Órgano: Tribunal Militar Territorial Cuarto Municipio: A Coruña Ponente: TCA GONZALO MELÓN MUÑOZ Procedimiento: RCDMO. 4/15/15 -- Fecha: 01/07/2016 Tipo Resolución: Sentencia Resumen: el mal uso o descuido en la conservación de los locales, materiales y demás elementos de los servicios, así como el incumplimiento de las normas dadas en esta materia Principio de legalidad por ausencia de tipicidad y vulneración derecho a la defensa. Desestimatoria SENTENCIA NÚM. 06 /201 A Coruña, a 1 de julio de 2016. Visto el recurso contencioso disciplinario ordinario núm. 04/15/15 interpuesto por el Guardia Civil D. ROBERTO, con destino en el Destacamento de Tráfico de Oviedo (Sector/Subsector de Tráfico de Asturias), que actúa en su propio nombre, habiendo sido parte la Administración sancionadora, representada por el Abogado del Estado, el Tribunal Militar Territorial Cuarto, siendo Vocal Ponente el Teniente Coronel Auditor Don Gonzalo Melón Muñoz, dicta EN NOMBRE DE SU MAJESTAD EL REY la siguiente SENTENCIA ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Se impugna en esta vía jurisdiccional por el recurrente la resolución sancionadora de 9 de abril de 2015, emanada del Comandante Jefe del Sector/Subsector de Tráfico de Asturias, por la que se impone al Guardia Civil D. ROBERTO la sanción de pérdida de un día de haberes, como autor de una falta leve contemplada en el apartado 9 del artículo 9 de la Ley Orgánica 12/2007 de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil (en adelante, LORDGC), bajo el concepto de "el mal uso o descuido en la conservación de los locales, materiales y demás elementos de los servicios, así como el incumplimiento de las normas dadas en esta materia” , consistiendo los hechos objeto de sanción en los que se han de reflejar en el apartado de hechos probados de esta sentencia. Dicha resolución sancionadora fue confirmada en vía de recurso de alzada por la del General jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, de fecha 20 de julio de 2015, agotando esta la vía administrativa previa. El recurrente impugna igualmente la mencionada resolución confirmatoria en su escrito de demanda. SEGUNDO.- Admitido a trámite el recurso, el actor formula demanda en la que considera que con la resolución sancionadora inicial y su confirmatoria, impugnadas en el presente recurso, se ha vulnerado la legalidad, planteando como cuestión de fondo y motivo impugnatorio único la vulneración del principio de legalidad – tipicidad, por entender son atípicos los hechos objeto de sanción no encontrando encaje ni encuadre en el artículo 9.9 de la LORDGC, ni en ningún otro. Asimismo considera vulnerado su derecho a la defensa por cuanto la información verbal realizada por el Alférez Jefe de su Unidad no se ajusta a las previsiones de la información reservada previa a que alude la norma disciplinaria y se retrasa indebidamente su condición de imputado comprometiendo su derecho a la defensa en el marco del procedimiento sancionador. A su juicio si el Alférez tenía competencia sancionadora debió proceder a sancionar y no elevar al mando las resultas de su información verbal para que sancionara la superioridad, no habiéndose respetado sus derechos fundamentales como imputado en dicha información verbal, dado que nunca se le informó en la misma de que se iniciaban actuaciones disciplinarias contra su persona. TERCERO.- En trámite de contestación a la demanda la Abogado del Estado solicita resolución desestimatoria del recurso por no haber existido vulneración de la legalidad con los actos sancionadores impugnados. CUARTO.- Se recibió el pleito a prueba por decreto nº 9 de 27 de octubre de 2015, declarándose por decaído el derecho del recurrente a proponer prueba en concreto por auto de 20 de enero de 2016, que devino firme a 8 de marzo de 2015 tras desestimarse el recurso de súplica interpuesto por el actor. QUINTO.- Puesto el pleito en trámite de conclusiones sucintas (ninguna de las partes solicitó la celebración de vista), las partes las formulan ratificándose en sus respectivas posiciones, mediante escritos de 20 de abril de 2016, el actor y de 13 de abril de 2016, la Abogacía del Estado. Se señala para votación y fallo el día 23 de junio de 2016 a las 10.00 horas. HECHOS PROBADOS Se declaran expresamente como tales: 1º.- El Guardia Civil D. ROBERTO, formaba parte como Jefe de Servicio de una Pareja de motoristas del Destacamento de Tráfico de Oviedo prestando servicio de “vigilancia de carreteras” ordenado en papeleta oficial núm. 2015-2-4748-259, en horario de 14:00 a 21:30 horas del día 17 de febrero de 2015. Su compañero de servicio era el Guardia Civil D. Rodrigo. 2º.- Que circulaban sobre las 16:25 horas de la citada fecha hacia un punto de verificación de alcoholemia que tenían ordenado realizar por la AS-17 (Avilés- Riaño), cuando a la altura del km. 21,200 observaron a un conductor de un camión de ganado que no hacía uso del cinturón de seguridad, dándole el alto y situando el vehículo oficial detrás. 3º.- Que al descender del vehículo para pedirle le documentación el Guardia D. ROBERTO cogió el terminal TCM y la impresora y comenzó a caminar por la calzada, en vez de hacerlo por el arcén, en dirección al camión, dando un salto repentino hacia el arcén de la vía por el hecho de que un vehículo circulando le pasó muy cerca, cayendo los citados aparatos que portaba a la calzada, momento en que un camión que circulaba por la misma les paso por encima produciendo su total inutilización. 4º.- Que con anterioridad a estos hechos en fecha 1 de octubre de 2014 extravió una impresora asignada al servicio perteneciente a su Unidad sin que pudiese dar motivo de lo ocurrido para su extravío, por lo que tras instruirse una información verbal en la que se apreció en su conducta imprudencia leve, fue amonestado verbalmente. 5º.- Por los hechos descritos en los números precedentes el Guardia ROBERTO fue sancionado disciplinariamente en los términos expuestos en nuestro antecedente de hecho primero. FUNDAMENTOS DE LA CONVICCIÓN ÚNICO.- Que para formar convicción de que los hechos han acaecido según se relata en esta sentencia, el Tribunal ha tenido a su disposición el correspondiente expediente sancionador, a falta de otras pruebas que hubieran podido incorporar las partes. El actor dejó decaer su derecho a proponer prueba y el Abogado del estado no propuso ninguna. Por demás del contenido del expediente sancionador se deducen sin ningún género de dudas los hechos que se dan por probados en esta sentencia. Los hechos, además, son indubitados y admitidos por todas las partes incluido el recurrente, que no los niega. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- El recurrente aduce vulneración del principio de legalidad por ausencia de tipicidad en su conducta, en relación a los hechos y la infracción apreciada y sancionada que hoy nos ocupan y son objeto del proceso. Atribuye la destrucción del material asignado al servicio a un hecho fortuito y no a una conducta propia sancionable. La citada alegación del recurrente, puede ser contemplada desde dos vertientes distintas, pero a la vez complementarias e incluso concurrentes. La primera es de naturaleza constitucional y afecta de lleno a los derechos fundamentales: la tipicidad absoluta como contenido esencial del principio de legalidad recogido en el artículo 25.1 de la Constitución. El Tribunal ha de examinar desde esta óptica constitucional si se ha vulnerado el principio de legalidad por las resoluciones impugnadas al haberse procedido a la sanción de hechos no contemplados en absoluto por la norma sancionadora aplicable, esto es , absolutamente atípicos. La segunda es una cuestión de legalidad ordinaria: la tipicidad relativa, entendida como la correcta subsunción de los hechos que son objeto de sanción en el tipo disciplinario singular que el titular de la potestad sancionadora aplica para ejercer esta en el caso concreto. Deberá examinar en este caso el Tribunal si la aplicación del tipo concreto utilizado por la Administración, esto es, el descrito en el artículo 9 apartado 9 de la LORDGC, a los hechos que sanciona es correcta, por ser subsumibles estos en aquel y si pudieran haber sido subsumibles en otro u otros tipos disciplinarios. La formulación jurisprudencial del principio de tipicidad como parte del de legalidad (afectante a la infracción y sanción) encuentra gráfico ejemplo, por claro, en la Sentencia de la Sala V del Tribunal Supremo-que recoge otras sentencias- de fecha 26 de julio de 2011, que señala: “Conviene recordar que el principio de tipicidad, o de legalidad material, consagrado en el artículo 25.1º de la Constitución, se traduce en la exigencia de predeterminación normativa de los tipos, es decir, en la concreción previa de las conductas infractoras y de sus correspondientes sanciones en una norma previa y cierta.” seguidamente se establece que “ La tipicidad requiere que el acto u omisión sancionado se halle claramente definido en el ordenamiento jurídico (…) y que la exigencia de tipicidad no se incumple por los tipos sancionadores parcialmente en blanco, es decir por aquellos que requieren ser complementados por remisión a otras normas, siempre que el reenvío normativo esté justificado, la norma sancionadora contenga el núcleo esencial de la prohibición y se respete la exigencia de certeza ( SSTC 127/90, de 5 de Julio , 118/92, de 16 de Septiembre y 62/94, de 28 de Febrero , entre otras muchas)”. A efectos de tipicidad absoluta, se produce vulneración del principio constitucional de legalidad que recoge el artículo 25.1 de la Constitución, cuando se sancionan unos hechos carentes absolutamente de tipicidad. La conocida doctrina de la tipicidad absoluta, fijada por múltiples y reiteradísimas sentencias de la Sala Quinta del Tribunal Supremo (SSTS, Sala V, entre otras, de fechas 14.01.1991, 04.11.1992, 23.03.1994, 30.05.1996, 12.12.1996, 20.09.1998, 25.01.1999 ó 11.01.2002), establece que para que se vulnere el principio de legalidad del artículo 25.1 de la Constitución Española a través de una falta de tipicidad o previsión de la conducta en la norma sancionadora tiene que existir una “absoluta carencia de tipicidad” (SSTS, Sala Quinta, de 29.09.1998 y 25.01.1999), cosa que ocurriría si los hechos sancionados no se encuentran previstos en ninguno de los tipos de aquélla. A efectos de tipicidad relativa, el Tribunal habrá de examinar la corrección y respeto a la legalidad, desde la óptica del concreto y singular tipo disciplinario utilizado por el mando con potestad sancionadora para sancionar en el caso concreto. Pasará la sala a valorar ambos aspectos y a dar respuesta, con ello, al único motivo impugnatorio esgrimido por el recurrente. Resulta claro que la hipotética vulneración de la tipicidad absoluta descrita no se produce en el caso que nos ocupa, por cuanto los hechos, además de ser incardinables en el tipo disciplinario utilizado (materializados tales hechos en una conducta imprudente del sancionado, que desplazándose durante la prestación del servicio para identificar a un posible conductor infractor, lo hizo por la calzada destinada a los vehículos y no por el arcén de la vía, incumpliendo las más mínimas normas de seguridad y provocando con su proceder la total inutilización y definitiva pérdida de los elementos asignados al servicio descritos en los hechos probados ) con, lo que de por sí, haría inexistente dicha supuesta vulneración, lo pueden ser en otro u otros de la norma, que bien podían haber sido aplicados por el mando para corregir la conducta, como por ejemplo, el tipo descrito en el artículo 8, apartado 24, de la misma. Por demás la tipicidad relativa, como queda dicho se respeta en el presente caso por ser la subsunción realizada por el mando sancionador en el concreto tipo utilizado correcta y la idónea en relación a los hechos corregidos. Por demás, la Administración sancionadora justifica sobradamente la subsunción en el tipo utilizado en la resolución de 9 de abril de 2015, citando expresamente la normativa contenida en la Circular C-13 de 25 de mayo de 2012 emanada del Coronel Jefe de la Jefatura de Recursos Materiales de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, no adoptando las medidas de precaución y cuidado exigibles para evitar pérdidas y deterioros prematuros de material asignado al servicio (incumplimiento de normas dadas en materia de conservación de material asignado al servicio). No existe pues la ausencia de tipicidad que se alega por el actor, debiendo rechazarse este motivo impugnatorio. SEGUNDO.- Se alega vulnerado su derecho a la defensa por cuanto la información verbal realizada por el Alférez Jefe de su Unidad no se ajusta a las previsiones de la información reservada previa a que alude la norma disciplinaria y se retrasa indebidamente su condición de imputado comprometiendo su derecho a la defensa en el marco del procedimiento sancionador. A su juicio si el Alférez tenía competencia sancionadora debió proceder a sancionar y no elevar al mando las resultas de su información verbal para que sancionara la superioridad, no habiéndose respetado sus derechos fundamentales como imputado en dicha información verbal, dado que nunca se le informó en la misma de que se iniciaban actuaciones disciplinarias contra su persona. Ningún derecho fundamental en tal sentido estima la sala que se haya producido, por cuanto el procedimiento sancionador ha respetado escrupulosamente los del actor desde su inicio, habiéndosele informado en todo momento del carácter de las actuaciones que se iniciaban en su contra, de los hechos imputados, de los recursos procedentes y del derecho que le asistía a proponer pruebas y participar en las que se practicaron, así como de los derechos que le asistían a no declarar, a no confesarse culpable y a la presunción de inocencia. Ninguna relevancia, a los efectos del presente recurso jurisdiccional. tiene el hecho de que su jefe de Unidad realizase una información verbal previa sobre los hechos, en el legítimo ejercicio de sus atribuciones, para informarse de cómo ocurrieron estos y elevar sus resultas al mando para que este decidiese ejercer o no la potestad disciplinaria. Ningún derecho del sancionado se violentó por ello, respetándose plenamente la legalidad y los derechos del encartado desde el primer momento en que las actuaciones disciplinarias con tal carácter se dirigieron contra él. La doctrina constitucional de la indefensión (entre otras, Sentencias del Tribunal Constitucional- en lo sucesivo STC- números 89/86, 8/91 o 367/93 o de la Sala Quinta del Tribunal Supremo de 28.06.2002), configura ésta como un real impedimento del derecho a alegar y demostrar en el proceso, en nuestro caso en el procedimiento sancionador, los propios derechos, privando a la parte de justificar tales derechos o intereses o de replicar dialécticamente las posiciones contrarias en el ejercicio del indispensable principio de contradicción. En consonancia con la doctrina anterior la Sentencia de la Sala Quinta del Tribunal Supremo de 30 de octubre de 1999, determina que para apreciar la vulneración del tal derecho se ha de examinar si al recurrente se le han cercenado sus posibilidades de defensa o se le ha vetado la utilización de trámites procesales legalmente ordenados en garantía de dicho derecho de defensa. Por otra parte, la STC núm. 14/1999, establece que para que pueda estimarse una indefensión con relevancia constitucional, la que sitúa al interesado al margen de toda posibilidad de alegar y defender en el proceso sus derechos, no basta con una vulneración meramente formal, siendo necesario que de esa infracción formal se derive el efecto material de indefensión, un efectivo y real menoscabo del derecho a la defensa, con un real y efectivo perjuicio para los intereses afectados. La proscripción de la indefensión y la tutela y protección del derecho a la defensa como uno de los principios básicos del derecho sancionador, se recogen de manera indubitada en la LORDGC en su artículo 38 que enuncia los principios inspiradores del procedimiento, estableciendo que “el procedimiento disciplinario se ajustará a los principios de legalidad, impulso de oficio, imparcialidad, celeridad, eficacia, publicidad, contradicción, irretroactividad, tipicidad, responsabilidad, proporcionalidad, individualización de las sanciones y culpabilidad, y comprenderá esencialmente los derechos a la presunción de inocencia, información, defensa y audiencia”. La redacción del precepto no deja dudas del carácter esencial del derecho a la defensa acompañado de modo inseparable de la información y de la audiencia. Pues bien, del examen del expediente sancionador no se deduce sino que la Administración sancionadora ha procedido conforme a los principios establecidos en el citado artículo 38 de la LORDGC, no habiéndose minorado ni cercenado, siquiera formalmente ninguno de los contenidos del derecho a la defensa del sancionado, habiendo este podido alegar, proponer pruebas y ejercer los recursos otorgados por la Ley, habiéndose respetado escrupulosamente los trámites procedimentales a lo largo de la instrucción de todo el expediente hasta su resolución. No procede sino desestimar el presente motivo impugnatorio y con el la totalidad del recurso. VISTOS los artículos citados, sus concordantes y demás de general y pertinente aplicación. FALLAMOS Que debemos DESESTIMAR y DESESTIMAMOS TOTALMENTE el recurso contencioso disciplinario militar ordinario núm. 4/15/15 interpuesto por el Guardia Civil D. ROBERTO, con destino, con destino en el Destacamento de Tráfico de Oviedo (Sector/Subsector de Tráfico de Asturias), contra la resolución sancionadora de 9 de abril de 2015, emanada del Comandante Jefe del Sector/Subsector de Tráfico de Asturias, por la que se le impone la sanción de pérdida de un día de haberes, como autor de una falta leve contemplada en el apartado 9 del artículo 9 de la Ley Orgánica 12/2007 de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil (en adelante, LORDGC), bajo el concepto de "el mal uso o descuido en la conservación de los locales, materiales y demás elementos de los servicios, así como el incumplimiento de las normas dadas en esta materia” siendo confirmada por la resolución del General Jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de fecha 20 de julio de 2015; resoluciones ambas que confirmamos al ser conformes a derecho. Notifíquese la presente Sentencia a las partes, a tenor de lo dispuesto en el artículo 497 de la Ley Procesal Militar, con la advertencia de que contra la misma se puede interponer recurso de casación ante la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo, en el plazo de diez días y a tenor de lo dispuesto en artículo 503 del citado texto legal. Así por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará certificación a los autos, la pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN: Leída y publicada la anterior Sentencia por el Vocal Ponente, Teniente Coronel Auditor D. Gonzalo Melón Muñoz, al estar celebrando audiencia pública la Sala de este Tribunal Militar Territorial Cuarto el día de la fecha, de lo que yo, Secretario Relator, doy fe. Rubricado.