220-22251 Ref. Socios Gestores. Se recibió su escrito radicado en

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220-22251
Ref. Socios Gestores.
Se recibió su escrito radicado en este Despacho con el número 419,859-0 a través del cual consulta:
a.
Si un socio gestor de una sociedad en comandita puede ser a la vez socio comanditario y en tal virtud qué
requisitos se deben cumplir para poder obtener las dos calidades.
b.
Cuáles son las razones jurídicas y normas que permiten que un socio gestor se convierta en un socio
comanditario por el simple hecho de la manifestación expresa en tal sentido,
c.
Efectos que genera la doble calidad de socio en una sola persona, y "en qué se diferencian de los efectos
establecidos por la ley para el socio gestor que hace aporte de capital".
En primera instancia debe precisarse, que de acuerdo con el artículo 323 del Código de Comercio la sociedad en
comandita se formará entre uno o más socios que comprometen su responsabilidad solidaria e ilimitadamente por
las operaciones sociales (socios gestores o colectivos); y otro o varios socios que limitan su responsabilidad a sus
respectivos aportes (comanditarios).
El capital de esta clase de sociedad, según los términos del artículo 325 del Código citado, "...se formará con los
aportes de los socios comanditarios o con los de éstos y los de los socios colectivos simultáneamente. - Cuando los
colectivos hicieren aportaciones de capital, en la respectiva escritura se relacionarán por su valor, sin perjuicio de la
responsabilidad inherente a la categoría de tales socios."
De la lectura de las normas en mención, se observa que la ley permite a los socios gestores hacer aportes de
capital, sin que por ello pierdan su calidad de tal, por lo que, igual, seguirán respondiendo solidaria e ilimitadamente
por las obligaciones de la sociedad.
Ahora bien, un socio gestor puede ostentar a la vez la calidad de socio comanditario en razón de los aportes de
capital en la sociedad; en efecto, la ley prevé dicha posibilidad, como se puede deducir del artículo 331 del Código
de Comercio, a cuyo tenor "Las acciones que un socio gestor tenga en la sociedad podrán cederse separadamente
de las partes de interés que tenga como gestor, e inversamente, pero con sujeción a lo previsto en los artículos
anteriores." disposición que ha de entenderse aplicable para las dos formas comanditarias.
De todas maneras, ha de tenerse en cuenta que no basta que los socios gestores hagan aportes de capital para
endilgársele, por ese solo hecho la calidad de socios comanditarios, sino que es necesario que éstos manifiesten su
intención inequívoca al respecto, sin que tal circunstancia tenga injerencia en la responsabilidad que como socio
gestor le impone la ley.
El profesor Gabino Pinzón en su obra Sociedades Comerciales Tomo II, al respecto señala: "...los socios gestores
pueden hacer aportes de capital,... sin dejar de ser gestores o colectivos, ni adquieran por eso la doble calidad de
gestores y de comanditarios..."
La anterior posición la comparte este Despacho, y así se pronunció mediante oficio DAL-26345 del 8 de octubre de
1.991, al expresar: "no basta a un socio gestor efectuar un aporte de capital para endilgársele tal condición, sino
que es preciso que tenga una real y manifiesta intención de ser socio comanditario y adquiera el número de cuotas
(o acciones) que se hayan establecido previamente, para efectivamente poseer en un mismo tiempo la doble calidad
de socio gestor y socio comanditario."
Luego, si un socio gestor hace aportes de capital, pero su intención no es la de ser socio comanditario,
sencillamente su aporte no se traduce en acciones o cuotas de capital, y solo se procederá a dejarlo relacionado en
la escritura por el valor correspondiente; pero si su intención va más allá de un simple aporte, cuyo objetivo sea el
de ostentar la doble calidad, así se especificará, dejando claramente establecido su porcentaje de participación,
pagos efectuados, etc.
La anterior afirmación tiene su razón de ser, si se tiene en cuenta que para que un contrato se repute válido, es
necesario que se den los elementos esenciales del mismo, entre los cuales se cuentan el consentimiento, esto es la
voluntad manifiesta por una de las partes de acceder a la proposición de otra, a efecto de crear un vínculo jurídico
entre éstas, por lo que mal podría la sociedad atribuirle la calidad de comanditario a un socio gestor en virtud de un
aporte cuando su intención dista de ostentar esa doble condición.
En cuanto a las razones jurídicas y las normas que permiten al socio gestor convertirse en socio comanditario por el
simple hecho de la manifestación expresa en tal sentido, se ha de tener presente que para detentar la doble calidad
no es suficiente exteriorizar su intención en tal sentido, sino que, para tal efecto se requiere de un verdadero aporte
de capital, el cual deberá cubrirse con sujeción a la ley dependiendo del tipo de sociedad; así las cosas, en una en
comandita por acciones, habrá de procederse en la forma establecida para las sociedades anónimas (Art. 376 y 387
del Código de Comercio); y tratándose de una en comandita simple en la misma forma que para las sociedades
limitadas, esto es, al momento de constituirse la sociedad, así como al solemnizarse cualquier aumento del mismo
(art. 354 ibídem) .
Respecto a los efectos que genera el hecho de ostentar la doble calidad, se precisa, que es obvio que, la calidad de
socio comanditario le imprime al mismo los derechos inherentes propios de tal categoría, pero con las limitaciones
que le imponga la ley. Así por ejemplo, sus acciones y/o cuotas no solamente son determinantes del quórum
deliberativo y las mayorías decisorias, sino que, les brinda la oportunidad de representarlas en las reuniones del
máximo órgano social y votar en ellas, cobijándolos, desde luego, la prohibición prevista en el inciso segundo del
artículo 185 del Código de Comercio, en virtud del cual, los administradores no podrán votar los balances y cuentas
de fin de ejercicio ni las de la liquidación, pues no se puede pasar por alto, que los socios gestores son los
encargados por ley de la administración de los negocios sociales, quienes podrán ejercerla directamente o por
medio de sus delegados, con sujeción a lo previsto para la sociedad colectiva (Art. 326 del Código de Comercio). Es
pues clara la diferencia existente entre el socio gestor que hace aportes de capital con la intención inequívoca de
que se le tenga, además como socio comanditario, y el socio desligado de propósito semejante.
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