EL NUEVO CODIGO Y EL SALDO DEUDOR DE LA CUENTA

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AUTOR: Eduardo Marsala.
INSTITUTO: Derecho Comercial del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora.
COMISIÓN: Derecho Bancario.
TEMA: El Nuevo Código y el saldo deudor de la cuenta corriente bancaria. La
oportunidad perdida.
SUMARIO: La Reforma del Nuevo Código Civil y Comercial unificado, ha sido
una oportunidad perdida, para reformar la sistemática de la ejecutibilidad del
saldo deudor de la cuenta corriente bancaria, otorgándole mayores derechos a
los clientes bancarios y se sigue manteniendo privilegios inadmisibles para las
entidades financieras.
DESARROLLO:
I.- INTRODUCCION:
Durante muchos años, una parte mayoritaria de la doctrina, aunque
no unánime, hemos venido bregando por una reforma respecto a la conformación del
Saldo deudor de la Cuenta Corriente Bancaria.
Como recordamos el viejo articulo 793 del Código de Comercio, establecía: “…Las constancias de los saldos deudores en cuenta corriente bancaria,
otorgados con las firmas conjuntas del gerente y contador del banco serán consideradas títulos que traen aparejada ejecución, siguiéndose para su cobro los trámites que
para el juicio ejecutivo establezcan las leyes de procedimiento del lugar donde se ejercite la acción…”.
Dicha norma surge de la reforma operada en el Código de Comercio
por el dec. ley 15.354/46, debemos recordar que en esa época el Banco Central de la
República Argentina, era una entidad autárquica dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, estaban nacionalizados los depósitos bancarios, y los bancos recibían los depósitos por cuenta y orden de esa entidad, por lo que se justificaba la norma.
En el año 1.957 se reformó nuevamente el sistema, disponiéndose
que los depósitos serían de las entidades financieras que los recibían, no obstante no
se modificó la norma referida al certificado de saldo deudor.
De tal forma, que como se especificaba, el saldo deudor de cuenta
corriente bancaria constituía el titulo ejecutivo con menos requisitos, incluso con menos requisitos que los títulos fiscales, máxime cuando se trataba de un titulo emitido
unilateralmente, sin participación alguna del deudor.
Ello motivó que a lo largo de los años se propusieran diferentes tipos
de reforma, a fin que se dotase al titulo de mayores requisitos en protección de los
derechos del cliente/consumidor bancario.
Una de las propuestas a las que adhería quien suscribe conjuntamente con el Dr. Walter Ton, entre otros muchos autores, constituía que el titulo ejecutivo fuera el último resumen de cuenta.
II.- EL NUEVO CODIGO UNIFICADO:
Sin embargo el nuevo Código Civil y Comercial unificado, no receptó
estas posturas, sino que por el contrario, mantuvo el titulo tal como estaba con algunas
modificaciones que oscurecen el panorama.
Así, el nuevo Artículo 1406, dispone: Producido el cierre de una
cuenta, e informado el cuentacorrentista, si el banco esta autorizado para operar en la
Republica Argentina puede emitir un titulo con eficacia ejecutiva. El documento debe
ser firmado por dos personas, apoderados del banco mediante escritura pública, en el
que se debe indicar:
a) el día de cierre de la cuenta
b) el saldo a dicha fecha
c)
el medio por el que ambas circunstancias fueron comuni-
cadas al cuentacorrentista
El banco es responsable por el perjuicio causado por la emisión o
utilización indebida de dicho titulo.
Problemática de la Reforma:
Si comparamos con el régimen anterior, veremos que se han producido las siguientes modificaciones:
1.- Se ha modificado la firma de Gerente y Contador, por la de dos
apoderados del banco mediante escritura publica.
2.- El medio por el que ambas circunstancias (la fecha de cierre y el
saldo) se han notificado al cuentacorrentista.
3.- La responsabilidad del banco por el perjuicio causado por la emisión o utilización indebida de dicho título.
Analicemos las modificaciones:
En lo que respecta a la primera, ya he tenido oportunidad de expedirme sobre la mala redacción de la norma en este párrafo. En honor a la brevedad, no
me extenderé sobre todas las interpretaciones que ya ha dado lugar el mismo, sino
que expondré simplemente mi postura.
Al especificarse que debe ser firmado por “dos apoderados” el agregado que se “mediante escritura publica” resulta superfluo, ya que el banco no tendría
otra forma para designar sus apoderados.
Por lo tanto, en la recta interpretación de dicha norma, el certificado
deudor de cuenta corriente bancaria se deberá integrar indefectiblemente con la copia
certificada de la escritura pública que designa a los apoderados, sin ello, el titulo resultará inhábil.
El segundo requisito adicionado, nos parece bien, y debe reconocerse sus fundamentos en las normativas de defensa del consumidor y del régimen de
Tarjeta de Crédito.
Aunque realmente, no se logra avizorar en que sentido dicho requisito resultara eficaz, ya que se tendría que haber especificado que el “medio fuera fehaciente, como carta documento, telegrama…”.
Finalmente el tercer párrafo, resulta superfluo, ya que no era necesario establecer la responsabilidad del banco por la emisión indebida, ya que dicha responsabilidad ya surge de las normas generales de responsabilidad civil y de la LDC.
Por lo expuesto, sostengo que la reforma no resulta eficaz, y que no
se protege al cliente bancario de los usuales abusos de estas entidades. La reforma
tiene solo cambios de formas, o “cambios para que nada cambie”. Ninguna de las críticas que recibía ha sido receptada por el nuevo Código y seguiremos asistiendo a las
irresponsabilidades de las entidades bancarias, en la materia.
III.- DIFERENCIAS CON LA CUENTA CORRIENTE:
Cabe destacar que el legislador ha tomado más recaudos para la
cuenta corriente, anteriormente denominada cuenta corriente mercantil, que en el artículo 1440 dispone:
ARTICULO 1440.-Cobro ejecutivo del saldo. El cobro del saldo de la
cuenta corriente puede demandarse por vía ejecutiva, la que queda expedita en cualquiera de los siguientes casos:
a) si el resumen de cuenta en el que consta el saldo está suscripto
con firma del deudor certificada por escribano o judicialmente reconocida. El reconocimiento se debe ajustar a las normas procesales locales y puede ser obtenido en forma ficta;
b) si el resumen está acompañado de un saldo certificado por contador público y notificado mediante acto notarial en el domicilio contractual, fijándose la
sede del registro del escribano para la recepción de observaciones en el plazo del artículo 1438. En este caso, el título ejecutivo queda configurado por el certificado nota-
rial que acompaña el acta de notificación, la certificación de contador y la constancia
del escribano de no haberse recibido observaciones en tiempo.
Veamos, dos diferencias sustanciales. La primera es que se exige
que el resumen de cuenta (no el saldo únicamente) se encuentre suscripto por el deudor, y la segunda como alternativa, es que sea notificado en forma fehaciente del
mismo.
No se podían establecer estos mismos requisitos para la cuenta corriente bancaria? Qué raro privilegio que tienen las entidades financieras?.
III.- LA ACTUALIDAD:
La aplicabilidad del Código tan debatida en todos los ámbitos, fueros
y diferentes situaciones jurídicas, parece no ser problema para los bancos, ya que
muchos de ellos hoy en medio, continúan emitiendo el saldo deudor conforme lo marcaba el art. 793 del viejo Código de Comercio, con la firmas de contador y gerente y
sin establecer si el deudor ha sido o no notificado.
Pareciera que los privilegios para la banca continúan.
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