Tribunal Fecha Rol Partes Ministros Descriptores : Corte de Apelaciones de Concepción : 11/09/2007 : 970-2007 : Nelson Delgado Gaete con Valeska Fajardo Huechante : Jaime Solís Pino; : Divorcio. Cese efectivo de la convivencia. Corpus separationis y fin de la affectio. Compensación económica. Posibilidad de desempeñar actividad lucrativa. Decisión de dedicarse a los hijos o a trabajar. Doctrina I. Para que se de lugar al divorcio, cumpliendo el requisito del cese efectivo de la convivencia, se requiere no sólo del corpus separationis, sino que también la no subsistencia de la affectio, requisito que caracteriza la intención de no hacer vida en común, aún en el evento que los cónyuges convivan bajo un mismo techo II. Teniendo una especialidad la cónyuge y demandante de compensación económica – paramédico–, se observa que pudo haber desempeñado una actividad remuneracional, pero, como madre, prefirió dedicarse al cuidado de sus hijos menores, por lo que se dará lugar a su solicitud pues cumple el requisito de que no pudo realizar actividad lucrativa como podía o quería. Para concluir esto, además de las probanzas aportadas, la experiencia indica que a una madre que puede ejercer actividad remunerada se le presenta la disyuntiva de resolver si desempeña una relación laboral, lo que implica en la mayoría de los casos salir del hogar, o dedicarse al cuidado de sus hijos menores y a las labores propias del hogar común. La lógica en nuestro medio indica que por el rol natural a que está destinada la madre, ella se dedicará al cuidado de sus hijos menores, o a compatibilizar el cuidado de los hijos con un trabajo remunerado. Áreas del Derecho : Derecho de FamiliaDerecho de Familia; Legislación aplicada en el fallo : Ley N° 19947 Año 2004 Nueva Ley de Matrimonio Civil art 55 inc 3; LEY_19947_AR-55 Ley N° 19947 Año 2004 Nueva Ley de Matrimonio Civil art 61; LEY_19947_AR-61 Texto completo de la Sentencia Concepción, once de septiembre de dos mil siete. VISTO: Se reproduce la sentencia en alzada, a excepción de sus fundamentos octavo y duodécimo. Y se tiene en su lugar, y además, presente: 1. Que la demandada apela de la sentencia definitiva que acoge la demanda de divorcio, fundada en que el actor no rindió prueba testimonial; que la confesión no es prueba hábil y la documental sólo hace referencia a que en esa época no había convivencia entre ellos, pero no acredita que el cese de la convivencia se haya mantenido 1 interrumpidamente hasta hoy. En cuanto a la demanda reconvencional de compensación económica, refiere que las mismas pruebas documentales acompañadas por el actor acreditan el sacrificio económico de la demandada. Dice, además, que sea acogida las expensas para la litis, porque al marido se le impone la obligación de proporcionar expensas para la litis, a menos que no tenga bienes, y la prueba de tener esos bienes corresponde al actor, pues no corresponde acreditar prueba negativa. 2. Que la causal de divorcio que invocó el actor en su demanda, es la contemplada en el artículo 55, inciso tercero, de la Ley Nº 19.947, vale decir, cese efectivo de la convivencia conyugal de, a lo menos, tres años. La demandada, contestando l a demanda, señala que los hechos en que se funda son efectivos y por lo tanto solicita que se resuelva conforme a derecho. 3. Que con la finalidad de acreditar la causal invocada, el actor acompañó la documental indicada en el fundamento cuarto de la sentencia recurrida. El examen de esta documental, y tal como lo sostuvo la “a quo”, la experiencia indica que generalmente las pensiones surgen por divergencias en el matrimonio y, en forma especial, porque se ha producido una separación de hecho y si a ello se agrega lo declarado por los testigos en dichas causas y los informes sociales que en ellos se elaboraron, se acredita que los contrayentes se encuentran separados de hechos desde el año 2000, y por tanto, han cesado en su convivencia por un plazo superior a tres años, configurándose la aludida la causal. Además, se debe precisar y agregar, que es lógica y justificada, en este caso, los dichos de la demandada en el decurso de su contestación, al estimar que los hechos en que se funda la demanda son efectivos y por tanto solicita que se resuelva conforme a derecho. Ello es demostrativo que no ha existido interrupción, ni reanudación de la vida común de los cónyuges, y sí “el cese efectivo de la convivencia” en los términos del articulo 55 inciso tercero de la ley, no sólo del corpus separationis, sino la no subsistencia de la affectio, requisito que caracteriza la intención de no hacer vida en común, aún en el evento, cuyo no es el caso de autos, convivan los cónyuges bajo un mismo techo. En este contexto, apreciando la prueba de acuerdo a las normas de la sana critica, ajustada a derecho, se encuentra la sentencia en revisión. 4. Que el demandante reconvencional ha sostenido que, con motivo del matrimonio y por causa de él y más adelante por el cuidado de los hijos comunes, sólo pudo trabajar hasta el 1º de julio del año 1996; a contar de esa fecha no pudo trabajar ni estudiar como era su intención y en base a ello el matrimonio le significó un menoscabo económico que debe ser compensado. Añade, que se desempeñaba como auxiliar paramédico en el Sanatorio Alemán de Concepción, donde tenía un puesto dentro del escalafón con una carrera funcionaria que le permitía ascender y facilidades para estudiar. 5. Que dentro de éste contenido fáctico alegado, se debe analizar si se configuran los requisitos del artículo 61 de la ley, para que se compense al cónyuge el menoscabo económico sufrido. 2 6. Que son hechos establecidos los siguientes: a) Que las partes contrajeron matrimonio el 28 de febrero de 1996; b) Que la separación efectiva de los cónyuges es el año 2000; c) Que son hijos del matrimonio los menores C.M., nacida el 6 de mayo de 1994, y D.I., nacido el 6 de noviembre de 1999. 7. Que la actora rindió el testimonio de Victoria Monsalve García, quien declara que no trabajó (la demandante reconvencional) porque ella se dedicó al cuidado de su familia en el año 1996 y 1997, más o menos, y lo sabe porque las hijas son alumnas del mismo colegio y pertenece a la sección pastoral del colegio y por ello es que acude a su casa, una vez al mes. 8. Que si a ello se añade que existen los informes sociales evacuados en los procesos tramitados en el juzgado de menores relativos a la ausencia de labor remunerada de la demandante y que es paramédico, en concordancia con la testimonial, lo normal, en este caso, es que pudo haber desempeñado una actividad remuneracional, pero como madre, optó por el cuidado de sus hijos menores. Apreciando la prueba de acuerdo a las normas de la sana critica y partiendo del principio de normalidad familiar, se infiere que lo hizo en menor medida de lo que podía y quería. En efecto, la experiencia indica que una madre que puede ejercer una actividad remunerada, se le presentará la disyuntiva de resolver si desempeña una relación laboral, que implica en la generalidad de los casos, salir de su hogar; o, por el contrario, dedicarse al cuidado de sus hijos menores y a las labores propias del hogar común. La lógica de una madre en la mayoría de los casos, en nuestro medio, por el rol natural a que está destinada (madre), se dedicará al cuidado de sus hijos menores, o a compatibilizar el cuidado de los hijos con un trabajo remunerado. Esto último es lo que precisamente a los sentenciadores los lleva a concluir que la labor remunerada lo hizo en menor medida de lo que podía y quería. 9. Que de los mismos antecedentes que se encuentran agregados en la demanda de pensión y disminución de alimentos, y sus respectivas sentencias, se desprende que el demandado reconvencional es ingeniero y trabaja como supervisor de la Compañía General de Electricidad, donde obtiene una remuneración liquida de $823.058 mensuales y otorga una pensión de alimentos a sus hijos de un 40% de sus emolumentos líquidos. 10. Que, sin embargo, acorde con lo que se ha venido reseñando, en relación con lo prevenido en el artículos 61 y 62 de la Ley de Matrimonio Civil, los sentenciadores estiman abiertamente excesivo o exagerado lo pretendido por la actora, por el rubro en mención, en la suma de $50.000.000, por lo que fijarán prudencialmente esa compensación, solamente en la suma de $4.000.000, que se pagarán en 40 cuotas mensuales de $100.000 cada una, reajustándose esta última cantidad, semestralmente, de acuerdo a la variación del Índice de Precios al Consumidor. 11. Que en el capítulo apelado de las expensas para la litis, se trata esencialmente 3 resolver el onus probandi. El artículo 136 del Código Civil dispone: que el marido deberá, además, si está casado en sociedad conyugal proveer a la mujer de las expensas para la litis que ésta siga en su contra, si no tiene los bienes a que se refieren los artículos 150, 166 y 167. De tal forma, que correspondía al demandado, de conformidad al artículo 1698 del Código Civil, acreditar que su cónyuge demandante reconvencional, tenía los bienes a que se refieren las disposiciones legales citadas. Al no hacerlo, hace procedente las expensas para la litis, la que se determina en la suma de $200.000. Por estas reflexiones y lo informado por la Fiscalía Judicial a fojas 134, se declara: I). Que SE REVOCA la sentencia de veintidós de marzo del año en curso, escrita de fojas 118 a 121, en la parte que rechaza la demanda reconvencional interpuesta por Valeska Fajardo Huechante en contra de don Nelson Delgado Gaete, y en su lugar se decide que se acoge esa demanda reconvencional, sólo en cuanto el demandado en ella deberá pagar a la actora, como compensación económica, la cantidad de $4.000.000 (cuatro millones de pesos), de la manera indicada en el fundamento décimo. II). Que SE REVOCA la referida sentencia en la parte que rechaza la expensas para la litis, y en su lugar se resuelve que ésta queda acogida en la suma de $200.000. (Doscientos mil pesos). III). Que SE APRUEBA en lo consultado el fallo antes referido. Practíquese la subinscripción establecida en el inciso 2º del artículo 59 de la Ley Nº 19.947, al margen de la inscripción matrimonial Nº 360 del Registro de Matrimonio del año 1996 de la Circunscripción de Concepción. Cada parte pagará sus costas. Regístrese y devuélvase, con sus agregados. Redactó el Ministro Jaime Simón Solís Pino. Rol 970-2007. 4