Exito y realización personal

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Exito y realización personal'
Alberto Merlano A."
1. La ley de la unidad
El éxito en la vida es una forma de
viajar, no un destino en sí. Se puede
entender, en forma general, como la
capacidad de convertir los deseos en
realidad, lograr lo que uno quiere.
Somos la divinidad disfrazada. El
espíritu divino que está dentro de
nosotros en un estado embrionario busca materializarse plenamente. Por tanto,
el éxito verdadero es el despliegue de la
divinidad dentro de uno mismo. Es
igualmente percibir a Dios en cualquier
cosa que veamos: en los ojos de un niño,
en la belleza de una flor, en el vuelo de
un pájaro. Cuando comencemos a vivir
la vida como la expresión de la divinidad -no de vez en cuando sino en todo
momento- comprenderemos el verdadero significado del éxito, entendido
como llegar a ser lo que potencialmente
somos.
El universo físico no es otra cosa que
Dios plegado sobre sí mismo para experimentarse como espíritu, mente, energía y materia. Todos los procesos de la
creación son procesos por medios de los
cuales se expresa la divinidad.
.• Extractado y adaptado de Las siete leyes
espirituales del éxito de Deepak Chopra.
.•.•Administradorde
Magister
Vicepresidente
46
Empresasde
en Administración
de Recursos
Eafit,Medellín.
de Empresas.
Humanos
de Ecopetrol.
Cuando comprendemos estas leyes
y las aplicamos en nuestra vida, mucho
de lo que deseamos puede ser logrado,
porque los mismos principios en los
que se basa la naturaleza para crear un
bosque, O una galaxia, o una estrella o
un cuerpo humano pueden ser utilizados para convertir en realidad nuestros
deseos más profundos.
En nuestro estado esencial somos
conciencia pura, porque sustentando la
infinita diversidad de la vida está la
unidad de un solo espíritu omnipresente.
Vivir en función de la conciencia de
unidad en una constante auto-referencia significa que nuestro punto interno
de contacto es nuestro propio espíritu,
yno lasexperiencias de nuestra personalidad. Locontrario de la auto-referencia
es la referencia al objeto. Cuando vivimas según esta última, estamos siempre
influenciados por las cosas que están
fuera de nuestro yo real. Cuando esto
sucede, el punto de contacto interno es
el ego, pues con él nos identificamos. Sin
embargo, el ego no es lo que realmente
somos 1 •
1 El yo, esa parte que es Dios manifestándose
a
través de nuestro ser, ese que realmente somos, Dios
en forma hwnana,al relacionarse con la personalidad
e identificarse
con ella genera el falso concepto
de lo
que somos, lo que Deepak Chopra denomina ego. El
ego es el programador confundido con el programa.
Gestión. Universidad del Norte. 3: 46-54, 1997
Nuestro verdadero yo, nuestro espí'ritu, nuestra alma es Dios hecho hombre en cada uno de nosotros. Todos los
demás seres son el mismo yo, Dios con
distintos disfraces.
Si queremos utilizar plenamente la
creatividad inherente a la conciencia de
la unidad, debemos tener acceso a ella.
Una manera de hacerlo es por medio de
la práctica diaria del silencio, de la
meditación y del hábito de observar sin
juzgar.
Practicar el silencio es comprometemos a destinar cierta cantidad de tiempo sencillamente a ser .Tener la experiencia del silencio significa suspender periódicamente
la actividad de hablar.
También equivale a renunciar de vez en
cuando a ocupaciones tales como ver
televisión, escuchar radio o leer. Si rara
vez nos damos la oportunidad de experimentar el silencio, creamos una turbulencia en nuestro diálogo interno'.
La meditación consiste en suspender el pensamiento, volviéndonos así
conscientes de nuestra conciencia. Es el
programador consciente de sí mismo.
Existen muchos métodos para aprender
a hacedo. Requiere motivación y constancia 3.
Lo ideal es meditar_ por lo menos
2 Se practica concentrándonos,
sin hablar, en el
momento presente: en el aquí y en el ahora.
3 Se recomienda corno introducción a este tema,
la lectura del libro de Joan Borysenko, Cómo alcanzar
el bienestar físico y emocional a través del poder de la
mente, Editorial Norma.
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durante treinta minutos por la mañana
y treinta minutos por la noche.
La quietud que se logra con la meditación es el primer requisito para potencializar la posibilidad
de lograr
nuestros deseos. Imaginemos que lanzamos una piedra pequeña en un pozo
de agua y observamos las ondas que se
forman. Eso es exactamente lo que hacemos cuando entramos en el campo del
silencio puro producido por la meditación 4, manifestando en él nuestra
voluntad. Enesesilencio, hasta la menor
intención avanzará formando ondas por
el terreno subyacente de la conciencia
universal, lo cual la conecta con todo lo
demás. Si no experimentamos
la quietud, si nuestra mente es como un océano
turbulento,
no obtendremos
efecto
alguno.
La práctica del hábito de observar
sin juzgar es otra manera de entrar en el
campo de la unidad. Juzgar es evaluar
constantemente los acontecimientos o
personas para clasificadas como correctas o incorrectas, buenas o malas.
El hábito de observación sin juicio
crea silencio en la mente. Comencemos
cada día diciéndonos: «Hoy no juzgaré
nada de lo suceda 5».
4 También se le llama nivel ALFA. Chopra lo
denomina «campo de la potencialidad pura».
Corresponde aproximadamente a un funcionamiento de las ondas cerebrales entre siete y catorce ciclos
por segundo. La frecuencia normal es de más de
catorce.
5 Mezclar la comprensión
con la evaluación
anula la posibilidad de entender a otros. Observamos
sin juzgamos esa su vez necesario para comprender.
nos. A veces, sin embargo, es inevitable juzgar, en
47
Esta combinación de la mente quieta,
ilimitada e infinita, con la mente dinámica, limitada e individual, es el equilibrio perfecto de la quietud y del movimiento, con el cual se facilita crear casi
cualquier cosa que deseemos.
2. La ley de la reciprocidad
También podría llamarse la ley del dar
y recibir, porque el universo opera a
través de un intercambio dinámico.
Practicar la ley de la reciprocidad es
muy sencillo: si deseamos amor, demos
amor¡ si deseamos atención y aprecio,
aprendamos a prestar atención y apreciar a los demás; si deseamos riqueza
material, ayudemos a otros a conseguirla. La manera más fácil de obtener lo
que deseamos es ayudar a los demás a
lograr lo mismo. Debemos aprender a
dar con alegría.
El solo deseo de dar, o una sencilla
oración, tienen el poder de afectar a los
demás. Somos corrientes depensamientos en medio de un universo de naturaleza mental. El pensamiento tiene el
poder de transformar la realidad 6 •
particular en actividades que exigen mando. Carl
Rogers, destacado psicólogo contemporáneo, recientemente fallecido, nos recomienda al respecto distinguir entre tiempo de entender y tiempo de evaluar
no realizando estas actividades al mismo tiempo.
Una manera de percatamos de que hemosentendido
alotroes repetir con nuestras palabras loquecreemos
haber comprendido. Hasta que nuestro interlocutor
acepte que lo dicho refleja su pensamiento.
6Pensarescrear. Los pensamientos son «cosas».
El pensamiento
individual y colectivo unido a la
voluntad de materializado
crea realidades individuales y colectivas.
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La mejor manera de poner a funcionar la ley de la reciprocidad -de iniciar
todo el proceso de circulación- es tomando la decisión de que cada vez que
entremos en contacto con una persona
le daremos lo mejor. No es necesario
que sean cosas materiales; un cumplido
o una oración también son ofrendas.
Cuando nos encontremos con alguien,
enviémoslecalladamente
un buen deseo
por su bienestar. Esta forma de generosidad silenciosa es muy poderosa.
3. La ley del «karma»
efecto
o de causa y
El «karma» es simultáneamente causa y
efecto. Es el resultado de nuestras decisiones conscientes e inconscientes 7 •
Si nos detenemos un momento y
observamos las opciones que escogemos
en el instante en que lo hacemos, ese
simple acto de convertimos en espectadores nos permite sacar todo el proceso
del inconsciente para traerlo al reino de
la conciencia. Este procedimiento
de
elección y de observación conscientes
genera mucho poder.
Cuando hagamos cualquier elección
preguntemos en primer lugar: «¿Cuáles
serán las consecuencias de escoger este
camino?» El corazón nos lo dirá inmediatamente. Y en segundo lugar: «¿Traerá la decisión que estoy tomando bienestar para mí y para quienes me rodean?»
Si la respuesta es afirmativa, sigamos
7 El karma es ley de aprendizaje,
no de castigo.
Aprendemos experimentando
las consecuencias de
nuestros actos.
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adelante. Sies negativa, abstengámonos
de elegirla. Es así de sencillo 8 .
Eluniverso tiene un mecanismo muy
interesante para ayudamos a tomar
decisiones correctas espontáneamente.
Este se relaciona con las sensaciones del
cuerpo, las cuales son de dos tipos: de
bienestar o de malestar. En el instante
mismo en que estemos tomando una
decisión prestemos atención a nuestro
cuerpo ypreguntémosle: «¿Qué pasa si
opto por esto?» Si el cuerpo nos envía
un mensaje de bienestar, es la decisión
correcta; side señales de malestar, entonces no es el camino apropiado.
Cuanto más traigamos nuestras decisiones al plano de la conciencia, más
podremos escoger aquellas que sean
correctas, tanto para nosotros como para
quienes nos rodean.
Con respecto al karma pasado, se
pueden hacer tres cosas: La primera es
pagar las deudas kármicas. La mayoría
escoge hacer esto, inconscientemente,
claro está. Esa también pude ser nuestra
opción consciente.
La segunda posibilidad es transformar o convertir el karma en una experiencia más deseable. Este es un proceso
muy interesante, en el cual uno se pregunta, mientras paga la deuda kármica:
«¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Por qué me está sucediendo
esto? ¿Cuál es el mensaje que Dios trata
de comunicarrne? ¿Cómo puedo hacer
que esta experiencia sea útil para mí y
para mis congéneres, los seres humanos?»
La tercera manera de enfrentar el
karma es transcendiéndolo. La manera
de hacerlo es entrar frecuentemente, a
través de la meditación, en el espacio de
la conciencia de la unidad para sentir el
yo, el espíritu. Es como lavar un trapo
sucio en una corriente de agua: cada vez
que se lava desaparecen algunas manchas, y si se lava una y otra vez queda
más limpio. Limpiamos o trascendemos
elkarma entrando y saliendo del espacio
de la conciencia pura. Esto se hace mediante la práctica de la meditación contemplativa.
4. La ley del menor esfuerzo
Espropio de la naturaleza humana hacer
que los sueños se conviertan en realidad,
siempre y cuando no pongamos obstáculos a las fuerzas naturales que hacen
esto posible permitiendo que la energía
del universo fluya libremente.
El mínimo de esfuerzo lo hacemos
cuando nuestros actos brotan del amor.
Cuando esto sucede no hay desperdicio
del amor, sino que, por el contrario, éste
8
En ocasiones
no podemos
evitar hacer daño,
en particular si estamos en posiciones de poder y
debemos elegir entre alternativas negativas. En estos
casos busquemos otras opciones, y si no las
encontramos,
despersonalicemos
nuestra decisión
y tratemos, en lo posible, de disminuir el daño que
causemos a otros.
Gestión. Universidad
del Norte. 3: 46-54, 1997
se potencializa.
Fijar nuestra atención en el ego 9 con9 Lo hacemos cuando nos centramos en la
personalidad, en el programa.
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sume la mayor parte de la propia energía. Cuando nuestro punto interno de
referencia es el ego, cuando buscamos
poder sobre los demás o su aprobación,
desperdiciamos nuestra energía.
La ley del menor esfuerzo tiene tres
componentes, tres cosas que podemos
hacer para poner en funcionamiento el
principio de «hacer menos para lograr
más».
El primer componente es la aceptación. Aceptar significa vivir lavida como
se presente, aceptando las personas, las
situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se produzcan.
Es importante comprender esto: podemos desear que las cosas sean diferentes, pero si no podemos cambiarlas
debemos aceptarlas como son.
Siempre que enfrentemos cualquier
evento recordemos: «Este momento es
como debe ser». Cualesquiera que sean
las circunstancias que tengamos en este
instante de nuestra vida, son precisamente las que necesitamos en ese momento. Hay razones para todo lo que
nos pasa, y ellas trabajan a favor de
nuestra evolución.
El segundo componente de la ley del
menor esfuerzo es el de acción positiva.
Significa no culpar a nadie ni a nada -ni
siquiera a nosotros mismos- de nuestra
situación. Esto estimula la capacidad de
dar una respuesta creativa al evento, tal
como es, en el aquí y en el ahora.
En todos los problemas hay un principio de oportunidad, que nos permite
aprovecharlos transformándolos en
algo positivo. Cuando lo hacemos, toda
situación enojosa se convierte en un
desafío para crear algo nuevo y bello, y
todo supuesto rival o enemigo se transforma en maestro. La realidad es una
interpretación. Si optamos por replantearla de esa manera, tendremos muchos
instructores a nuestro alrededor e innumerables oportunidades para acelerar
nuestro proceso evolutivo.
El tercer componente es asumir una
conducta no defensiva. Esto significa
que renunciamos a la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que
nuestro punto de vista es el correcto. Si
observamos a las personas que nos rodean, veremos que ellas pasan el noventa y nueve por ciento del tiempo
defendiendo su manera de percibir las
cosas. A través de esa ren unda usaremos
mejor nuestra energía
10.
Cada vez que encontremos resistencia,reconozcamos que forzar lasituación
sólo la aumentará. Cuando no hay puntos que defender, no puede haber discusión. Si hacemos esto constantemente,
si dejamos de luchar y de resistimos,
viviremos plenamente el presente. Permanezcamos abiertos a todas las opcio-
10 Abandonar
el deseo de convencer no significa
que debamos abstenemos de expresar con serenidad
y confianza nuestra propia verdad. El que sea
aceptada, sin embargo, no depende de nosotros.
Abandonemos el resultado: convencer al otro, y
concentrémonos en el proceso: expresada claramente.
50
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nes sin aferramos rígidamente a ninguna de ellas.
Demos los siguientes cuatro pasos
para poner en práctica la ley del deseo:
5. La ley del deseo
1. Entremos en la conciencia de la unidad. Esto significa ubicamos durante
la meditación contemplativa en medio de ese espacio silencioso que
alcanzamos una vez la mente se ha
calmado y nos centramos en la conciencia del yo, que es nuestro estado
esencial.
Inmanente a todo deseo está la posibilidad de su realización. Todo el universo,
en su naturaleza esencial, es expresión
de información y de energía focalizada:
voluntad creadora.
Los deseos expresados en la conciencia de la unidad durante la meditación contemplativa tienen un gran poder.
Podemos cambiar conscientemente
el contenido de información y de energía
de nuestro propio cuerpo e influir en
nuestro entorno y afectar las cosas que
suceden en él.
Este cambio se logra a través de las
dos cualidades inherentes a la conciencia: la concentración y el deseo de convertir en realidad lo que deseamos. El
deseo da energía, y la concentración la
focaliza. Cualquier cosa en la cual nos
concentremos crecerá con fuerza en
nuestra vida. Cualquier cosa a la cual
dejemos de prestar atención se marchitará.
Mientras no infrinjamos las leyes de
la naturaleza, a través de nuestros deseos podemos, literalmente, dirigirlas
para convertir en realidad nuestros sueños, poniendo a trabajar para nosotros
el computador cósmico, con su infinito
poder realizador.
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2. Una vez establecidos en este estado
de sólo ser, liberemos nuestros deseos. Si tenemos una serie de metas,
escribámoslas y concentremos nuestra atención en ellas antes de entrar
en el espacio silencioso. Si deseamos
una carrera de éxito, por ejemplo,
debemos entrar en la conciencia de
la unidad con esa intención, y así lo
que queremos ya estará allí como
una tenue llama vacilante en nuestra
conciencia. Expresar nuestra voluntad en ese espacio significa sembrarla en el suelo fértil de la conciencia
de la unidad y esperar a que florezca
en el momento propicio. No es conveniente detallar la manera como
deberá lograrse. Lo único que hay
que hacer es esperar ..
3. Permanezcamos en el estado de la
auto-referencia. Esto significa mantenernos en la conciencia de nuestro
verdadero yo, nuestro espíritu, n uesIra conexión con el campo de la unidad. También significa dejar de vernos a nosotros mismos a través de
los ojos de la personalidad.
SI
4. Dejemos que Dios, nuestro Yo - Superior 11 se encargue de los resultados
y de los detalles. Nuestros deseos,
una vez liberados enel espacio silencioso, tienen un gran poder de realización. Confiemos en que El evaluará la conveniencia de cooperar
con nosotros en su logro en función
de propósitos que de conocerlos,.avalaríamos con nuestra voluntad consciente. Esperemos igualmente que
Dios organizará todos los detalles
por nosotros.
Renunciemos a nuestro apego al
resultado. Esto significa eliminar el interés por un resultado específico y aceptar
vivir en la ambigiiedad de la incertidumbre, permaneciendo abiertos a todas las opciones, sin aferramos rígidamente a ninguna de ellas (ver la próxima
ley).
6. La ley del desapego
Esta ley dice que para adquirir cualquier
cosa en el universo físico debemos ser
capaces de vivir sin ella. Esto no significa
que renunciemos a cumplir nuestros
deseos, sino que dejamos su realización
en manos de Dios, que sabe mejor que
nosotros qué es lo que realmente nos
conviene en esta etapa de nues tra evolu-
esto. Tan pronto como renunciamos al
resultado, combinando al mismo tiempo
nuestros deseos con la confianza en la
sabiduría y poder infinito de Dios, conseguimos lo mejor para nosotros.
El apego se fundamenta en las necesidades de nuestra personalidad; el
desapego, en la confianza enla voluntad
de Dios.
Si nos sentimos inseguros, estamos
en el camino correcto. No necesitamos
tener una idea completa de lo que haremos la semana próxima o el año entrante. Si tenemos una idea clara de lo
que ha de suceder y nos aferramos rígidamente a ella, dejamos por fuera un
enorme abanico de posibilidades. Por
medio de la incertidumbre encontramos
la necesidad nacida de saber que todo lo
que nos sucede es lo mejor para nosotros
en el aquí y ahora de nuestras vidas,
armonizando nuestra voluntad con la
voluntad divina.
Cuando forzamos las soluciones
solamente creamos nuevos problemas.
Sifijamosnuestra atención en elpresente
y lo aceptamos mientras eperamos a
que una eventual solución aperezca de
entre el caos y la confusión, entonces
surgirá lo más adecuado para nosotros 1'.
ción.
Es grande el poder que se deriva de
y no somos Dios, en simultánea. Como
la unidad y la separación que existe entre el soñador
y los personajes de sus sueños. Personas distintas ...
11 Somos
un solo Dios. Es la unidad en la diversidad, la
diferenciación
y la integración a la vez. Ser al mismo
tiempo
52
Dios e hijo, he allí la gran paradoja.
12
Manfred
Max-Neef,
economista
chileno,
ganador del Premio Nobel Alternativo de Economía
en 1983 y un profundo humanista, recomienda
«derivar en estado de alerta.> (que no es lo mismo
que dejarse llevar por la corriente), pasando de la
esterilidad de la certeza a la fecundidad de la
incertidumbre.
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7. La ley del «dharma» o propósito en
la vida
«Dharma» es un vocablo sánscrito que
significa «propósito en la vida».
Esta ley afirma que nos hemos manifestado en forma física para cumplir
un propósito.
de cualquier otra persona en este planeta. Cuando estamos desarrollando esa
actividad perdemos la noción del tiempo. La expresión de un talento único--o
más de uno, en muchos casos- nos produce un estado de conciencia en que se
pierde la noción del tiempo y se genera
una especie de estado meditativo· de
alta concentración y olvido de uno
mismo.
La ley del dharma tiene tres componentes. El primero, dice que cada uno
de nosotros debe descubrir quién es,
percátarse por su cuenta de que el verdadero yo es espiritual y que somos en
esencia seres espirituales que hemos
adoptado una forma físicapara manifestamos. No somos seres humanos que
tienen experiencias espirituales ocasionales, sino todo lo contrario: seres espirituales que tienen experiencias humanas ocasionales.
Debemos descubrir que somos hijos
de Dios que buscamos expresar cada
vez con más claridad nuestra divinidad
basada en la identidad con nuestro padre: Dios, nuestro Yo Superior (ver la
ley de la unidad).
El segundo componente de la ley del
dharma es la expresión de nuestra ventaja comparativa. La ley del dharma
dice que todo ser humano tiene un talento tan único en su expresión que no
existe otro ser sobre la tierra que lo
tenga o que lo exprese de la misma
manera en que él lo hace. Somos únicos
e irrepetibles. Eso quiere decir que hay
una cosa que podemos hacer, y/o una
manera de hacerla, que es mejor que la
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del Norte. 3: 46-54, 1997
El tercer componente es el servicio a
la humanidad. Cuando combinamos la
capacidad de expresar nuestro talento
único con el servicio a la humanidad,
usamos plenamente la ley del dharma y
experimentamos la realización de nuestro propio ser.
Respondamos estas dos preguntas:
¿Qué haría yo si no tuviera que preocuparme por lo económiCo y dispusiera
de todo el tiempo y el dinero del mundo?
Si de todas maneras quisiéramos seguir
haciendo lo que hacemos ahora es porque estamos en dharma, porque sentimos pasión por lo que realizamos, debido a que estamos usando nuestra ventaja
comparativa.
La segunda pregunta es: «¿Cual es la
mejor manera de servir a los demás?»
Las respuestas a estas preguntas nos
permitirán no sólo actualizar nuestro
potencial sino también ayudar y servir
con amor a los demás seres humanos.
Esta es laverdadera manera de lograr
la abundancia. No se trata de algo transitorio; es permanente en virtud de nues-
53
tro talento único, de nuestra manera de
expresarlo y de nuestro servicio a los
demás",
13 Carlos Castaneda, escritor peruano, llama a
esta posición existencia} «recorrer caminos con
corazóm). Caminos que aunque no conduzcan a
ninguna parte es satisfactorio recorrerlos, por la
felicidad que ese acto en sí mismo produce.
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