EL AULA DEL ACCIONISTA Con la la colaboración de:de: Con colaboración LA DIVERSIFICACIÓN Todos los inversores deben contar en sus carteras con diferentes tipos de activos para poder minimizar los posibles riesgos del mercado. La diversificación de carteras es el principio básico al operar. Para planificarla, hay que tener en cuenta el horizonte temporal de la inversión y el perfil del inversor, entre otros factores. L a diversificación de carteras es el principio básico de la operativa en mercados financieros, según el cual los riesgos pueden minimizarse si el importe global que se pretende invertir se distribuye entre un conjunto de activos con diferentes características. La idea que subyace es que al integrar activos que presentan un comportamiento poco o nada correlacionado entre sí, éstos pueden compensarse de tal forma que el riesgo de la cartera resulta inferior a la suma de los riesgos de cada uno de los activos que la componen. COMPENSAR MINUSVALÍAS Se trata de contrarrestar las posibles minusvalías de un activo con las plusvalías que puedan generar otros que se encuentren incluidos en la cartera. Para diversificar una cartera, el inversor debe determinar algunos aspectos, como son el horizonte temporal que tiene previsto para su inversión (hasta un año, a corto plazo; de dos a cuatro años, a medio plazo; y más de cuatro años, a largo plazo), las posibles necesidades de liquidez y su perfil según su grado de aversión al riesgo (conservador, equilibrado, arriesgado, etc.). Una buena diversificación no significa tener un elevado número de activos. La recomendación de los expertos es que, a la hora de realizar una cartera, los inversores cuenten con el número justo de productos que les permitan acceder a los distintos tipos de activos (renta fija, renta variable, derivados, divisas, etc.) y mercados (Europa, Estados Unidos, Asia, etc.), en función del riesgo que deseen asumir y las condiciones económicas y financieras existentes en cada momento. En ocasiones, al incluir un elevado número de activos se complica la gestión de la cartera sin obtener una mejora en el grado de diversificación que la justifique. Una buena diversificación contribuirá a mejorar el ratio rentabilidad/riesgo de la cartera. Cuantas más posiciones arriesgadas se asuman, mayor es la probabilidad de que se obtengan ganancias, aunque también aumentan las posibilidades de pérdidas. Vocabulario imprescindible Horizonte temporal («term of investment»): Periodo de tiempo durante el cual el inversor está dispuesto a mantener invertido su capital, sin que prevea necesitarlo para otros fines. Algunos productos de inversión deben ser mantenidos durante un plazo determinado para que sus características más ventajosas desplieguen todos sus efectos (por ejemplo, los fondos garantizados tienen un horizonte recomendado de inversión que coincide con el plazo hasta el vencimiento de la garantía, ya que si se reembolsa el dinero antes de esa fecha, la garantía no es efectiva y pueden registrarse pérdidas). Liquidez («liquidity»): Cualidad de una inversión, por la cual es posible su transformación inmediata en dinero efectivo, es decir, en dinero líquido. Para los valores cotizados, un buen grado de liquidez significa en general elevados volúmenes y frecuencias de contratación, y escasa diferencia entre los precios de compra y venta. Un activo poco líquido implica más riesgo, ya que el inversor tiene más dificultades para venderlo y convertirlo en dinero efectivo. Minusvalías («capital losses»): Pérdidas generadas por una disminución del valor de una inversión. Mientras se mantiene la inversión, las minusvalías son potenciales o latentes (caída de la cotización de las acciones, disminución del valor liquidativo de un fondo, etc.). Cuando se deshace la inversión, al vender los activos, se hace efectiva la pérdida o minusvalía. Riesgo («risk»): Probabilidad de una pérdida o de una menor ganancia a la esperada en una inversión. Un axioma esencial en el análisis fundamental es que rentabilidad y riesgo van juntos. A mayor rentabilidad, mayor riesgo, y viceversa. Eso significa que un inversor profundamente adverso al riesgo debe también renunciar a una rentabilidad elevada, mientras que un inversor amante de altas rentabilidades debe asumir importantes riesgos. Sobreponderar («to overweight»): Consiste en, una vez realizado un análisis sobre los diferentes activos donde se puede invertir un capital, dar más peso a aquellos que se espera que tengan un mejor comportamiento relativo respecto a los demás, en la cartera de un inversor o de un fondo. El El contenido dede esta ficha y de laslas anteriores laslas puede consultar enen www.caixabank.com contenido esta ficha y de anteriores puede consultar www.criteria.com 26 INVERSIÓN . Nº 783 . DEL 15 AL 21 DE OCTUBRE DE 2010