IMAGEN, ILUSIÓN Y REALIDAD “Nunca se ha dado antes una

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IMAGEN, ILUSIÓN Y REALIDAD
“Nunca se ha dado antes una época como la nuestra, en que la imagen visual fuera tan barata, en
todos los sentidos de la palabra.” (Pag. 22, “Arte e ilusión”, Gombrich)
Han pasado 50 años desde que Gombrich escribió esta frase y la imagen visual se ha abaratado
aun más en relación a los términos expuestos por Gombrich. Con la llegada de las cámaras
portátiles, las cámaras robot, la digitalización de las imágenes y el internet el crecimiento
exponencial de la producción y visualización de imágenes es tal que Gombrich no pudo haberlo
imaginado en su momento. Aun así los problemas planteados en su libro siguen siendo de gran
interés y pertinencia, y el conflicto entre imagen, ilusión y realidad son de gran importancia para
absorber tal cantidad de información visual.
Este conflicto se hace presente en varios ámbitos de circulación de imágenes, pero en este texto
me gustaría reflexionar en torno a dos contextos específicos donde el conflicto es de suma
importancia para la efectividad discursiva de las imágenes. Los efectos especiales en el cine y las
imágenes documentales en la prensa. La razón por la que encuentro un especial interés en estos
dos contextos es porque ambos requieren generar la ilusión de “realidad” para transmitir
efectivamente sus mensajes, pero se sustentan en aspectos diferentes para lograrlo. Aspectos
planteados por Gombrich y que en estos dos contextos han generado dinámicas diferentes.
Los efectos especiales en el cine comercial
Los efectos especiales en el cine tienen la función de darle credibilidad visual a elementos de la
narrativa que no pueden ser obtenidos desde la realidad, ya sea porque no existen o por
problemas técnicos y prácticos al momento de obtener las imágenes. Es decir que los efectos
especiales crean la ILUSIÓN de una coherencia visual que en realidad no existe. La expectativa del
espectador tiene una gran importancia en el acento técnico que se le da a esta ilusión, ya que
como espectadores de cine sabemos que la película no es real sino más bien una construcción
ficticia. Como espectadores no esperamos ver la realidad sino tener una ilusión realista que nos
permita introducirnos en el mundo que se nos propone. Este acento en la ilusión realista hace que
los efectos especiales se centren en los problemas técnicos que implica generar la coherencia
visual necesaria para que el espectador pueda navegar satisfactoriamente el mundo que se le
presenta, sin preocuparse por las incoherencias que se pueden dar al presentar escenarios o
personajes que no se han podido obtener del mundo real.
Uno de los principales problemas para la creación de efectos especiales en el cine radica en que
los espectadores aprendemos a descifrar los códigos utilizados para la creación de los efectos y
por lo tanto la coherencia visual que vemos en un momento dado se rompe a medida que vamos
aprendiendo los códigos y estructuras subyacentes de las imágenes. Por esta razón en el cine que
usa efectos especiales sucede un fenómeno al que Gombrich hace referencia en su texto:
“…muchos modestos aficionados dominan artificios que a Giotto le parecerían pura magia. Tal vez
incluso los grotescos colorines de una caja de galletas dejarían sin aliento a los contemporáneos de
Giotto.”
King Kong, 1933
King Kong vs. Godzilla, 1962
King Kong Scapes, 1967
King Kong, 1976
King Kong Lives, 1986
King Kong, 2005
En esta secuencia de imágenes se puede ver la evolusión del personaje mítico King Kong, el gorila
gigante llevado a la pantalla en multiples ocasiones.
Como al Giotto, Willis O’Brien (creador de los efectos especiales de la pelicula original) le
parecerian magia muchos de los videos realisados por niños en sus casas y luego colgados en
internet hoy en día. Con este ejemplo se hace visible la carrera técnica en la que participan el
creador de efectos visuales y el espectador, el espectador aprendiendo a leer los codigos visuales y
el creador perfeccionando sus ilusiones para cumplir con las espectativas y así poder mantener
una chorencia visual.
En este tipo de cine, realista y sustentado por el uso de los efectos visuales, se da un fenomeno
similar al expuesto por Gombrich en torno a la relación entre los avances tecnológicos, los estilos
visuales y las espectativas del espectador en relación a su conocimiento y comprensión de las
imágenes. Cuando se crea la espectativa de una imagen realista, se crea una dinamica en la que el
creador visual debe perfeccionar su técnica para poder colmar dicha espectativa. Cada creador
nuevo se sustenta en los descubrimientos de sus predecesores, y ya que éstos han solusionado
ciertos problemas, el nuevo creador puede dedicarle su atención a solusionar nuevos problemas y
acercar su propuesta cada vez más a una mejor ilusión
Imágenes documentales en la prensa
Por otro lado en las imágenes de tipo documental usadas por la prensa se dan relaciones distintas,
que generan unos procesos y cambios en el lenguaje visual con caracteristicas diferentes a las
anteriormente descritas. En este contexto el estatus de la imagen es otro y por lo tanto las
espectativas y la validación de ésta depende de otros parámetros.
Mientras que en el cine no esperamos que lo que se presenta ante nosotros sea real, sino realista,
en la prensa los que se espera de las imágenes es que sean pruevas de los eventos reales que se
narran. En este contexto la imagen es una evidencia de la realidad, y la posibilidad de que una
imagen sea efectiva como evidencia entra en conflicto con el conocimiento del espectador sobre
las estrategias y los procesos de creación de las imágenes. En este sentido se da un fenomeno que
en principio puede parecer extraño, pero que tiene que ver con los cambios en el arte, descritos
por Gombrich, a finales del S. XIX y principos del XX.
A finales del S. XIX la pintura, con los impresionistas, llegaba al punto de pintar el mundo “tal y
como lo veian” como parte del proceso iniciado con la aparición de la perspectiva y los sucesivos
avances en las técnicas ilusionistas. Este logro no es tal como pone en claro Gombrich y, junto con
la llegada de la fotografía, el peso de la representación naturalista deja de ser tan importante para
el arte. Por su parte la fotografía asume como propio el discurso de lo real. Se convierte en el
principal insumo visual para todo discurso que pretenda ser fiel a la realidad, documentarla y
representarla. Sin embargo, hoy en día, el estatus de la fotografía como documento veridico de la
realidad está en crisis, y esto se debe a la popularización de sus tecnoligías y al conocimiento del
publico de sus estrategias y posibilidades de manipulación.
De igual forma que hoy en día un niño puede realizar proyectos tecnicamente superiores al trabajo
de efectos especiales realizado por O’Brien en la versión original de King Kong, tambien cualquier
persona con un conocimento básico de las herramientas de posproducción digital puede realizar
manipulaciones en las imágenes de un alto nivel ilusionista. Un ejemplo de esto es el efecto
domido generado por la presentación de las pruebas de misiles nucleares prsentadas por el
gobierno de Corea del Norte, que desencadeno la aprición de cientos de imágenes manipuladas
por personas comunes y subidas a internet, y que es la introducción de la obra de video “Versions”
de Oliver Laric (video en el blog). Esto, por supuesto, no quiere decir que todas las imágenes de
prensa o que pretenden se evidencia de la realidad, sean manipulaciones. Pero, lo que si implica,
es que son manipulables y que el público lo sabe, por lo que su valor relativo como evidencia
pierde mucho potencial en relación al que tenia para el público de hace algunas decadas.
“Versions”, 2010, Oliver Laric.
Esta perdida de valor ha generado un fenómeno muy interesante en cuanto al tipo de imágenes
validas en el contexto de la prensa. Aunque hoy en día aun persisten las fotografías documentales
y de prensa, han empezado a proliferar las imágenes “de aficionados” como parte de los discursos
de realidad. Cuando me refiero a las imágenes “de aficionados” no me refiero, exclusivamente, a
las imágenes producidas por verdaderos aficionados, sino a toda una serie de imágenes que se
caracterizan por su baja calidad y alto nivel de abstracción. Imágenes satelitales, imágenes
infrarrojas, imágenes de cámaras de seguridad, imágenes de celulares, etc. Lo que resulta increíble
es que estas imágenes se alejan del ilusionismo y de las posibilidades técnicas existentes hoy en
día. Son imágenes que hace algunas décadas formaban parte del arsenal gráfico de las narrativas
visuales poco confiables, documentación de ovnis, piegrandes y fenómenos paranormales, y hoy
son presentadas con la mayor naturalidad como evidencias de hechos reales.
Así pues, mientras las fotografías de reporteros gráficos realizadas con las mejores tecnologías
disponibles pierden valor por el reconocimiento del público de su manipulabilidad, otras
adquieren valor a pesar de carecer de elementos visuales reconocibles.
El Mundo 17/06/2011 - Una pareja supuestamente besándose entre la policía. | Afp/Getty
Esta imagen dio la vuelta al mundo en junio de 2011, fue tomada por un reportero gráfico de la
agencia Getty y presentada en múltiples medios como símbolo de esperanza y amor en medio de
la oleada de disturbios a lo largo del planeta debido a la crisis económica mundial. Por supuesto el
beso no era tal, y como las “pruebas” fotográficas de los misiles Norcoreanos genero una oleada
de burlas en internet, dejando en entredicho la frágil relación existente entre fotografía, realidad y
medios de comunicación.
Noticias RCN, 2012, Atentado contra esmeraldero en Bogotá.
En contraposición a las imágenes de alta calidad, visual y técnica, aparecen hoy en día imágenes en
las que el nivel de abstracción es tal, que requieren de indicadores gráficos y narraciones
explicativas para poder descifrar los códigos visuales y darle sentido a lo que se está mostrando.
En la imagen superior, un video usado por todos los medios de comunicación colombianos como
prueba de un atentado a un esmeraldero en el norte de Bogotá. La imagen es de tan pobre calidad
que requiere de círculos que indiquen donde están los personajes y de la narración verbal de los
hechos que acontecen. Independientemente de la veracidad de las imágenes, y de la narración, lo
que quiero resaltar con esta imagen es la aceptación y proliferación, en la prensa y medios de
comunicación, de imágenes con niveles altos de abstracción y que no crean una ilusión
satisfactoria de realidad.
FAC, Video de bombardeo a campamento de las FARC.
Imagen térmica de circuito.
Estas dos imágenes son todavía más abstractas que la anterior. De hecho se parecen bastante y
usan elementos gráficos similares, a pesar de que simbolizan dos eventos de diferente naturaleza,
escala y contexto. Por supuesto para entenderlas y aceptarlas no basta con que se diga lo que son,
o lo que representan, también en este caso hemos aprendido a leer estas imágenes, sus
características y cualidades.
Lo que resulta interesante de esta comparación del potencial naturalista e ilusionista de las
imágenes en dos contextos diferentes de la imagen, es la reacción frente a la asimilación, por
parte del público, de los códigos visuales y las posibilidades técnicas de la imagen. Mientras que en
el contexto de los efectos especiales la reacción es, principalmente, la de mejorar las técnicas
ilusionistas a medida que éstas se hacen comprensibles, en la imagen con fines documentalistas el
conflicto genera la aparición de diferentes tipos de soluciones gráficas que no necesariamente
tienden al “mejoramiento” de la ilusión en las imágenes.
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