Erika Viridiana Cruz Bonilla Genómica funcional de las interacciones entre tomates y Salmonella En años recientes han ocurrido muchos casos de epidemias de gastroenteritis en los que se ha observado que el surgimiento de estas epidemias está asociado al consumo de un producto vegetal. En el 2008, una epidemia de Salmonella enterica en Saint Paul, Minnesota, E.U se asoció al consumo de chiles jalapeños. Se dieron 1442 casos en los que la epidemia se esparció a 43 estados de los Estados Unidos y Canadá. En el 2006 se dio una epidemia de la cepa de E.coli 157:H17 la cual se vinculó a espinacas contaminadas por cerdos salvajes, esta epidemia se extendió por 26 estados y se presentaron aproximadamente 200 casos. También se han presentado casos de epidemias de gastroenteritis relacionados con el consumo de tomate en los que los daños a la industria del tomate tuvieron costos de más de 100 millones de dólares. En todos los casos mencionados, los incidentes de gastroenteritis asociados al consumo del producto no disminuyeron a pesar de que se aumentaron las medidas de higiene. De ahí surgió la pregunta de si los patógenos causantes de la gastroenteritis podían usar a los vegetales como organismo huésped para contagiar a los humanos. Si esto fuese cierto, debería de haber alguna evidencia de co-evolución entre las especies involucradas. Este escenario se ve favorecido por el hecho de que algunas plantas requieren pasar por el intestino de algunos animales para completar su ciclo de vida, por lo algunos patógenos podrían aprovecharse de este paso para colonizar el intestino humano. El grupo de investigación del Dr. Max Teplitski del Instituto de Genética de la Universidad de Florida se ha dedicado a estudiar las interacciones entre el patógeno Salmonella enterica sv. Typhimurium y los tomates, buscando entender principalmente cómo estos patógenos se aferran a la planta, cómo se mueven dentro de ella, de qué se nutren una vez estando dentro Erika Viridiana Cruz Bonilla del tomate y qué genes se activan durante su estadía dentro de la planta que le permiten sobrevivir en ese ambiente. Para responder la primera pregunta, en tomates se hizo el experimento de inyectarlos con Salmonella mutante en el gen rdar,. Estos tomates infectados se dejaron crecer por una semana y después se extrajo de estos la población de Salmonella que creció durante ese tiempo para poder inyectarla de nuevo en tomates sanos. Este procedimiento se repitió de 2 a 4 veces y se descubrió que al final de los ciclos las Salmonellas mutantes que se habían estando cultivando eran más aptas para vivir dentro de los tomates que las Salmonellas salvajes. La mutante en el gen rdar no se pega mejor a la superficie del tomate, pero de alguna manera sobrevive mejor que las Salmonellas que sí se pegan bien. Después buscaron aquellos genes específicos que sólo se expresan cuando Salmonella se encuentra dentro del tomate y los compararon con los genes que normalmente expresa Salmonella cuando se encuentra en el intestino. Encontraron 51 genes expresados diferencialmente entre los que se hallaron transportadores, genes utilizados para aferrarse a la superficie del tomate, genes reguladores del metabolismo, síntesis y degradación de proteínas y genes relacionados a la motilidad, respuesta a stress y envoltura celular. Dentro de los genes regulados diferencialmente se encontraban posibles sRNAs (small RNAs, RNAs pequeños), que son secuencias cortas de RNAs que son capaces de regular la expresión de otros genes. Las especies más cercanas que también conservan estos sRNAs son E.coli y bacterias asociadas a plantas, por lo que los sRNAs podrían ser importantes para la adaptación a la vida dentro del tomate. Después compararon la expresión de los genes de Salmonella que se encontraban dentro del tomate con la expresión de genes de otros patógenos de plantas, sólo encontraron dos genes conservados entre ambos grupos. También compararon con la expresión de los Erika Viridiana Cruz Bonilla genes específicos para virulencia en animales, pero de los 339 genes estudiados sólo tenían en común tres genes. De estos datos se deduce que Salmonella coloniza los tejidos de los tomates de manera diferente a cómo los hacen los patógenos de plantas y depende poco de sus factores de virulencia en animales para persistir dentro de la fruta. Se averiguo un poco acerca de los efectos de borrar la expresión de los genes conservados y se encontró que delecciones de un sólo gen no tienen mucha fuerza para cambiar la habilidad de la Salmonella de colonizar y persistir en la planta, pero la combinación de mutaciones en determinados genes reduce la adaptabilidad del patógeno en tomate. Otro proyecto busca investigar el rol del genotipo de las plantas en las interacciones con Salmonella. Analizaron los patrones de colonización de Salmonella en diferentes variedades de tomates así como en diferentes etapas de maduración de las frutas: Los tomates rojos maduros y los verdes inmaduros. Ninguna de las variedades era totalmente resistente a la infección, todas terminaban acumulando Salmonella en su interior. Entre sus análisis encontraron que la raza heterocigota para la vía de síntesis de etileno conocida como “Sebring” era más resistente que la variedad comercial “Solar Fire”, pero esto sólo era obvio en frutas maduras. En general, en las plantas verdes no había diferencia alguna para la resistencia a Salmonella entre las variedades de plantas, mientras que en las frutas maduras se notaba la diferencia entre las plantas más resistentes a Salmonella y las que no lo eran. Dados estas últimas observaciones decidieron estudiar el efecto de la síntesis de etileno sobre la colonización de Salmonella. En el tipo salvaje conforme más madura es la planta, más cantidad de Salmonella soporta, mientras que las mutantes defectivas en la vía de síntesis de etileno no tienen mucho cambio en la concentración de Salmonella durante su desarrollo. Concluyeron que más etileno permite un mayor crecimiento de Salmonella. Estos Erika Viridiana Cruz Bonilla descubrimientos son importantes ya que podrían ayudarnos a encontrar una manera de prevenir las epidemias de gastroenteritis relacionadas a vegetales mediante el desarrollo de variantes vegetales resistentes a las infecciones de patógenos entéricos como Salmonella y E.coli.