Ambientación ¿Cómo no llenarnos de asombro, cómo no quedarnos sin palabras cuando nos paramos a considerar la gran noticia de un Dios que se hace hombre? Éste es el misterio de navidad: Dios se ha abajado hasta hacerse hombre para que el hombre pueda entender a Dios. Dejemos por una vez que nuestro espíritu toque el misterio y se sobrecoja ante un Dios que se empeña en querernos tanto que es capaz de compartir nuestra condición humana, nuestra miseria, nuestro camino. Dios se hace compañero de camino., En nuestra vida ya no queda espacio para la soledad... CANTO: Las campanas de Belén ¿Qué están tocando las campanas de Belén? ¿qué están cantando con sus sones de alegría? ¿qué están gritando con el bronce de su fe? Están diciendo que Dios nace de María. Las campanas de Belén están sonando porque Dios vino a quedarse y es ahora un hombre más. En el aire la esperanza está brillando porque en una nueva era entra hoy la humanidad. Liturgia de la Palabra Al principio ya existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios. Mediante ella se hizo todo; sin ella no se hizo nada de lo hecho. Ella contenía vida, y esa vida era la luz de los hombres; esa luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la han comprendido. Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan; éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz y que por él todos llegasen a la fe. No era él la luz, era sólo el testigo de la luz. La luz verdadera, la que alumbra a todo hombre, estaba llegando al mundo. En el mundo estuvo, y auque el mundo se hizo mediante ella, el mundo no la conoció. Vino a su casa, pero los suyos no la recibieron. Pero a los que la recibieron los hizo capaces de ser hijos de Dios. Y la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y contemplamos su gloria. Jn. 1, 1-14 Música - Reflexión En el principio ya existía, pero nosotros no sabíamos reconocerle. En el principio ya hablaba pero no entendíamos su palabra. En el principio ya alumbraba pero no veíamos su resplandor. ¿Quién es este Dios empeñado en acampar tan dentro del corazón de los hombres? ¿Quién es éste que viene pero que ya estaba desde el origen? ¿Quién es éste cercano pero que creíamos lejos? Ahora se nos dice que está. Ahora, como al principio, nuestros ojos están velados. Hay que salir del largo sueño, subir a las colinas, descender donde está el gran desierto y a tientas buscar al que está en medio de nosotros. Jesús nace en cada hombre que sabe firmar la paz, en el que ofrece la mano con mirada de verdad, en el que perdona y ama. Se tú Navidad. Jesús nace junto al pobre comparte su soledad. No cuenta lo que ha dejado ni tampoco lo que da. Se hace hermano ¿lo entiendes?. SED NAVIDAD, SED NAVIDAD SED NAVIDAD Y JESÚS NACERÁ (BIS) * No es difícil encontrar al Niño la noche de Navidad. Está tan accesible, tan indefenso, tan al alcance del que se acerque... Está ahí para ser visto, oído, palpado. “ La vida se manifestó, y nosotros la vimos y damos testimonio” .( 1 Jn. 1,2 ). * Nuestros ojos se desconciertan: están acostumbrados a detenerse en lo que brilla, en lo que destaca, en lo que se anuncia de cualquier manera, y ahora tienen que descubrir esa señal que está en la penumbra de lo pequeño y de lo escondido, en la oscuridad de esas gentes que no aparecen como significativas ni influyentes, porque tienen, saben y pueden poco. * Acerquémonos hoy a ese Niño, dejando atrás nuestras prisas, nuestra superficialidad impaciente. Aceptar que su ritmo no sea el nuestro, acoger su tiempo y su medida, abandonar entre sus manos nuestra preocupación por la eficacia. Dejar que renazcan en nosotros la confianza en la fecundidad de una vida escondida con Cristo en Dios, la fe en que sólo lo escondido resiste, la seguridad de que Alguien se encarga de que germine y de fruto lo que ha consentido hundirse, como El, en la oscuridad de la tierra. * Acerquémonos hoy a ese rincón de Belén de Judá donde acampa silenciosamente el Verbo, a esos rincones del mundo donde acampa hoy su humanidad doliente; ofrecerle abrigo, acogida, suelo donde acampar. Porque han venido a lo suyo, están en lo que es suyo, y el gozo de recibirles está hoy a nuestro alcance. Música—Reflexión Estamos alegres porque mientras los hombres queremos subir, Tú quisiste bajar y hacerte como uno de nosotros Estamos alegres porque mientras todos los hombres queremos tener cada vez más cosas. Tú te conformas con la pobreza y humildad de un pesebre. Estamos alegres porque al venir a nuestra pobreza quieres que participemos de tu riqueza y nos haces tus hijos. Estamos alegres porque elegiste a María por Madre y has querido compartirla con nosotros, dándonos una prueba más de tu amor. Estamos alegres porque en medio de un mundo de consumo y egoísta nos muestras la sencillez, la humildad y la fraternidad. Estamos alegres porque en tu venida descubrimos que somos amados, que existimos porque alguien nos ama. Por todo ello proclamamos: GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. CANCIÓN: Hoy en la tierra... Hoy en la tierra nace el amor. Hoy en la tierra nace Dios. (bis) Alegría, paz y amor en la tierra a los hombres Alegría, paz y amor esta noche nace Dios.