Épocas zodiacales Por Mikael, F.R.C., A.E.R.A.S. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. El autor es un conocido astrónomo, director de uno de los mayores Observatorios de Europa; también es un Rosacruz de muchos años de estudio. El nombre que aquí se da es su pseudónimo. Muchas veces se ha señalado que el mundo está actualmente en un período de transición de una edad zodiacal a otra, en realidad de la Edad de Piscis a la de Acuario. Aunque se reconocen algunos de los signos que caracterizan este cambio, y aunque se esté bien enterado de la explicación esotérica que representan un progreso en evolución para el mundo, como lo es el pasar desde Piscis, la Edad de la Creencia, a Acuario, la Edad del Conocimiento, muchas personas no saben bien cómo son esas edades, ni cómo las define la astronomía. El asunto es bastante sencillo, una vez que se le ha comprendido, y es que las épocas están basadas en las constelaciones mayores, y una vez que se haya escogido un método apropiado para expresar su revelación con la tierra. El problema de fijar los límites de las épocas zodiacales es algo difícil, puesto que los límites exactos de las constelaciones son indefinidos. Parece que se fundiera la una con la otra, de manera que es difícil precisar las estrellas "fronterizas", especialmente si estas son poco brillantes. Además, ciertas constelaciones como Capricornio y Acuario son paralelas entre sí y paralelas a la Eclíptica. Así, surgen discrepancias hasta de mil años en los comienzos y fines de las épocas zodiacales, según que las calcule uno u otro autor. Por ejemplo, Camilo Flammarión, en su "Historia del Cielo", da como límite de Piscis, el año 128 antes de Cristo, y se extiende hasta el año 2.032; mientras que A. Jeremías la calcula desde el año 100 después de Cristo hasta el año 3.000. La falta de concordancia con respecto al número de años asignado a una época zodiacal, se debe a los diferentes métodos de acomodar las constelaciones de extensión desigual, dentro de un círculo de 360 grados. Sin embargo, si fuéramos a ser lógicamente arbitrarios con respecto a los puntos de principio y de fin de cada una de las doce constelaciones, y si al mismo tiempo fuéramos a aceptar una extensión igual de 30 grados para cada una, sea cual fuere su tamaño verdadero, entonces el cálculo sería exacto y sencillo. Hemos decidido mantener la división del Zodiaco en doce partes iguales, y adoptar para comienzo de la época principal, el momento en que el Punto Vernal, ingresó en la constelación de Tauro, entre las estrellas eta Geminorum y zeta Tauri. La última estrella está situada al final del cuerno meridional del Toro. El hecho de que esta estrella marque la entrada del Punto Vernal en Tauro, está confirmado por el verso de Virgilio, que dice: “el brillante Toro de cuerno dorado abre el año." Este Punto Vernal ordinariamente se le representa con los cuernos del carnero, porque en la época de Hiparco, en el siglo segundo antes de Cristo, la proyección de ese Punto Vernal alcanzaba a la constelación de Aries, o sea el carnero. Tal vez una ilustración hará más claro este asunto. Imaginaos que estáis situados en el centro de un globo transparente. El ecuador terrestre estará entonces proyectado como el gran circulo de los cielos, el ecuador celeste. El eje de la tierra, como es perpendicular a su ecuador, al extenderse cortará la esfera celeste cerca de las estrellas polares que permanecen fijas debido a la rotación de la tierra sobre su eje. El paso del sol por entre las estrellas se llama la eclíptica y forma un ángulo de un poco más de 23 grados con el ecuador. El promedio diario de avance del sol en esta órbita es de un grado. Así, en 365,25 días regresa nuevamente a esas estrellas en que se encontraba el año anterior. El progreso de la luna es mucho más rápido, y es de más o menos de trece grados por día, lo que hace posible que la luna complete su órbita en más o menos 27,3 días. Se verá que la eclíptica corta el ecuador celestial en dos puntos. El sol pasa por el primer punto cada año el día 21 de marzo. A esto llamamos el Equinoccio Vernal, porque en ese momento el día y la noche sobre el globo terrestre tienen igual duración. El 23 de septiembre de cada año, el sol pasa por el segundo punto. Otra vez el día y la noche son iguales. A este punto llamamos el Equinoccio de Otoño. Como en el catálogo de Hiparco el Punto Vernal estaba en el carnero, fue designado, como ya se ha dicho, por los dos cuernos. Pero el Punto Vernal no es estacionario. Debido a la atracción de la gravedad del sol y de la luna sobre la convexidad ecuatorial de la tierra, el Punto Vernal no es fijo, sino que se mueve gradualmente de izquierda a derecha y se proyecta en constelaciones diferentes; así, se produce lo que se llama Precesión de los Equinoccios. El Punto Vernal parece que se mueve hacia atrás por entre las constelaciones. Sin embargo, ese movimiento de "retroceso" es tan gradual, (los signos zodiacales necesitan 26.000 años para moverse) que es necesario que transcurran 2.150 años para que cada signo o época pase por completo. Por lo tanto, si el Punto Vernal entró en Tauro en el año 4.500 antes de Cristo, después de permanecer allí 2.150 años, salió de Tauro para entrar en Aries en el año 2.350 antes de Cristo. Sustrayendo los 2.150 años de su permanencia en Aries, obtenemos el año 200 antes de Cristo, como momento de su entrada en Piscis. Desde el año 200 antes de Cristo hasta 1.950 después de Cristo (agregando nuevamente 2150 años) el Punto Vernal ha estado en Piscis, y su estancia allí ha constituido la Edad de Piscis, esto es, la Época Zodiacal de Piscis. Por lo tanto, el año 1951 marca la Precesión siguiente en que el Punto Vernal estará en Acuario durante 2150 años. Como ya se ha dicho, estas Épocas Zodiacales tienen sus características especiales y producen ciertas condiciones que llevan a una aptitud particular o a una expresión particular de la vida. A esto se deben los cambios, inquietudes, trastornos sociales, políticos y morales, que han estado ocurriendo cuando los 2150 años concluyen para comenzar el período transitorio que conduce desde la Edad de Piscis a la de Acuario. Lo que esa Edad pasada haya llevado a cabo, lo ha hecho por medio de la fe y de la creencia. En el milenio que empieza, todo estará sobre la base del conocimiento. Esta es la Edad de Acuario a que se refirió el Apóstol San Pablo, cuando dijo: "Ahora vemos a través de un vidrio obscuro, pero después miraremos cara a cara."