1 SOCIEDAD EN GESTACION: SU CALIFICACIÓN JURIDICA Efraín Hugo RICHARD1 I – LA CUESTIÓN. Motiva un elemental análisis la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires sobre actos preparatorios para la adquisición de un inmueble cumplidos para una sociedad que se constituyó días después, reconociéndole legitimación para promover un incidente de revisión en el juicio de escrituración, modificando la sentencia en contrario de la Cámara. II - LOS FUNDAMENTOS DE LA CÁMARA. La Cámara –cuyo fallo revocó la Suprema Corte de la Pcia. de Buenos Aires- entendió que “Al momento de celebración del acto de compraventa del inmueble de marras, no existía la sociedad … ya que no había nacido aún como persona jurídica con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones … No puede confundirse una sociedad de hecho con una sociedad anónima en formación… El acto constitutivo tuvo como efecto el de dar nacimiento a un sujeto de derecho, no pudiendo sostenerse que previo a ello existió otra sociedad, en este caso “de hecho”, … Al momento de la suscripción del boleto, Alcázar Construcciones no había nacido como sujeto de derecho pues su contrato constitutivo es posterior a dicho acto, por lo que no puede admitirse la escrituración del inmueble adquirido por José Castaño a nombre de quién no pudo otorgar mandato para gestionar la compra de un bien”. Se expresa en la apelación la existencia de “incuestionado boleto de compra venta donde consta que el mandatario compra para una sociedad anónima en formación, siendo que diez días después se suscribe el acto constitutivo de esa sociedad con el mismo nombre e idéntico domicilio del que se consignó en el convenio señalado … La misma sociedad… es la que tomó posesión del inmueble, lo incorporó a su contabilidad y terminó arrendado y percibiendo los alquileres”. El subprocurador General apoyó el criterio de la Cámara. III - LA SENTENCIA DE LA CORTE. Como anticipo: existieron fundamentos divididos para llegar a una solución única. En el voto de la Dra. Kogan se sostuvo que no se reconoce el proceso de constitución de la sociedad, en la inteligencia que no existe hasta tanto finalice el proceso de constitución, que las sociedades irregulares y de hecho no pueden adquirir bienes registrables –citando el art. 26 LSA-, pero entendiendo que la convención celebrada en su nombre es alcanzada por la proyección de la regularización del ente. En el voto del Dr. Hitters, se apunta que el estado en formación sólo puede entenderse desde la suscripción del contrato constitutivo, pero entendiendo que en el caso se ha dado la regularización de la sociedad al adoptar un tipo previsto –art. 1 Estimaremos comentarios a ehrichard@arnet.com.ar Otros artículos pueden verse en www.acaderc.org.ar 2 22 LSA- continuando la nueva sociedad con los derechos y obligaciones de la primigenia. IV - LOS VOTOS DE LOS MINISTROS DE LA CORTE. La Dra. Kogan –con criterios generales anticipados- señala ya ahora para el caso en concreto “este Tribunal ha puntualizado que la sociedad anónima definitivamente constituida proyecta hacia el pasado su regularidad y puede prevalerse de los negocios en su nombre por los fundadores durante el período formativo… Del análisis de la documentación adunada a las actuaciones surge que el boleto de compraventa del inmueble de autos fue suscripto en fecha 20 de octubre de 1994, siendo la protocolización del mismo realizada el 21 del mismo mes y año, y la constitución del contrato social realizado por instrumento público el 1 de noviembre de 1994, a escasos días de la suscripción de la promesa de compraventa por lo que haciendo aplicación de la doctrina legal antes enunciada, la proyección de su regularidad alcanzaría al acto de marras, celebrado en su nombre y representación por José Castaño quién manifiesta hacerlo por el ente en formación… como ente, aun irregular se halla plenamente legitimada para exigir el cumplimiento de la convención celebrada en su nombre…”. El Dr. Hitters adhiere a la solución aunque con el “siguiente matiz en cuanto a los argumentos”: “la solución no debe buscarse en el régimen de las sociedades en formación… ya que el momento de la celebración de dicho negocio no existía acto constitutivo del ente… corresponde en el sub lite … receptar la … violación del art. 22 de la reglamentación societaria. Dispone esta norma que la regularización se produce cuando una sociedad de hecho adopta uno de los tipos previstos en la ley. El efecto de la regularización es la continuidad de la nueva sociedad en los derechos y obligaciones de la primigenia. … En autos, no es objeto de debate que al mes de la suscripción del boleto de compraventa… la sociedad para la cual el señor Castagno adquirió el inmueble cuya escrituración se reclama, ya había adoptado uno de los tipos previstos en la ley, concretando la inscripción respectiva (21-XII-1994). Los jueces Dres. Soria, Pettigiani y de Lázari adhirieron a los fundamentos del Dr. Hitters. IV – ALGUNAS APRECIACIONES. La justicia de la solución es innegable. Se negaba el derecho de la sociedad a exigir la escrituración. Sea por considerarla una sociedad en formación (criterio de la Dra. Kogan), sea una sociedad de hecho regularizada (criterio del Dr. Hitters) a la sociedad le correspondía el derecho a exigir el cumplimiento del boleto. Se correspondería a un excesivo rigor formal el intentar alambicadamente negar la escrituración, imponiendo que lo hiciera la persona física que suscribió el boleto diciendo hacerlo para una sociedad en formación. La gestación de una sociedad no se plasma en el momento de suscripción del contrato constitutivo de un tipo legal. Se supone que los constituyentes idearon el negocio y requirieron la asistencia de un profesional para plasmar ese contrato varios días antes de suscribirlo, quizá meses antes. 3 Idear un negocio que concluirá con la constitución de una sociedad es planear una actividad a realizar asociativamente. No hay duda que se trazó un “plan de negocios” para determinar la conveniencia del mismos, la posibilidad de afrontarlo, la rentabilidad que generaría en orden al patrimonio constitutivo que requiriera, la posibilidad de formalizar los aportes necesarios para generar ese patrimonio escindiendo los mismos del patrimonio de los constituyentes. Parece así lógico que uno de los que están en la gestación del plan de negocios formalice la compra por boleto de una propiedad para la sociedad anónima en formación que sin duda ya habían decidido constituir y encargado la redacción del “instrumento público” constitutivo que requiere el art. 165 LSA, y que se .plasmó diez días después. Los argumentos aparentemente contradictorios de los dos vocales que forjan el voto son coincidentes, aunque juegan con rígidos criterios formales, particularmente Hitters. Pero es evidente que tampoco existió un acto formal de regularización, sino presunto “por la adopción de uno de los tipos previstos en esta ley” por los supuestos socios de la sociedad de hecho que habría adquirido el inmueble Tampoco habría existido en el acto constitutivo una referencia expresa, pues aunque pareciera que la adquisición del inmueble haya estado vinculado al desarrollo del objeto social, la ley refiere a “los actos relativos al objeto social cuya ejecución durante el período fundacional haya sido expresamente autorizada en el acto constitutivo” –art. 183 LSA-, ni aparecería la resolución del Directorio prevista en el art. 184 LSA con “la asunción por la sociedad de las obligaciones resultantes de los demás actos cumplidos antes de la inscripción”. Sin duda que existieron dichos actos conforme la teoría de los comportamientos o actos propios. Lo importante es acordar con ambos, agregando un nuevo argumento, que se incurriría en si se atendiera a las fechas y no al iter volitivo de gestación y constitución: el desconocimiento de la realidad de las relaciones de organización y sus efectos en las relaciones, a través de una interpretación cerrada de normas como si se tratara de relaciones de cambio. Sería incurrir en un exceso ritual manifiesto, que descalificaría lo resuelto por irrazonabilidad. 1. La libertad para pergeñar relaciones asociativas sólo tiene límites en cuanto se intente limitar la responsabilidad. Las relaciones de organización, y particularmente las asociativas de las que nace un sujeto de derecho, no se corresponden a un acto instantáneo. La existencia de un plan de negocios que determina la voluntad de los constituyentes y les hace generar una serie de actuaciones tendientes a generar el patrimonio independiente de la nueva persona jurídica revela la imposibilidad de un acto instantáneo. De allí que sociedades en trámite de inscripción se registraran en la AFIP como sociedades de hecho entre todos los constituyentes, generando así una apreciación fáctica de reconocimiento como sociedad de hecho de lo que es una sociedad en formación. La idea se confunde por una parte y se funde en la responsabilidad de los actuantes frente a terceros. 2. Decíamos que “El régimen previsto por el legislador de 1983, para la formación de la sociedad anónima, en forma expresa determinó que la anónima en formación es un centro imputativo de derechos (lo que negaba la anterior legislación, siguiendo precedentes continentales como el suizo), autorizándola como 4 persona –sin perjuicio de responsabilidades solidarias- a iniciar actividades coetáneamente al acuerdo que le da origen y en el que se pacta esa actividad inmediata. Ese reconocimiento por el cual la sociedad puede iniciar sus actividades en forma contemporánea a su creación por el acuerdo de voluntades, aun cuando no estuviese registrada, corrobora que los bienes aportados en especie en propiedad, lo son a título irrevocable, tema ya resuelto doctrinal y legalmente. En nuestro derecho no existe ninguna disposición que permita la devolución de los bienes al socio si la sociedad actuó, pues en tal caso debe disolverse. Correlativamente, el art. 183 de la LSC, basado en el criterio funcional de realidad y en la actividad jurígena de los operadores del mercado, autoriza el pacto que imponga realizar los más diversos actos, aun con bienes registrables, pues, siendo la capacidad uno de los atributos y efectos de la personalidad o del sujeto de derecho –no del tipo de sujeto de derecho-, y debiendo surgir las incapacidades de normas expresas, no puede limitársela mediante normas registrales de tipo reglamentario”2. 3. No hay duda que, en el caso, existió una contemporaneidad entre la decisión de constituir la sociedad, encargar la realización del acto constitutivo y estatuto por instrumento público a un profesional escribano, y suscribir un boleto de compra venta de un inmueble destinado al patrimonio de la sociedad y para su objeto. La contabilización y posesión son actos ratificatorios que diluyen cualquier duda al respecto. Además, si se entendiera que al no estar suscripto el instrumento constitutivo, sin duda existía contrato –consensual- sin contrata –el instrumento-, actuaron como sociedad de hecho, no existía ningún impedimento para ello. En primer lugar ni siquiera se estaba frente a un acto registral sino a un acto preparatorio de una transferencia de un bien registral. Tampoco se entienda que la ley societaria establece una prohibición al respecto, como anticipa la cita formalizada. “Creemos que no es ésa la lectura del art. 26 de la LSC. Si el aporte registrable es definitivo (art. 38 LSC), la sociedad, aunque no se regularice, sería la titular registral del bien. No tenemos duda de ello; el art. 26 de la LSC significa que, para determinar si un bien registral es o no de la sociedad, habría que estar a lo que esté inscripto. No aceptamos tal supuesto de incapacidad de registrar bienes a su nombre. Negar tal posibilidad llevaría a la errónea conclusión de que el aportante no detenta la calidad de socio, dado que el aporte es presupuesto básico para asumirla. Al tratarse de un bien que integra el patrimonio de la sociedad, deberá incluirse en su liquidación” –con cita de la CNCOM. Sala B. 29.11.88 LL 1989-B-440-3. En el caso debió incluirse en la contabilidad y así se constató. 4. Con tales apreciacionesnotas adherimos al criterio de la Corte de Buenos Aires reconociendo legitimación a la sociedad para requerir la escrituración del inmueble adquirido por uno de sus socios antes de la firma del documento constitutivo, aunque no debe dudarse que existía ya la sociedad, conforme en enfoque de cualquiera de los dos vocales que dieron argumentaciones diferentes, que señalamos como complementarias. 2 RICHARD, Efraín Hugo; MUIÑO, Orlando Manuel Derecho Societario, Ed. Astrea, 2ª edición, Buenos Aires 2007, tomo I pág. 484. 3 RICHARD, MUIÑO cit. tomo II pág. 387.