMPLANZA Y MODERACIÓN
Alabado sea Allah, el Dispensador de seguridad, el Custodio, el Todopoderoso y Dominador.
La paz y bendiciones de Allah sean con el mejor de los humanos, nuestro Profeta Muhammad,
con sus familiares y compañeros hasta el Día del Juicio Final. Alabamos por siempre a Allah y
le damos las gracias por sus enormes mercedes. Atestiguamos que no hay otra divinidad
excepto Allah, Único sin copartícipes ni semejantes y que Muhammad es su siervo y
Mensajero.
¡Siervos del Altísimo!
Temed a Allah y sabed que el Islam ha preservado la religión, el cuerpo, la mente, los bienes y
el honor de las personas. Ha hecho algunas almas inviolables, bienes prohibidos y honores
respetados. De hecho, cuando el Profeta (PyB) pronunció su último sermón dijo en él: "Así
como, ciertamente, consideráis este mes, este día y esta ciudad como sagrados, de igual
manera considerad la vida y la propiedad de cada musulmán como sagrada".
Y dice Allah, Enaltecido sea, en el Generoso Corán: {Por esta razón decretamos para los Hijos
de Israel que quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la
corrupción en la tierra es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como
si salvase a toda la humanidad. Por cierto que Nuestros Mensajeros se presentaron ante ellos
con las evidencias. Pero muchos, a pesar de esto, se excedieron en la tierra} (5:32).
Así como el Islam preservó la vida de los musulmanes, sus bienes y honor, lo hizo también con
quienes tomaron un pacto y no eran musulmanes. A este respecto, el Profeta (PyB) dijo: "Quien
mate a un hombre de Ahlu dhimmah [Personas de otra religión que viven en territorios bajo
gobierno islámico] no olerá la fragancia del Paraíso". [Transmitido por Al Bujari] y dijo también:
"Quien deserte de mi nación y castigue tanto a su gente honesta como inmoral, incumpliendo
con el pacto que tome de alguien, no es pues de mi ni yo soy de él". [Transmitido por Muslim]
¡Hermanos musulmanes!
El Islam ha sido puesto a prueba con un tipo de personas que distorsionaron su imagen,
hicieron daño a su gente y permitieron el derramamiento de sangre en su nombre. De este
modo, quedaron muy lejos del principio de moderación y justicia que encierra esta religión, y se
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inclinaron hacia el extremismo y el fanatismo. Se los ve por aquí y por allá vanagloriándose de
las matanzas y atentados, del sabotaje y la destrucción, llegando incluso a atacar las casas de
Allah (mezquitas) y a quienes las frecuentan. No engrandecieron los ritos de Allah y por eso el
Islam es inocente de sus abominables actos. Y nosotros no dudamos de la ilicitud de estos
actos, pero debemos conocer sus razones y motivaciones para que así podamos
resguardarnos y a nuestros hijos de no caer en la trampa de sus argumentos sin fundamento y
para no dejarnos llevar por sus falsos métodos.
¡Siervos de Allah!
Hemos de saber que los actos perpetrados por esa gente criminal tienen sus causas que los
explican, entre ellas:
1- Ignorar el Islam, sus prescripciones y leyes. Pues, los Khawariÿ era una secta desviada que
surgió en la época de los compañeros del Profeta (PyB) y que por no saber nada del Islam hizo
elevar las espadas en contra de los musulmanes. El Mensajero de Allah (PyB) nos informó
sobre ellos cuando dijo: "Dejarán a los idólatras y matarán a los musulmanes”; y dijo también:
"Ellos se pasan (las enseñanzas) del Islam como una flecha pasa por la presa", a pesar de que
recitaban el Sagrado Corán, cumplían con las oraciones prescritas y ayunaban. No obstante,
tenían un entendimiento equivocado del Islam.
2- No recibir el conocimiento de la mano de los sabios del Islam. Pues, lo que hacen es
aprender de gente ignorante como ellos.
3- Adherirse a agrupaciones extraviadas que adoctrinan a los jóvenes sobre los conceptos de
fanatismo y extremismo, y la sed por el derramamiento de sangre.
4- Leer libros de autores desviados del sendero recto, libros que avivan el fuego en el corazón
del lector y lo alejan de la verdad y de la moderación.
5- Fracasar en la vida, es decir que cuando el joven conoce varios tropiezos en su vida se
adhiere a este tipo de sectas. ¿Acaso no veis que la mayoría de quienes trafican en drogas son
de esos desocupados?
6- Burlarse algunos sabios musulmanes de los jóvenes con sus palabras y actitudes, lo que
hace que éstos sientan desagrado y se alejen de ellos. De esta manera, pierden el
conocimiento religioso que pudieron haber recibido de estos sabios y se educan bajo la
supervisión de quienes los extravían.
7- Descuidar todo: por ejemplo abandonar a los hijos sin interesarse por conocer a quienes les
hacen compañía. Por lo tanto, es obligación de los padres cuidar de sus hijos y advertirles
sobre la mala compañía de quienes siguen sus pasiones o son sospechosos.
8- Sentir aversión por las autoridades. Así, el joven crece con un odio hacia su país, su gente y
sus gobernantes. Cabe señalar que hay muchos textos coránicos y de la tradición profética que
insisten sobre la obligatoriedad de escuchar y obedecer, advirtiendo al mismo tiempo sobre el
peligro de la segregación y la importancia de la unión. Es deber de todo musulmán estar
precavido y advertir a otros sobre la violación de este principio fundamental.
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Me refugio en Allah del maldito Satanás: {Di: ¡Oh, Gente del Libro! No os excedáis en vuestra
fe tergiversando la Verdad, y no sigáis las pasiones de quienes se extraviaron anteriormente e
hicieron que muchos [también] se extraviaran, y se desviaron del camino recto} (5:77).
¡Hermanos en la fe!
Si ahora ya conocemos los motivos que impulsan a estos apóstatas que se han alejado de la
tolerancia del Islam, de su justicia y misericordia, es altamente indispensable tratar de combatir
esta plaga que se refleja en infundir terror en los musulmanes así como en quienes viven en
territorio islámico y atacar sus bienes y honor.
Lo primero que tenemos que hacer respecto de esta situación es combatir la ignorancia que
hay respecto de la Sharia (Ley islámica), ocuparnos más con el Libro de Allah y la tradición de
su Profeta Muhammad (PyB) a través de un entendimiento correcto, porque en ellos está la
salvación de todo mal y tribulación.
También debemos incitar a nuestros hijos a concurrir a los círculos de conocimiento religioso y
no a los encuentros donde se pronuncian invocaciones innovadoras, y además escoger para
ellos sabios en quienes tenemos confianza por su abundante conocimiento correcto y su aferro
a la religión de Allah.
Por su parte, los educadores en las escuelas y mezquitas, los predicadores, exhortadores y
todos aquellos que tienen la posibilidad de hacer llegar el mensaje deben advertir sobre esta
epidemia que una vez instalada en un país hunde a su gente en la ruina y en la infamia.
Entre los medios que hay que usar para acabar con esta plaga citamos los siguientes:
1- Desenmascarar a las cabezas de la corrupción que se aprovechan del Islam para lograr sus
fines subversivos.
2- Cerrar las puertas que puedan conducir al fanatismo y al extremismo en todos sus aspectos.
Actuar con dureza en los asuntos vinculados a la seguridad y justicia y no dejarse llevar por el
sentimiento de mansedumbre. También proteger al pueblo teniendo presente el temor a Allah,
atraer lo que es de su beneficio y alejar lo que pueda corromperlo.
3- Restablecer el buen funcionamiento de los medios de comunicación para que sean
constructivos y no destructivos, procediendo a su limpieza de lo que pueda corromper los
corazones y los cuerpos. Pues, el fanatismo en las pasiones produce fanatismo en las
tendencias e inclinaciones.
¡Nos refugiamos en Allah (SWT) de las tribulaciones, tanto las manifiestas como las
ocultas! ¡Quiera Allah hacer mejores a nuestros jóvenes facilitándoles el contacto con
quienes guían al buen camino y resguardándolos de quienes invitan al mal y al extravío!
¡Oh, Allah, inspíranos la rectitud, y protégenos del mal de nuestros egos y de tu castigo
en el día de la Resucitación de tus siervos!
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