EL EMISARIO SUBMARINO COMO SISTEMA DE TRATAMIENTO DE AGUAS SERVIDAS Leppe Zapata Arodys, Gonzalez Cabezas David ESSBIO S.A. - TUCAPEL 717, CONCEPCION - CHILE RESUMEN El presente trabajo pretende mostrar que un emisario submarino, bien diseñado, es mucho más que una descarga alejada de la costa y reúne condiciones que lo transforman en un eficaz y verdadero tratamiento. Para ello, el estudio analiza los riesgos inherentes a la descarga de aguas servidas en el mar, caracteriza (según su composición) los efluentes de las localidades costeras de la Región del Bío-Bío y sitúa los riesgos de “nuestros efluentes” en una dimensión real. Enseguida, se “diseña” teóricamente un emisario en tanto sistema de tratamiento, definiendo 3 etapas principales: tratamiento físico, transporte y pretratamiento biológico y tratamiento submarino. Se describen además los procesos y fenómenos que ocurren en cada una de sus partes. Se muestran, además, resultados de la operación de los emisarios de Penco y Tomé durante un año que verifican el modelo propuesto y se señalan las ventajas y restricciones del sistema. Palabras clave : emisario submarino, tratamiento aguas servidas INTRODUCCION. El tratamiento de las aguas servidas ha cobrado en los últimos años en nuestro país una súbita importancia. Las perspectivas y exigencias de los mercados internacionales aumentan la presión hacia una política de tratamiento generalizado de las aguas servidas domiciliarias, llevando incluso al Gobierno de Chile a plantear metas del 100 % para el año 2.000. Este objetivo exige, movilizar recursos que exceden el ámbito financiero y obligan a desarrollar iniciativas tecnológicas que aprovechen las distintas alternativas de tratamiento y disposición que nuestra geografía pueda ofrecer. No debemos olvidar que las aguas servidas domiciliarias producidas por las localidades “urbanas” de nuestro país, son tremendamente más simples e inocuas en su composición que sus similares producidas en los países más desarrollados. Por otro lado, la diversidad de nuestra geografía, el bajo nivel de poblamiento de nuestro territorio, el relativamente bajo valor del suelo, ofrecen alternativas de tratamiento natural que difícilmente podrían ser concebidas en países como E.E.U.U., Japón o los países europeos. Es necesario, por lo tanto, aprovechar las especificidades de nuestra realidad social, geográfica, económica y cultural, y transformarlas en una ventaja comparativa en lo que respecta a los sistemas de tratamiento de las aguas servidas. Para ello es necesario entender que el “tratamiento de las aguas servidas” no es sino una forma de acondicionarlas para que la naturaleza recoja sus componentes y los reintegre en sus ciclos sin sufrir daños o alteraciones significativas. El tipo de tecnología utilizada dependerá entonces de la calidad (composición) del efluente y de la capacidad de asimilación del medio receptor, a lo que deberíamos hoy agregar las normas y exigencias de tipo social. Es precisamente en este escenario, donde se sitúa la discusión acerca de si el emisario submarino es o no un verdadero tratamiento. OBJETIVOS. En este trabajo se aborda el tema intentando caracterizar un sistema que cumpla con los requisitos exigidos a un tratamiento. El objetivo central apunta a definir cada una de las fases o etapas del tratamiento y a identificar los procesos y fenómenos que allí ocurren para, después, verificar si éste marco teórico es compatible o no con el comportamiento observado en un año de operación de los emisarios submarinos de Penco y Tomé. Finalmente, la evaluación de la eficiencia real del emisario, es un objetivo que se impone por sí solo. RIESGOS ASOCIADOS A LA DESCARGA DE AGUAS SERVIDAS. El problema a resolver, en este caso, es el de depositar las aguas servidas de las localidades costeras en el medio oceánico de forma tal, de no producir daños a la salud humana ni contaminación significativa en el ecosistema acuático. La Organización Mundial de la Salud (1979), en un extenso estudio sobre la utilización de emisarios submarinos define los 12 factores de riesgo asociados a la descarga de aguas servidas en el medio marino. En forma coherente con esta información y con los criterios utilizados en el Estudio de Impacto Ambiental de los emisarios de Penco y Tomé (Leppe et al, 1993) - consideraremos la descarga del efluente como una fuente de impactos y no como una alteración única. Cada uno de los factores de riesgo se transforma entonces en un impacto potencial, cubriendo entre todos el conjunto de preocupaciones asociadas a la descarga. Los factores de riesgo considerados en el estudio citado e incorporados en la normativa europea son: Metales, Biocidas, Organo-Siliconas, Hidrocarburos, Cianuro y Floruros, Detergentes, Fosforo y Nitrógeno, Microorganismos Patógenos, Polución Térmica, Desechos Radioactivos, DBO5, Grasas y Aceites. Al revisar este listado, nos encontramos con que, al menos la mitad de estos factores, no se encuentran presentes en nuestras descargas por no existir actividades que los generan. Sólo 4 de ellos constituyen para nosotros un elemento de preocupación: la presencia de microorganismos, la materia orgánica, los nutrientes y las grasas y aceites. Dado que esto corresponde a un perfil más o menos típico de las aguas servidas domiciliarias, para una mayor precisión en la caracterización y evaluación de la calidad de nuestros efluentes hemos tomado como esquema de análisis la Tabla de composición de aguas residuales de Metcalf y Eddy (1985), a la cual hemos agregado en algunos casos- ciertos parámetros para verificar riesgos de toxicidad en la descarga. En la Tabla Nº 1 se muestran los resultados obtenidos en la caracterización de los efluentes de todas las localidades urbanas costeras de la Región del Bío-Bío. TABLA Nº 1 COMPOSICION DE AGUAS RESIDUALES URBANAS LOCALIDADES COSTERAS - REGION DEL BIOBIO PARAMETROS LOCALIDADES DICHATO TOME PENCO TALCAHUANO SAN PEDRO COMPOSICION TIPICA (*) CORONEL LOTA ARAUCO LEBU ALTA MEDIA PROMEDIO BAJA LITORAL REGIONAL CAUDAL (l/s) 29 95 340 84 35.5 4.1 4.8 PH 7.4 7.1 7.4 6.9 6.9 7.1 7.1 6.9 7.1 Tº ºC 22 18 17.5 20.2 18 17.8 20.5 20 19.1 DBO5 180 173 227 1220 200 136 147.7 249 230 400 220 110 193 DQO 304 297 337 1402 309 306 303.3 536 542 1000 500 250 367 SOL. TOTALES 594 644 518 1467 375 601 451 608.5 910 1200 720 350 588 SOL. DISUELTOS 440 533 403 907 285 460 285.7 475 685 850 500 250 446 SOL. SUSPENDIDOS 154 123 118 560 90 160 165.3 133.5 225 350 220 100 146 8 1 20 10 5 NITROGENO TOTAL 79 55.9 60.9 171 57 35 50 56.3 85 40 20 56 GRASAS Y ACEITES 100 57.9 39.2 208 70.2 73.1 103.9 150 100 50 65 SULFATOS 9.7 38.4 61.6 30 51.7 13.8 33.2 50 30 20 35 14.3 5.2 7.3 24.5 8.5 8.3 28 15 8 4 11 ALUMINIO 0.8 1.7 CIANURO 0.09 0.1 20.1 6.05 <0,002 <0,002 SOL. SEDIMENT. FOSFORO TOTAL DETERGENTES 1.7 1.4 SULFUROS 2.2 1.4 3 MANGANESO 0.1 0.1 ZINC FENOLES 0.02 COBRE 0.1 0.3 0.01 0.01 100 46 6.8 8.6 <0,05 7.7 9.6 3.8 10.4 1 0.2 0.1 0.01 0.002 0.06 0 MERCURIO <0,001 0.001 <0,0017 CADMIO <0,01 0.009 <0,01 PLOMO 0.02 0.03 <0,01 CROMO <0,01 0.01 A. LEPPE Z.; D. GONZALEZ C., 1995; ESSBIO S.A. (*) METCALF Y EDDY, 1995. 0.07 7.0 De la observación de esta Tabla se puede concluir que, con la sola excepción de Talcahuano, que recibe residuos industriales en la red, en todas las demás localidades sus parámetros se ubican en valores bajos y medios. Respecto de los elementos químicos analizados (metales pesados, cianuros y fenoles) los valores medios encontrados se ubican a niveles iguales o inferiores a los permitidos por la norma de agua potable. Ello muestra que en general, no se están incorporando a nuestras redes residuos industriales tóxicos que pudieran impactar con una mayor intensidad el cuerpo receptor. El tratamiento adecuado para este tipo de efluentes debería, por lo tanto, dar cuenta sólo de los elementos típicos que componen las aguas servidas, tales como sólidos, nutrientes, bacterias, grasas y aceites presentes, además, en bajas concentraciones. EL EMISARIO SUBMARINO COMO SISTEMA DE TRATAMIENTO. El sistema propuesto como tratamiento, para este tipo de efluentes consta de 3 etapas o fases fundamentales: (ver Figura Nº 1) Fase 1 : Tratamiento Físico. El Tratamiento Físico conceptualmente representa la primera etapa del Sistema de Emisarios. Esta cumple 2 funciones fundamentales: a) La eliminación total de las partículas sedimentables y flotantes del líquido que ingresa a la planta, con el objeto de proteger efectivamente las unidades mecanizadas de elevación y transporte, así como favorecer los fenómenos de estabilización utilizados posteriormente por el sistema. b) El acondicionamiento de las partículas a degradar, a través de la disminución del tamaño de sólidos suspendidos gruesos y el aumento de oxígeno disuelto por aereación del fluido, con el objeto de optimizar las etapas posteriores de remoción. De esta forma el diseño conceptual de esta etapa incluye: * * * * cribas o rejas (fijas o mecanizadas). unidades desarenadoras. desgrasador. conminutor o triturador del material orgánico suspendido. Fase 2: Transporte y Pretratamiento Biológico. En esta etapa se transportan las aguas desde la costa hasta un punto en el océano en que se den las condiciones óptimas de dilución y dispersión para el desarrollo de la etapa 3 Debido al importante tiempo de residencia de las aguas en los ductos de impulsión y en el emisario, se verifica en éstos el fenómeno natural de la autodepuración asociado a los residuos líquidos domésticos. Por esto, se reduce la cantidad de oxígeno demandado por la materia orgánica y/o se disminuye la cantidad de microorganismos presentes en las aguas. Por lo tanto, se distingue la presencia de un pretratamiento biológico como segunda etapa en la capacidad global del sistema. Por otro lado el tiempo de residencia al interior del emisario es altamente significativo para la duplicación bacteriana. En el caso estudiado ha sido posible observar que las bacterias llegan debilitadas a la zona de descarga del emisario, con su metabolismo enlentecido (estado de dormancia) lo que facilita su abatimiento en el impacto con el medio marino. ( Mondaca y Padilla, 1995) Las partes o unidades distintivas del sistema, en esta etapa son: * Cámara de Carga. * Ducto o Tubería Submarina. Fase 3 : Tratamiento Submarino. En esta última fase del tratamiento, situada en el volumen de agua circundante al punto de descarga, se verifican al menos las siguientes funciones: a) Reducción de la contaminación orgánica y bacteriológica mediante procesos físicos asociados a la mezcla y dilución de aguas servidas en el mar. b) Reducción de la contaminación bacteriana mediante procesos físicos y biológicos relacionados con factores diversos como: temperatura, radiación ultravioleta, osmosis, salinidad, algas bactericidas, etc. c) Degradación de la materia orgánica por la acción bacteriana y del zooplancton, incorporándola a las cadenas trópicas. En esta etapa es posible diferenciar 2 unidades básicas: * Sistema de difusores, que es la estructura terminal del conducto y cuya función principal es producir una gran dilución inicial del efluente. * Área de tratamiento natural, constituida por un cierto volumen de agua donde se desarrolla basicamente un tipo de tratamiento secundario. El “área de tratamiento natural” Aunque poco se conoce acerca de la importancia relativa de los fenómenos indicados como causantes de inactivación o reducción bacteriana (salinidad, cadenas tróficas, osmosis, algas bactericidas, luz ultravioleta, etc.), lo cierto es que ha sido posible constatar - en nuestras experiencias- una diferencia entre la reducción bacteriana explicada como un proceso de dilución, y la reducción real de la carga bacteriana, que ha alcanzado valores mayores. Este conjunto de fenómenos se desarrollan, en su mayor parte, en la zona de salida del efluente, cerca de los difusores. Por ello hemos postulado, como última unidad del sistema, un “área de tratamiento natural”, cuya función corresponde básicamente a un tipo de tratamiento secundario. Esta “unidad” está constituída por un volumen de agua que se extiende a L metros a la redonda en torno a la zona de dilución inicial. Aunque autores definen L = 600 metros como una decisión adecuada (Salas J, 1994), para efectos de este trabajo hemos considerado el área de tratamiento natural como un cilindro definido por L = 100 metros en torno al punto de afloramiento (X) de la descarga, y que va desde la superficie hasta el fondo marino. (En el caso de Penco la profundidad es de 15 metros). Desde un punto de vista general, podemos identificar aquí 3 fenómenos fundamentales: la mezcla y dilución del efluente descargado, su dispersión en las aguas circundantes y su régimen de descomposición. El área de tratamiento natural es un espacio que debe considerarse como parte integrante del sistema de tratamiento. No es, por lo tanto, una zona que cumpla con las normas y tiene, en general, un uso limitado. Dada su relación de continuidad espacial con el mar circundante, deberían sin embargo definirse estándares de calidad orientados a la protección de toxicidad aguda y a minimizar los impactos visuales. RESULTADOS En la ciudad de Penco se ha instalado un emisario para tratar las aguas servidas de Penco y Lirquén. El sistema consta en su Fase 1 con un sistema de rejas, desarenador y un triturador. Su Fase 2 dispone de una 3 cámara de carga de 15 m y un ducto de polietileno de alta densidad de 1.300 m. de largo y 600 mm. de diámetro. La Fase 3 consta de un sistema de 5 difusores (sólo 3 están operando) situados al final del tubo, a una profundidad de 15 metros. Durante un año se ha monitoreado mensualmente su funcionamiento, tomando muestras en la cámara de carga (punto B, Figura Nº 1) en el punto de afloramiento (X) y en círculos concéntricos en torno al punto X, a 100, 200, 300, 400 y 500 m. de éste. TABLA Nº 2 INDICADORES DE EFICIENCIA DEL SISTEMA PARAMETRO UNIDAD Ph PUNTO PUNTO X % PUNTO D % REMOCION B PROMEDIO REMOCION PROMEDIO TOTAL 7.6 8.1 8.0 TEMPERATURA MAX ºC 18 14.8 14.5 SOLIDOS TOTALES mg/l 513 SOLIDOS DISUELTOS mg/l 403 SOLIDOS SUSPENDIDOS mg/l 118 4.4 96.27% 1.52 98.71% DBO mg/l 227 NITROGENO TOTAL mg/l 61 0.02 99.97% 0.05 99.92% GRASAS Y ACEITES mg/l 40 7.50 81.25% 10.26 74.35% FOSFORO TOTAL mg/l 7 0.22 96.93% 0.36 94.91% DETERGENTES mg/l 1.44 0.11 92.19% 0.05 96.25% SULFUROS mg/l 2.95 0.1 96.61% 0.1 96.61% COLIFORMES FECALES NMP/100ml 2.50E+07 6.00E+04 99.76% 1.50E+02 100.00% ARODYS LEPPE Z., 1995; EMISARIO PENCO - LIRQUEN; ESSBIO S.A. La Tabla Nº 2 muestra los resultados promedio obtenidos de este seguimiento. Para el punto D se ha escogido los resultados correspondientes al círculo más cercano al punto X Del análisis de la Tabla Nº 2 se desprende: a) Que, prácticamente todos los elementos contaminantes presentes en la descarga han sido (en el límite del área de tratamiento natural) removidos en un 95% o más. b) En el caso de las grasas y aceites la eficiencia en la disminución es de sólo un 74 %. Por ser insolubles en el agua, por acumularse en la superficie del océano y por ser de más lenta degradación que otras materias orgánicas, se recomienda retirarlas mediante un dispositivo situado en la Fase 1 del tratamiento. En el caso de Penco, el sistema no dispone de un desgrasador. c) El abatimiento bacteriano se cuantificó a través de los coliformes fecales; estas mostraron, en el punto de afloramiento, una disminución de un 99,76 %. En el punto D, salida del área de tratamiento natural, ésta fué practicamente del 100 % (según valores límites de la Norma Chilena 3133/78). En la zona circundante la colimetría se mantiene en niveles muy bajos, similares a los encontrados en la situación preoperacional. Esta situación se verifica también en muestreos complementarios realizados en una línea de resguardo, paralela a la línea de playa, situada a 400 metros de ésta. d) Otros factores como el pH o temperatura no modifican las condiciones naturales del medio por ser estos valores muy cercanos a los del efluente. e) Por último entre los “resultados” de este estudio debemos señalar que el “área de tratamiento natural” detectada, no coincide con el modelo cilíndrico postulado en nuestro diseño teórico. Según los antecedentes empíricos, la forma superficial de este volúmen sería una especie de óvalo flotante orientado en la dirección de la pluma. Se sugieren mayores estudios al respecto, por cuanto, si se acepta el modelo de tratamiento propuesto, las normas de calidad deberían ser exigidas al exterior de esta figura. CONCLUSIONES. Aún cuando el funcionamiento de los emisarios estudiados no tiene un tiempo suficiente como para establecer verdades concluyentes, en principio, es posible afirmar: a) Los niveles de eficiencia técnica, económica y ambiental mostrados hasta aquí permiten afirmar que un emisario submarino bien diseñado cumple con todos los requisitos a un eficaz y verdadero tratamiento. b) Esta conclusión no es aplicable a la presencia de substancias tóxicas, persistentes o acumulativas. Las primeras porque afectan la flora y la fauna comprometiendo de paso la capacidad de autodepuración del sistema. Las otras porque son inmunes a la degradación natural y la bioacumulación termina por anular los efectos de dilución obtenidos. c) El emisario submarino es, desde el punto de vista técnico, una de las soluciones de tratamiento de aguas servidas menos sofisticada, por ende menos sometido a fallas, lo que da garantías en la operación del sistema. d) Lo “peor” que puede ocurrir en caso de desperfecto o situación de desastre, es retornar -por algunas horas o días- a la situación de contaminación inicial, descargando cerca de la línea de playa. e) El funcionamiento del emisario no muestra efectos secundarios, externalidades o transferencia de efectos nocivos hacia otros sectores geográficos o sociales dado que el efluente es procesado íntegramente en el sistema propuesto. f) El “área de tratamiento natural” es un área que debe ser geométricamente definida y dimensionada en cada caso. Su definición, conocimiento y manejo pueden transformarse en un valioso instrumento de gestión ambiental. 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