protección de autores y artistas cineastas, en los casos en que sus

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RESEÑA DEL AMPARO DIRECTO 11/2011
PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
“PROTECCIÓN DE AUTORES Y ARTISTAS
CINEASTAS, EN LOS CASOS EN QUE SUS
OBRAS SEAN MUTILADAS O CERCENADAS AL
SER TRANSMITIDAS EN LA TELEVISIÓN”
RESEÑA DEL
AMPARO DIRECTO 11/2011
MINISTRA PONENTE: OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA
VILLEGAS
SECRETARIO: IGNACIO VALDÉS BARREIRO
PRIMERA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
PROTECCIÓN DE AUTORES Y ARTISTAS CINEASTAS, EN LOS
CASOS EN QUE SUS OBRAS SEAN MUTILADAS O CERCENADAS
AL SER TRANSMITIDAS EN LA TELEVISIÓN
Cronista: Maestro Saúl García Corona∗
En sesión celebrada el día 2 de mayo de 2012, la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió el
amparo directo 11/2012, interpuesto por una sociedad de
directores y realizadores de obras audiovisuales, en el que se
efectuó un análisis constitucional relativo a los derechos de autor y
al derecho fundamental a la cultura.
Como antecedentes de este asunto, se puede señalar que
el 7 de mayo de 2007, la referida sociedad de directores y
realizadores de obras audiovisuales demandó en la vía ordinaria
civil a una televisora de cadena nacional, así como a su filial, el
daño moral autoral por considerar que se habían violado los
derechos morales contenidos en los artículos 18, 19 y 21 de la Ley
Federal del Derecho de Autor,1 de los que consideró son titulares
∗ Funcionario adscrito a la Unidad de Crónicas de la Dirección General de Casas de la Cultura Jurídica.
1
Artículo 18.- El autor es el único, primigenio y perpetuo titular de los derechos morales sobre las obras de su
creación.
Artículo 19.- El derecho moral se considera unido al autor y es inalienable, imprescriptible, irrenunciable e
inembargable.
Artículo 21.- Los titulares de los derechos morales podrán en todo tiempo:
I. Determinar si su obra ha de ser divulgada y en qué forma, o la de mantenerla inédita;
II. Exigir el reconocimiento de su calidad de autor respecto de la obra por él creada y la de disponer que su
divulgación se efectúe como obra anónima o seudónima;
III. Exigir respeto a la obra, oponiéndose a cualquier deformación, mutilación u otra modificación de ella, así como
a toda acción o atentado a la misma que cause demérito de ella o perjuicio a la reputación de su autor;
IV. Modificar su obra;
V. Retirar su obra del comercio, y
-1-
diversos directores de cine representados por dicha sociedad de
gestión colectiva.
En esencia, la promovente reclamó la violación al derecho
moral de integridad, al transmitir por televisión abierta versiones
mutiladas, modificadas y no autorizadas por su director, de las
obras tituladas: De Noche Vienes Esmeralda, La mujer de
Benjamín y Bienvenido/Welcome.
Seguidos los trámites legales, el 10 de febrero de 2010, el
Juez Cuarto de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, a
quien correspondió conocer del asunto, dictó sentencia en el
sentido de condenar a la televisora sólo en una parte de las
presentaciones que se le demandaron, al estimar que se violó el
derecho moral de integridad al transmitir por televisión abierta las
versiones mutiladas de algunas de las películas precisadas por el
demandante.
Inconformes con la resolución anterior, las partes en el juicio
interpusieron recurso de apelación, cuya resolución correspondió
al Primer Tribunal Unitario en Materias Civil y Administrativa del
Primer Circuito, el cual, mediante sentencia de 26 de abril de 2010,
confirmó la sentencia pronunciada por el Juez Cuarto de Distrito en
Materia Civil en el Distrito Federal.
En contra de la determinación antes aludida, las partes
promovieron juicio de amparo directo, del que tocó conocer al
Décimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, el cual determinó conceder la protección constitucional
VI. Oponerse a que se le atribuya al autor una obra que no es de su creación. Cualquier persona a quien se
pretenda atribuir una obra que no sea de su creación podrá ejercer la facultad a que se refiere esta fracción. Los
herederos sólo podrán ejercer las facultades establecidas en las fracciones I, II, III y VI del presente artículo y el
Estado, en su caso, sólo podrá hacerlo respecto de las establecidas en las fracciones III y VI del presente artículo.
-2-
para el efecto de que se dictara una nueva sentencia de apelación
donde se analizaran determinadas pruebas para resolver con
plenitud de jurisdicción lo procedente.
En cumplimiento a lo anterior, el Tribunal Unitario de Circuito
emitió una nueva sentencia el 16 de julio de 2010, en la que volvió
a condenar a las codemandadas en una parte y absolverlas en
otra; por tal motivo, las partes promovieron nuevamente diversos
juicios de amparo directo, a los que el Décimo Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito determinó conceder
el amparo para el efecto de que el Tribunal Unitario de Circuito
responsable, con plenitud de jurisdicción, analizara diversos
contratos de cesión de derechos celebrados entre las partes y
resolviera en consecuencia.
Así, el 16 de noviembre de 2010, el Tribunal Unitario de
Circuito responsable emitió una nueva sentencia en la que declaró
fundados los medios de impugnación que interpusieron las
codemandadas, e infundado el que intentó la accionante, por lo
que determinó revocar la sentencia definitiva de 10 de febrero de
2010, pronunciada por el Juez Cuarto de Distrito en Materia Civil
en el Distrito Federal, en los autos del juicio ordinario civil.
Inconforme con esta resolución, el representante de la
sociedad de directores y realizadores de obras audiovisuales
promovió demanda de amparo solicitando la protección de la
Justicia Federal, la cual correspondió conocer al Décimo Cuarto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.
Cabe señalar que en el transcurso del trámite y resolución
respectiva, el representante de la parte quejosa solicitó a la
-3-
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
ejerciera su facultad de atracción para conocer del referido juicio
de amparo directo. Lo antes precisado fue resuelto en la sesión de
27 de abril de 2011, en la que se determinó ejercer la facultad de
atracción para conocer del amparo directo D.C. 2/2011, por lo que
el asunto fue radicado para su resolución bajo el número de
expediente 11/2011.
En ese orden de ideas, por auto de 15 de junio de 2011, el
Ministro Presidente de la Primera Sala formó y registró el toca
correspondiente, se avocó al conocimiento del asunto y ordenó su
turno a la Ponencia del señor Ministro Jorge Mario Pardo
Rebolledo, para la elaboración del proyecto de resolución
respectivo, el cual fue desechado por mayoría de tres votos en la
sesión de 26 de octubre de 2011 celebrada por la Primera Sala. En
virtud de lo antes mencionado, se returnó el asunto a la Ponencia
de la señora Ministra Olga Sánchez Cordero de García
Villegas, para el dictado de la resolución respectiva.
De esta forma, la Primera Sala del más Alto Tribunal, en
sesión celebrada el 2 de mayo de 2012 y por mayoría de tres votos
de los señores Ministros José Ramón Cossío Díaz, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y Presidente
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea resolvió conceder el amparo y
protección de la justicia a la multicitada sociedad quejosa. Los
señores Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo y Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia votaron en contra.
En las consideraciones asentadas por la Primera Sala, bajo
las cuales fundamentó la determinación antes precisada, se realizó
un estudio relativo al derecho a la cultura, así como a la protección
-4-
de los autores y artistas en relación con su obra, de conformidad a
lo estipulado en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y a diversos instrumentos internacionales en los que se
contiene y establece el derecho a la cultura.2
Como resultado del análisis efectuado, se señaló que los
conceptos de violación formulados por la sociedad actora
resultaban fundados, toda vez que la sentencia recurrida, al validar
que mediante un contrato privado celebrado entre diversas partes
pueden ser mutiladas o cercenadas las expresiones artísticas y las
ideas sociales de los cineastas involucrados, transgredió lo
establecido en los artículos 4, 6, 7 y 28 de la Norma Fundamental,
así como los diversos 11, 18, 19, 20, 21, 24, 27, 28, 45, 66, 67, 78
y 99 de la Ley Federal de Derechos de Autor, 9° de la Ley Federal
de Cinematografía y 6, 9, 1796, 1831, 1851, 1853 y 1856 del
Código Civil Federal, ya que el derecho a la cultura, establecido en
el artículo 4º Constitucional, implica, entre otras cuestiones, una
protección a la libertad de las expresiones creativas de carácter
cultural, el cual también contiene una dimensión en cuanto al
acceso a la misma por parte de la sociedad, lo que implica en
principio, más no de manera general o absoluta, la protección
integral de la manifestación cultural y su difusión en su forma
originaria.
Asimismo, la Primera Sala del más Alto Tribunal del país
concluyó que en la sentencia reclamada se violaron los privilegios
morales
de
los
autores
establecidos
en
el
artículo
28
Constitucional, pues un contrato celebrado entre un empresario y
2
Dentro de los instrumentos internacionales analizados se encuentran los siguientes: Sistema Universal de
Protección de los Derechos Humanos; Declaración Universal de los Derechos Humanos; Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos en su numeral; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la
Convención Internacional Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo, Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes; Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; Convención Americana Sobre Derechos Humanos; Protocolo
Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales “Protocolo de San Salvador”; y Carta Democrática Interamericana.
-5-
una empresa televisiva, sin participación de los autores de la
película, no puede ser suficiente para que la televisora pueda violar
los derechos morales de los autores y modificar la película sin el
permiso de éstos.
Por otro lado, se precisó que la responsable violó lo
dispuesto por los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, al considerar válido que mediante un
contrato privado se puedan mutilar o cercenar las expresiones
artísticas y las ideas sociales de los directores, pues con esto se
afecta la libre manifestación de las ideas y se obstruye la expresión
en materia cultural, así como la autorrealización de los creadores
de obras.
En tal virtud, se determinó que las empresas televisoras
implicadas no podían violar los derechos morales de los autores y
modificar, alterar, suprimir escenas, diálogos, créditos, audios y
censurar las cintas La Mujer de Benjamín y Bienvenido/Welcome
sin el consentimiento de los directores representados por la
sociedad quejosa.
Por último, se especificó que en virtud de que los contratos
celebrados entre los cedentes y la televisora demandada en el
juicio de origen, carecen de inscripción ante el Registro Público del
Derecho de Autor, estos no pueden surtir efectos contra terceros,
como lo son los directores cinematográficos de las películas
materia de dichas obras.
Derivado de este asunto, se emitieron las tesis de rubro
siguiente:
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DERECHO A LA CULTURA. EL ESTADO MEXICANO DEBE
GARANTIZAR Y PROMOVER SU LIBRE EMISIÓN, RECEPCIÓN
Y CIRCULACIÓN EN SUS ASPECTOS INDIVIDUAL Y
COLECTIVO.3
DERECHO FUNDAMENTAL A LA CULTURA.4
DERECHOS DE AUTOR. PROTEGEN TANTO DERECHOS
PATRIMONIALES COMO MORALES.5
LIBERTAD DE IMPRENTA. SU MATERIALIZACIÓN EN SENTIDO
AMPLIO EN DIVERSAS FORMAS VISUALES, ES UNA
MODALIDAD DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ENCAMINADA
A GARANTIZAR SU DIFUSIÓN.6
3
1a. CCVI/2012 (10a.), Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XII, Septiembre de
2012, Tomo 1, pág. 500, IUS 2001622.
4
1a. CCVII/2012 (10a.), Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XII, Septiembre de
2012, Tomo 1, pág. 502, IUS 2001625.
5
1a. CCVIII/2012 (10a.), Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XII, Septiembre
de 2012, Tomo 1, pág. 504, IUS 2001630.
6
1a. CCIX/2012 (10a.), Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XII, Septiembre de
2012, Tomo 1, pág. 509, IUS 2001674.
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