La Espasmofemia Roberto Rojas Fonoaudiólogo* La Espasmofemia es un trastorno del habla, caracterizado por la alteración en el ritmo de la expresión. El diagnóstico no es un proceso sencillo: el profesional se enfrenta a un síntoma que todos hemos vivido, algunos más a menudo que otros. ¿QUÉ ES LA ESPASMOFEMIA? Los manuales diagnósticos DSM-IV y CIE 10 mantienen referencias similares respecto de los signos presentes en la tartamudez. Destacan la frecuente presencia de repeticiones de sonidos y sílabas, prolongaciones de sonidos, interjecciones, palabras fragmentadas, bloqueos audibles o silenciosos, circunloquios para evitar palabras, exceso de tensión física al hablar y repeticiones de palabras monosilábicas entre otras características. Con la anterior descripción, sería fácil interpretar que todos hemos pasado en algún momento de la vida por episodios de tartamudez: al hablar frente a un auditorio, en momentos de estrés emocional, al pronunciar palabras nuevas y complejas, etcétera. Sin embargo se deben hacer varias precisiones al respecto. DSM-IV. Criterios para el diagnóstico de Tartamudeo F98.5 Tartamudeo (307.01) A. Alteración de la fluidez y la organización temporal normales del habla (adecuadas para la edad del sujeto), caracterizada por ocurrencias frecuentes dé más de los siguientes fenómenos: 1. repeticiones de sonidos y sílabas 2. prolongaciones de sonidos 3. interjecciones 4. palabras fragmentadas (p. ej., pausas dentro de una palabra) 5. bloqueos audibles o silenciosos (pausas en el habla) 6. circunloquios (sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas) 7. palabras producidas con un exceso de tensión física 8. repeticiones de palabras monosilábicas (p. ej., "Yo-yo-yo le veo") B. La alteración de la fluidez interfiere el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social. C. Si hay un déficit sensorial o motor del habla, las deficiencias del habla son superiores a las habitualmente asociadas a estos problemas. Nota de codificación. Si hay un déficit sensorial o motor del habla o una enfermedad neurológica, se codificarán en el Eje III. CIE 10. Criterios para el diagnóstico de Tartamudeo F98.5 Tartamudeo (espasmofemia) Trastorno del habla caracterizado por la frecuente repetición o prolongación de sonidos, sílabas o palabras o por frecuentes dudas o pausas que interrumpen el flujo rítmico del habla. Disritmias menores de este tipo son bastantes frecuentes transitoriamente en la primera infancia o como un rasgo menor pero persistente del habla en la infancia más tardía y en la vida adulta. Deben ser clasificadas como un trastorno únicamente cuando su gravedad afecta al lenguaje de un modo importante. Puede acompañarse de tics o de movimientos del cuerpo que coinciden en el tiempo con las repetidas prolongaciones o pausas del flujo del lenguaje. El tartamudeo debe diferenciarse del farfulleo (ver más adelante) y de los tics. Excluye: Trastornos de tics (F95.-). Farfulleo (F98.6). Trastornos neurológicos que producen disritmias del habla. Trastorno obsesivo-compulsivo (F42.-). * Centro de Estimulación Integral Juan Luis Undurraga, Escuela de Lenguaje Santa Rosa de Chena, Docente Lingüística aplicada. No toda alteración en el ritmo del habla se puede definir como tartamudez. El rasgo principal de este trastorno - rasgo patognomónico - es la presencia de espasmos que acompañan la producción verbal. Por lo tanto, solo se está en presencia de un paciente tartamudo cuando este manifiesta bloqueos espasmódicos que interrumpen la producción de la palabra. Este espasmo o contracción muscular involuntaria de los órganos fonoarticuladores genera ansiedad, angustia, tensión muscular general y estrés emocional toda vez que la persona intenta vencer el evento espasmódico. Frente a los casos de disfluencia o “tartamudez” en preescolares es importante diferenciar entre una espasmofemia normal en el desarrollo (tartamudez fisiológica) de una patológica. Cabe señalar que existe un periodo que comprende desde los 3 a los 5 años de edad, aproximadamente, caracterizado por un explosivo desarrollo de las habilidades comunicativas y lingüísticas, que exige el manejo sincronizado de complejos mecanismos cognitivos, motores, sensoriales y relacionales. De este modo, no es extraño que en este proceso los niños presenten cierto grado de disfluencia normal como una consecuencia de este complejo proceso de adquisición. Las disfluencias normales entre preescolares se caracterizan por vacilaciones y repeticiones de sonidos, sílabas y/o palabras en ausencia de espasmos. La Espasmofemia como trastorno puede acompañarse de otros síntomas. Destacan los movimientos asociados de extremidades, parpadeo rápido de los ojos, rubor y transpiración excesiva. Es común también observar logofobia: una conducta reactiva caracterizada por miedo a hablar y evitación de situaciones que requieran hacerlo. Cifras -La Espasmofemia es más frecuente en niños que en niñas en relación de 3 a 1 -Alrededor del 5% de los niños pasan por un período de tartamudez fisiológica que dura aprox. 6 meses. 1 de cada 4 niños que pasa por este proceso mantendrá su dificultad hasta la adultez. -Casi la mitad de los niños que tartamudean tienen algún miembro en la familia que lo hace. Otro factor importante a considerar en el diagnóstico de una Espasmofemia, y que también está considerado en los manuales DSM-IV y CIE 10, es la gravedad. Solo se considera que existe un trastorno en el caso de que se vea afectado el lenguaje de forma importante, tal que la alteración en el ritmo del habla y la fluidez verbal interfieren en el rendimiento académico - laboral o en las relaciones sociales. ¿CÓMO SE EVALUA UN CASO DE ESPASMOFEMIA? La evaluación del niño y adolescente con sospecha de Espasmofemia incluye una exhaustiva entrevista que indagará sobre antecedentes del desarrollo, mórbidos, ambientales y pedagógicos. Se intentará registrar la mayor cantidad de información posible respecto de los orígenes del trastorno, las consecuencias en el diario vivir del niño y la conducta familiar frente a la alteración del ritmo del habla. Junto con efectuar esta entrevista indagatoria, se aconseja realizar a los niños en edad escolar preguntas directas tendientes a explorar el grado de conciencia que este tiene de su trastorno: ¿Cuándo tartamudeas? ¿Por qué? ¿Qué sientes con tu problema? Etcétera. ENTREVISTA DE EVALUACIÓN La entrevista con los padres y el niño debería contemplar al menos los siguientes aspectos Anamnesis del niño (datos del desarrollo, edad de aparición del trastorno, bajo que circunstancias (¿existe evento desencadenante?), como reacciona el niño(se afecta su comunicación, se aísla, no hay problema) Organización de la vida del niño en el hogar: como se dan las relaciones entre padre y niño, que hacen los padres frente a los bloqueos. Conductas que adopta el niño frente a su dificultad: comportamientos y actitudes. Precisar las situaciones comunicativas donde aparecen las dificultades: frente a situaciones nuevas, frente a extraños, frente a los padres, etcétera. Actitud de los padres frente al problema. En escolares, aparte de efectuar esta entrevista indagatoria, es aconsejable realizarla con el niño. ¿Cuándo tartamudeas? ¿Por qué? ¿Qué sientes con tu problema? Etcétera. Luego de la entrevista se debe efectuar una completa evaluación fonoaudiológica. No basta con evaluar solo aspectos de fluidez y ritmo del habla; la evaluación debe incluir todos los aspectos del lenguaje y comunicación. Se pretende con esto verificar cualquiera de las siguientes tres situaciones: a) dificultades lingüísticas que influyen en la génesis de la Espasmofemia, b) factores agravantes del trastorno y c) consecuencias de la tartamudez en el sistema lingüístico. Es importante evaluar funcionalidad y morfología de órganos fonoarticuladores, audición, voz, repertorio fonético, niveles de análisis del lenguaje (fonologíamorfosintaxis-semántica-pragmática), rendimiento académico en especial proceso de lectoescritura. La evaluación debe incluir una sección que considere el lenguaje espontáneo del niño respecto de temas cotidianos, una evaluación de habla recitada o cantada, lectura proyectada. En todas estas muestras de habla será importante constatar la presencia y frecuencia de espasmos. ¿QUÉ HACER CON UN NIÑO(A) ESPASMOFÉMICO? El manejo del paciente con Espasmofemia varía de un profesional a otro dependiendo de las convicciones teóricas que este posea. Existen aproximaciones conductistas, otras centradas en la psicorelajación, medicina natural, otras en manejo compensatorio, etc. Cualquiera sea el modelo de terapia esta debería considerar como finalidad disminuir los espasmos presentes en el habla. La verdad es que eliminar los espasmos sería poco realista, puesto que todos manifestamos un cierto grado de “disfluencia” considerada normal. Para ello debemos tener en consideración cual es la función de ese síntoma, cuestión que quedaría clara con un buen proceso de evaluación como el descrito anteriormente. La terapia variará también según la edad del paciente. En el caso del preescolar podría ser más provechoso un manejo ambiental, destinado a controlar los factores que podrían aumentar o mantener el síntoma: las cartas de manejo que se envían principalmente a la familia y jardín son muy útiles en estos casos. Este tipo de aproximación terapéutica se considera como abordaje indirecto y se debe complementar con el control Fonoaudiológico periódico. En escolares, muchas veces la tartamudez no tratada o manejada precozmente se convierte en un complejo trastorno. Estos niños requieren generalmente tratamiento multidisciplinario: - Neurólogo que evalúe y trate la ansiedad y los movimientos asociados a los espasmos. - Psicólogo: una psicoterapia para superar la angustia, desarrollar hábitos de relajación, superar la logofobia, estimular la confianza en si mismo. - Fonoaudiológico: consiste fundamentalmente en facilitar el habla. No consiste en eliminar los espasmos sino en tratar de disminuirlos y darle naturalidad al habla. Los métodos más usados en fonoaudiología son ampliamente conocidos y existe gran cantidad de bibliografía al respecto: El habla rítmica Habla pausada Métodos linguo especulativos Terapia conductual La duración del tratamiento es relativa. El alta fonoaudiológica se debería efectuar cuando el niño supera la logofobia y disminuyen los espasmos en el habla espontánea. No se debe esperar hasta la eliminación de los espasmos. Tampoco se sugiere efectuar un alta definitiva; siempre se debe dejar la posibilidad de controles por eventuales recidivas y para verificar evolución (efectividad de manejo ambiental). Publicaciones sugeridas 1. Begoña, M. (2009) Espasmofemia: diagnóstico y tratamiento. Revista médica, Vol 20, Nº 4, año 2009. Santiago: Clínica Las Condes 2. Simon, Anne-Marie (2003). Tartamudeo del niño. En Narbona, J. y Chevrie-Muller, C (comps.), El lenguaje del niño (pp. 293-309), Madrid: Masson.