A principios del siglo VIII, surgió en Asturias el más importante foco de resistencia cristiana. Y en esa región sin antecedentes artísticos va a florecer un arte asombroso, que con razón es considerado como el más claro antecedente del estilo románico. Organización social en el reino asturiano: La tensión de una sociedad en guerra contra el Islam explica la proliferación de iglesias, pero la arquitectura civil debió alcanzar una calidad notable. Evolución del arte asturiano: Tres reinados señalan tres fases artísticas: • Alfonso II (791 − 842) • Ramiro I ( 842 − 850) • Alfonso III ( 866 − 910) En la primera fase todavía se aprovechaban los fustes y piezas diversas de edificios romanos y visigodos; en la tercera se señala ya la influencia del árabe en la decoración y en algún elemento arquitectónico. En la etapa ramirense, la planificación de edificios, supone la existencia de talleres artesanales y de arquitectos que crean según las funciones a que se destina la construcción. Rasgos característicos de la arquitectura asturiana: El más trascendental es el uso de la bóveda de medio cañón. En los edificios de la etapa de Alfonso II son más usuales las cubiertas de madera, y la bóveda se reserva para tramos más pequeños, como los ábsides. Ya con Ramiro I, los arquitectos se atreven a cubrir la construcción con bóvedas sobre arcos fajones, que se apoyan interiormente en pilastras adosadas al muro y, exteriormente, en contrafuertes. El arco de medio de punto frecuentemente peraltado, constituye otro rasgo esencial. Se rompe por tanto con la forma de herradura del arte visigodo. Utilizan en los muros mampostería o el sillajero. Se emplearon elementos decorativos, como los medallones, o el alfiz o moldura, o la celosía tomada de Roma. Las iglesias se diseñan con una serie de líneas rectas. Siguiendo la tradición paleocristiana, son de planta basilical, pero sustituyen las columnas por pilares que suelen carecer de capitel. Los ábsides son rectangulares y el que corresponde a la capilla mayor tiene una cámara secreta, probablemente para guardar el tesoro. Al cuerpo de la iglesia se le añade a veces un porche o pórtico lateral, anticipando características del románico castellano. Principales muestras del arte asturiano: Al reinado de Alfonso II corresponde la Cámara Santa (catedral de Oviedo) y San Julián de los Prados (Santullano) El reinado de Ramiro I ofrece la obra magna de Santa María del Naranco, concebida inicialmente como un palacio y consagrada como iglesia posteriormente. Al mismo período corresponde San Miguel de Lillo, del que se conserva sólo una pequeña parte, y Santa Cristina de Lena de plante rectangular y con una capilla 1 mayor en lo alto. En el reinado de Alfonso III, San Salvador de Valdediós, en el frondoso valle de Boides, donde se retiró el monarca después de ser desterrando por sus hijos. El concepto de mozárabe: La rápida expansión del Islam por el territorio peninsular fue facilitada por la debilidad de las comunidades hispano godas y por una política de pactos que los musulmanes fueron concluyendo con los jefes locales. Mozárabes eran los cristianos que vivían en el territorio de los musulmanes, variando el grado de convivencia desde el mutuo respeto hasta la convivencia violencia de fuertes conflictos locales. La arquitectura mozárabe: La falta de unidad artística de los monumentos mozárabes se debe a su dispersión. Entre los elementos arquitectónicos más característicos está el arco de herradura. Los tipos de bóvedas más empleados son la bóveda de nervios de tipo califal y gallonada. Son muy característicos los modillones de rollos que protegen los muros. Las iglesias suelen ser de tamaño reducido, lo que no impide que los edificios tengan estructuras complicadas. Los muros son gruesos y en ellos se utiliza todo tipo de materiales (ladrillo, mampostería, sillares...). En tierras de León se halla la obra más sobresaliente de la arquitectura mozárabe, la iglesia de San Miguel de Escalada. San Miguel de Celanova (Ourense), Santo Tomás de Ollas ( Ponferrada) o San Pedro de Lourosa (Portugal) son otras muestras de la difusión del estilo por tierras del Noroeste de la Península. En Castilla se han conservado diversos restos, pero las pérdidas sufridas en las temidas incursiones de Almanzor fueron cuantiosas. La iglesia de San Cebrián de Mazote en Valladolid se libró de esas devastaciones. La Iglesia de San Millán de la Cogolla (Logroño) y de San Baudelio (Soria) testimonian con sus modillones, bóvedas nervadas y otros detalles el influjo cordobés. San Baudelio tiene una curiosa planta cuadrada en cuyo centro arranca una columna de la que parten arcos de herradura que soportan la bóveda y que van a terminar sobre el muro. Señalemos, para finalizar, algunos otros testimonios mozárabes del Alto Aragón (San Juan de la Peña) y de Cataluña (San miguel de la Cuixá). 2 San Miguel de Lillo San Miguel de Escalada Santa Cristina de Lena 3