163 casos clínicos 13 Arch. Esp. de Urol., 54, 2 (163-165), 2001 Siringocele simple de la glándula de Cowper. utilized is marsupialization to the urethra by endoscopy. The foregoing was performed in our patient with satisfactory results. Keywords: Syringocele. Urethral diverticulum. Cowper's glands. GERARDO SERVER PASTOR, MARIANO RIGABERT MONTIEL, JOSÉ ANTONIO NICOLÁS TORRALBA, VICENTE BAÑÓN PÉREZ, PEDRO VALDELVIRA NADAL Y MARIANO PÉREZ ALBACETE. Servicio de Urología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia. España. Resumen.- OBJETIVOS: La presentación de un nuevo caso de siringocele simple de la glándula de Cowper y realizar una completa revisión de la bibliografía. MÉTODOS: Descripción del nuevo caso clínico y revisión bibliográfica de los últimos 10 años. RESULTADOS Y CONCLUSIONES: El tratamiento más comúnmente empleado es la marsupialización a uretra por vía endoscópica, tratamiento al que fue sometido nuestro paciente con resultados satisfactorios. Palabras clave: Siringocele. Divertículos uretrales. Glándula de Cowper. Summary.- OBJECTIVE: To describe an additional case of simple syringocele of Cowper's glands and review the literature. METHODS: An additional case of simple syringocele of Cowper's glands is presented and the literature over the last 10 years is reviewed. RESULTS/CONCLUSIONS: The treatment most commonly Correspondencia Gerardo Server Pastor Servicio de Urología Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca 30120 El Palmar. Murcia. España. Trabajo recibido el 11 de febrero de 1999. INTRODUCCIÓN Las glándulas de Cowper o bulbouretrales, se encuentran en el espesor del diafragma urogenital, laterales a la uretra membranosa, y desembocan caudalmente en la uretra bulbar. La dilatación quística de dichas glándulas fue descrita por primera vez por Edling en 1953 (1). Maizels y cols en 1983 acuñaron el término de siringocele del griego syringo (tubo) y cele (dilatación), para referirse a la dilatación quística del conducto de salida de esta glándula. También, estos autores propusieron una clasificación de los siringoceles en función de los hallazgos de la uretrografía retrógrada. Esta clasificación es hoy día la más utilizada. Los siringoceles no son una patología extremadamente infrecuente, pero al ser asintomática en muchos casos, suele pasar desapercibida. El diagnóstico se realiza principalmente en la infancia o juventud. La forma de presentación más habitual es la infección urinaria baja recurrente, aunque también puede aparecer como un trastorno del vaciado vesical, o una masa parauretral asintomática. CASO CLÍNICO Paciente varón de 25 años, sin antecedentes de interés, que consulta porque hace un año, y tras una relación sexual con preservativo, presentó emisión indolora de líquido blanquecino por la uretra (un solo episodio), y tras esto apareció un goteo postmiccional marcado, no asociado a ningún otro síntoma miccional. Este goteo se mantuvo inalterado hasta el momento de la consulta, que se realizó por este motivo. La exploración física, la analítica de rutina en sangre y orina, y la ecografía renal bilateral y vesicoprostática resultados totalmente normales. Las uretrografías retrógrada y vesicoprostática resultaron totalmente normales. Las uretrografías retrógrada y miccional mostraron un divertículo en cara posterior de uretra bulbar, separado de ésta por un fino tabique a través del cual pasa el contraste. La cavidad se continuaba cranelamente con un fino conducto que 164 G. SERVER PASTOR, M. RIGABERT MONTIEL, J.A. NICOLÁS TORRALBA Y COLS. Fig. 1: Uretrografía retrógrada en la que se aprecia el siringocele simple. desaparece en el diafragma urogenital. Este conducto parece corresponder a la porción no dilatada del canal de salida de la glándula de Cowper. La comunicación del divertículo con la uretra no era visible en la exploración radiográfica (Figs. 1 y 2). En las placas postmiccionales se apreciaba retención de contraste en la cavidad diverticular. Con el diagnóstico de siringocele simple (según la clasificación de Maizels), el paciente se sometió a uretroscopia, apreciándose un pequeño orificio en la cara posterior de la uretra bulbar. En el mismo acto se realizó electroresección de la cara posterior de la uretra, marsupializando ampliamente la cavidad, y electrocoagulando los bordes sangrantes. En los posteriores controles radiológicos no existía retención postmiccional de contraste en el siringocele. En la actualidad, el paciente lleva dos años sin ningún síntoma relacionado. previamente existente, con la uretra (4, 5). El diagnóstico se establece por la uretrografía y la uretroscopia. Sobre la basa de la uretrografía, Maizels y cols. (2) clasificaron los singoceles en 4 tipos: - Tipo 1 ó Imperforado: se trata de la dilatación quística de la porción distal del conducto de salida de la glándula de Cowper. Aparece como un defecto de repleción uretral por compresión extrínseca. - Tipo 2 ó Simple: se rellena el siringocele de constraste por un pequeñoi orificio que puede no ser visible. - Tipo 3 ó Perforado: el siringocele comunica con la uretra por un gran orificio, apareciendo en la uretrografía como un divertículo fusiforme. - Tipo 4 ó Roto: se trata de un siringocele como el tipo 1, pero que se rompe. La delgada membrana de separación entre uretra y siringocele queda en la luz uretral, apareciendo en la uretrografía como un defecto de repleción lineal. Atendiendo a esta clasificación, nuestro caso sería un siringocele Simple o tipo 2. El polimorfismo radiológico de esta entidad se debe, posiblemente al momento evolutivo en que es detectada. Así, empezaría siempre siendo de naturaleza quística, para posteriormente comunicarse con la uretra adquiriendo un aspecto pseudodiverticular (6). En el caso del siringocele tipo 1, dado que en la uretrografía sólo muestra signos indirectos, la ecografía perineal con transductor lineal puede ser de utilidad, demostrando la naturaleza quística de la lesión (7). Deba hacerse el diagnóstico diferencial con los divertículos y la fístulas uretrales. En el caso de los divertículos, no se contrasta nunca el resto del conducto de la glándula de Cowper. Con respecto a las fístulas uretrales, estas cavidades quísticas, COMENTARIOS La incidencia real del siringocele es desconocida. Se ha encontrado en el 2,3% de las autopsias realizadas a varones (3), por lo que se puede deducir que la mayoría de los casos son asintomáticos o pasan desapercibidos por presentar una clínica inespecífica. Las formas más habituales de presentación son: obstrucción miccional en grado variable, goteo postmiccional, infecciones urinarias bajas de repetición, hematuria-uretrorragia o masa perineal. La mayoría de las formas clínicas se dan jóvenes o niños. De los 45 casos encontrados por nosotros en la literatura, treinta y cuatro tenían menos de 20 años. Los siringoceles hay que considerarlos en primera instancia como una patología congénita. Los descritos como secundarios a uretritis o a manipulación, pueden en realidad responder a una comunicación, en ese momento, de un siringocele Fig. 2: Detalle de la anterior. Se aprecia una fina prolongación del siringocele que es el resto del conducto de la glándula de Cowper no dilatado. CARCINOMA DE CÉLULAS TRANSICIONALES EN UN JOVEN FUMADOR SEVERO DE MARIHUANA frecuentes en los portadores de sonda a permanencia, suelen situarse proximidad del ligamento suspensorio del pene, tienen las paredes irregulares y tampoco muestran contraste en el resto de la glándula de Cowper. Más difícil es el diagnóstico diferencial con la duplicidad uretral incompleta, el esbozo uretral ectópico o la persistencia del conducto de Müller. El tratamiento más comúnmente empleado es la marsupialización a uretra por vía endoscópica (2, 4, 8-10), bien con corte frío o eléctrico. En cualquier caso, la comunicación debe de quedar amplia. Es importante ser cuidadosos para evitar la lesión del esfínter estriado que está en la proximidad. Algunos autores recomiendan la escisión quirúrgica a cielo abierto, espacialmente cuando el siringocele se ha abscesificado (7, 9, 11, 12). Los casos asintomáticos, descubiertos de forma incidental, pueden no tratarse; incluso algunos casos que se presentaron como infecciones urinarias fueron tratados con antibióticos de forma satisfactoria, sin ser posteriormente sometidos a cirugía (12). BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS RECOMENDADAS (*lectura de interés y **lectura fundamental) 1. EDLING, N.P.G.: "The radiologic appearances of the male cavernous urethra." Acta Radiol., 40: 1, 1953. **2. MAIZELS, M.F.; STEPHENS, D.; KING, L.R. y cols.: "." J. Urol., 129: 111, 1983. 3. MANSSON, W.; COLLEN, S. y HOLMBERG, J.T.: "Cystic dilatation of Cowper's gland duct: an overlooked cause of urethral symptoms?" Scan. J. Urol. Nephrol., 23: 3, 1989. 4. MONTESINO, M.; HERNAEZ, I. y RECARTE, J.A.: "Siringocele de las glándulas de Cowper en el adulto: presentación de un caso." Actas Urol. Esp., 15: 104, 1991. 5. BROCK, W.A. y KAPLAN, G.W.: "Lesions of Cowper's glands in children." J. Urol., 122: 121, 1979. *6. PAVLICA, P.; VIGLIETTA, G.; BUSATO, F. y cols.: "Siringocele o dilatazione cistica dei dotti ghiandolari di Cowper." Radiol. Med., 75: 70, 1988. 7. PAVLICA, P.; BAROZZI, L.; STASI, G. y cols.: "Ecografía nel siringocele dell'uretra maschile (sonouretrografia)." Radiol. Med., 78: 348, 1989. 8. RODO, J. y CLARET, I.: "Divertículo de uretra anterior o siringocele del conducto de las glándulas de Cowper. A propósito de un caso." An. Esp. Pediatr., 31: 605, 1989. 9. EXTRAMIANA, J.; PÉREZ, M.J.; MORA, M. y cols.: "Siringocele de la glándula de Cowper." Actas Urol. Esp., 13: 461, 1989. 10. SALINAS, A.S.; SEGURA, M.; LORENZO, J. y cols.: "Siringocele roto de la glándula de Cowper. Presentación de un caso." Actas Urol. Esp., 22: 712, 1998. 11. COLODNY, A.H. y LEBOWITZ, R.L.: "Lesions of Cowper's ducts and glands in infants and children." Urology, 11: 321, 1978. 12. CAMPOBASSO, P.; SCHIEVEN, E. y SICA, F.: "Il siringocele delle ghiandole di Cowper in età pediatrica." Min. Ped., 47: 297, 1995. 165 casos clínicos 13 Arch. Esp. de Urol., 54, 2 (165-167), 2001 Carcinoma de células transicionales en un joven fumador severo de marihuana. PALOMA MOICHE BOKOBO, MERITXELL ATXA DE LA PRESA Y JAVIER CUESTA ANGULO. Departamento de Urología. Hospital Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid. España. Resumen.- OBJETIVO: Presentamos el caso de un varón joven de 36 años, que refiere consumo importante de cannabis, que desarrolla un carcinoma urotelial no invasivo en pelvis renal. No refiere otros hábitos tóxicos o exposiciones a agentes cancerígenos, salvo abuso prolongado de marihuana MÉTODOS Y RESULTADOS: Por urografía intravenosa se detectó un defecto de replección que ocupaba gran parte de la pelvis renal, confirmado posteriormente por pielografía retrógrada. El diagnóstico histológico fue corroborado por ureteroscopia con biopsia. Se practicó nefrouretectomía. CONCLUSIÓN: Este caso sugiere una asociación entre abuso prolongado de marihuana y desarrollo de carcinoma urotelial en pelvis renal. Se revisa bibliografía respecto a la hipotética relación entre el consumo de cannabis y el carcinoma urotelial. No obstante sería deseable conocer nuevos casos similares o estudios observacionales en poblaciones amplias. Palabras clave: Carcinoma urotelial. Pelvis renal. Cannabis. Correspondencia Paloma Moiche Bokobo Servicio de Urología Hospital Príncipe de Asturias Ctra. Alcalá-Meco s/n 28880 Alcalá de Henares. Madrid. España. Trabajo recibido el 8 de febrero de 1999.