No podemos seguir manteniendo silencio ante los ataques a

No podemos seguir manteniendo silencio ante los ataques a nuestra iglesia y a
los valores de nuestra fe.
El silencio provoca que los enemigos de la iglesia continúen con sus ataques a nuestros valores y
a lo que amamos.
La premisa de que la controversia que se ocasiona al protestar enérgicamente ante esto
ataques, al aclarar públicamente la posición de la Iglesia en temas morales, tan
controversiales para un mundo secularista y materialista y los ataques a nuestra Iglesia y
a los valores de nuestra fe, no tienen validez en estos tiempos, en que las noticias llegan
a una gran cantidad de personas a través de los medios de comunicación.
El catedrático Elio Mas Ferrer, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y
experto en religiones, dijo: “Hay muchas formas de ser católico... (y) es probable que
estos católicos que sí existen y que son, digamos integristas, se molestarán pero no creo
que pase nada”, afirmó, a raíz del caso de la portada de Playboy de México.
“Al callar se hace un mal mayor que el que se evita al hablar la verdad y pedir respeto por
los valores de nuestra fe”
El silencio trae confusión y dudas en la fe de los fieles, que no están debidamente formados.
Es necesario que una voz autorizada guíe y oriente, no solo a los católicos, para aclarar
temas morales y la Iglesia Católica es la única institución en la capacidad de hacerlo.
El silencio nos hace corresponsables de las consecuencias de estos ataques y que vulneran la
conciencia de los católicos en la comprensión de las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia y que se
tenga una imagen equivocada de la Iglesia Catolica y que no se conozca y reconozca el bien que
se hace, ni siquiera entre los que se dicen católicos, ya que lo malo, por poco que sea, los medios de
comunicación se encargan de darlo a conocer.
El silencio hace que se traigan una y otra vez errores que se cometieron hace muchos siglos y
que todavía se publican en primera pagina de algunos periódicos (ver El Nuevo Herald del 20 de
diciembre del 2008 “El Vaticano reivindica al astrónomo Galileo”) formando una imagen de la
iglesia Catolica, de ser una institución que se opone al progreso científico a favor de la humanidad,
poniendo en duda las legitimas enseñanzas sobre la cultura de la vida y otros temas
importantísimos “de moda” en el mundo actual.
Aunque en algunos lugares la jerarquía toma el liderazgo que le corresponde, en otras no, en
algunas muy tímidamente y en otras en forma agresiva; pero una cosa si es cierta: todos los
bautizados, como miembros de la Iglesia Catolica, tenemos la obligación de protestar por todas
estas injurias a nuestra Iglesia y a los valores de nuestra fe.
Pedimos muy especialmente oración y ayuno en reparación por las
grañidísimas ofensas a nuestra Madre Santísima, hechas por Playboy de
México y Brasil y por todas las profanaciones, sacrilegios y ofensas a los
Sagrados Corazones de Jesús y al Inmaculado Corazón de Maria Santísima,
que se hacen constantemente en este mundo que pretende vivir sin Dios.
Palabras de Albert Einstein: