La ventajosa posición de tales islas al N . O. del Medit e r r á n e o , vecinas de las costas de España, Francia é Italia su benigno clima y sus productos naturales las hacen d i g nas (diremos con el botánico Dr. Mares) de atraer la a t e n ción de esas familias opulentas de los países del Norte que sea por placer 6 para vigorizar el cuerpo, se dirigen á las costas italianas, huyendo de los rigores boreales 6 de las brumas inglesas. Si nos dolemos de tal preferencia por la península itálica cúlpese más bien a l a indiferencia con que en España se atiende á todo lo confortable y á lo estético, que no á las condiciones físicas y bellamente poéticas de nuestras preciadas islas. Estas últimas cualidades h a n bastado, por si solas, para que varios sabios españoles y estranjeros y muchos t u r i s tas visitasen el archipiélago Balear, encontrando unos a b u n dante materia para trabajos físicos y etnográficos y los otros asuntos seductores para su lira ó su pincel. A todos Monhires, en Menorca y probablemente los llamados Talayots, m o n u m e n t o s que no tienen analogía con ninguno de los descubiertos en otras regiones del globo sino con los N u r a g h e s de Cerdeña. Los Talayots suelen e s t a r agr upados con los allí l l a m a dos Altars, especie de Cromlechs que indicarían un culto primitivo; formando á v e ces un conjunto circunvalado cual "esbozo de una población rudimentaria, á la manera que lo representa m á s á las claras el grupo del Alsinar de Sas penas en A r t a y en Trapucó de Mahon; lo cual, en opinión del S r . Sampere, demuestra que los Talayots no son a t a l a y a s , como pretende el P . F i t a , sino habitaciones m e g a l í t i c a s . En Menorca abundan m á s los Talayots, varios de ellos con s u s a l t a r e s ordinariamente formados de dos grandes monolitos. También en la m i s m a isla se encuentran esclusivamente las llamadas Navetas (Mapales), especie de chozas construidas con l a s m i s m a s naves que condujeron allí á unos colonizadores, llámense Arios, Fenicios ó Númidas, siendo la m á s notable la Naa deis Tadons, cerca de Ciudadela, con o t r a s varias descubiertas y dibujadas por D. J u a n P o n s , e x p e r t o a r q u e ó l o g o m e n o r q u i n . Sin entrar en m á s pormenores impropios de una simple nota, á j u z g a r por los d e s cubrimientos hechos h a s t a el din, no parecen todavía bien deslindados el período de la edad de piedra y él de bronce de los de la tribu ibérica y demás que dejaron huellas de su morada en aquellas islas, tanto como los de la ocupación r o m a n a , árabe y parcial inglesa.