Mi hijo tiene alergia respiratoria : ¿qué precauciones debo tomar? Las alergias respiratorias provocan asma o rinitis. Para evitar los síntomas producidos por estas afecciones, hay que limitar el contacto con los elementos que causan la reacción alérgica. En nuestro medio los alergenos más frecuentes implicados en las alergias de tipo perenne son los ácaros del polvo doméstico, los epitelios animales y los hongos o mohos. ¿Cuales son las causas de las alergias respiratorias? Las enfermedades alérgicas respiratorias más frecuentes son el asma y la rinitis alérgica. Ambas se pueden manifestar unas veces por síntomas que ocurren de manera más o menos frecuente, pero continua a lo largo de todo el año, en cuyo caso hablamos de alergia respiratoria perenne. Otras veces se manifiestan por síntomas que tienen lugar solo en un determinado periodo del año como sucede en el caso de las alergias respiratorias estacionales, generalmente originadas por alergia a los pólenes de determinadas plantas que solo polinizan en una época concreta. Las sustancias o alergenos que con mayor frecuencia son causa de alergias respiratorias perennes son los ácaros del polvo de casa, los epitelios o pelos de animales y los mohos u hongos. ¿Qué puedo hacer para evitar los ácaros del polvo? Los ácaros son arácnidos minúsculos, invisibles a simple vista, que miden alrededor de 0,3 mm (300 micras). Dos especies que viven en el polvo de las habitaciones son agentes muy importantes de las alergias respiratorias y se denominan Dermatophagoides Pteronyssinus y Dermatophagoides Farinae. Se denominan así por alimentarse de escamas humanas o películas de piel muerta (Dermatos=piel y Fago=comer). Viven esencialmente en las camas (almohadas, colchones, edredones...), pues ahí es donde perdemos escamas en mayor cantidad por frotamiento de la piel contra las sábanas. Los ácaros son más abundantes en las camas que en el suelo de las habitaciones. Para su desarrollo necesitan una humedad relativa del 80% y una temperatura de 20 a 25 ºC, condiciones que se dan especialmente en el colchón, ya que la temperatura y humedad transmitidas por el cuerpo humano (trasudación) son las ideales para ellos. Por la misma razón, los ácaros se desarrollan mas fácilmente en climas húmedos y con temperaturas suaves, disminuyendo su número a medida que aumenta la altitud. Por ello, el clima seco y de alta montaña no les conviene, clima que si conviene a los alérgicos a los ácaros. Lo que origina los síntomas alérgicos no son los ácaros en si mismos, sino las proteínas contenidas en sus heces; el tamaño de las partículas fecales oscila entre 1 y 10 micras. Las normas ambientales para evitar los ácaros en el entorno, deben ser especialmente intensas en el dormitorio del niño, y de ser necesario, en los lugares mas frecuentados. Estas NORMAS AMBIENTALES para evitar los ácaros incluyen: Utilizar un somier de láminas. Use ropa de cama sintética y lávela con frecuencia a más de 55- 60° C (programa caliente de la lavadora). Cubra el colchón y la almohada con una funda antialérgica (antiácaros). En su defecto utilizar fundas de plástico. Lave las cortinas con frecuencia. Evite los tapices en las paredes. Evite enseres que acumulen polvo (alfombras, cojines, cortinajes, libros....). Opte por azulejos y parquét antes que tapices y moquetas en la vivienda. En la habitación del niño, paredes lisas, evitando moquetas, alfombras y cortinajes tupidos. Evite enseres de lana, miraguano o plumas, sustituyéndolos por materiales sintéticos como espuma de látex, poliester o dacrón. Priorice los juguetes lavables. Reduzca el número de peluches y lávelos con frecuencia. Nunca barrer ni aspirar. Es preferible utilizar bayeta o paño húmedo para suelos y muebles. Para eliminar realmente del ambiente las pequeñas partículas fecales de los ácaros, deberían utilizarse sistemas de limpieza/purificación del aire dotados con filtros especiales (filtros HEPA, de celulosa,carbón activado o precipitadores electrostáticos). Pase el aspirador habitualmente. Ventile la habitación del niño cada día, sobre todo por las mañanas, cuando el aire es más frío y por tanto más nocivo para los ácaros. En caso de alta humedad relativa, puede ser útil el empleo de deshumidificadores. En cualquier caso, usar calefacción por radiador de agua o eléctrica. Nunca por sistema de aire acondicionado. Finalmente, un complemento valioso de las maniobras de limpieza lo constituye el empleo periódico de acaricidas ( sustancias que matan o impiden el desarrollo de los ácaros). ¿Debo evitar los animales domésticos? Evite tener un animal en casa si su hijo tiene alguna alergia a epitelios animales. Si tiene un animal, manténgalo en el exterior si es posible. Lávelo frecuentemente. No deje que entre en las habitaciones. No se olvide de lavarse las manos después de haberlo tocado. Pida a una persona cercana que limpie su caseta. ¿Cómo puedo evitar el moho en casa? Ventile bien la vivienda. Instale filtros de aire y deshumidificadores y elimine las fuentes de humedad (escape, filtraciones, etc.). Limpie frecuentemente y con cuidado las habitaciones húmedas y mal ventiladas. Desinfecte con lejía las superficies contaminadas. Lave cuidadosamente frutas y legumbres antes de consumirlas. Tire el pan, la leche y otros alimentos cuando aparezca moho. Evite los acuarios sin cubierta. No seque la colada en su piso.