Capítulo I LA EDUCACION AMBIENTAL: UN BREVE RECORRIDO HISTORICO “Allí donde crece el peligro, crece lo que salva” F. Gólderlin. 1.1 Orígenes de la educación ambiental Ya Rousseau (1712-1778), para quien “la Naturaleza es nuestro primer maestro” hasta las actuales corrientes pedagógicas, insistió en la necesidad de contacto con el entorno como vías de aprendizaje. Lo que caracteriza a estas teorías pedagógicas es la consideración de la Naturaleza como un recurso educativo. Si la sociedad occidental de nuestra era consideró los bienes naturales como algo que está ahí “para ser explotado”, esa misma filosofía es la que ha venido inspirando las prácticas docentes: explotar la Naturaleza como una fuente educativa. En las últimas décadas hay un cambio profundo en la percepción de las relaciones entre Sociedad y Naturaleza. La explosión demográfica; la conciencia de que el desarrollo económico no siempre ha supuesto beneficios para la humanidad sino que, en muchas ocasiones, ha desencadenado alteraciones ecológicas de graves consecuencias; agotamiento de los recursos no renovables, etc., ha provocado una toma de conciencia generalizada de que el camino emprendido por la sociedad, y el modo en que se han enfocado las relaciones de los seres humaos con el medio que los sustenta es algo que debe ser replanteado. Ello va parejo con una generalización y divulgación de la problemática ambiental que, a través de los medios de comunicación, se convierte en un hecho más de la cotidianeidad de las personas. La cuestión ambiental ya no es sólo científica, sino política y social. Ya no compete a una minoría: es el patrimonio cotidiano de toda la humanidad. Así, una nueva percepción del tema ambiental se abre paso. Los hombres y mujeres de nuestra época ya no pueden entenderse a sí mismos como el centro de un planeta que gobiernan a su antojo, pues se ha demostrado que ese planeta tiene en sí mismo su propia dinámica de funcionamiento, que mantiene un equilibrio sistémico, y que cualquier alteración notable o irreversible en una de sus partes repercute sobre todos los demás componentes del sistema. De esta manera, se pone en cuestión la larga tradición antropocéntrica que ha marcado nuestra historia. Por primera vez, la humanidad “dominadora”, la sociedad que “explota los recursos”, se replantea su propia identidad dentro de ese inmenso mecanismo de interacciones que es la Biosfera. Hoy, ante la amenaza a nuestra propia supervivencia como especie, una nueva concepción filosófica intenta abrirse paso: los seres humanos han de reajustar su papel en el planeta, modificando su propia percepción de sí mismos. Más allá de posiciones paternalistas de una u otra índole; más allá de la visión última de que la Tierra gira en torno a nuestras voluntades, está el abandono de nuestro antropocentrismo secular. El cambio filosófico consiste en el reajuste global de las conciencias, en una nueva percepción que la humanidad hace de su propio rol en el escenario ecológico. Al variar la percepción general de las relaciones humanidad-Naturaleza, provoca, una visión pedagógica del tema ambienta. No podríamos pasar por alto concepciones 6 como la de Freinet de que “la enseñanza de las ciencias tendría que basarse exclusivamente en la observación y la experiencia infantiles en le mismo medio”. Ya no basta con enseñar desde la Naturaleza, usando ésta como recurso educativo; ni con proporcionar información sobre el mundo como objeto de conocimiento; se impone un paso más a nivel teleológico, un salto hacia delante: educar para el medio ambiente (de modo que la conducta correcta respecto al entorno se constituye en uno de los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje). Este giro filosófico y didáctico supone el paso desde el estudio “del” medio o “en” el medio hacia la educación ambiental. Un nuevo modo de entender las relaciones de los seres humanos con su entorno. La especie humana se comprende a sí misma como parte de la Biosfera. Se trata de pasar de una educación basada exclusivamente en objetivos psicológico (el desarrollo de las personas) para integrar criterios de índole ecológica (el desarrollo equilibrado de las personas conciliado con el desarrollo equilibrado del medio ambiente). Los años finales de la década de los sesenta y el principio de la década de los setenta marcan nuevas concepciones educativas, la “educación ambiental”. 1.2 Las primeras respuestas institucionales: 1968 y el fin de una década 1968 fue el año del mayo francés y el inicio de la educación ambiental como movimiento innovador que va a alcanzar a las instituciones y plantearles cambios. Este año podemos situar algunos acontecimientos a nivel de naciones y organismos internacionales que expresan un sentimiento colectivo de necesidad. a) La respuesta del Reino Unido En estas fechas se celebra en el Reino Unido las conferencias preparatorias para el Año Europeo de la Conservación (1970), con el nombre genérico de “The countryside in 1970” (La campiña en 1970). Estas conferencias sirvieron para reunir a representante de múltiples organizaciones que habían venido trabajando en la gestión y ordenación del medio natural, con el fin de reflexionar sobre lo que debería ser la campiña británica en 1970, y planificar las acciones necesarias para conseguirlo. La educación ambiental que está surgiendo aparece marcada por tintes conservacionistas (heredando la tradición anglosajona). La acción educativo-ambiental es una realidad que viene surgiendo desde las bases, por efecto de unos enseñantes preocupados por el desarrollo de itinerarios de la Naturaleza, salidas al campo, etc. Uno de los principales resultados de las conferencias es el surgimiento, en 1968, del Council for Environmental Education (Consejo para la Educación Ambiental), organismo que coordina la actuación de organizaciones implicadas en temas de medo ambiente y educación , entre las que figuran las Autoridades Locales de Educación, organizaciones profesionales, asociaciones de enseñantes, cuerpos de voluntariado, etc. El Council hizo reconocimiento expreso de que “los elementos naturales, rurales y urbanos del ambiente están inextricablemente ligados y son interdependiente”. Se estimaba que el tratamiento interdisciplinar sería el más adecuado para desarrollar proyectos educativos de carácter ambiental. Estos criterios se anticipan a una corriente de opinión que irá imponiéndose a lo largo de los años siguientes. El Council aglutina los esfuerzos y las aportaciones teórico-prácticas de múltiples colectivos. Es un modelo a tener en cuenta a la hora de planificar cualquier política educativa global en este campo. 7 b) La respuesta en los Países Nórdicos En Suecia (1968), a propuesta del Parlamento, la Dirección Nacional de Enseñanza Primaria y Media –la autoridad escolar central- iniciaba una revisión de los programas de estudios, métodos y materiales educativos. Se estimó que la educación ambiental no debería constituir una materia aislada en el sistema escolar sueco, sino que habría de considerarse como un aspecto importante de las diversas disciplinas y un punto de enlace entre ellas. La enseñanza ha de basarse en las experiencias e investigaciones de los propios alumnos sobre el medio, y debe crear conciencia sobre los problemas ambientales y sentido de la responsabilidad para afrontarlos. Se anticipa aquí ya la consideración de la educación ambiental como una dimensión más. Se recomienda una metodología basada en la propia experiencia de alumnos/as, dentro de un enfoque activo y participativo que será esencial para el desarrollo de esta corriente educativa. El papel de la educación en los procesos de concientización respecto al medio ambiente, aparece siete años más tarde, como uno de los pilares fundamentales de la “Carta de Belgrado”, documento reconocido internacionalmente como marco de principios par una educación ambiental. En el resto de los países nórdicos se va a desarrollar una política general que, los situará como pioneros a escala europea. c) La respuesta en Francia El sistema educativo francés, heredero de una larga tradición pedagógica, se incorpora en esta década a este giro hacia la “pedagogía del medio ambiente” En el año 1968 se produce una Circular Ministerial del 17 de octubre que precisa a los educadores que conviene abrir la enseñanza al mundo. Esta apertura de la escuela a la vida será, uno de los criterios rectores básicos. Se completa con las indicaciones de otra circular, la del 1 de abril de 1971, que habla a los enseñantes sobre la creciente gravedad que toman los problemas del medio ambiente y la necesidad de preparar a las personas en una buena compresión y una gestión esclarecida de su medio de vida, recomendándoles que procuren informar sobre ello a los alumnos y les hagan captar la importancia de estos problemas. En el espacio de tres años que va de una circular a otra, hay un cambio de lenguaje, un desplazamiento den el centro de interés que, si en la primera de las instrucciones es de índole psicológico, en la segunda presenta acento ecológico. La postura de los siguientes años dará como fruto un Coloquio Internacional sobre Educación Ambiental (Aix-en-Provence, 1972), y una ejemplar campaña de adaptación a las nuevas exigencias que plantea la integración de la dimensión ambiental en el curriculum escolar. d) La respuesta de la UNESCO En el año 1949 se había desarrollado, a instancias de la UNESCO, un estudio internacional que daba testimonio de su preocupación por la problemática del medio ambiente y sus implicaciones educativas. Se estudiaron las posibilidades de utilización de los recursos naturales con fines educativos, en un total de 24 países. En 1968, encontramos un nuevo trabajo de la UNESCO que marca un hito en el avance de la educación ambiental. Es “Estudio comparativo sobre el medio ambiente en la escuela” que dicho organismo encargó a la Oficina Internacional de Educación de Ginebra. 8 En dicho Estudio se sometió a la consideración de los diversos Estados miembros de las Naciones Unidas una encuesta que, contestada por 79 de ellos (incluida España), habría de servir de base para la confección de un dossier basado en los siguientes aspectos: - Lugar asignado al estudio del medio ambiente en las actividades escolares en conjunto. Relación con movimientos de juventud. Objetivos y definición. Programas y asignaturas para su estudio. Métodos, técnicas de enseñanza y medios auxiliares. Formación del profesorado. Este estudio supone una ampliación del de 1949, por su extensión, metodología y análisis de tipo comparativo, que permite comprender las incidencias que influyen en una u otra zona para el desarrollo idóneo de actividades educativas de carácter ambiental. La UNESCO se sitúa en el punto de partida para iniciar una campaña a medio y largo plazo que promueva la educación ambienta: saber qué se está haciendo en cada país y cómo se está haciendo. El objetivo: conseguir que la educación se incorpore a una dinámica en la que la escuela y su entorno constituyan una única realidad. En el preámbulo introductorio de esta investigación, UNESCO fija algunos criterios sobre educación ambiental que serán base de posteriores formulaciones aceptadas internacionalmente. Por ejemplo, “el estudio acerca del medio ambiente no debe constituir una nueva disciplina”, sino que debe verificarse paulatinamente por un proceso integrador de la cuestión ambiental en el currículum escolar. Esta idea concuerda con el carácter de “dimensión”, propugnada por las autoridades escolares de los países nórdicos y con la propuesta interdisciplinaria del Council. Es importante, también, considerar el “medio ambiente” incorporando los aspectos sociales, culturales, económicos, etc., fuertemente interrelacionados. Por otra parte, el informe de la Oficina Internacional de Educación hace una sugerencia de importante repercusión en las reflexiones pedagógicas posteriores: “el estudio del medio comienza por el entorno inmediato”, que sirve como punto de partida para descubrir los ambiente lejanos. Los resultados de la encuesta, revelaron una enorme gama de posibilidades para la educación ambiental desde la escuela, pero con dificultades de orden financiero y la carencia de personal preparado para implantar nuevos programas. Para entender el contexto histórico, conviene resaltar que se está pensando fundamentalmente en una educación ambiental “escolar”, diseñada y ejecutada desde las instituciones educativas. Para concluir, haremos una apreciación semántica: el Informe habla todavía de “el estudio del ambiente en la escuela”, es decir, se parte de las tradicionales posiciones pedagógicas que venían asignando al entorno un papel auxiliar en las tareas educativas. Sin embargo, el estudio condene conceptos y reflexiones que señalan el despegue hacia nueva concepciones educativas más amplias. Es el momento de la transición, en la que el lenguaje todavía no revela con precisión la realidad. Finalmente, el año 1968, señala el paso desde una preocupación generalizada por el tema del medio ambiente hasta unos planteamientos pedagógico que comienzan a formularse y expresarse a nivel institucional. Es el momento en que las naciones y los organismos internacionales ponen los cimientos de lo que, a lo largo de los años siguientes, habrá de irse perfilando como “educación ambiental”. 9 1.3. La década de los años 70: de Estocolmo a Tbilisi a) La creación del Programa MAB de la UNESCO En París, del 9 al 19 de noviembre, tiene lugar la primer reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (Programa MAB), con la participación de 30 países, y diversos organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), etc. El Programa MAB surge como un proyecto descentralizado que opera a través de un marco de Comités Nacionales establecidos en los Estados miembros de la UNESCO. Sus líneas directrices serán fijadas por el Consejo Internacional de Coordinación del MAB o a través de reuniones periódicas. La creación del MAB se justifica en sus declaraciones de principios por la necesidad de llevar a cabo “un programa interdisciplinario de investigación que atribuya especial importancia al método ecológico en el estudio de las relaciones entre la humanidad y el medio”. Sus proyectos, de carácter intergubernamental, estarán centrados en el estudio general de la estructura y funcionamiento de la Biosfera y de sus regiones ecológicas; en las observaciones y la investigación sistemáticas de los cambios provocados por la humanidad en la Biosfera y sus recursos; en los efectos globales de esos cambios sobre la especie humana; y en las actividades de enseñanza e información sobre esos problemas. El Programa se orienta a obtener información científica sobre temas de interés mundial o gran significación regional, así como a la aplicación de técnicas de simulación y ensayo de proyectos, con el fin de que sus resultados y conclusiones se puedan transferir a la resolución de problemas concretos. - Objetivos del Programa (objetivo general) “Proporcionar los conocimientos fundamentales de ciencias naturales y de ciencias sociales necesarios para la utilización racional y la conservación de los recursos de la biosfera y para el mejoramiento de la relación global entre el hombre y el medio, así como para predecir las consecuencias de las acciones de hoy sobre el mundo del mañana, aumentando así la capacidad del hombre para ordenar eficazmente los recursos naturales de la biosfera” (UNESCO, 1971). Explicitando y precisando al anterior, se fijan 7 objetivos específicos. El objetivo séptimo, sirve de colofón y dice así: “Fomentar la educación mesológica en su sentido más amplio: - Preparando material básico, con inclusión de libros y medios auxiliares, para los programas de enseñanza en todos los niveles. Promoviendo la formación de especialistas en las disciplinas pertinentes. Subrayando el carácter interdisciplinario de los problemas mesológicos. Suscitando el interés global por los problemas mesológicos con ayuda de los diversos medios de información. Fomentando la idea de la realización personal del hombre en asociación con la Naturaleza y su responsabilidad hacia ésta (UNESCO, 1971).” 10 Este proyecto científico, de largo alcance, incluye entre sus objetivos básicos el desarrollo de la educación sobre el medio. Una llamada a los Estados y organismos internacionales emplazando a abordar el problema con interés y urgencia. El término “mesológico” (derivado del griego “mesos” = medio) adjetiva la educación cuando ésta afecta a la problemática ambiental. La expresión, revela el carácter todavía minoritario del movimiento ambientalista, y la captación del problema aún privativa del mundo de los científicos. Se están recogiendo los primeros frutos de trabajos pioneros, advirtiendo de los peligros del planeta a causa de un desarrollo incontrolado, que alertaba a la humanidad sobre los riesgos de nuestros impactos y la necesidad de detener la destrucción el equilibrio ecológico. En la medida en que la toma de conciencia sobre los problemas de la contaminación, la energía o el agua, rebasa el ámbito del mundo científico y se incorpora a las personas de la calle, a los políticos, periodistas, educadores, etc., el término “ambiental” gana terreno, y se acuñan ya como clásicas las expresiones, “environmental education” (países anglosajones), “education à l’environnement” (Francia), etc. Así, el lenguaje expresa el cambio de una realidad social. b) La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo 1972) - Antecedentes: El Informe Founex Esta Conferencia es precedida por un amplio proceso de reflexión teórica, donde destaca la Reunión de Expertos celebrada en Founex, Suiza, del 4 al 12 de junio de 1971. Participaron representantes de todas las zonas del planeta, cuyas aportaciones se recogen en el llamado “Informe Founex”, documento que ha servido de referencia a múltiples debates posteriores por la claridad y sistematización con que aborda la problemática ambiental y las posibles alternativas que presenta. El informe comienza reconociendo que el ritmo rápido de crecimiento no siempre es equiparable al progreso, entendiendo éste como mejora cualitativa de las condiciones de vida, cono un paso adelante en metas de tipo social y cultural, y no solamente económico; para advertir seguidamente sobre la necesidad de que se adopte un modelo integral de desarrollo basado no sólo en indicadores de tipo cuantitativo, sino cualitativo. De esta premisa se pasa al reconocimiento de la situación real del planeta: los países industrializados tienen un notable progreso económico con la contrapartida, de crear problemas ambientales de gran envergadura, que constituyen un peligro para la salud y el bienestar humanos. Estos peligros rebasan las fronteras nacionales y amenazan a la totalidad del mundo. Se concretan algunos de estos efectos secundarios: - El agotamiento de los recursos (minerales, suelo, forestales…) La contaminación biológica (está representada por los agentes de las enfermedades de los seres humanos y por las plagas de animales y plantas) La contaminación química (causada por agentes contaminadores del aire, efluvios industriales, plaguicidas, residuos de metales, detergentes…) La perturbación del medio físico (contaminación térmica, sedimentación por los embalses, ruido…) El deterioro social (congestión y pérdida del sentido de comunidad) Hay que destacar las diferencias sustanciales entre los países industrializados y aquellos en vías de desarrollo, con los problemas ambientales que se plantean en cada 11 uno de esos ámbitos, interrelacionados entre sí. Además, se afirma, que la problemática ambiental del Tercer Mundo “tiene su raíz en la pobreza” (“lo que está en peligro no es solamente la calidad de vida, sino la propia vida”). Los documentos preparatorios de la Conferencia Además de los Coloquios de Founix, aparecieron diversos documentos de trabajo que servirían de base a los debates de la Conferencia de Estocolmo. Conviene resaltar algunos aspectos que se reflejan en estos documentos, pues en ellos está la raíz primera del reconocimiento a nivel planetario de los problemas y alternativas que presenta la situación ambiental. Podemos encontrar afirmaciones que instan a superar el egoísmo y a desarrollar la responsabilidad individual y colectiva de administrar razonablemente los recursos mundiales. Se plantea la necesidad de una “solidaridad uniforme”: - - Solidaridad frente a las generaciones futuras. Solidaridad entre los ciudadanos de un mismo país. Solidaridad entre países, para impedir la contaminación por las fronteras, deformaciones en los intercambios comerciales y que surjan nuevos desequilibrios económicos y sociales. Solidaridad para proteger, cuidar y hacer fructificar el patrimonio común, natural e histórico, de la humanidad. Estas reflexiones y documentos evidencian la dimensión ética, social y económica. Se está superando la mera visión conservacionista para adentrarse en los problemas del desarrollo: explotación indiscriminada de los recursos naturales; relaciones desiguales en los intercambios económicos Norte-Sur, etc. Algunas consecuencias institucionales se derivan de estos planteamientos (“debería ser posible que las Naciones Unidas estableciesen los métodos adecuados para alcanzar el alto grado de acción concertada que exigen los problemas del medio”), a la vez que consecuencias de orden educativo (“sería necesario que hubiese en las Naciones Unidas un órgano ambiental central encargado de examinar el orden de prioridad en la educación sobe el medio”), ya que se reconoce que, aunque el estudio de la Naturaleza siempre ha figurado en los programas escolare, no se ha explicado claramente la relación existente entre la Naturaleza y la vida de los seres humanos. La Conferencia de Estocolmo En el año 1972, del 5 al 16 de junio tiene lugar en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, uno de los acontecimientos más importantes sobre la problemática ambiental en el mundo. Estuvieron representados 113 Estados miembros, y se contó con la presencia de observadores de más de 400 organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales. Su importancia marcó el comienzo de una serie de reuniones intergubernamentales tendentes a reflexionar sobre la problemática ambiental y a alumbrar propuestas de soluciones alternativas con alcance planetario. La Declaración sobre el Medio Humano El más significativo fruto de la Conferencia fue el documento “Declaración sobre el Medio Humano”. Tras afirmar que “el hombre es, a la vez, obra y artífice del medio que 12 lo rodea”, el texto proclama algunas cuestiones básicas que prefiguran toda la política ambiental posterior. Primero, se hace un reconocimiento expreso de que los dos aspectos del medio humano (el natural y el modificado por la humanidad) son igualmente esenciales para el bienestar de las personas. Este dato recoge y ratifica los planteamientos que, años antes, el Council for Environmental Educaation británico y otras organizaciones pioneras en la educación ambiental habían planteado: la necesidad de atender siempre a la doble dimensión del concepto “medio”, comprendiendo tanto a los componentes naturales como a los espacios modificados por el hombre y la acción de las distintas culturas. Seguidamente, la Declaración examina los diversos problemas causados por nuestra acción sobre el planeta (contaminación de las aguas, el aire y la tierra; alteraciones en el equilibrio ecológico; explosión demográfica; agotamiento de recursos no renovables, etc.) e insta a los gobiernos de los distintos países a que, sin renunciar al progreso, oriente su política de desarrollo en una doble dirección: - Atendiendo de modo fundamental al estudio del impacto que, sobre el medio ambiente nacional y mundial, puede tener cualquier proyecto tecnológico. Procurando acortar las distancias que separan a los países industrializados de los del Tercer Mundo. La Declaración expresa que “la defensa y el mejoramiento del medio humano para las generaciones presentes y futuras es una meta imperiosa de la humanidad, al mismo tiempo que las metas fundamentales ya establecidas de la paz y el desarrollo económico y social en todo el mundo, y de conformidad con ellas”. La Declaración concreta 26 Principios básicos sobre el tema. El Principio 19, tiene especial interés: “Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos, y que preste la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades, inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana. Es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medo humano y difundan información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos.” En estas declaraciones, se está hablando de una educación ambiental que rebasa los ámbitos escolares, dirigida a jóvenes y adultos, y que puede ser desarrollada, no sólo por el profesorado, sino por cuantos tienen posibilidades y responsabilidades en la difusión de los mensajes, como los educadores sociales, periodistas, etc. Es el avance desde lo que podríamos denominar la “educación ambiental formal” hacia la “educación ambiental no formal e informal”. Lo importante es que, el recurso a la educación aparece en la base de la política ambiental, ahora con la fuerza de unas directrices internacionales. El papel que han de jugar las distintas instancias educativas es básico para el desenvolvimiento eficaz de planes que, a medio o largo plazo, reviertan en un uso correcto del entorno. Finalmente, haremos una reflexión lingüística: la expresión “medio humano”, todavía pervive con una visión antropocéntrica que hace que los bienes naturales sean reconocidos como algo que está para ser “explotado” por los seres humanos, si bien con unas reglas, con un control y con una cooperación internacional. El medio que ahora se adjetiva como “humano” irá, perdiendo esta referencia antropocéntrica y haciéndose “medio ambiente” (ambiente en el que existe la vida). En 13 Estocolmo, con un lenguaje que es heredero de concepciones pasadas, comienza a abrirse paso una filosofía que marca el rumbo hacia nuevos planteamientos de futuro. (El día 5 de junio, fecha en que se inició esta Conferencia, ha quedado fijado como “Día Mundial del Medio Ambiente”). c) El Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Uno de los logros de la Conferencia de Estocolmo fue la necesidad de mantener algún tipo de organización internacional que actuase como estímulo a los distintos gobiernos, respecto a la necesidad de considerar los problemas ambientales en el momento de diseñar cualquier acción política, educativa o tecnológica. La necesidad de una estrecha cooperación entre todos los países para que, en el marco mundial de conjunto, la política ambiental presentase unas líneas de actuación coherentes y positivas. Objetivos del Programa Surge el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el año 1973, con los siguientes objetivos: - La presentación de una asistencia técnica a los gobiernos para la adaptación de medidas relativas al medio ambiente. Una ayuda para la formación de personal especializado. Todas las formas de ayuda requeridas, incluidas la ayuda financiera, para reforzar las instituciones nacionales y regionales. Los medios requeridos para apoyar los programas de información y de educación en materia de medio ambiente. El PNUMA plantea un seguimiento sistemático de las políticas ambientales, tanto en los países industrializados como en los países en vías de desarrollo. El objetivo es ofrecer unas directrices generales de actuación para el conjunto y favorecer la cooperación internacional entre dichos países. El PNUMA se ha creado para contribuir a reforzar la dimensión ambiental en toda una gama de actividades ejercidas por las organizaciones internacionales, en especial las que dependen de las Naciones Unidas. La “educación y la “formación” ambientales Entre los objetivos del PNUMA se encuentra el de apoyar los programas educativos sobre el medio ambiente: - La educación ambiental es aquella que se mueve en el campo escolar y extraescolar, para proporcionar, en todos los niveles y a cualquier edad, unas bases de información y toma de conciencia que desemboquen en conductas activas de uso correcto del medio. - La formación ambiental es una educación especializada que se dirige a un grupo restringido de profesionales (ingenieros, urbanistas, economistas, etc.), altos funcionarios, planificadores y gestores que tienen a su cargo la elaboración de las grandes directrices políticas y la toma de decisiones. El término “formación”, es equiparable al de “capacitación”, pues el objetivo último que persigue el Programa: la toma de decisiones de alcance general. Es decir, busca capacitar a un sector de la población, atendiendo al puesto que ocupa en la sociedad, y se les capacita “para” una actuación social de alta incidencia sobre le colectivo humano al que pertenecen. 14 El PNUMA recoge las recomendaciones que habían sido formuladas en los debates de la Conferencia de Estocolmo. Entendidas, la “educación” y la “formación” ambientales como dos posibilidades diferentes de incidir en la población mundial, éstas se desarrollarán utilizando los organismos existentes en el marco de las Naciones Unidas (UNESCO), o creando centros de formación ya extinguido CIFCA (Centro Internacional de Formación en Ciencias Ambientales), el IUCA (Instituto Universitario de Ciencias Ambientales, de la Universidad Complutense de Madrid), o, a través de Masters y Cursos de Post-grado. d) El Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) La Conferencia de Estocolmo instaba a la creación de algún programa de amplio alcance que atendiese de forma prioritaria la promoción de la educación ambiental. El punto 96 proponía: “…la Secretaría General, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, especialmente la UNESCO y los demás organismos internacionales interesados, previas las consultas y acuerdos que procedan deberían tomar las medidas necesarias para desarrollar un programa de educación ambiental, de enfoque interdisciplinario, escolar y extraescolar, que abarque todos los niveles de la educación…” Con el fin de dar cumplimiento a dicha propuesta, en el marco de la actividad educativa del PNUMA, la UNESCO, con la colaboración de diversos organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, abordó la tarea de diseñar un Programa Internacional de Educación ambiental que pudiese servir de punto de referencia para los trabajos regionales y nacionales. Objetivos del Programa - - Promover el intercambio de ideas, informaciones y experiencias, dentro del campo de la educación ambiental, entre los distintos países y regiones del mundo. Promover el desarrollo y coordinación d trabajos de investigación que tiendan a una mejor compresión de los objetivos, contenidos y métodos de la educación ambiental. Promover la elaboración y evaluación de nuevos materiales, planes de estudio, materiales didácticos y programas, en el campo de la educación ambiental. Promover el adiestramiento y actualización de personal clave para el desarrollo de la educación ambiental, como docentes, planificadores, investigadores y administradores de la educación. Proporcionara asistencia técnica a los Estados Miembros para el desarrollo de programas de educación ambiental. Se pretende llegar a definir claramente los objetivos de la educación ambiental para examinar las implicaciones educativas que, a todos los niveles, se derivan de ellos; y se planifica una labore coordinada de investigación, formación de personal docente, evaluación de proyectos, etc. El enfoque interdisciplinario La importancia de iniciar el Programa desde una perspectiva interdisciplinar se manifiesta en la composición de la Unidad de Educación Ambiental de la UNESCO, en la cual se integran profesionales del campo de las ciencias naturales, ciencias sociales y humanidades. Esta perspectiva influye en la constitución de los grupos de trabajo, que 15 marca la pauta por la que habrán de irse guiando los intentos de aproximar esta nueva dimensión del medio ambiente a las prácticas de enseñanza formal. El Primer Proyecto Trienal La planificación de actividades del PIEA se ha venido haciendo por trienios. En enero de 1975 se aprobó el primer proyecto trienal. Este incluía la realización de un Seminario Internacional, que habría de celebrarse en Belgrado y que culminase en el año 1977 con la celebración de una Conferencia Internacional que habría de evaluar los trabajos y experiencias anteriores, decantando con mayor precisión las necesidades, tendencias y alternativas para continuar la expansión de la educación ambiental en los años siguientes. El Programa incluía también la realización de una serie de proyectos piloto en diversas regiones del mundo, y de reuniones regionales para identificar los problemas que se plantean en la integración del medio ambiente en la educación, a fin de formular orientaciones básicas y estrategias de actuación que pudiesen impulsar un movimiento mundial de planificación educativa que tuviese en cuenta la necesidad de adecuar los objetivo de la educación con las necesidades ambientales de nuestro momento histórico. Uno de los primeros frutos del PIEA fue el Boletín “Contacto” (publicado inicialmente en tres idiomas: español, francés e inglés). Con una tirada de más de 10.000 ejemplares. El primer número aparecería en enero de 1976, cubriendo la misión de informar acerca de las experiencias y proyectos de personas, grupos e instituciones que, en todo el mundo, abordaban la educación ambiental en alguno de sus aspectos. Otro objetivo fue el establecimiento de una red computerizada de datos sobre personas, instituciones y actividades relacionadas con la educación ambiental. Así, el PIEA se iniciaba como un programa permanente, a través de sucesivas etapas y apoyándose las unas sobre los resultados de las otras, configurando un marco internacionales en el que los planteamientos, las experiencias prácticas y las investigaciones sobre proyectos futuros en el desarrollo de dimensiones educativas, tomasen forma a través de un proceso cooperativo entre naciones, orientadas por unidades de expertos de UNESCO/PNUMA. e) El Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado (1975) Tuvo lugar en Belgrado durante los días 13 al 22 de octubre de 1975 y fue organizado por la UNESCO, con la colaboración del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de dicha ciudad, y sirvió como plataforma de lanzamiento del Programa Internacional de Educación Ambiental. Este encuentro convocó a 96 participantes y observadores de 60 países y organismos interesados en el tema ambiental para reflexionar en común sobre los problemas del planeta y hacer un esfuerzo cooperativo en la búsqueda de un marco internacional para el desarrollo de la educación relativa al medio ambiente. Objetivos del Seminario - Examinar y discutir las tendencias y nuevas cuestiones que se plantean en educación ambiental. - Formular y discutir, sobre esta base, directrices y recomendaciones para promover la educación ambiental internacionalmente. La “Carta de Belgrado” 16 Los debates de Belgrado concluyeron con la aceptación unánime del documento conocido como “Carta de Belgrado”, en el que se insta a la humanidad a replantearse el concepto de desarrollo, y a los individuos en particular a reajustar sus propios esquemas de prioridades, dando cabida en ellos al compromiso con el medio ambiente y con el reto de la población mundial. Se fijan algunos conceptos básicos que servirán como referentes para cualquier programa educativo ambiental: - Metas ambientales: “Mejorar las relaciones ecológicas, incluyendo las del hombre con la Naturaleza y las de los hombres entre sí” - Metas de la educación ambiental: “Lograr que la población mundial tenga conciencia del medio ambiente y se interese por él y por sus problemas conexos y que cuente con los conocimientos, aptitudes, actitudes, motivaciones y deseos necesarios para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones a los problemas actuales y para prevenir los que pudieran aparecer en los sucesivo” - Objetivos de la educación ambiental: “- Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos. - Conocimientos: Ayudar a las personas y los grupos sociales a adquirir una compresión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica. - Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente, que les impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento. - Aptitudes: Ayudar a las personas y los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales. - Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales. - Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto” “Ayudar a las personas y a los grupos sociales”, es una idea de “ayudar” a que sean los otros (no los educadores) los que descubran el valor del medio ambiente. Ello supone un rechazo a los planteamientos simplemente transmisivos, ideologizantes, en los que se pretende sustituir un modo de pensamiento por otro sin contar con el proceso activo de las personas y los grupos que aprenden. Recomendaciones del Seminario - La educación ambiental en el plano internacional: Se considera necesaria una coordinación e intercambio de alcance internacional tanto a docentes, estudiantes y a la información que se produzca sobre el tema de los diversos países. - La educación ambiental en el plano regional: Se recomienda la creación de centros de alcance regional o subregional para centralizar la información y estimular el desarrollo coordinado de la educación ambiental, a través de una red de programas y proyectos piloto. 17 - La educación ambiental en los planos nacional y local: Se enfatiza la necesidad de un adecuado desarrollo legislativo que contemple las necesidades que plantea la educación ambiental, y el apoyo de los sectores educativos y de la comunidad a los programas relativos al medio ambiente, tanto escolare como extraescolares. - Investigaciones: Se recomiendan investigaciones sobre el uso de métodos y técnicas de bajo coste que permitan integrar la educación ambiental en la actividad educativa, ya desde los niveles de aprendizaje preescolar. Se estimula las posibilidades que ofrece en los ámbitos no formales y el papel que juega la información en la toma de decisiones, con la realización de estudios de casos. - Desarrollo de programas de educación ambiental: Se proponen programas interdisciplinarios, basados en la solución de problemas, que atiendan a la adquisición de actitudes, valore y habilidades que permitan relaciones positivas con el medio ambiente. Dichos programas alcanzarán a la enseñanza primaria, secundaria y superior. - Formación de personal para la educación ambiental: Se recomienda el diseño de programas específicos para educadores, así como que se integren aspectos ambientales en las actividades de formación de especialistas. También es conveniente el desarrollo de programas piloto para docentes que trabajan fuera del sistema escolar tradicional. - Desarrollo de material didáctico e informativo para la educación ambiental: Se solicita que se preparen materiales adecuados, tras una estimación de necesidades y prioridades, para los programas educativos en torno al medio ambiente, tanto rural como urbano. Además de libros, guías, audiovisuales, entre otros, se han de estimular el uso de elementos de la propia comunidad (museos, fábricas, centros comerciales, etc.). Se valora especialmente la influencia de los medio de comunicación de masas y se pide que se utilicen eficazmente. - Financiamiento de programas de educación ambiental: Se plantea la necesidad de identificar organismos nacionales e internacionales que puedan atender a la financiación de los programas, materiales, etc., necesarios para el desenvolvimiento de la educación ambiental. El fin es que todos los países tengan acceso gratuito a los mismos. - Evaluación de programas de educación ambiental: Para conseguir un alcance y coordinación internacionales, se estimula la creación de centro para la evaluación de programas, o su establecimiento en el marco de las instituciones educativas que ya existen. Ello haría posible la amplia difusión de los resultados y la formación de personal. f) La Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental de Tbilisi (1977) A partir de las reuniones de Belgrado, existía un consenso general sobre la necesidad de establecer una reflexión de alcance mundial y llegar a punto básico de acuerdo sobre los principios básico de la educación ambiental. Con tal fin, la UNESCO, junto con el PNUMA, realizó esta Conferencia Intergubernamental, en Tbilisi (Georgia, URSS) del 14 al 26 de octubre de 1977. Fue el acontecimiento más significativo en la historia de la Educación Ambiental, pues en ella se establecieron los criterios y directrices que habrían de inspirar todo el desarrollo de este movimiento educativo en las décadas siguientes. 18 Objetivos de la Conferencia Se fijaron en torno a los siguientes temas: - Principales problemas ambientales en la sociedad contemporánea. - Cometido de la educación para contribuir a resolver los problemas ambientales. - Actividades en curso a nivel nacional e internacional con miras el desarrollo de la - educación ambiental. Estrategias de desarrollo de la educación ambiental a nivel nacional. Cooperación regional e internacional con miras a fomentar la educación ambiental: necesidades y modalidades. Declaración final de la Conferencia Una vez concluidos los debates, se aprobó por consenso una Declaración conjunta: se considera que la educación ambiental “debe impartirse a personas de todas las edades, a todos los niveles, y en el marco de la educación formal y no formal” Asimismo, se debería constituir una educación permanente general que reaccionara a los cambios que se producen en el mundo. Se orientaría a preparar a los individuos y los grupos para la resolución de problemas “a través de un enfoque global, de bases éticas, enraizado en una amplia base interdisciplinaria”. La educación ambiental “ha de orientarse hacia la comunidad”, fomentando el sentido de responsabilidad de sus miembros, en un contexto de interdependencia entre las comunidades nacionales y de solidaridad entre todo el género humano. Recomendaciones de la Conferencia Agrupadas en diversos temas, se pueden sintetizar así: 1. En cuanto a la función, los objetivos y los principios rectores de la educación ambiental: - La educación ambiental cumple la función de aproximar a los individuos a la compresión de las interdependencias económicas, políticas y ecológicas del mundo moderno, y a la relación entre medio ambiente y desarrollo. - Los objetivos de la educación ambiental atienden a la información, a la toma de conciencia, al desarrollo de actitudes y aptitudes básicas para que los individuos puedan participar activa y positivamente en el medio. - La educación ambiental se guía por algunos principios rectores: considerar al medio en su totalidad, aplicar un enfoque interdisciplinar, hacer participar a los alumnos, etc. - Se recomienda a los Estados miembros que integren la educación ambiental en su política general, y al director general de la UNESCO que facilite colaboración técnica a aquellos países que la necesiten. También se recomienda a los gobiernos que realicen evaluaciones sistemáticas de las influencias de los proyectos de desarrollo sobre le medio ambiente. 2. Estrategias de desarrollo de la educación ambiental a nivel nacional: - Se insta a los Estados miembros a la creación de algún tipo de organizaciones que funciones como coordinadoras e impulsoras de actividades de educación ambiental, estimulando la investigación y los intercambios de experiencias, tanto a nivel gubernamental como de asociaciones voluntarias. 19 - Que establezcan unidades especializadas para la formación de dirigentes, elaboración de materiales didácticos y programas, así como la investigación y acuerdo sobre metodologías a aplicar en la educación ambiental. - Se estima conveniente el establecimiento de programas de formación complementaria, a profesionales, que les permitan llegar entre ellos a una comunicación interdisciplinaria para la evaluación de los problemas. - Que se considere el potencial de las universidades para desarrollar investigaciones sobre educación ambiental, y se establezca una colaboración estrecha entre las instituciones universitarias (Facultades, Departamentos, etc.), al objeto de preparar expertos en educación ambiental. Se recomienda la puesta en marcha de programas de post-grado para universitarios. - Se insta a los Estados miembros a que promuevan proyectos de investigación sobre educación ambiental e incorporen sus resultados al proceso general de enseñanza. Asimismo, deberán dotar de suficiente flexibilidad a los sistemas de educación formal para que puedan integrar la educación ambiental y asumir el enfoque interdisciplinario. - Que se incorpore la educación ambiental a los programas de estudio de las escuelas de formación de profesorado y a los cursos de reciclaje de docentes. - Se valorará el medio de trabajo como un medio natural de aprendizaje, respecto al cual han de desarrollarse actividades de educación ambiental. - Se recomienda a los Estados miembros que efectúen campañas de educación ambiental destinados a amplios sectores de la población, fomentando a tal fin el intercambio de recursos entre los organismos públicos y los privados. - Se atenderá a la formación del consumidor, por la incidencia que tienen las pautas de consumo sobre el medio ambiente. 3. Cooperación regional e internacional: -Se invita al PNUMA y a la UNESCO a que fortalezcan su colaboración como coordinadores e impulsores de la educación ambiental a nivel internacional. Se identificará la acción del Programa Internacional de Educación Ambiental, otorgando becas y ayudas para la formación de educadores, preparación de material, etc. - La UNESCO y el PNUMA deberán organizar cursos y seminarios de formación, y publicar periódicamente repertorios mundiales de organizaciones y personal que trabajan en educación ambiental. - Los resultados de las investigaciones del Programa MAB de la UNESCO han de ser tenidos en cuenta a la hora de planificar acciones de educación ambiental. - El Director General de la UNESCO apoyará el establecimiento de una red internacional que favorezca los intercambios, asesoramiento y la formación de personal en torno al tema, estimulando las investigaciones sobre objetivos, necesidades y obstáculos que condicionan el desarrollo de programas ambientales. - Las Oficinas Regionales de Educación de la UNESCO intensificarán su cooperación con las Comisiones Nacionales para el desarrollo de investigaciones, materiales, etc., que permitan la implantación de la educación ambiental de los respectivos países. - Los Estados miembros que, como objetivo de alta prioridad, adjudiquen a alguna institución que se haya mostrado competente en el campo de la educación ambiental la categoría de “Centro Nacional de Información”, a fin de acopiar y distribuir todo tipo de datos sobre material, programas e instituciones relativos al tema. - Se recomienda a los Estados miembros que establezcan sistemas de cooperación bilateral, regional e internacional, para el intercambio de investigaciones y experiencias sobre educación para el medio ambiente. 20 - Que incluyan la dimensión ambiental en todos los proyectos educativos nacionales financiados con recursos internacionales. - Se reconoce la necesidad de estimular los mecanismos de coordinación y cooperación regional en África y Asia, para lo cual se recomienda la creación de comités consultivos, centros nacionales y grupos de trabajo que se encarguen de aunar las políticas nacionales en torno a los objetivos de la educación ambiental. - Se recomienda a los Estados miembros y a la UNESCO su colaboración con la FAO, la OIT, y el PNUMA, en programas de formación de trabajadores agrícolas en materias ambientales. - Se recomienda a todo tipo de organizaciones implicadas en la educación ambiental que incremente el recurso a las ciencias sociales y humanas en sus investigaciones. 4. Recomendaciones especiales: - Se recomienda a la UNESCO, con el apoyo del PNUMA, que incorpore a los programas de educación ambiental la educación sobre el patrimonio cultural y la encaminada a mejorar los asentamientos humanos, prestando atención especial a los problemas urbanos. - Se sugiere la posibilidad de desarrollar un programa educativo bajo el título “El niño y el medo ambiente”, que de forma sistemática posibilite el contacto afectivo del niño con los elementos que conforman su entorno. Se estima que la colaboración de UNICEF sería de mayor utilidad en un proyecto de este tipo. - Se considerará la posibilidad de que UNESCO patrocine el festival anual ECOFILM, dedicado a producciones cinematográficas de tema ambiental, que fue iniciado en 1974 por la República Socialista Checoslovaca. - Se recomienda a la UNESCO, con el concurso del PNUMA, que aporte su colaboración a las asociaciones internacionales de juventud por la valiosa colaboración que representan en el desarrollo de programas ambientales. - Finalmente, se reconoce y estimula el importante papel que juegan las asociaciones voluntarias y organismos no gubernamentales, tanto a nivel local como nacional e internacional, en el desarrollo d estrategias y programas de educación ambiental. 1.4. La década de los años 80: el Congreso Internacional de Moscú y la Estrategia Internacional de Educación Ambiental a) El Congreso Internacional de Moscú (1987) - Antecedentes: El Informe Brundland En el año 1983 se constituye la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, conocida como “Comisión Brundland”, en referencia a su Presidenta, la Primera Ministra noruega Gro Harlem Brundaland. Se crea a instancias de Naciones Unidas para estudiar de forma interrelacionada los problemas ambientales que afectan al planeta en su conjunto. A tal fin, sus expertos recorren el mundo y hablan con gente de los países en vías de desarrollo, de los países ricos, etc. Su primera y más general apreciación es que los problemas ambientales deben vincularse con la economía internacional y sobre todo con los modelos de desarrollo. Esta Comisión comienza a estudiar los problemas relacionándolos entre sí y vinculándolos al contexto económico-social en que tienen lugar, con el fin de establecer 21 algunas propuestas para orientar el futuro. En 1987, publican el texto que recoge los resultados, conocido como “Informe Brundland”, bajo el título Nuestro futuro común. La aportación consiste en dejar establecidos los vínculos entre los modelos de desarrollo y la problemática ambiental y formular una propuesta de acción que, se plantea como “desarrollo sostenible”. La Comisión Brundland, entiende que el desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las formas de vida de las generaciones futuras. Ello supone tomar en cuenta el equilibrio social y ecológico como garantías de un planeta que evolucione sin poner en peligro la idea de una humanidad en armonía entre sí y con la Naturaleza. A partir de ese momento se trabaja en la incorporación de los principios del desarrollo sostenible a la Educación Ambiental. Hay que destacar dos ideas que serán básicas para interpretar la problemática ambiental desde la educación: - Necesidades. La teoría del desarrollo sostenible habla de satisfacer necesidades, en particular, satisfacer las necesidades esenciales de los más pobres, es decir, hay que otorgar prioridad en el desarrollo a aquellos que todavía no tienen cubiertos los niveles básicos d calidad de vida. - Limitaciones. Es imposible satisfacer todas las supuestas necesidades, porque existen limitaciones impuestas por la capacidad de carga d e los ecosistemas, es decir, por la cantidad de población que un determinado hábitat puede sustentar. Los sistemas humanizados, en la práctica la “capacidad de carga” está muy modificad por la tecnología, la organización social, las tasas de consumo, etc., de modo que n unos sistemas funciona el umbral demográfico en un nivel y en otros es diferente. Lo que interesa, es reconocer que la Biosfera, tiene uno límites a la hora de sustentar a una población, y que genera contaminación, ruidos, etc. Ello plantea unas necesarias cautelas, tanto en la utilización de los recursos no renovables como en la velocidad de uso de los renovables. Así, a finales de los ochenta, se sienta los principios inspiradores de una educación ambiental para el desarrollo sostenible. Se trabajará en un enfoque educativo que ayude a las persona a entender las interrelaciones globales del planeta, orientado a un compromiso de acción directa en su entorno. La idea es “pensar globalmente, actuar localmente”. - Documentos preparatorios del Congreso Los documentos preparados por la Secretaría de la UNESCO junto con la Secretaría del PNUMA, sirvieron como base para los debates, poniendo de manifiesto algunas necesidades y prioridades del desarrollo de la educación y formación ambientales. En tales documentos se examina la acción internacional en materia de educación ambiental en todos los campos y niveles educativos. Un centro de atención prioritaria a lo largo del Congreso sería la acción desarrollada por el Programa Internacional de Educación Ambiental UNESCO/PNUMA para dar cumplimiento a las recomendaciones de Tbilisi. Los documentos preparatorios aportan información sobre la extensión de los programas, métodos y materiales desarrollados en el plano internacional, destacando el papel catalizador de este Programa y sus efectos multiplicadores. También, proporcionar el intercambio de ideas acerca de cuál ha sido y debe ser la contribución de los programas científicos internacionales a este tipo de educación, a la que se origina en contextos escolares y a la que tiene lugar en los ámbitos universitarios y de modo no formal o informal. Es de destacar, la conveniencia de atender al 22 mejoramiento de las capacidades de los grupos profesionales (ingenieros, arquitectos, economistas, planificadores, administradores, juristas, etc.) que cumplen una función esencial en las decisiones y actividades. Los documentos plantean que los cursos especializados de formación (pos-grado), deberían contribuir a un componente fundamental de los programas científicos internacionales, enfatizándose la necesidad de desarrollar esta formación por vía interdisciplinaria, asociada a la investigación y a los trabajos de campo. En cuanto a la concientización del público, los documentos se refieren al importante papel que juegan los medios de comunicación y los diversos canales de formación no formales. - El Congreso Internacional Tuvo lugar en Moscú (URSS) de los días 17 al 21 de agosto de 1987. Participaron 250 Expertos en Ciencias naturales, humanas y sociales, Educación e información pública, representativos de los siguientes sectores: profesores de universidad; responsables en materia de educación y medio ambiente; investigadores y planificadores en educación, etc. Los fines de la reunión se encaminaban a definir las líneas directrices de la educación ambiental para la década de los noventa, a través del planteamiento de una Estrategia Internacional de Educación Ambiental. Se acordó declarar la década de los noventa como “década mundial para la educación ambiental”, estableciendo que los programas deben dar énfasis a las relaciones entre la humanidad y la biosfera, en sus manifestaciones económicas, sociales, políticas y ecológicas. - Conclusiones del Congreso: la Estrategia Internacional de Educación Ambiental Entre las Conclusiones se encuentra la afirmación de que “no es posible definir las finalidades de la Educación Ambiental sin tener en cuenta las realidades económicas, sociales y ecológicas de cada sociedad y los objetivos que ésta se haya fijado para su desarrollo”. Asimismo, se alude a la formación ambiental de los decisores y gestores como un elemento de capital importancia en las políticas y acciones a emprender, priorizando el fortalecimiento cuantitativo y cualitativo de los recursos humanos de los países en vías de desarrollo. El más significativo de los resultados es el planteamiento de los elementos para una Estrategia Internacional de acción en materia de educación y formación ambiéntales para el decenio de 1990. Los documentos si dividen en tres capítulos: - Se ofrece una síntesis de los principales problemas actuales del medio ambiente y se esbozan los objetivos posibles de una estrategia internacional de acción, en esta materia. - Se presenta de manera sintética, los principios y las características esenciales de la educación y la formación ambientales, en los últimos 10 años, útiles para la elaboración y la aplicación de la estrategia. - Constituye la parte esencial del documento, presentando algunos elementos específicos para la acción internacional en la materia. La Estrategia se concreta en 9 secciones, cada una de ellas referida a un ámbito de acción. Las secciones se inician con una referencia a las recomendaciones de la 23 Conferencia de Tbilisi y un examen de la situación. Después, plantea un objetivo central para la acción y posibles actividades, (MOPU, 1989): 1. El acceso a la información: Objetivo: fortalecimiento del sistema internacional de información y de intercambio de datos y experiencias del Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA). 2. Investigación y experimentación: Objetivo: fortalecimiento de la investigación y experimentación de contenidos, métodos educacionales, estrategias de organización y transmisión de mensajes para la educación y formación ambiental. 3. Programas educacionales y materiales didácticos: Objetivo: fomento de la educación ambiental mediante la elaboración de programas de estudio y materiales didácticos para la enseñanza general. 4. Formación del personal: Objetivo: promoción de la formación inicial y de la capacitación del personal encargado de la educación ambiental escolar y extraescolar. 5. Enseñanza técnica y profesional: Objetivo: integración de la dimensión relativa al medio ambiente en la enseñanza técnica y profesional. 6. Educación e información del público: Objetivo: intensificación de la educación y la información del público en cuestiones ambientales, mediante la utilización de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de comunicación e información. 7. Enseñanza universitaria general: Objetivo: fortalecimiento de la integración de la dimensión ambiental en la enseñanza general universitaria, mediante el desarrollo de los recursos educativos y de la formación, así como con la creación de mecanismos institucionales apropiados. 8. Formación de especialistas: Objetivo: fomento de una formación científica y técnica especializada en materia del medio ambiente. 9. Cooperación internacional y regional: Objetivo: desarrollo de la educación ambiental mediante una cooperación coherente a nivel internacional y regional. 1.5. La década de los años 90. La Cumbre de Río (1992) y el Programa 21. El Foro Global sobre Medio Ambiente y Desarrollo. La Conferencia Internacional de Tesalónica (1997) Entramos en esta década con una crisis ambiental profunda. Una etapa de deforestación generalizada, cambio climático, etc., junto con grande hambrunas, guerras de enorme contenido ambiental, migraciones y desequilibrios demográficos. También, de acentúan los desequilibrios entre Norte y Sur, y en el sino de las propias comunidades industrializadas. Europa tiene cincuenta millones de pobres. EE.UU. treinta y cinco millones. En los dos casos, se trata de personas que constituyen ese Cuarto Mundo “incrustado” en las sociedades ricas, que da testimonio de un crecimiento económico desequilibrado. Planteada la necesidad de una reflexión colectiva sobre las relaciones desarrollomedio ambiente, comienzan los trabajos preparatorios para el ECO-92, el mayor encuentro de personas de toda índole interesadas por cuestiones ambientales, que tuvo 24 lugar en Río de Janeiro (Brasil) en junio de 1992. El ECO-92 se compuso de dos foros de trabajo: Cumbre de la Tierra: un encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno procedentes de países de todo el planeta. Foro Global: ámbito para el debate de la sociedad civil, con más de 15.000 personas de diferentes movimientos de base. Los encuentros de Río estuvieron presididos por una idea de Albert Einstein: “Que la imaginación, en momentos de crisis, pueda ser más importante que el conocimiento”. Con esta reflexión se reconocía uno de los grandes problemas de nuestro tiempo: tenemos mucho conocimiento acumulado, pero nos faltan, nos han faltado, los criterios éticos, la solidaridad y la creatividad necesarias para orientar correctamente el uso de ese conocimiento. a) La Cumbre de la Tierra Es el nombre abreviado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en el mes de junio de 1992. Reunión a representante gubernamentales de 160 países, y fue el mayor encuentro de Jefes de Estado después de Yalta. Se platea por primera vez, a nivel internacional, la necesidad de alcanzar una política ambiental integrada y de desarrollo. Una política que toma en cuenta a las generaciones presentes y futuras. Actuó como Secretario de la Conferencia Maurice Strong. La finalidad se concretaba en el esfuerzo por integrar el desarrollo y la protección ambiental, dando prioridad a ambos en el proceso de adopción de decisiones económicas de las esferas gubernamentales, industriales y nacionales. Entre las consideraciones se pusieron de relieve los vínculos entre el desarrollo y el medio ambiente, y la necesidad de adoptar modelos y procesos de desarrollo sostenible. Los países en vías de desarrollo defendieron la necesidad de recibir ayudas financieras y tecnológicas para poder integrar la dimensión ambiental en sus políticas de desarrollo y participar plenamente en la cooperación ambiental internacional. M. STRONG recoge la idea de que los países en desarrollo consideran que las causas principales de sus problemas ambientales son la pobreza y el subdesarrollo, y que en un proceso de transición hacia el desarrollo sostenible las condiciones del momento imponen desventajas específicas a los pobres. Los países ricos, necesitan de cambio en comportamiento económico, estilos de vida y en la gestión de los procesos de desarrollo, afirmando que “es insostenible el modelo de desarrollo que ha producido los estilos de vida en el mundo industrializado y en la minoría privilegiada de los países en desarrollo”. La transición hacia la sostenibilidad debe depender principalmente, de que se faciliten los incentivos necesarios para alcanzar el cambio, en vez de confiar en las medidas normativas. Otro tema que plantea STRONG, es el del necesario desenvolvimiento de las capacidades de los países pobres, afirmando que el mejoramiento de la fuerza de los mismos y la reducción de su vulnerabilidad requisen que se aumente un tanto el apoyo que se presta para el desarrollo de sus recursos humanos y de sus capacidades institucionales correspondientes, sobre todo en los campos de la ciencia, la tecnología, la administración y las aptitudes profesionales. Como vías para la transición hacia la sostenibilidad, STRONG propone que los países en vías de desarrollo deberían invertir la salida de los recursos y se examinen los 25 gastos hacia fines militares, los modelos de exhibición, la fuga de capitales y la administración nacional de los recursos. b) La Declaración de Río Los resultados de esta reunión de Jefes de Estado y de Gobierno se concretan en la Declaración de Río, que tiene 27 principios interrelacionados donde se establecen criterios para el desarrollo sostenible y se fijan responsabilidades individuales y colectivas. Dicha Declaración (MOPT, 1993) es un documento de recomendaciones, no vinculante para los Gobiernos de los países que lo firman. Su objetivo es “establecer una alianza mundial nueva y equitativa” creando nuevas cooperaciones entre los Estados, los sectores-clave de las sociedades y las personas, procurando alcanzar acuerdo internacionales donde respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de desarrollo mundial. El principio número 10 hace referencia a la educación ambiental. c) Los Acuerdos entre países - Convenio sobre la Diversidad Biológica Entró en vigor el 29 de diciembre de 1993 y fue ratificado por más de 160 países. Proporciona por primera vez un marco jurídico aceptado internacionalmente para la preservación y utilización sostenible de la diversidad biológica. Se desarrolla en 42 artículos y se basa en la consciencia de las partes firmantes sobre el valor intrínseco de la diversidad biológica y de los valores ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos de la diversidad biológica y sus componentes. Sus objetivos, establecido en el artículo 1, se concretan así: “la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como mediante una financiación apropiada”. (MOPT, 1992). El artículo 13 se refiere a la educación y conciencia pública, estableciendo la necesidad de que se promueva y fomente la comprensión de la importancia de la diversidad biológica y se su conservación, a través de programas de educación y sensibilización del público e incluyendo estos temas en los programas educativos de carácter general. - Convención Marco sobre el Cambio Climático Entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ratificada por más de 160 países. Se plantea como meta las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que evite impactos humanos peligrosos para el sistema climático. Se plantea una serie de principios y compromisos que, recogidos en 26 artículos, emplazan a los países firmantes a identificar políticas y prácticas que generen tales emisiones y, consecuentemente, a tomar medidas de modificación y ajuste de las mismas, en un contexto de cooperación científica y tecnológica que permita la observación sistemática y el establecimiento de datos fiables relativos al sistema climático en su conjunto. 26 Su objetivo central queda recogido en el artículo 2, y es “lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. El nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”. (MOP, 1992). El artículo 4-i, que se desarrolla en el artículo 6, hace referencia a la educación, formación y sensibilización del gran público, estableciendo que los países firmantes promoverán la elaboración y aplicación de programas y materiales educativos sobre este tema, y su difusión generalizada. - Convención sobre la Desertificación El 17 de junio de 1994, el Comité Intergubernamental de Negociación adoptó la Convención Internacional de lucha contra la Desertificación, en su quinta reunión, que tuvo lugar en la sede de la UNESCO en París. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó que en esta fecha se conmemorará cada año el Día Mundial de lucha contra la Desertificación y la Sequía. Más de 100 países han suscrito dicha Convención, que entró en vigor el 26 de diciembre de 1996, una vez recibidas las 50 ratificaciones necesarias, según se estipula en su artículo 50. El objetivo principal es luchar contra la desedificación y mitigar los efectos de la sequía en los países y regiones afectados por sequía grave o desertificación, en particular África, mediante la adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas en acuerdos de cooperación y asociaciones internacionales, en el marco de un enfoque integrado acorde con el Programa 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas. La consecución de este objetivo exigirá la aplicación de estrategias integradas a largo plazo en las áreas afectadas, que se centren simultáneamente en el aumento de la productividad de las tierras, la rehabilitación, la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos del suelo y los recursos hídricos, todo ello con miras a mejorar las condiciones de vida de las poblaciones que sufren este problema. En su artículo 5, las partes firmantes se comprometen a promover la sensibilización y facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y los jóvenes. El artículo 19 reconoce la importancia de la capacitación y la educación, a todos los niveles, para combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía. - El Programa 21 Este es un verdadero programa de acción que plantea medidas para la cooperación internacional en este campo, la conservación y gestión de los recursos para el desarrollo y el fortalecimiento del papel de los grupos principales implicados, así como ofrecer directrices sobre los medios de ejecución, asignación de recursos financieros, científicos, tecnológicos, etc. Se estructura en cuatro secciones: Sección I. Dimensiones sociales y económicas: - Cooperación internacional para acelerar el desarrollo sostenible de los países en desarrollo y políticas internas conexas. - Lucha contra la pobreza. 27 - Evolución de las modalidades de consumo. Dinámica demográfica y sostenibilidad. Protección y fomento de la salud humana. Fomento del desarrollo sostenible de los recursos humanos. Integración del medio ambiente y el desarrollo en la adopción de decisiones. Sección II. Conservación y gestión de los recursos para el desarrollo: - Protección de la atmósfera. - Enfoque integrado de la planificación y la ordenación de los recursos de tierra. - Lucha contra la deforestación. - Ordenación de los ecosistemas frágiles: lucha contra la desertificación y la sequía. - Ordenación de los ecosistemas frágiles: desarrollo sostenible de las zonas de montaña. - Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenible. - Conservación de la diversidad biológica. - Gestión ecológicamente racional de la biotecnología. - Protección de los océanos y de los mares de todo tipo, incluidos los mares cerrados y semicerrados, y de las zonas costeras, y protección, utilización racional y desarrollo de sus recursos vivos. - Protección de la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce: aplicación de criterios integrados para el aprovechamiento, ordenación y uso de los recursos de agua dulce. - Gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos, incluida la prevención del tráfico internacional ilícito de productos tóxicos y peligrosos. - Gestión ecológicamente racional de los desechos peligrosos, incluida la prevención del tráfico internacional ilícito de desechos peligrosos. - Gestión ecológicamente racional de los desechos sólidos y cuestiones relacionadas con las aguas residuales. - Gestión inocua y ecológicamente racional de los desechos radiactivos. Sección III. Fortalecimiento del papel de los grupos principales: - Medidas mundiales a favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo. - La infancia y la juventud en el desarrollo sostenible. - Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades. - Fortalecimiento del papel de las organizaciones no gubernamentales asociadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible. - Iniciativas de las autoridades locales en apoyo del Programa 21. - Fortalecimiento del papel de los trabajadores y sus sindicatos. - Fortalecimiento del papel del comercio y la industria. - La comunidad científica y tecnológica. - Fortalecimiento del papel de los agricultores. Sección IV. Medios de ejecución: - Recursos y mecanismos de financiación. - Transferencia de tecnología ecológicamente racional, cooperación y aumento de la capacidad. - La ciencia para el desarrollo sostenible. 28 - Fomento de la educación, la capacitación y la toma de conciencia. Mecanismos nacionales y cooperación internacional para aumentar la capacidad nacional en los países en desarrollo. Arreglos institucionales internacionales. Instrumentos y mecanismos jurídicos internacionales. Información para la adopción de decisiones. Merece ser destacado el Capítulo 36, que se refiere al fomento de la educación, la capacitación y la toma de conciencia. El capítulo se centra en tres áreas de interés: la reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible; el aumento de la conciencia del público y el fomento de la capacitación. En este documento se pone el énfasis en la formación de los adultos, desde la consciencia de que so las personas que están tomando decisiones como consumidores, gestores, etc. Las que con mayor urgencia necesitan de una educación y formación ambientales. Sin abandonar los objetivos escolares, la educación ambiental va configurándose cada vez más como educación permanente. e) El Foro Global La ECO-92 no fue sólo una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno. Río celebró, al mismo tiempo, el Foro Global denominado “Cumbre paralela”, en el que la sociedad civil, representada por más de 15.000 personas de todo el mundo, debatió los problemas ambientales y sus alternativas, como el nuclear, que estaban quedando olvidados. El Foro se concentraba en usar la imaginación, unida al rigor científico, para vislumbrar alternativas a los problemas existentes. Por eso los 32 Tratados que allí se firmaron tienen un gran valor prospectivo, como orientadores de un futuro. En ese Foro una de las grandes reuniones celebradas fue la Jornada Internacional de Educación Ambiental, que tuvo lugar del 1 al 14 de junio. En ella se trataba de enfocar y llevar adelante, desde la educación ambiental, problemáticas que se estaban viviendo como consecuencia de los desequilibrios económicos y sociales; realidades casi siempre vinculadas a la pobreza, la dependencia tecnológica y económica, la pérdida de autosuficiencia, etc. f) El Tratado de Educación Ambiental para sociedades sustentables y responsabilidad global Es uno de los 32 documentos suscritos en el Foro Global. El Tratado muestra el compromiso de la sociedad civil con el cambio y plantea la exigencia de que los gobiernos cambien sus políticas de desarrollo y atención al medio ambiente. El valor de estos planteamientos radica en que el Tratado está hecho por los ciudadanos/as que sufren los problemas ambientales. Los dos grandes principios que regirán todo el documento son: el desarrollo sostenible y la responsabilidad global. Su contenido nos muestra como, al lado de aspectos ecológico (defensa de la biodiversidad o resaltar los fenómenos de interdependencia que se dan en los procesos naturales) se destacan aspectos éticos y sociales muy importantes. Se dice que “es inherente a la crisis la no participación de la casi totalidad de los individuos en la construcción de su futuro”. Se habla también de que es necesario desarrollar una conciencia ética sobre todas la formas de vida del planeta. Se refiere a “todas las formas de vida” (no sólo la vida humana) y que se utiliza la expresión “compartir”, muy lejana a la idea de dominara la tierra. 29 En el plano cultural, se insiste en la necesidad de favorecer, al mismo tiempo la diversidad eclógica, la diversidad cultural y la diversidad lingüística. Propone que se estimule la interacción entre las culturas. Consecuentemente, se dice que la EA debe “ayudara a modificar los enfoques etnocéntrico”, dando la voz de alarma sobre ese etnocentrismo que, explícito o implícito, se encuentra en la base de tantos intercambios Norte-Sur, incluso de los educativos. Se discutió el problema de la propiedad intelectual de muchas patentes. Dice el Tratado que “el conocimiento es diversificado, acumulado y producido socialmente. Esta concepción del conocimiento como construcción social es una idea importantísima, que choca con los esquemas asumidos en nuestra cultura occidental. Es una idea que reta a los educadores y que sería útil rescatar y utilizar desde la enseñanza: la escuela podría conseguir que el conocimiento fuese una conquista individual y una construcción colectiva, compartiendo problemas desde su planteamiento hasta su solución como situaciones que afectan al grupo en su conjunto y que el grupo, como tal, puede y debe afrontar. Se habla también de trabajar desde una perspectiva sistémica en el análisis e interpretación de los problemas. Igualmente, se plantea la necesidad de abordar el estudio de las cuestiones ambientales a través de procesos interdisciplinarios. Del mismo modo, si insta a los educadores ambientales a trabajar sobre conflictos, a través de situaciones conflictivas reales, implicarse personal y afectivamente en la resolución de problemas y el cambio de conductas. Destaca la palabra “transformación” para referirse a los necesarios cambios que habrán de operarse en los sistemas sociales y económicos a fin de aproximarnos a modelos de desarrollo más sostenibles. Esta expresión no habla de corregir, sino de la necesidad de transformar las sociedades actuales hacia otros modelos de convivencia basados en la equidad y el equilibrio eclógico. Y para ello se considera que la EA debe tener como base el pensamiento crítico e innovador. El concepto de “equidad” conviene tenerlo muy presente en el trabajo educativoambiental. Se recomienda que se estimule la equidad, que es algo distinto de igualdad. Sería interesante, aplicar este criterio de equidad estimulando y valorando los logros de cada alumna/o de forma personalizada, desde su propia situación y necesidades, abandonando el igualitarismo que siempre perjudica a los más débiles. Para llevar a sus últimas consecuencias estos planteamientos, se acepta y se explica que “la educación ambiental no es neutra”, sino que requiere de una cosmovisión, de un modelo del mundo y, de un modelo educativo innovador y transformador. En esta línea, el Tratado afirma que “la educación ambiental es un acto político, basado en valores, para la transformación social”. Es preciso seguir trabajando en programas que impulsen la toma de decisiones, la participación activa de la ciudadanía en el control y en la gestión de los recursos comunitarios. g) La Conferencia Internacional sobre Medio Ambiente y Sociedad: Educación y conciencia pública para la sostenibilidad (1997) Dicha Conferencia tuvo lugar en Tesalónica (Grecia) durante los días 8 al 12 de diciembre de 1997, organizada por la UNESCO y el Gobierno de Grecia. Reunió a 1.200 expertos de 84 países. Se celebró al cumplirse los 20 años de la Conferencia de Tbilisi y 5 años después de la Conferencia de Río. Las expectativas se centraban en el valor de los debates, las conclusiones para la comunidad científica y profesional y en la posibilidad de aportar los resultados de la Conferencia a la Comisión de Desarrollo Sostenible (CSD). 30 El trabajo se desarrolló a través de tres áreas de actividades simultáneas: Un Foro temático de debate. Un Foro de prácticas innovadoras. Diversos Seminarios sobre cuestione específicas. Objetivos de la Conferencia - Poner de manifiesto el papel decisivo de la educación y de la conciencia pública en la consecución de la sostenibilidad. - Considerar la importante contribución que, a estos fines, ofrece la Educación Ambiental. - Movilizar la acción en este campo a escala internacional, nacional y local. - Facilitar elementos de apoyo al posterior desarrollo del Programa de trabajo de la Comisión de Desarrollo Sostenible (CSD) de Naciones Unidas. La Declaración de Tesalónica Una vez concluidas las actividades, se aprobó una Declaración conjunta con los siguientes elementos: - Se considera que la orientación hacia un futuro sostenible requiere un eficaz trabajo de coordinación e integración de esfuerzos en distintos sectores clave, así como un cambio rápido y radical en los comportamientos y modos de vida, incluyendo los modelos de producción y consumo. - A tal fin, se reconoce el valor de la educación como un medio indispensable para conseguir que las personas de todo el mundo puedan controlara sus destinos y ejercer sus opciones personales y responsabilidades aprendiendo a lo largo de la vida, sin fronteras geográficas, políticas, culturales, religiosas, lingüísticas o de género. - La Educación Ambiental es reconocida como una educación para la sostenibilidad, tanto por su desarrollo conceptual en el marco de las recomendaciones de Tbilisi como por su posterior evolución, en la cual han ido abordando las grandes cuestiones incluidas en la Agenda 21. - La traducción de los principios de sostenibilidad a la acción práctica ha de verificarse tomando en cuenta los contextos locales, regionales o nacionales. La reorientación educativa general demandada por le Capítulo 36 de la Agenda 21 en este sentido no puede seer desarrollada por la comunidad educativa en solitario, sino que es una tarea global, que concierne a toda la sociedad. Conclusiones de la Conferencia Foro temático de debate: Se dedicó a tratar 6 cuestiones básicas: I Cuestión: Educar para un futuro sostenible: el consenso internacional como impulso para la acción. Se destaca la interdisciplinariedad para la educación sostenible. También un planteamiento intersectorial que implique a todos los agentes sociales. Para ello es imprescindible la cooperación y coordinación de esfuerzos y competencias. II Cuestión: Reorientar la educación formal hacia la sostenibilidad. Esto requiere que los programas de estudio se diseñen y planifiquen con un enfoque global, integrando los aspectos ecológicos con los socio-culturales y los éticos. Para conseguirlo, es necesario dedicar mayor esfuerzo a la formación del profesorado y de los formadores del profesorado. Se atenderá a la educación superior, primaria, formal, no formal e informal. 31 III Cuestión: Comprensión y conciencia pública Conviene captar la atención del público en general sobre el concepto de desarrollo sostenible. La información al respecto debe ser comprensible y estar estrechamente relacionada con las necesidades e intereses locales de los distintos grupos sociales. Donde la atención de las personas se centre sobre el desarrollo económico, es importante poner de relieve otras dimensiones del desarrollo, subrayando las relaciones que existen entre la sostenibilidad y las ideas de cooperación, mitigación de la pobreza, equidad social, papel de la mujer, la juventud y otros grupos. IV Cuestión: Cambio hacia modos de vida sostenibles, en las pautas de producción y consumo. Muchas personas piensan que los problemas relacionados con la sostenibilidad son causa de la conducta de otros y no de la suya. Es necesario que la gente comprenda cómo la conducta individual contribuye a la creación de problemas y también a su solución. Los gobiernos se enfrentan al reto de utilizar la fiscalidad y la regulación jurídica para fomentar el cambio, tomando medidas que apoyen los modelos de vida sostenibles. Las estrategias de comunicación son decisivas. Necesitamos “educar tanto el corazón como la razón”. Se trata de la ética, la equidad social y el conocimiento científico, integrando estos nuevos principios en la cultura educativa. V Cuestión: Invertir en educación: contribuir a un futuro sostenible. Debe alentarse a los gobiernos, instituciones internacionales, regionales, nacionales y a los sectores productivos, a movilizar nuevos recursos y aumentar la inversión en educación. Se aconseja la creación de un Fondo independiente, dedicado a fomentara la educación para la sostenibilidad, que recibirá aportaciones del público, la empresas y los gobiernos. VI Cuestión: Ética, cultura y equidad para el logro de modelos sostenibles Se impone el reconocimiento del valor y del enorme potencial de los saberes que mantienen las poblaciones indígenas, que ofrecen numerosos ejemplos de equilibrio entre los sistemas humanos y natural. La ética, la cultura y la equidad son inseparables en todos los contextos. Existe cierto riesgo en el modo en que la información sobe problemas ambientales llega al público. Se plantea la cuestión de la eticidad de la información “procesada”. - Foro de prácticas innovadoras: Se desarrolló de modo paralelo al Foro temático de debate, en un intento de otorgar especial notoriedad e importancia, dentro de la Conferencia, a los ejemplos de lo que se estaba haciendo en distintos países en programas educativo-ambientales orientados hacia la sostenibilidad. Se presentaron, 17 prácticas innovadoras, en diferentes campos: - Seminarios: En el marco de la Conferencia se celebraron distintos Seminarios sobre cuestiones específicas, relativos a las siguientes áreas: - Redes comunitarias y acción local. - Principios éticos y conceptuales. - Ciencia natural, conservación y educación. 32 - Investigación en Educación Ambiental y relaciones entre países. Turismo. Formación del profesorado. Educación de adultos. Entre los Seminarios desarrollados tuvo lugar el promovido por la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental de España, radicada en la UNED, sobre el tema Las relaciones España-América Latina en materia d educación Ambiental para un futuro sostenible, cuyo objetivo fue examinar las relaciones de cooperación entre estos ámbitos geográficos y culturales. Las conclusiones plantearon la necesidad de sensibilizar y capacitar a los individuos y a los grupos para la gestión de conflictos y la toma de decisiones. El reto se concibe como una tarea científica y un trabajo en valores. También se destacó la cooperación internacional en Programas de Educación Ambiental de nivel universitario, de post-grado, destinados a la formación ambiental de los decisores. Tales programas se vienen ejecutando a través de nexos entre las Universidades, las Empresas y las Administraciones públicas, en la búsqueda de una mejor cualificación ambiental de los profesionales que gestionan los recursos para la sostenibilidad. En niveles de enseñanzas no universitarias y en las Organizaciones no Gubernamentales existen Programas específicos de cooperación transnacional que implican a los estudiantes y a toda la sociedad civil en la participación para la resolución de problemas ambientales. Como Propuestas del Seminario se puede destacar: - El necesario fortalecimiento de la cooperación internacional mediante Redes de intercambio de recursos humanos científicos y tecnológicos. - El especial interés y urgencia por incrementar y reforzar los mecanismos de cooperación interna que, en el ámbito de cada país o región, permitan anticuar e integrar las actividades de Educación Ambiental para un futuro sostenible que desarrollan las distintas instituciones y organizaciones sociales, potenciando la permeabilidad entre los diferentes estamentos o niveles de trabajo. 33 1.6. Iniciando la década del 2000: los resultados de Río de Janeiro. La Agenda 21. La Declaración del Milenio (2000). La Cumbre de Johannesburgo (2002). La Carta de la Tierra. Antecedentes: los resultados de Río de Janeiro No es posible hablar de la década del 2000 sin hacer una visión retrospectiva hacia el período anterior, en el cual se produjeron algunos hechor relevantes de gran incidencia sobre la crisis ambiental. También porque la década de los noventa estuvo marcada por las promesas de Río 92 y parece pertinente examinar su grado de cumplimiento y el modo en que los gobiernos fueron asumiendo sus compromisos ambientales. Río 92 había sido, en efecto, una gran ocasión para el medio ambiente. Por fin los problemas del desarrollo y las cuestiones ecológicas habían sido tratados conjuntamente, y los discursos y promesas de los altos mandatarios allí reunidos parecían presagiar mejores tiempos para el planeta. El Programa 21, más conocido después como “Agenda 21 global”, nacía como instrumento inspirador de lo que, en adelante, serían las Agendas 21 locales, que habrían de dar ocasión a los poderes municipales y a los ciudadanos para participar activamente en estrategias de sostenibilidad aplicadas a sus propios entornos. Pronto, sin embargo, se hizo evidente el rechazo de varios países a la ratificación de algunos de los Convenios allí planteados, lo que hizo comprender a la comunidad mundial que el camino para su cumplimiento no sería nada fácil. Y, en efecto, los problemas ambientales planteados en Río (pobreza de una gran parte de la población mundial, pérdida de biodiversidad, cambio climático, desertificación…) siguen sin resolverse, e incluso, en determinados casos, se han agravado cuando comienza la década del 2000. Algunos hechos relevantes han contribuido a ello. Uno de los más destacados es, a nuestro juicio, la aprobación del Tratado Mundial del Comercio en el año 1995 (en sustitución de los Acuerdos del GATT), con el objetivo de estimular el libre intercambio de bienes y servicios. La Organización Mundial del Comercio (OMC) rige, desde entonces, las cuestiones económicas mundiales, desde planteamientos neoliberales que han agudizado la histórica prioridad de los intereses económicos de las empresas transnacionales sobre las necesidades de los seres humanos, especialmente de los más pobres. Entre sus objetivos está promover la privatización de los servicios públicos básicos (agua, electricidad, transporte…) en un marco internacional de máxima liberalización de la economía. En manos de la OMC, durante los últimos años se ha acelerado peligrosamente la constitución del mundo como un gran mercado, no como la sociedad planetaria equitativa que soñamos quienes asistimos a Río 92. Los intereses mercantiles y financieros tienen mayor peso, en el contexto económico mundial, que las necesidades ambientales y sociales de la mayoría. La globalización económica se ha impuesto a otras globalizaciones posibles (como la globalización de la solidaridad) y amenaza con convertir el mundo en un espacio de desigualdades y no de oportunidades. En consecuencia, parece posible afirmar que, globalmente, las esperanzas y promesas de la Cumbre de Río no se han cumplido sino que, incluso, la pobreza y las desigualdades han aumentado en algunas áreas del planeta, mientras que el consumo de recursos naturales sigue sin ser frenado. Pero no todo ha sido negativo en el curso de la pasada década. En Río se inició una etapa de florecimiento de organizaciones no gubernamentales para la defensa del medio ambiente que, a lo largo de los años, no ha parado de crecer. Además, la identificación de la pobreza como un contexto de insostenibilidad y un problema ambiental de primera magnitud ha hecho que los movimientos ecologistas se aliasen con las organizaciones que trabajan a favor del desarrollo y de los derechos humanos, con los movimientos de mujeres y, en general, con todos aquellos grupos organizados que plantean un cambio de paradigmas global para la gestión del planeta. 1 Algunas organizaciones internacionales han llegado, incluso a lograr situarse como observadoras en foros relevantes en los que los gobiernos toman decisiones colegiadas. Esta experiencia las llevaría más tarde a organizar su propio Foro Alternativo (Porto Alegre 2001 y ss.) en el que, a través de procesos abiertos de debate y elaboración de propuestas, se ha ido coordinando la implantación de proyectos verdaderamente sostenibles en muy diversas partes del mundo, si bien, por el momento, se trata de experiencias de alcance local cuyo principal valor es el de demostrar que otro modelo de desarrollo es posible. De modo que, en esa década de los 90, y seguramente muy influidos por lo que fue el Foro Global de Río 92, los movimientos ambientalistas y sociales han experimentado un crecimiento y una mejora cualitativa de su organización que, gracias a los avances de Internet, les han permitido crear verdaderas redes de resistencia pacífica y de acción alternativa a favor de un mundo más equilibrado ecológicamente y socialmente más equitativo. En cuanto a la acción de los gobernantes, desde luego no puede ser enjuiciada globalmente. Algunos países y gobiernos han intentado con más éxito que otros llevar a cabo políticas de sostenibilidad pero, en el mejor de los casos, han tropezado con la pérdida de soberanía económica que plantea la sociedad de la globalización y la consecuente imposición de directrices nacidas en el mercado internacional. Sin embargo, los poderes locales se han mostrado como ámbitos mucho más adecuados para trasladar a sus políticas principios de sostenibilidad. Y es ahí, en lo local, donde seguramente se pueden señalar los mejores resultados de lo que fue Río 92, a través de la puesta en marcha de las Agendas 21. a) La Agenda 21 local: su implementación práctica Ya en el apartado anterior, dedicado a la década de los 90, hicimos un amplio recorrido por los principios y contenidos del <<Programa 21>> como un programa de acción. Ahora sólo nos queda constatar que las <<Agendas 21>> nacidas al calor de estas indicaciones han proliferado a lo largo y ancho del planeta. En la actualidad, están en marcha más de 3.000 Agendas Locales 21, en ciudades de todo el mundo. Ellas están mostrando las posibilidades de la descentralización para gestionar adecuada y ambientalmente los recursos del planeta. Un ejemplo lo tenemos en las iniciativas locales nacidas para cooperar en el control del cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Los gobiernos locales que toman parte en la campaña <<Ciudades para la protección del clima>> ha hecho posible ya una reducción de un 8% en estas emisiones y, sobre todo, están mostrado fórmulas y vías de actuación para conciliar la calidad de vida con el cuidado del medio ambiente. b) La Declaración del Milenio La década del 2000 se inicia, en un marco global como el que hemos descrito, alertada por Naciones Unidas acerca de los valores y principios que deberían regir a la comunidad mundial y, entre ellos, se concede especial importancia al desarrollo y la erradicación de la pobreza y a la protección del ambiente. La Declaración del Milenio, aprobada por la Asamblea General del 8 de septiembre del año 2000, especifica, así, la necesidad de que los beneficios de la globalización se distribuyan de forma <<incluyente y equitativa>> y llama la atención sobre la necesidad de actuar con prudencia en la gestión de los recursos naturales, conforme a los preceptos del desarrollo sostenible. El apartado III, centrado en el desarrollo y la erradicación de la pobreza, plantea el empeño de la sociedad mundial por liberar a más de 1.000 millones de seres humanos de las condiciones deshumanizadoras de pobreza extrema en que viven. Asimismo, se pone especial énfasis en la atención a las necesidades de los países menos adelantados y a la urgencia de aliviar su deuda externa. 2 Entre las decisiones, se plantea la de reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar diario y el de las personas que padezcan hambre. Igualmente, para esa misma fecha, reducir a la mitad el porcentaje de personas que carezcan de acceso a agua potable o que no puedan costearlo. Otra de las decisiones plantea <<velar por que, para ese mismo año, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria y porque tanto las niñas como los niños tengan igual acceso a todos los niveles de la enseñanza>>. El capítulo IV se dedica a la <<protección de nuestro entorno común>> y plantea, entre otras, las siguientes cuestiones: <<Liberar a toda la humanidad, y ante todo a nuestros hijos y nietos, de la amenaza de vivir en un planeta irremediablemente dañado por las actividades del hombre>>, lo que requiere, de inmediato, <<adoptar una nueva ética de conservación>> y tomar medidas concretas para la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto, para el desarrollo sostenible de los bosques, la aplicación del Convenio sobre la Diversidad Biológica y de la Convención de las NN.UU. de lucha contra la desertificación. Se plantea, igualmente, la necesidad de <<poner fin a la explotación insostenible de los recursos hídricos>>, y la intensificación de políticas cooperativas para los casos de desastres naturales y provocados por el hombre, así como la garantía de libre acceso a la información sobre la secuencia del genoma humano. Es importante detenerse a considerar estas declaraciones porque algunas de ellas servirán de base para los acuerdos que, dos años más tarde, tendrán lugar en Johannesburgo. c) La Cumbre de Johannesburgo Durante los días 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002, representantes de los gobiernos del mundo (191 países), de la actividad empresarial, y miles de representantes de grupos ecologistas y sociales se dieron cita en la Cumbre de Johannesburgo (Suráfrica) con el fin de observar los avances y retrocesos sufridos por la humanidad, en el plano ambiental, desde la Cumbre de Río, y plantear las directrices para la próxima etapa. Las expectativas de unos y otros no siempre venían a ser coincidentes. Para la mayoría de los gobiernos y grupos empresariales, lo que se dirimía en Johannesburgo era un problema de buenas prácticas, de gestión eficiente, de correctivos al sistema. Para los representantes de las ONG,s el reto era hacer visible una visión del desarrollo sostenible, que implica un verdadero cambio de paradigma, una reorientación en las prioridades, en la forma de producir y en los intercambios comerciales, así como en los modelos de conducta de los consumidores, en especial de los del Norte rico del planeta. Los más de 30.000 delegados oficiales y representantes de la sociedad civil que asistieron a Johannesburgo tomaron como suyos algunos de los objetivos de la Declaración del Milenio, como el de reducir a la mitad el número de personas pobres para el año 2015. Las organizaciones ecológicas y sociales asistieron a esta Cumbre mejor organizadas y más cohesionadas de lo que lo habían hecho en Río, capacitadas para mostrar a los gobiernos y a las empresas que existe una voluntad colectiva de caminar hacia la sostenibilidad y que la visión del ciudadano como consumidor es estrecha y debe dar paso a la visión del ser humano como partícipe. De igual modo, desde estas organizaciones se planteaba la necesidad de establecer límites ecológicos, éticos y sociales, a la actividad de las empresas, en el marco de la globalización económica. Los debates tuvieron lugar en torno a cinco áreas clave del desarrollo sostenible: Agua, energía, salud, agricultura y biodiversidad, identificadas en inglés como WEHAB (water, energy, health, 3 agriculture, biodiversity). En cada una de estas áreas se identificaron los datos clave sobre disponibilidad de los recursos, consumo, problemas existentes y necesidades a solventar. En la Cumbre se suscribieron dos modalidades de Acuerdos: los de tipo I, asumidos por los gobiernos, y los de tipo II, no gubernamentales. Uno de los aspectos más destacables de este encuentro es precisamente el protagonismo de las empresas, que se ha manifestado en los Acuerdos llamados <<de tipo II>> durante la Conferencia, como los firmados entre representantes del mundo de los negocios y Greenpeace para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La significativa presencia del mundo empresarial de Johannesburgo tiene una doble lectura: por un lado, supone el reconocimiento, por parte de las empresas, de que un giro hacia la sostenibilidad es indiscutible, y anuncia su disponibilidad para reorientar los sistemas productivos y comerciales en esta dirección: de otro lado, es una oportunidad que las grandes corporaciones no han querido dejar pasar para tomar protagonismo en los grandes proyectos sobre el agua, la energía… que aquí estaban en juego, con el consiguiente riesgo de que la ampliación de estos servicios básicos pase a ser privatizada, y puedan anteponerse los intereses mercantiles a las necesidades de la población. Como antes indicábamos, los resultados de la Cumbre han sido de dos clases: los de tipo I se han plasmado en la Declaración Política y el Plan de Acción, ambos complementarios; los de tipo II, llamados partenariados, implican a organizaciones sociales y empresariales. La Declaración Política es un documento que, en el curso de la Conferencia, se ha ido reduciendo, y finalmente se limita a enunciar una serie de principios y vías para la sostenibilidad. El Plan de Acción es un documento más detallado, que establece las pautas de actuación concretas, en algunos casos con fechas y compromisos específicos y, en otros, como una declaración de intenciones. En cuanto a los Compromisos Clave, Metas y Períodos del Plan de Acción, presentamos en síntesis algunos de los más significativos (FIDA, 2002): Erradicación de la pobreza: Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan hambre (reafirmación de los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio). Para el 2020, haber mejorado considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios (reafirmación de los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio). Establecer un Fondo Solidario Mundial para erradicar la pobreza y promover el desarrollo social y humano en los países en desarrollo. Agua y Saneamiento: Reducir a la mitad, para el 2015, el número de personas que no tienen acceso a los servicios adecuados de agua potable (reafirmación de los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio). Reducir a la mitad, para el 2015, el número de personas que no tienen acceso a los servicios de saneamiento apropiados. Producción y consumo sostenibles: Animar y promover el desarrollo dentro de un marco de programas durante 10 años para acelerar el cambio hacia una producción y consumo sostenibles: Energía: Diversificar el suministro de energía y aumentar sustancialmente la proporción de fuentes de energía renovables. 4 - Mejorar el acceso para que los recursos y servicios de energía sean seguros, asumibles, viables económicamente, aceptables socialmente y ambientalmente limpios. Reducir la distorsión del mercado mediante la reestructuración de las normas impositivas y el retiro progresivo de los subsidios. Mejorar el funcionamiento, transparencia e información de los mercados de energía con respecto a la oferta y demanda. Establecer programas domésticos para la eficiencia energética con el apoyo de la comunidad internacional. Productos químicos: Como meta para el 2020, el uso y producción de productos químicos que no generen efectos adversos significativos sobre la salud humana y el medio ambiente. Gestionar adecuadamente los productos químicos y residuos peligrosos. Implantar un nuevo sistema global armonizado para la clasificación y etiquetado de productos químicos, teniendo previsto un sistema operacional completo para el 2008. Gestión de los recursos naturales: Agua: desarrollar un sistema integrado de recursos hídricos y planes de eficiencia del agua para el 2005 Océanos y recursos pesqueros: Estimular, para el 2010, el enfoque ecosistémico para el desarrollo sostenible de los océanos. De forma urgente, y donde sea posible para 2015, mantener o restaurar las pesquerías agotadas. Prevenir, disuadir, impedir y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, para el 2004. Hacer una valoración del estado del medio ambiente marino, para el año 2004. Eliminar los subsidios que contribuyen a la ilegalidad, a la pesca no declarada y no reglamentada y a la sobreexplotación de la misma. Atmósfera: Facilitar la implantación del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que deterioran la capa de ozono. Mejorar el acceso de los países en vías de desarrollo a las alternativas de sustitución de las sustancias que deterioran la capa de ozono antes del 2010. Biodiversidad: Lograr para el año 2010 una reducción significativa del actual porcentaje de pérdida de la diversidad biológica. Bosques: Acelerar la implantación de las propuestas para la acción del Panel/Foro Intergubernamental de Bosques (IPF/IFF). Responsabilidad corporativa: Promover activamente la responsabilidad corporativa, incluyendo acuerdos y toma de decisiones intergubernamentales, iniciativas internacionales y relaciones público-privadas y una regulación nacional apropiada. Salud: - - Intensificar la educación sobre la salud con el objetivo de alcanzar una mejora global de la salud para el 2010. Reducir, para el 2015, el índice de mortalidad de la infancia y niños menores de 5 años a las dos terceras partes y de la mortalidad materna a las tres cuartas partes respecto del índice del año 2000 (reafirmación de los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio). Reducir la propagación del VIH/SIDA, y combatir la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades. 5 Desarrollo sostenible de los pequeños estados insulares en desarrollo: Desarrollar iniciativas comunitarias basadas en el turismo sostenible para el año 2004 Apoyar el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo. Desarrollo sostenible para África: Mejorar la productividad agrícola sostenible y la seguridad alimentaría, de acuerdo con los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio. Apoyar a los países africanos para desarrollar e implantar estrategias orientadas a la seguridad alimentaría para el año 2005. Apoyar los esfuerzos de África para implantar los objetivos de la Nueva Estrategia de Cooperación para el Desarrollo Africano (NEPAD) en energía, especialmente en las áreas rurales. Medios de ejecución: Velar para que, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar el ciclo completo de enseñanza primaria y porque tanto las niñas como los niños tengan igual acceso a todos los niveles de enseñanza (reafirmación de los objetivos de la Declaración del Milenio). Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria para el año 2005. Adoptar una década de educación para el desarrollo sostenible a partir de 2005. Marco institucional para el desarrollo sostenible: Facilitar y promocionar la integración de las dimensiones ambientales, sociales y económicas del desarrollo sostenible en los programas de trabajo de las Comisiones Regionales de Naciones Unidas. Progresar en la formulación y elaboración de estrategias nacionales para el desarrollo sostenible e iniciar su implantación para el 2005. d) La Carta de la Tierra La Carta de la Tierra está concebida como una declaración de principios éticos fundamentales y como una guía y un código universal de conducta para orientar a las distintas comunidades humanas hacia el desarrollo sostenible. Sus orígenes históricos se remontan a la Carta Mundial para la Naturaleza, publicada en 1982, y a los trabajos de la Comisión Brundtland sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que recomendaban la creación de una nueva Carta o declaración universal sobre los valores ambientales y el desarrollo sostenible. La Carta de la Tierra se incluyó en la agenda de la Cumbre de Río 92, y su adopción por parte de los gobiernos fue, en aquel momento, uno de los hechos más esperados, precisamente porque reunía las condiciones para constituirse en el <<cimiento ético>> del Programa 21. Pero no hubo acuerdo y, en su lugar, se adoptó la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Posteriormente, el Consejo de la Tierra y la Cruz Verde Internacional, con el apoyo del gobierno de Holanda, iniciaron, en el año 1995, la tarea de desarrollar un primer borrador de la Carta. Este borrador fue presentado durante el Foro de Río + 5, ante Naciones Unidas, en el año 1997, como un documento en proceso. Con miras a alcanzar una amplia participación, la redacción del documento definitivo giraba en torno a los siguientes principios: 6 - Basar la Carta de la Tierra en los valores de muy distintas culturas, religiones y grupos humanos. Difundir los principios esenciales del desarrollo sostenible y crear no sólo conocimiento sino conciencia ética sobre los mismos. Mantenerse abiertos a las contribuciones individuales y colectivas que se recibiesen para su mejora. Desarrollar los fundamentos éticos de una nueva sociedad basada en la cooperación, la responsabilidad compartida, y el respeto a todas las formas de vida. La versión final fue aprobada en el año 2000 en La Haya, e incluye cuatro capítulos que hacen referencia al respeto y cuidado de la comunidad de la vida; la integridad ecológica; la justicia social y económica, y, finalmente, la democracia, no violencia y paz. El texto plantea la indispensable transición hacia sociedades sostenibles y reconoce la necesidad de cambios básicos para que este proceso se produzca, cambios que afectan tanto a las actitudes como a los valores y comportamientos de las personas y los pueblos. Para ello, plantea la conveniencia de integrar las dimensiones ética, social, científica y económica en un marco de trabajo operativo que haga realidad los principios del desarrollo sostenible. El objetivo final que plantea la Carta es el de restaurar y proteger la tierra como un hogar seguro para la humanidad y toda la comunidad viviente. Hasta la Cumbre de Johannesburgo, en agosto de 2002, la Carta había sido suscrita por más de 8.000 grupos civiles de todo el mundo y por algunos gobiernos como Holanda y Costa Rica, pero seguía estando pendiente de firma por la mayoría de los países industrializados y por parte de las Naciones Unidas. Sus promotores se plantearon el objetivo de incorporar la Carta a la Cumbre de Johannesburgo, en un nuevo intento para legitimar su contenido por parte de los distintos gobiernos presentes. Ello no fue posible. Sin embargo, el impacto de la Carta sobre los distintos movimientos sociales experimentó un gran ascenso, y el apoyo a dicho documento no ha hecho más que crecer desde entonces. Los valores que en ella se proclaman tienen, por de pronto, un enorme alcance educativo, por lo que este documento debería constituirse en una referencia indispensable para los programas de educación formal y no formal que se desarrollan desde la escuela primaria hasta la universidad, en un proceso gradual y continuo de toma de conciencia sobre el papel de los seres humanos en el planeta. También tiene la Carta un alcance inmediato y muy significativo para las corporaciones y comunidades locales, a las que ofrece principios, criterios y pautas orientativas para conciliar el desarrollo local con el equilibrio global. El documento actualmente en vigor consta de un Preámbulo y cuatro capítulos de Principios, que a continuación presentamos resumidos en sus aspectos fundamentales. Preámbulo: Comienza señalando que estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra y advirtiendo sobre la interdependencia y fragilidad del sistema mundo, y sobre un futuro que depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Seguidamente proclama que somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común, y que debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, se plantea el imperativo de que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. Tras revisar la situación de la Tierra, nuestro hogar, y los retos venideros, el Preámbulo plantea la conveniencia de que vivamos de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. 7 Y concluye abordando la urgente necesidad de contar con un fundamento ético para la comunidad mundial emergente, orientado hacia una forma de vida sostenible, que habrá de guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales. En cuanto a los Principios, se señalan los siguientes: I. - Respeto y cuidado de la comunidad de la vida: Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras. Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario: II. - Integridad ecológica Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y, cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido. III. Justicia social y económica Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible. Afirmar la igualdad y equidad del género como prerrequisitos para el desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y la oportunidad económica. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías. IV. Democracia, no violencia y paz Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz. El camino hacia delante. Finalmente, la Carta concluye con una serie de consideraciones que reiteran la necesidad de <<un cambio de mentalidad y de corazón>> y <<un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal>>. El texto nos anima a <<armonizar la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos de corto plazo con las metas a largo 8 plazo>>, y plantea que <<la alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas es esencial para la gobernabilidad efectiva>>. 9