Gaceta Dental nº 165 - diciembre 2005 - Ciencia > Artículo 3 de 4 Microimplantes: anclaje absoluto Dra. María Soledad Saldaña Alegre Odontóloga Madrid Trabajo galardonado con el Primer Premio Fin de Carrera 2005 de la revista ´Gaceta Dental´, entre los presentados por los alumnos de 5.º de Odontología de las distintas universidades españolas (Nota: Las figuras de este artículo han sido obtenidas por la autora, con permiso, de la página web: www.recursosmedicos.com) RESUMEN Los microimplantes son un tipo de implante alveolar que proporcionan un método excelente de anclaje. También llamados microtornillos, son de comercialización más reciente que los típicos implantes alveolares que permiten restaurar la dentición ausente. Por su parte, los microtornillos son un elemento versátil, económico y fácil de colocar y retirar. La estabilidad a largo plazo es predecible y fiable y han constituido un impulso para eliminar la cooperación del paciente, además de conseguir resolver problemas relacionados con el control del anclaje dentario. Entre sus principales indicaciones se encuentran los siguientes movimientos dentarios: intrusión de molares, retrusión de incisivos y de la intrusión de incisivos entre otras más secundarias. En los últimos años, implantes de dimensiones pequeñas han sido diseñados para anclajes de ortodoncia. Estos miniimplantes son suficientemente pequeños para situarlos en cualquier superficie del proceso alveolar, incluso en áreas interdentales. Son relativamente económicos, y las técnicas de colocación y desinserción son simples. PALABRAS CLAVE Microimplantes, anclaje, microtornillos, movimientos dentarios, intrusión de molares. INTRODUCCIÓN En muchas ocasiones ha surgido la necesidad, por parte del ortodoncista, de un anclaje estable, pero no se disponía de hueso alveolar suficiente para colocar un implante dental o el que quedaba debía cerrarse con el tratamiento ortodóncico. Por esta razón aparecieron los microtornillos. Además se pueden instalar en cualquier lugar de los maxilares, teniendo en cuenta unos condicionantes anatómicos de partes blandas y óseas. El implante convencional osteointegrado de titanio ha sido usado satisfactoriamente para reemplazar dientes perdidos, pero su uso para anclajes de ortodoncia ha sido limitado por su espacio. Un implante dental situado en el hueso alveolar es demasiado largo para realizar una tracción ortodóncica horizontal. Además de la severidad de la intervención quirúrgica y la dificultad de la higiene oral. El microimplante para el anclaje ortodóncico debe ser lo suficientemente pequeño para situarlo en el área del hueso alveolar, incluso de hueso apical. La técnica de los microtornillos para anclaje en ortodoncia, es una técnica muy sencilla y de gran efectividad terapéutica. Es una técnica tan sencilla que los microimplantes pueden ser colocados por el ortodoncista con un mínimo de hábito quirúrgico. El procedimiento de inserción de los microtornillos, es tan sencillo que se puede utilizar incluso en situaciones en las que se presenta disminución del material dentario. Los microtornillos son económicos y fáciles de colocar y retirar, ya que no se produce la osteointegración completa. No necesitan la colaboración del paciente, como es el caso de otro tipo de anclaje extraoral y además no son tan ´aparatosos´. Son, por supuesto, resistentes a las fuerzas ortodóncicas. Incluso las fuerzas de 50-250 g pueden ser aplicadas nada más colocar el implante. Para realizar fuerzas mayores, hay autores que recomiendan esperar un tiempo para la estabilización del microimplante. Continuando con la facilidad del proceso quirúrgico, hay que destacar que la mayoría de los autores declaran no necesitar premedicación para colocar el microtornillo, ni la toma posterior de antibióticos ni analgésicos. Tan sólo se administrarán en caso necesario. Ya hemos hablado de sus dimensiones mucho menores que el implante convencional, lo que permite colocarlos en sitios idóneos para realizar movimientos y tracciones dentarias. Gracias a estas ventajas, los microtornillos se pueden utilizar para la actividad ortodóncica normal, sin necesidad de reservarlos para casos más difíciles. Las consideraciones principales se dirigen a obtener los siguientes movimientos: intrusión posterior, retrusión de incisivos, retrusión de la arcada mandibular y la intrusión de incisivos. Y las secundarias, aunque esto depende de autores, van encaminadas a enderezar molares, anclar molares, protruir incisivos, desimpactación de molares y cerrar espacios. En definitiva, movimientos que todavía se siguen realizando más frecuentemente con la ortodoncia convencional. MATERIAL Y MÉTODO Revisión bibliográfica sobre los microimplantes, consultando diversos artículos y libros actuales que tratan sobre este tema. La búsqueda bibliográfica se realizó en una base de datos médica, Medline, y también en revistas españolas y americanas de la Hemeroteca de la Facultad de Odontología de la UCM y en la UEM. DISCUSIÓN Implante dental convencional y su uso en ortodoncia Diversos autores como el doctor Eugene Roberts, fueron los primeros que utilizaron implantes como fuente de anclaje para mover dientes. Cargaron estos implantes con fuerzas ortodóncicas constantes no axiales y observaron que obtenían un anclaje absolutamente estable (1). Los implantes pueden ser empleados en el alveolo dental como anclaje temporal del movimiento ortodóncico dental, para luego convertirse en pilares permanentes para el reemplazo de dientes. Las dimensiones, la masa y el volumen, el coste y la invasividad de los implantes osteointegrados protéticos, han limitado su aplicación ortodóncica (8). Para un implante normal que será utilizado como anclaje ortodóncico se necesita una longitud mínima de 10 mm (4). Este implante dental situado en el hueso alveolar es demasiado largo para tracciones ortodóncicas horizontales (18). Las principales desventajas de un implante dental convencional son la necesidad de una invasión en el procedimiento quirúrgico, la limitación del lugar de colocación impuesto por la longitud de 10 mm de los implantes, el tiempo de osteointegración prioritario antes de la aplicación de la fuerza y el coste. Este tipo de implantes no son recomendados en pacientes mujeres más jóvenes de 16 año y hombres más jóvenes de 18. Otra desventaja es la necesidad de una excepcional cooperación por parte del paciente (13, 14). Microimplantes y su aplicación ortodóncica Localización Los microtornillos no son absolutamente estables como un implante endoóseo. Este desplazamiento se puede atribuir a varios factores como el tamaño del microimplante, que es menor, la magnitud de la fuerza, profundidad del mismo, calidad y cantidad ósea y periodo de tiempo antes de la aplicación de la fuerza. La calidad y cantidad ósea, variará según la localización del microimplante. Lógicamente cuanta mayor densidad y calidad ósea, mayor estabilidad existirá. Pero no siempre se encuentra, puesto que una de las principales ventajas del microimplante, es su posible colocación en numerosas localizaciones anatómicas. Lo que dará, a veces, como resultado una menor estabilidad que con los implantes convencionales (2 y 5). Los microtornillos deben ser lo suficientemente pequeños para insertarlos entre las raíces mesiales y distales de un molar, para la intrusión de molares (18). Dentro de los condicionantes anatómicos, existen diferencias entre partes blandas y óseas. En las zonas blandas evitaremos las zonas de encía libre (2). La exposición de implantes en zonas de mucosa queratinizada, tiene una mayor supervivencia que aquellos colocados en tejidos no queratinizados (7). Pueden ser situados en áreas donde el anclaje natural o aplicaciones ortodóncicas convencionales son impracticables, incluyendo espacios edéntulos en el alveolo de cualquiera de las arcadas, el paladar, el hueso zigomático, las zonas retromolares y las ramas (13). La principal consideración mecánica es la de colocar los microtornillos en encía adherida y por encima del centro de resistencia para producir la intrusión de los molares (6). Técnica quirúrgica Una de las ventajas más importantes y seguramente la razón por la que se ha ampliado su uso, es la sencillez de la técnica de colocación y retirada de los mismos. No suelen ser necesarios ni antibióticos, ni analgésicos (2, 5, 18). La colocación de un microimplante no es simplemente un procedimiento quirúrgico, porque requiere especial planificación basada en consideraciones ortodóncicas como vectores de fuerzas y el tipo de anclaje y de movimientos dentarios necesarios. Algunas veces el tornillo necesita la recolocación a una mejor posición durante el tratamiento, lo que podría llegar a ser una complicación en el paciente si ha sido enviado a un especialista (13). En definitiva, se trata de colocar los microtornillos, ¡y esto es fundamental!, con la idea in mente de qué movimientos se desean realizar, de qué resultante tendrá la fuerza aplicada en relación con el centro de resistencia del diente o dientes a mover. El procedimiento quirúrgico es tan sencillo que puede ser fácilmente realizado por un ortodoncista. No es nada complicado porque los tornillos son directamente situados a través de la encía, sin un levantamiento perióstico (15). Se realiza una técnica transmucosa, de manera que el tornillo se insertará a través de la mucosa sin realizar incisión previa. Después de seleccionar la localización del implante, con un aparato intraoral de rayos X y una guía quirúrgica, se infiltra con anestesia local la zona de inserción del microtornillo, se emplea una fresa para crear un orificio guía a través de la encía y el hueso cortical (2, 4). La inclinación axial de la fresa debe ser la misma que la inclinación deseada para el microtornillo. Se recomienda un stop físico en la fresa cortante, limitando la profundidad de inserción a 2-3 mm. El procedimiento de inserción de los microtornillos también puede hacerse mediante una técnica mucoperióstica (18), que es más invasiva. Incluso los autores que recomiendan realizar una técnica transmucosa, como lo hablado anteriormente, presentan la posibilidad de que exista una gran cantidad de encía libre, para lo cual recomiendan realizar una incisión, aunque sea mínima, hasta contactar con firmeza en el hueso, levantando un colgajo mucoperióstico mínimo (2). En cuanto a cuál debe ser la dirección de inserción del tornillo, no existen estudios que apoyen una u otra colocación, pero la recomendación de algunos autores es intentar una colocación angulada entre 10 y 30 grados para evitar las raíces dentales (5). Sin embargo, el doctor Park, para evitar el daño de las raíces, dice que los tornillos deben ser implantados a unos 60 grados entre los dientes (16). Él mismo habla de una angulación de 30-40 grados para implantar microtornillos palatinos y también evitar ese daño a las raíces (10). Prestar especial atención a las estructuras anatómicas durante la colocación, para reducir el riesgo de herir partes como vasos, nervios y raíces dentarias. Pérdida de un tornillo durante el procedimiento de colocación o carga. Rotura de un tornillo dentro del hueso durante la inserción o retirada. Y la inflamación alrededor de los implantes. Hay estudios que certifican que mientras se introduzcan 3 mm de los 6 mm de los tornillos mandibulares en el hueso, el grosor medio de la cortical mandibular en la zona molar es de 3.1 a 3,2 mm, así que los tornillos no podrían penetrar en la médula ósea. Costa y colegas confirmaron que el aspecto bucal del hueso alveolar en la región de premolares y molares mandibulares es segura para la implantación de microtornillos. No hay riesgo de dañar las raíces durante el procedimiento quirúrgico o durante los movimientos dentarios (16). Las dimensiones de un implante dental convencional son de 3,5 a 5,5 mm de diámetro y 11-21 mm de largo. El microimplante tiene sólo 1,2 mm de diámetro y 6 mm de largo, haciendo esto mucho más útil, su aplicación en ortodoncia (8, 18). Según la doctora Molina, los tornillos pueden tener un diámetro que varía entre 1,3 y 2 mm y una longitud entre 6 y 12. La elección del tornillo concreto dependerá del lugar de colocación y de la calidad de hueso (5). La mayoría de los nuevos microtornillos para anclaje de ortodoncia se componen de: - Una cabeza ortodóncica, es la parte del tornillo que queda visible después de su colocación. El diseño ideal debe permitir fijar el arco y poder hacer fuerzas en cualquiera de las direcciones. - Un cuello intramucoso con mayor o menor angulación para proteger la encía. - Y la última porción endoósea, con espiras, que es la porción roscante. Existen distintos tipos de microtornillos. Según su composición, los hay que se fabrican de titanio, que son los más utilizados, de acero o de láctico-glicólico. Y en cuanto a sus características de inserción, se encuentran, no terrajantes o autorroscantes. Una vez finalizada la inserción se realiza una radiografía intraoral para comprobar que todo el proceso se ha llevado a cabo de forma correcta y se prescribe gel de clorhexidina al 0,12 por ciento. Como ya se ha mencionado antes, no suelen ser necesarios ni los antibióticos ni los analgésicos. La higiene oral es fácil de mantener, ya que estos microimplantes son demasiado pequeños para causar daños irreversibles, y pueden ser retirados en cualquier momento por parte del ortodoncista o cuando el paciente desee. Aplicación de fuerzas Además, cabe destacar la posibilidad de realizar una carga inmediata o diferida unos pocos días, en el momento de aplicación de la fuerza ortodóncica. Hay autores que esperan unas dos semanas y otros que no ven inconvenientes en realizar la carga inmediata si la fuerza no supera los 200 g. Las fuerzas a aplicar pueden ser ligeras de 50 a 150 g hasta 300 g (5). Un periodo seguro para la aplicación de fuerzas, consiste en esperar dos semanas desde la implantación. Según el doctor Park, ninguno de los múltiples microtornillos que él ha colocado se perdieron durante este periodo de tratamiento (16). Hay otros autores que hablan de la posibilidad segura de poder realizar una carga inmediata (2). Y otros que recomiendan la aplicación de la fuerza después de la comprobación de la estabilidad primaria (4). En definitiva, sobre cuál es el momento idóneo para aplicar las fuerzas ortodóncicas, hay autores que las aplican inmediatamente después de la colocación, mientras que otros prefieren esperar aproximadamente 2-4 semanas para dar tiempo a la cicatrización de los tejidos, evitando molestias al paciente (5). Ventajas frente a otras técnicas Ventajas de los microtornillos frente a los implantes convencionales (4, 16): o No depende de conformidad del paciente con aplicaciones extraorales. o Crea un temprano perfil de mejoramiento, dando al paciente incluso más incentivos para cooperar. o Tratamientos cortos para la retracción de los seis dientes anteriores simultáneamente. o Reduce el tiempo de espera. o Provee de anclaje absoluto para movimientos ortodóncicos dentales. o Versatilidad en los lugares de inserción. o Fácil inserción y remoción. o Carga inmediata. o Aplicación en pacientes en crecimiento. o Bajo coste. Ventajas frente a otros sistemas de anclaje: o Uso óptimo de las fuerzas de tracción, a pesar de los números o posiciones de los dientes. o Aplicables a cualquier nivel de desarrollo. o Corto periodo de tratamiento, sin necesidad de preparar un anclaje dental. o Independiente de la cooperación del paciente. o Bajo coste. La osteointegración incompleta ha sido confirmada por los estudios histológicos, que confirman que los tornillos de titanio son biocompatibles. Esto representa una ventaja distinta en las aplicaciones ortodóncicas, permitiendo un anclaje efectivo con fácil inserción y remoción (4, 13). Finalidad: el anclaje absoluto Cuando se busca anclaje, se pretende crear movimientos unidireccionales minimizando aquellos movimientos secundarios no deseados (3). Los microimplantes en ortodoncia se han diseñado para constituir un anclaje intraoral. El éxito de los tratamientos ortodóncicos, ha necesitado siempre de un anclaje intraoral con una alta resistencia al desplazamiento. Los aparatos extraorales pueden ser un refuerzo efectivo, pero requieren una cooperación excepcional por parte del paciente (8). La mayor ventaja de estos implantes, es que dan la posibilidad de mover múltiples dientes sin perder anclaje (13). También se debe destacar que con el uso de los microimplantes como anclaje, se abre una puerta, hasta ahora inexistente: la posibilidad de anular los movimientos secundarios y de no precisar la colaboración del paciente (art. 5). Indicaciones y casos clínicos Los microtornillos están indicados en aquellos casos en que el anclaje absoluto es necesario, en lugar de sistemas de anclaje intra/extraorales tradicionales. El uso de este innovador sistema es simple y fiable e individualizado en función de cada requerimiento clínico específico. A) Extrusión de un molar en dirección distal Distalar y fijar el molar maxilar, es aconsejado para la corrección de una maloclusión de Clase II. Sin la necesidad de una especial conformidad por parte del paciente gracias a la utilización de los microtornillos, ha conseguido incrementar la popularidad de esta técnica en esta última década. El sitio ideal para el anclaje esquelético en este caso, sería el paladar, pero requiere un procedimiento quirúrgico para situar el implante y otro para retirarlo. Se ha comprobado que tornillos menores de 2 mm de diámetro son suficientes cuando se usan en anclajes palatinos y rutinarios (13). B) Contracción de masa Otra aplicación de los microtornillos es la de facilitar el movimiento dental en masa durante el cierre de espacios. Con los microtornillos los vectores de fuerza están más cercamos al centro de resistencia del diente, con las evidentes ventajas biomecánicas que esto conlleva (4). Los microtornillos han sido diseñados para producir un desplazamiento en masa, por ejemplo una retracción de los seis dientes anteriores sin pérdida de anclaje, lo cual reduciría el tiempo de tratamiento. Con esto podremos corregir mordidas abiertas (17). Se optará por microimplantes en palatino al hueso alveolar entre primeros y segundos molares maxilares. Debido al espesor de la mucosa palatina, un microimplante palatino debe ser más largo que uno en bucal. Después del procedimiento quirúrgico, radiografías periapicales fueron usadas para comprobar la relación entre los microimplantes y las raíces de los dientes adyacentes. Siete meses después de la utilización de los microtornillos, se consiguió una clase I molar y canina (16). C) Extrusión de molar en dirección mesial/técnica lingual Los molares son frecuentemente desplazados mesialmente en tratamientos de ortodoncia para cerrar espacios de extracción o espacios edéntulos. La mesialización de molares no es sólo un simple movimiento y puede dejar problemas como una pérdida de anclaje anterior y de inclinación de molares. Además si existe una cresta alveolar cortante en el espacio para cerrar, se puede perder hueso alveolar (17). Un microtornillo situado mesial al espacio, producirá un vector de fuerzas aproximadamente al centro de resistencia del molar. Si el tornillo es insertado después del nivel inicial y la alineación ha sido completada, una pieza de reemplazo puede ser usada para prevenir una inclinación mesial de la corona mientras se cierra el espacio. Porque el movimiento mesial es normalmente lento, especialmente en la arcada mandibular, no más de 2-3 mm de mesialización del molar podrían ser atendidos. D) Verticalización o enderezamiento de molares (10, 11) Se debe destacar la indicación preprotésica de los ortodoncistas. Como el enderezamiento de molares para la posterior colocación de una prótesis o implantoprótesis. Gracias a estos microtornillos se podrá realizar de forma rápida y eficaz, incluso pudiendo utilizar el mismo, como soporte para la prótesis (5, 12). Resulta sorprendente lo sencillo que resulta enderezar un molar si el anclaje tiene lugar en un microtornillo (3). Se colocará éste por distal del molar que se desea enderezar y en mitad de la cresta ósea. Para realizar esta ortodoncia preprotésica, en la mayoría de los casos se necesita enderezar algún molar inferior volcado hacia mesial por la extracción de la pieza anterior. Antes era un tratamiento de más de un año y se necesitaba embandar al menos toda la arca inferior. Pero desde la llegada de los microtornillos, se consiguen resultados mucho más rápidos, entre 3 y 6 meses, y sin más aparatología que la banda en el molar inclinado (5). E) Cierre de espacios de extracción La pérdida de anclaje posterior durante el cierre de espacios de extracciones, puede exacerbar la curva de Spee y profundizar la mordida. Los microtornillos aportan anclaje esquelético real para la retracción en ninguna de las arcadas tanto en un diente simple o en masa (6). Los microimplantes maxilares son normalmente situados entre las raíces de los primeros y los segundos premolares, donde los espacios interradiculares permiten la fácil inserción sin la interferencia de las raíces. Cuanto más alto se coloque el tornillo en el maxilar, más perpendicular al hueso debemos colocarlo para evitar dañar el seno maxilar (8). En la arcada mandibular, los microimplantes pueden ser utilizados en pacientes donde el máximo anclaje es necesario, como en una biprotrusión alveolar y una clase III. Autores como el doctor Aldano recomiendan no situar los microtornillos entre las raíces de los primeros y segundos premolares inferiores, por la proximidad del agujero mentoniano (13). La anatomía mandibular, la anchura del hueso alveolar, la anatomía dentaria y el colapso cortical hacen que este movimiento ortodóncico sea difícil de realizar. Los implantes son elementos de anclaje magnífico, desde donde poder apoyarse para generar fuerzas mesiodistales, y así lo demuestran Satio en animales de experimentación (19) y Roberts en seres humanos (3). La localización anteroposterior del microtornillo es frecuentemente entre las raíces del primer y segundo bicúspide. El espacio interradicular suele ser amplio y permite una fácil colocación del tornillo en el hueso, sin interferir con las raíces dentales Si, por ejemplo, se busca un movimiento de intrusión y distalización, el microtornillo se situará en la línea mucogingival. Otra consideración respecto a la colocación del implante es la inclinación del cuerpo del microtornillo. Cuanto más alto esté el tornillo en el maxilar, más perpendicular al hueso deberá colocarse para evitar lesionar el seno maxilar (4). F) Extrusión de caninos impactados Primero se evalúa mediante radiografías la posición de los caninos. Esta técnica no es diseñada para producir movimientos radiculares y está contraindicada para un canino que está horizontalmente impactado o tiene la raíz en una posición más palatina que la corona. Un microimplante es una opción ideal, ya que sólo necesitamos fuerzas menores de 50 g la corona y la raíz de los caninos impactados deben ser dibujados previamente, para determinar la dirección de la fuerza necesaria para aplicar al diente en la arcada. La fuerza será aplicada desde la cabeza del microimplante al atache del canino. Para este caso, es una técnica que podemos usar en vez de los brackets. Comenzaremos aplicando los 50 g de fuerza mediante los microimplantes y continuaremos con elásticos para ayudar a mover el canino. La pequeña cantidad de hueso alveolar en la zona del canino mandibular, la hace ideal para situar un microimplante, pero no un implante dental (9, 13). H) Impactación posterior Uno de los movimientos ortodóncicos más difíciles de conseguir es la intrusión del sector posterior. Esto se ha intentado por distintas vías, y desgraciadamente los éxitos han sido menores que los fracasos. Actualmente, gracias a los microtornillos es posible intruir molares tanto en el maxilar como en la mandibular. La colocación de los microtornillos será lo más posterior posible en la arcada, en el espacio interdentario de los últimos molares. La altura de colocación dependerá de la encía insertada, del fondo vestibular, del tamaño interdentario y de la anatomía radicular de los molares. La altura oscilará entre 8 a 12 mm del borde gingival y será previamente determinada mediante radiografía intraoral. El mismo día, por ejemplo, en que se colocaron los microtornillos, se inició la tracción intrusiva mediante hilos elásticos desde el tornillo al arco (3). I) Anclar molares ´Anquilosar´ de forma transitoria un diente para emplearlo como una unidad de anclaje es posible gracias a los microtornillos. Posiblemente esta va a ser una de las indicaciones más frecuentes en los pacientes ortodóncicos periodontales. Cuando se desea anclar un diente, normalmente un molar, el microtornillo se puede colocar por mesial o distal del diente elegido. Si se coloca por mesial, se pegará el microtornillo al diente y con frecuencia se añadirá composite al microtornillo para crear una superficie de apoyo sobre el molar. Si se coloca por distal se situará el microtornillo a unos 4 mm del molar, colocando en este diente aditamentos por vestibular y lingual: ambos, microtornillo y molar, quedarán unidos por hilos de acero (3). También se pueden utilizar para la corrección de la inclinación del plano oclusal, o para la corrección de la línea media dental o como anclaje intermaxilar, o para la intrusión de molares. Contraindicaciones Son muy pocas, pero se deben citar: o Pacientes con patologías médicas debilitantes, como neoplasias o diabetes… o Alteraciones psicológicas. o Falta de retención mecánica por cortical delgada. o Mala higiene oral, porque tienen mayor riesgo de infección e inflamación. o Enfermedad periodontal no controlada. Aunque la intrusión molar presenta los mismos problemas que si se realizara con arcos ortodóncicos (5). o Hábitos: la corrección de mordidas abiertas presenta la misma estabilidad postratamiento que el resto de las aparatologías. Fracaso de los microtornillos Uno de los factores más importantes en el fallo de los microtornillos, está relacionado con la calidad de las corticales, si son o no son delgadas. Los tornillos de un diámetro de 1 mm o menores son los que más fracasan (2, 3, 5). Otro factor destacable en el fracaso, es la carga inmediata, se recomienda esperar de 2 a 3 semanas, y un tercer factor es la irritación periimplantaria que altera la retención mecánica del tornillo (19). En este caso se recomienda la utilización de gel de clorhexidina, buena higiene y si no mejora, colocar otro más grueso y más largo. El material del microtornillo y el diseño específico de la porción de la cabeza son de gran importancia, en determinar la resistencia a la fractura (13). No se encuentran reabsorciones radiculares ni patología periodontal, una vez finalizados los tratamientos con microimplantes (18). CONCLUSIONES o Los implantes dentales convencionales, sólo pueden situarse en zonas retromolares o edéntulas. o Un microimplante para anclaje ortodóncico debe ser lo suficientemente pequeño como para situarlo en cualquier sitio del hueso alveolar, incluso en hueso apical. o Los microtornillos de anclaje deben presentar una resistencia inmediata a las fuerzas ortodóncicas, no exigir la colaboración del paciente, no provocar molestias, ser de fácil manejo para el ortodoncista y ser compatibles con los dispositivos ortodóncicos habituales. o Son de gran ayuda en aquellos pacientes que presentan poco o ningún anclaje, reticencias a llevar brackets en toda la boca y que necesitan tratamientos ortodóncicos preprotésicos. Para pacientes con baja colaboración, en casos de dientes incluidos y pacientes de cirugía ortognática. o La utilización de los microimplantes permite el anclaje absoluto para la retracción en masa de los dientes posteriores, reduciéndose de esta forma el tiempo de tratamiento tanto con ortodoncia vestibular como lingual. o Ajustes en el plan de tratamiento o modificaciones en la técnica de colocación de los implantes podría ayudar a mejorar la tasa de éxito. o El éxito de los microimplantes depende de varios factores: - el perfil clínico, - la condición física del paciente, - la selección del sitio y de la forma, - la higiene oral. BIBLIOGRAFÍA 1. Andreu Puigdollers. El anclaje en ortodoncia de los implantes a los microtornillos. Rev Esp Ortod 2004; 34: 267-8. 2. Carlos Marti, Guadalupe Corchero, Federico Hernández, Laura García. Microtornillos en ortodoncia. Técnica y anatomía quirúrgica. Rev Esp Ortod 2004; 34: 271-9. 3. Pedro Lorente. 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