CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL JUEZA PONENTE: Dra. María Rosa Merchán Larrea. Quito, 16 de abril de 2014, las 09h30 VISTOS (Juicio No. 176-2012) ANTECEDENTES En el juicio ordinario que por resolución de un acta transaccional ha incoado Roberto Mario Perujo Almada, en su calidad de Presidente de CBE INVESTMENTS INC., en contra de Rodrigo Cevallos Breilh, representante legal de Aseguradora del Sur C.A., Compañía de Seguros y Reaseguros; el actor interpone recurso de casación impugnando la sentencia dictada el 09 de septiembre de 2011, las 09h16, por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, la que rechazando el recurso de apelación, confirma la sentencia de primer nivel que aceptando las excepciones de prescripción y falta de legítimo contradictor, declara sin lugar la demanda. FUNDAMENTOS DEL RECURSO 1. Con fundamento en la causal 1 del artículo 3 de la Ley de Casación, el recurrente acusa a la sentencia de indebida aplicación del artículo 2414 del Código Civil, sostiene que los jueces de la Corte Provincial al dictar su fallo, consideraron que los derechos nacidos del acta transaccional de 22 de junio de 1999, podían exigirse desde que se suscribió tal acuerdo, cuando el derecho solo podía exigirse cumplido el plazo de veinte y cuatro meses previsto en la cláusula quinta de dicho contrato, pues las partes estaban sujetas a una obligación modal, la que dice sólo podía exigirse cuando se cumplan los supuestos de la misma; agrega que en el caso la fecha de suscripción del documento no es la que determinó desde cuando se podía pretender el cumplimiento de lo acordado, puesto que es un hecho claro que las partes fijaron un plazo para tal fin. Que en consecuencia para contar el tiempo para la prescripción debe observarse siempre el momento desde que el derecho que se alega puede pretenderse y no desde la fecha de suscripción del contrato como equivocadamente considera el Tribunal ad quem. 2. Imputando a la misma causal, el recurrente sostiene que en la sentencia impugnada existe falta de aplicación del artículo 1505 del Código Civil. Afirma que al no existir la prescripción de la acción propuesta y al haberse comprobado que Aseguradora del Sur C.A. no ha ejecutado la cesión de derechos a la que se comprometió dentro del acuerdo transaccional, existe un evidente incumplimiento de su parte, debiéndose declarar la resolución del acta materia del presente litigio conforme fue solicitado en la demanda. Los cargos con sustento en la causal 2 del artículo 3 de la Ley de Casación y el recurso de casación introducido por la compañía demandada han sido inadmitidos por el Tribunal de Conjueces. Fijados así los términos objeto del recurso, queda delimitado el ámbito de análisis y decisión de este Tribunal de Casación, en virtud del principio dispositivo consagrado en el artículo 168.6 de la Constitución del Ecuador, normado por el artículo 19 del Código Orgánico de la Función Judicial. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL 1. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA 1.1. Corresponde el conocimiento de esta causa al Tribunal que suscribe, constituido por Jueces Nacionales, nombrados y posesionados por el Consejo Nacional de la Judicatura, en forma constitucional, mediante resolución número 004-2012 de 25 de enero de 2012; designados por el Pleno para actuar en esta Sala de lo Civil y Mercantil, por resolución de 30 de enero de 2012 ; su competencia para conocer el recurso de casación interpuesto se fundamenta en lo dispuesto en los Art. 184.1 de la Constitución de la República del Ecuador, 190.1 del Código Orgánico de la Función Judicial y 1 de la Ley de Casación. 2. DE LA CASACIÓN Y SUS FINES 2.1. En el ordenamiento jurídico ecuatoriano, el recurso de casación, en la forma que lo estructura la Ley, constituye un recurso de carácter limitado, extraordinario y formal; limitado, porque procede solo contra sentencias y autos que ponen fin a procesos de conocimiento y contra providencias expedidas en su ejecución; extraordinario, porque se lo puede interponer solo por los motivos que expresamente se señalan como causales para su procedencia; y, formal, porque debe cumplir obligatoriamente con determinados requisitos. De las causales que delimitan su procedencia, devienen sus fines, el control de legalidad de las sentencias y autos susceptibles de recurrirse, control de legalidad que se materializa en el análisis de la adecuada aplicación de las normas de derecho objetivo, procedimental y precedentes jurisprudenciales obligatorios, a la situación subjetiva presente en el proceso, para la unificación de la jurisprudencia. 5. ANÁLISIS MOTIVADO DE LOS FUNDAMENTOS DEL RECURSO 5.1. Con fundamento en la causal 1 del artículo 3 de la Ley de Casación, el recurrente alega que en la sentencia emitida por la Sala de Apelación, ha existido indebida aplicación del artículo 2414 del Código Civil, alega que los derechos nacidos del acta transaccional cuya resolución se pretende, podían exigirse luego de cumplido el plazo de veinte y cuatro meses previsto en la cláusula quinta de dicho contrato y que en consecuencia el tiempo para que opere la prescripción de la acción resolutoria decurre a partir del vencimiento del mismo y no desde la fecha de suscripción de la Transacción. 5.2 Al efecto, este Tribunal, deja explicitados los siguientes puntos de derecho: 5.2.1. La Transacción definida en el artículo 2348 del Código Civil como un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual; se rige por las normas previstas en el Título XXXVIII del Libro Cuarto del Código Civil, así, al tenor de lo dispuesto en el artículo 2362 ibídem “ (…) surte el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero podrá pedirse la declaración de nulidad o la rescisión, (…). En consecuencia, la Transacción se ejecuta o se anula. 5.2.2 La transacción, concebida en nuestra legislación, como cosa juzgada en última instancia, adquiere el carácter de definitiva e irrevocable, lo que fue materia de ella no puede volver a ser objeto de discusión. Manuel Osorio, al respecto, expresa cosa juzgada es “la autoridad y eficacia que adquiere la sentencia judicial que pone fin a un litigio y que no es susceptible de impugnación (…) Es característico en la cosa juzgada que sea inmutable e irreversible en otro procedimiento judicial posterior (…) Manuel Osorio, Diccionario de Ciencias Jurídicas, políticas y Sociales. Ediciones Heliasta. 34ª Edición, Buenos Aires, 2006, Pág. 40) 5.2.3 La acción resolutoria prevista en el inciso segundo del artículo 1505 del Código Civil, para los contratos bilaterales, es conceptualizada por el tratadista Manuel Meza Barros así: “La resolución del contrato es el efecto de una condición resolutoria cumplida, especialmente de la llamada condición resolutoria tácita. La condición resolutoria opera retroactivamente; suprime los efectos del contrato para el pasado y para el porvenir.” Sic. (“Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones”, Tomo I, Octava Edición, Editorial Jurídica de Chile, P. 57). 5.2.4 La naturaleza jurídica especifica de la transacción, cosa juzgada con efectos de sentencia de última instancia, difiere en su esencia de los contratos bilaterales generales, estos constituyen un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar hacer o no hacer alguna cosa; la transacción es un acto jurídico, a través del cual, las partes que la acuerdan, haciéndose concesiones recíprocas, dando por incontrovertibles determinados hechos, precaven o extinguen un litigio judicial, la transacción por el efecto del que le reviste la norma, no puede ser objeto de la acción resolutoria. 5.3. Obra de fs. 11 a la 28 del cuaderno de primera instancia, la escritura pública que contiene el acta transaccional, cuya resolución se pretende, en la que efectivamente se dejan sentados como hechos ciertos la emisión de una póliza que aseguró el transporte de carga (embarque de arroz, grano largo, cuatro mil doscientas toneladas métricas, embalado en sacos de polipropileno) por el valor de dos millones doscientos diecisiete mil seiscientos dólares; el endoso de beneficiario a favor del Banco Agrícola, BANCOMEX, hasta por el mismo monto, la cesión de un porcentaje del riesgo a una reaseguradora domiciliada en París y otro porcentaje colocado a los reaseguradores automáticos, la declaratoria de avería gruesa a la salida del puerto de Tampa, la autorización de transbordo del arroz, la realización de gastos por parte del asegurado para la conservación de la mercadería, la posterior autorización para remolcar la nave que transportaba el arroz, la producción de una nueva avería, el daño del arroz declarado no apto para el consumo humano; el detalle del siniestro, las concesiones recíprocas, la elección de un perito dirimente para el caso de controversia en el monto o momento de pago, lo que deja claro que lo que suscribieron las partes es una Transacción, precaviendo o terminando un litigio, la que produce entre las partes efectos de cosa juzgada en última instancia, que no puede generar acción resolutoria. 5.3.1. La accionante al determinar la pretensión en la demanda, solicita la resolución del acta transaccional, cuyos derechos sostiene le han sido cedidos, resolución que en virtud de la naturaleza jurídica de la transacción constituye una petición contraria a derecho y por ende improcedente. Al tenor de lo dispuesto en el artículo 2414 del Código Civil, la prescripción extingue las acciones y derechos ajenos, en consecuencia, para que ésta opere es necesario que se haya dejado de ejercer un derecho reconocido por la Ley o una acción franqueada por ésta; siendo inaceptable que una acción que no procede en derecho pueda prescribir. La decisión en sentencia, declarando la prescripción de un derecho inexistente resulta un absurdo jurídico sustentado en la aplicación indebida de una norma. Del análisis efectuado por este Tribunal de Casación, a la sentencia impugnada, se observa que el tribunal de apelación, no hizo consideración alguna a la procedencia de la acción resolutoria con respecto a una Transacción, cuyo carácter jurídico no es objeto de ningún tipo de reparo, ni explica las razones que a su criterio sirvieron de fundamento para considerar que procedía la aplicación del artículo 2414 del Código Civil, para destruir el efecto jurídico de un acuerdo transaccional con fuerza de sentencia de última instancia, omisiones que devienen en el incumplimiento del deber constitucional y legal de motivación. La Motivación en su estructura de doble vía, constituye un deber para el juez, (art. 130.4 del Código Orgánico de la Función Judicial), deber que le impone la obligación de explicar y justificar con argumentos convincentes, claridad y profundidad, el porqué de una decisión judicial, de modo tal que aparezca nítidamente la razón por la cual el hecho fáctico se subsume en el hipotético de la norma jurídica. Para las partes y la sociedad es un derecho Constitucional, (artículo 76.7.l) que permite el control de la arbitrariedad en las decisiones judiciales, el abuso de poder y sirve de base para la impugnación. A juicio de este Tribunal, el contenido constitucionalmente garantizado de este derecho queda delimitado en los siguientes supuestos: Que la resolución ponga de manifiesto, las razones en que se funda; que permita comprobar que la decisión corresponde a una determinada interpretación y aplicación de normas de derecho, que contenga la explicación de su pertinencia a los hechos materia del litigio y proporcione además la información necesaria para recurrir. Fernando de la Rúa, en su obra “Teoría General del Proceso”, Depalma, Buenos Aires, 1991, páginas 150 y siguientes, señala en qué consiste la motivación: “La motivación debe ser completa, para lo cual tiene que abarcar los hechos y el derecho. Respecto de los hechos, debe contener las razones que llevan a una conclusión afirmativa o negativa sobre la existencia de los episodios de la vida real con influencia en la solución de la causa. Para ello, tiene que emplear las pruebas incorporadas al proceso, mencionándolas y sometiéndolas a valoración crítica. No es suficiente que el juez se expida sobre el sentido del fallo, sino que debe exponer las razones y fundamentos que lo determinan. Para eso no puede dejar de indicar las pruebas utilizadas, ni soslayar su análisis crítico mediante alusiones globales a los elementos probatorios reunidos, o por un resumen meramente descriptivo de ellos, sin explicar el valor que les atribuye, el criterio selectivo empleado y las conclusiones que extrae. El juez debe consignar las conclusiones de hecho a que llega, y esta exigencia atañe ya a la fundamentación en derecho de la sentencia, porque constituirá la base de aplicación de la norma jurídica. La motivación en los hechos está constituida por la valoración probatoria: la fundamentación en derecho tiene como punto de partida la fijación de esos hechos.”. DECISIÓN Los artículos 76.7.l) de la Constitución de la República y 130.4 del Código Orgánico de la Función Judicial prevén la nulidad como sanción a la no motivación de la resoluciones judiciales. El artículo 357 del Código de Procedimiento Civil obliga a los jueces bajo prevenciones de condena en costas a declarar las nulidades que observen. Este Tribunal, considerando que la sentencia objeto del recurso, no se encuentra motivada, declara la nulidad del fallo emitido por la Primera Sala de lo Civil de la Corte Provincial del Pichincha, el 9 de septiembre de 2011, las 9h16, a costa de los jueces que la dictaron y con sustento en lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley de Casación al dictar sentencia de mérito, basándose en las razones expuestas y en los puntos de derecho citados, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y DE LAS LEYES DE LA REPUBLICA”, declara sin lugar la acción resolutoria de Transacción, por improcedente. Notifíquese.- ff) Dra. María Rosa Merchán Larrea, Dr. Wilson Andino Reinoso. Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, JUECES NACIONALES; y, Dra. Lucia Toledo Puebla, SECRETARIA RELATORA. CERTIFICO: Que la copia que antecede es igual a su original. Quito, 16 de abril de 2014 Dra. Lucia Toledo Puebla SECRETARIA RELATORA