¿Pueden las viviendas y construcciones estar mejor

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Casas Seguras para Zonas Inundables
y con Fuertes Vientos
Arq. Nelly Belinda Falck, Facultad de Ingeniería, Direcciones de Investigación Científica y
Extensión Universitaria, UNAH.
¿Pueden las viviendas y construcciones estar mejor preparadas para resistir los
embates de la naturaleza?.
En 1995 diseñé para la familia Pilz una vivienda ubicada a 50 metros de la playa en Trujillo,
la casa estaba rodeada de residencias, bien construidas, sólidas, pero de un solo piso.
Cuando impactó el huracán en Honduras en 1998, se reportaron vientos sostenidos de 180
km/h, y máximos de 240 km/h, el huracán convertido en tormenta tropical entro en tierra
firme por la ciudad de Trujillo, el mar y la lluvia inundaron mas allá de la playa varios cientos
de metros.
Un mes después la familia Pilz, me llamó para contarme que la casa no había sufrido
ningún daño. Lamentablemente las casas vecinas de un
piso, estaban seriamente
dañadas.
¿Qué marco la diferencia? Esta casa no es ninguna fortaleza, simplemente desde el inicio
del diseño se tomaron 2 decisiones:
•
Hacer la construcción sobre columnas con zapatas, unidas con una solera de
cimentación.
•
Sujetar las vigas del techo con varillas fundidas en los castillos de las paredes, para
soportar la fuerza del viento.
Estas dos simples medidas protegieron la vivienda y todo lo que había en élla. Las
construcciones elevadas en columnas o sobre pilotes no son una novedad en Honduras,
aproximadamente desde 1910 las Compañías Bananeras construyeron casas y edificios
sobre columnas, para protegerlos de las inundaciones. Y en La Mosquitia y Las Islas de la
Bahía hay construcciones vernáculas de este tipo.
¿Por qué no diseñamos y construimos las casas expuestas a inundaciones y fuertes
vientos de acuerdo a estas condiciones?
En un Congreso del Colegio de Arquitectos, en el año 2000, el empresario Juan Bendeck,
hablando con franqueza, contó su experiencia sobre un proyecto en una ciudad de la zona
norte, donde alrededor de 300 viviendas fueron destruidas durante el huracán Fifí en 1974,
se volvieron ha hacer de forma similar y nuevamente se destruyeron en el huracán de 1998
y ahora ¡las estaban construyendo de igual forma!.
Este empresario nos preguntaba a los arquitectos porque no cambiábamos los criterios de
diseño, creo que esta interrogante se debe extender a todos los involucrados en la
construcción de viviendas: profesionales arquitectos, ingenieros, personas que trabajan en
proyectos de vivienda o en instituciones que atienden los damnificados, autoridades
municipales,
sociólogos, financistas, trabajadores sociales, educadores, alumnos y
pobladores de la Costa Norte, es necesario crear conciencia sobre la necesidad de cambiar
la forma de construir en estas zonas.
Talvez usted estimado lector me preguntará ¿Cómo hacer con los costos?. Porque se
incrementan. El cálculo estructural de la casa de los Pilz fue realizado por el Ing. Fernando
Munguía con columnas y losa de concreto, pero las construcciones de la compañía eran de
columnas esbeltas y entrepiso de madera. Como ahora la madera es escasa se pueden
usar otros materiales como fibrocemento (panelit) para el entrepiso, y vigas de metal; para
lugares cercanos al mar se pueden usar vigas prefabricadas de concreto, que pueden ser
esbeltas también; se pueden utilizar losas ligeras fundidas sobre láminas de zinc.
Estas soluciones no son como “recetas” siempre se tiene que consultar un profesional en el
lugar de la construcción porque las condiciones varían, como el tipo de suelo, aguas
subterráneas superficiales, velocidad de los vientos, etc. Pero si hay soluciones económicas
y seguras. Al pensar en los costos no debemos olvidar el costo de estar reparando
continuamente construcciones inundadas como en la ciudad de La Lima y el costo de
arriesgar vidas humanas el cual no tiene precio.
Decidí hacer este artículo como un aporte para crear conciencia sobre la necesidad de
hacer otro tipo de construcciones para las zonas costeras, y como “una imagen habla mas
que mil palabras” se incluyen fotos que tome de algunas construcciones hechas por las
compañías bananeras y dibujo de la casa de los Pilz.
Espero que reflexionemos sobre la importancia de aprender del pasado, de los éxitos y
desaciertos y esta reflexión se convierta en un reto para los profesionales, autoridades y
pobladores hagamos algo para buscar soluciones a este problema, no sigamos “tropezando
en la misma piedra”, evitemos las destrucciones periódicas, que solo nos traen pérdidas y
empobrecimiento, necesitamos cambiar nuestra forma de pensar; para concluir me vienen a
la mente frases muy sabias que repetía constantemente el fallecido sacerdote Reverendo
Gustavo López: Nunca es tarde para empezar y más vale tarde que nunca.
Obsérvese en el dibujo en la casa
de los Pilz la presión del viento fue
contrarrestada por que las vigas
estaban sujetadas con varillas de
acero fundidas
que a su vez
estaban fundidas en el concreto de
los castillos y soleras de las
paredes. En cambio en las casas
vecinas
los
techos
fueron
levantados por el viento.
El agua inundo la parte baja de la
casa de Los Pilz, que fue protegida
porque estaba levantada sobre las
columnas, en las casas vecinas el agua inundo las viviendas destruyendo todo lo que había
en el interior de las mismas.
En la ciudad de La Lima,
en la Zona Americana,
nunca había habido
inundaciones hasta el
año 1996 y 1998, las
casas sobre columnas
tanto las de la altura de
un piso, así como las de
medio piso no sufrieron
ningún daño, como la
escuela
Internacional.
Obsérvese que la parte
inferior de la escuela es
utilizada como área de
recreación y así se
obtiene mayor utilización
del espacio.
Foto Escuela Internacional, Zona Americana, La Lima, Cortés.
Pero las casas vecinas, a esta escuela, en las que “habían cerrado” la parte baja, para
convertirla en espacio “habitable” tuvieron grandes pérdidas en el primer piso.
En la ciudad de La Lima,
la
escuela
Santos
Guardiola, pese a que no
ha
recibido
mucho
mantenimiento en los
últimos años, fue capaz
de soportar la inundación
sin sufrir daños y sirvió
para resguardar a los
damnificados del huracán
en 1998, así como
muchas
de
las
construcciones
sobre
columnas.
Fotos inf. y superior, Escuela Santos Guardiola, La Lima, Cortés.
La parte baja de la Escuela Santos Guardiola se usa
para actos cívicos y como espacio de recreación.
Este artículo con algunas modificaciones, fue publicado en la revista
del Colegio de Arquitectos de Honduras, en el segundo semestre
del año 2003.
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