ophical . This 'UlI de~s,too, wellas ·isis.It ) train EL PENSAMIENTO FILOSOFICO-HISTORICO TEODORO L\SCARIS COMNENO Es la Ciudad de Dios de San Agustín, para Labriolle, "el primer gran -ensayo de Filosofía de la Historia". Otros creen que el creador de la Filosofía de la Historia es el filósofo árabe Ibn Khaldun (1332-1406), y que esta filosofía se ocupa en obtener la clave que rige o puede regir el conjunto de los acontecimientos humanos. Para Bossuet ("Discurso sobre la historia universal", 1681) sigue la historia un plan providencial en torno al pueblo elegido primeramente, luego a Cristo y más tarde a su Iglesia. El gran pensador aragonés Baltasar Gracián representaba al tiempo como un viejecillo caminante, el cual revolvía todo el mundo "sin saber cómo ni porqué, sino por variar", y nos dice que existe una rueda de vicisitudes que hace que salgan unas cosas de nuevo, escondiendo otras de viejo, aunque al cabo del tiempo vuelvan a salir como de nuevo, de modo que siempre son las mismas. A las épocas duras suceden las fáciles y degeneradas. Al paño el brocado, al acero la seda. El lujo, la vanidad y la molicie hunden las naciones. Los siglos de oro tardan mucho en volver, antes se precisan los de plomo y de hierro. Mas llevado por el mesianismo profetizaba Gracián: " ... vuelve a salir el mismo Alejandro: Ya 10 veo y le reverencio, no gentil, sino muy cristiano; no profano, sino santo; no tirano de las provincias, sino padre de todo el mundo conquistándole para el Cielo". Inel uso en el clasicismo gracianesco brota el mesianismo providencialista. Vico y Herder trataron en el siglo XVIII de averiguar la ley por la cual se manifiesta la Providencia. Ya que la idea de que la Historia se repite se encontraba en los estoicos, Maquiavelo, Montaigne, etc., pero no la examinaron confrontándola con los hechos históricos. Es en "Principios de una nueva ciencia" donde Vico estructura los ricorsi (edad divina, heroica y humana), y en "Ideas sobre la filosofía de la historia de la Humanidad" nos expresa Herder que "las fuerzas vitales que se encuentran -en el hombre son los móviles de la historia", preludiando a Hegel en su "Filosofía de la Historia" y a Ratzel en su "Antropogeografía". V oltaire en "Ensayo sobre las costumbres" establece algunas constantes como el poder de la opinión pública, la necesidad de orden, etc., y en "Balance histórico del progreso del espíritu humano" Condorcet cree en el progreso como ley que preside la Humanidad, pudiendo el individuo prever y dirigir el progreso de la sociedad. Pero es preciso llegar en el siglo XIX a Nicolai Danilevsky y a comienzos del XX con Oswald Spengler para que se vaya estructurando en firme la problemática de la Filosofía de la Historia y por tanto esta propia rama filosófica, cuya temática tratan Toynbee, Schubart, Berdiaiev, Northrop, Kroeber, Schweitzer, Beus, etc. Planteándose difíciles delimitaciones entre ramas conexas : la Filosofía de la Historia, la Filosofía Social, la Sociología, el Derecho. 262 SEGUNDO CONGRESO EXTRAORDINARIO INTERAMERICANO DE FILOSOFIA Por ello veía Cuvillier en la sociología alemana más bien filosofía generar y de la historia y por otra parte el problema político, lo cual hace que sea a menudo "tendenciosa" en sus especulaciones; afirmación que nos muestra a Cuvillier comobuen francés y también como buen sociólogo. Reacción natural, ya que el conocimiento de los problemas filosóficos del Derecho, del- Estado y de la Sociedad es disputado por la Ciencia Jurídica, las Ciencias Sociológicas y la Filosofía; aspirando el sociólogo a ser el único dueño del ámbito social. Deriva esta ambición de las desmesuradas proporciones que le adjudicó su propio fundador a la Sociología, (definida por Sauer como la ciencia que se ocupa de la vida social considerada como un gran todo, cuyos sectores estuvieron asignados a muchas ciencias durante mucho tiempo), y surgió como una ciencia ornnicomprensiva y enciclopédica, ya que Comte la quiso apoyar en la sóla experiencia por ser el creador también del positivismo enemigo de toda Metafísica. Para que aumentaran la exactitud y rigor metódicos de la Sociología fue preciso delimitarla temáticamente (lo cual se ha ido haciendo en la Sociología formal, metódica o analítica) y para que pudiera ser así reconocida por las demá ciencias. Sin embargo, todavía siguen predominando en amplios sectores intelectuales de América fuertes residuos de un anticuado positivismo, el cual fue verdaderamente fatal para el pensamiento americano al alejarle de la abstracción filosófica creadora. Este positivismo sirvió de vehículo en ambas Américas a un utilitarismo cada vez más materialista y cada vez más a ras de tierra. La Sociología y el positivismo naturalista fueron los creadores de e as Facultades universitarias americanas denominadas de Ciencias Sociales y que en vez de preocuparse de materias propiamente sociológicas tratan de las Ciencias históricas, las geográficas y económicas, siguiendo en ello los planes deestudios especificados oficialmente en cuanto a la segunda enseñanza. Tan ahsurdo es incluir la Geografía como ciencia social como lo sería la Química o la. Matemática, ya que desde luego es bien notorio que todo objeto de estudio loes a través del hombre y en cuanto le afecta. A las Ciencias Humanas (Humanismo) quisieron substituir las Ciencias Sociales (Positivismo), porque el hombre es parte y vive en sociedad, pero en estos momentos antitotalitarios, debemos ver que el hombre es antes que animal social, hombre. Si la sociedad ha de cumplir con su fin de satisfacer las elementales necesidades materiales humanas, no por ello en compensación ha de sojuzgar las necesidades intelectuales del individuo y su personalidad única y privativa. Es fundamental hoy día, en el campo de la Teoría de las Ciencias, la delimitación de la problemática tanto de la Filosofía de la Historia, como de la Filosofía Social, como de la Ciencia Sociológica, como de la misma Ciencia Histórica. Para Sauer son interferentes y su diferencia está en el punto de partida, ésta es la tesis sostenida generalmente, pero nosotros creemos que en evitación 10 máximo posible de tales interferencias e inclusive visión duplicada o triplicada de los mismos problemas, sería preferible establecer y determinar por conveniencia científica y por convención unánime, una temática bien concreta y delimitada para cada rama de investigación y estudio. Como indicábamos en nuestro trabajo Filosofía Social, N aturaleza y Misión, la Sociología debe cada día más abandonar el campo de los tiempos del pasado, que indudablemente corresponden a la Historia, a la Filosofía de la Historia y a sus auxiliares (las sociedades del pasado y por ende bien históricas. 22-26 .al de> naoe. n- su. ),1 gll-' la le- ía i e e)- IU ss le 3- lel- la. lo15 :n 11 ~le y 1)- 11, n 1(- ~1- ~ i- .s JULIO 1961 - SAN JOSE-COSTA RICA 263 podrán ser estudiadas ya desde el punto de vista narrativo o ya del filosóficoteleológico). Sobre la Historia se construye y desarrolla la Filosofía de la Historia, o mejor, las filosofías de la Historia; idéntico ha ocurrido entre la Sociología y la Filosofía Social. La primera proporciona los materiales sobre los que abstrae y generaliza la segunda. El siglo XIX creyó únicamente en las Ciencias de la Naturaleza, incluyendo entre ellas las propias que se ocupan del hombre, como si éste fuera mero objeto de la Biología, pero el XX ha vuelto por los fueros de la mejor tradición heleno-bizantina, los hurnanisticos, propios de las actuales Ciencias, sí quieren dominar a las Artes y Tecnologías. Incluso se ha llegado a la conclusión de que son más bien las llamadas Ciencias de la Naturaleza las que pertenecen al campo de la Historia de los materiales y los seres, o bien al estudio de las Ciencias de la Cultura, al imperar el relativisrno temporal y espacial en la Historia y en las Culturas. Por ello, tema esencial de la Filosofía histórica es el relativo a las civilizaciones y culturas, que tantos y tan magistrales libros ha originado en los últimos tiempos (F. Sartiaux, "La civilización"; L. Duplessy, "El espíritu de las civilizaciones", etc.). Resumiremos diciendo que la Historia continuará aportando material para la construcción de la vida de la Humanidad en su pasado; sobre ella, y basándose continuamente en ella la Filosofía de la Historia construirá y especulará, abstrayendo y generalizando, para que la Historia no quede en inerme e ingente masa de conocimientos sin trascendencia teleológica y proyectista, y la Sociología se 'ócupará de las actuales sociedades (todavía no históricas) y sobre ella abstraerá y especulará la Filosofía Social. Historia y Sociología serán primer nivel indispensable para el conocimiento y estructuración filosóficos de las más eminentes conclusiones de ambos. Un escritor colombiano refiriéndose a la reciente creación en la Universidad Nacional de Colombia de la Facultad de Sociología entiende (26-mayo1961) que hubiera sido mejor un mero departamento de especialización, tal vez dependiente de la Facultad de Derecho, cayendo, con ello, en el error de la dirección ideológica propiciada por algunos juristas, que parten al estudiar la sociedad naturalmente de la vida del Derecho. Entendemos, por el contrario, ante la necesidad de unificar Facultades, que en algunas Universidades americanas se dan con gran profusión y facilidad; la conveniencia de dividir toda Universidad, que tenga amplitud para ello, en dos grandes Divisiones: 1) De Ciencias de la Naturaleza, 2) De Ciencias de la Cultura. Cada una de estas Divisiones subdividida en las correspondientes Facultades y Departamentos. Entre ellas, la de Ciencias Históricas y la de Ciencias Sociológicas, complementadas con los estudios filosóficos necesarios para las elaboraciones filosófico-históricas (pasado) y filosófico-sociales (presente), pero sin darse un entremezclamiento inconexo entre ciencias históricas, geográficas, sociológicas, económicas y estadísticas, sin común denominador verdad que determine la ciencia principal objeto de estudio y SU3 auxiliares. Ambos extremos son contraproducentes: Una amalgama heterogénea, o una división excesivamente unilateral y simplista. En el primer caso, el alumno contemplará desmesurada extensión de bosque que le impedirá columbrar con detalle ningún árbol, y en el segundo estático ante un sólo árbol quedará ignorante del bosque en su conjunto .