Somos 7 1 3 5 2 6 7 Ediciones Ciudad de Cólera Año I. Número I República Bolivariana de Venezuela Barquisimeto. Agosto 2013 La impresión de esta publicación es posible gracias a: Consejo Comunal Ecoaldea Lomas del Norte. Índice de Autores: Crismar Torres.............1 Gabriel Meserón............2 Hiranis Serrano Quijada....3 Jesús Meléndez.............4 Khristopher Klement........5 María Luisa Rivadeneira....6 Nomis Méndez...............7 Manifiesto de las Cafeteras Susurros de Almohada (Gabriel Meserón. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1995). (Jesús Meléndez. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1986). a María Amelia Monzón Por los gritos que se derraman del desagüe de las azoteas Por estas mañanas que masticamos una y otra vez hasta dejarlas sin sabor Por las esquirlas de cielo que hieren nuestros ojos Por los espacios de nada de una ciudad en domingo Por los puñales de ironía que la vida nos clava con buen humor Por las dos de azúcar que le echamos al café porque sabemos que es amargo y porque nos gusta Por el reloj que ya no marca la hora y al cual nunca le daré cuerda Por las miradas inexpresivas de los objetos inanimados Por las medio vivas trinitarias que son en sí mismas memoria, tiempo y olvido Por el suelo fragmentado Por el frío de la muerte Por los bolígrafos sin tinta Por el humo del café Por la realidad desdibujada Porque ando despeinado y porque me quedé sin excusas Mis pisadas de argonauta atraviesan el viejo puente sobre espejos Llego al bosque de la vida de recuerdos inmortales Veo arbustos bañados por la niebla matutina, ambos testigos de la inocencia impaciente Ramas que cubren, aquellas citas frías y furtivas a los ojos, lloran las gotas que mojan el alma El sol que derribó a Ícaro ilumina sus sombras La tierra y sus raíces se calientan por el idilio, fragancias de verbo apasionado se esparcen suavemente entre ellas Caen los pétalos que cubren los cuerpos Accionan y reaccionan las fuerzas con la materia Células fundidas en integral figura descrita Ya el sueño invade el cielo nocturno junto a la ópera del grillo, y un viento húmedo agita las hojas ¡Regresa, regresa! ¡No te quedes allá! Vuelve a pellizcar la realidad Despierta y levántate porque todo fue una ilusión, una bella ilusión. Vuelve 3 4 De uno mismo… Crónica contagiosa (Khristopher Klement. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1996). (Jesús Meléndez. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1987). Mi ciudad, mi ciudad de espejismos disfrazados, edificada por sueños de reyes y dioses forjada con el más puro humanismo vendado de ojos quizás ofuscada por el espeso humo de las pericias auto destructoras del progreso del suplicio mortal de arrancarle a la naturaleza hoja por hoja, su belleza, mi ciudad refleja la involución contradictoria del hombre borrándose así mismo ‘coexistir’ a bofetadas mentales, irguiendo arboles de piedra, pariendo bestias de acero, que como voraz plaga devoran las verdes esperanzas hieren la delicada tez de la pachamama con balas de humo. En mi mancha se juega a diario a la supervivencia del más ávido, mártires somos de nuestros voraces logros, marchitos… Mi ciudad cercena la raíz natural de la vida con asfalto, ciega el horizonte de sempiternos bosques, oníricos, llamados ilusiones por su presencia escasa. Tiene tantas cosas mi maldita ciudad, cosas, tantas, tiene, gélidas, sin alma es la metrópolis del mañana sin ayer sortilegio que construye una necesidad inducida por el mago de la cara de vidrio, como velo mi ciudad turba la vista, aureolas le pone a demagogos demonios. Serpenteantes carreteras envenenan la semilla que germina esperanzada de salvarnos, mi ciudad es la quimera de la flores, una sucesiva monotonía de polígonos grises, la obsolescencia programada del hombre, el hambre, el hambre, el hambre de aire fresco es la analogía del sueño americano mi ciudad son las constantes y ominosas repeticiones, de uno mismo. ¡Llego la peste al pueblo! gritan voces retumbantes Una tribulación sucesora de aquel vibrante desastre La ciudad con sociedad que diferencia La ciudad con enfermedad que no diferencia Casa por casa llega a la puerta Casa por casa a sus dueños se lleva De madrugada los niños lloran Y por la noche las ancianas rezan Mientras pocos vivos deambulan en la plaza, muchos muertos se acuestan sobre carretas ¡A ti cochero de cadáveres que sin permiso arrastras mis huesos! No me intimida tu rostro que permanece cubierto ¡A ti arriero indeseado que paseas mis carnes por oscuridad! No temo a tu nombre de sombra Resbala el repudio que los otros me arrojan Transparente se hace mi ropa de negro cimarrón Desde lejos: un desgastado crucifijo Desde cerca: campanadas que se atreven a salvarme Mi pecado confeso que llevo al cielo, es la cólera sentida por ver tanta pobreza en mi tierra ¡Nunca olviden esas fosas profundas y frías! ¡Nunca recuerden mi fosa para lucrar una cuenta! Las lámparas de fuego polvoriento todavía iluminan el sendero hacia Los Colerientos. ¿Cómo creer utopía entonces?, si a cada paso destruimos el orbe, construimos, edificamos, cavamos…nuestro sepulcro. 5 4 Ingrata emancipación (Nomis Méndez. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1984). Soplo la caída de una hormiga un efecto afortunado de abejas giran el mundo en el Sur Calla la distancia, fronteras estiradas se regocijan las manos del petróleo En un golpe alargado, reencarnan las libertades que sueñan calladas A caballo se va la suerte que desnuca en la furia del bosque enmarañado Suelta un soplido la tiranía de la ignorancia, largando flores al lodo Mi camisa de mirada en el pecho. Y la rabia ingrata, apropiándose de las manos que hacen el amor en el continente Tienes las manos tenues y difuminadas (Gabriel Meserón. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1995). Tienes las manos tenues y difuminadas de tanto sumergirlas en las páginas blancas pescando lo más íntimo de tu discurrir por la noche cuando acontece la duda o el miedo a la duda o ese humano vértigo por lo profundo del papel un puntito es un hilo y un pilar una acuarela el pensamiento y nosotros tan hartos de semanas vociferamos con la memoria al cuello y una flor fraudulenta en los ojos que no es lo mismo escribir culpas que sangrar tinta a cielo abierto y dejar en una página inocente casi un litro de pasado derramado. No hay grito indomable en el tiempo Vuelvo la mirada al sol, y es el único imperio que debería existir 7 2 Ida y Vuelta Hoy (Crismar Torres. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1992). (Nomis Méndez. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1984). Desanimada, lóbrega, busco el lugar donde renacer Mientras tanto desvelo la garganta en una protesta Donde lanzamos rimas que deberían transformarse en heridas dolientes para los profesores gritos con sabor a melancolía para volver a clases!! Mientras mi juicio proponía Que sin duda alguna: Ellos no habían vuelto, no tienen cómo acariciar con suavidad su culo, Extraña alegría, esperanza presentida Aunque siempre sirviente al pueblo Acudiendo al analfabeto o al intelectual mi estimado papel tualet ¿tualet?? Males contagiosos de nuevo en nuestros vocabularios Otra palabra de los gringos Gracias a mi querido Francisco que lo hizo notar! Replico: tía tu país ha comprado millonadas de papel higiénico!! Pues la verdad mi irónico y consumista ano No puede mentir se está deleitando de servilletas. Pues la ineludible y creativa madre me hace sentir tan dichosa cuando refleja sus comentarios en mis pensamientos ¡Hijaa, el papel higiénico da cáncer en el culo!! ¡Amigo has sido reivindicado!! Bastante bueno para el amigo del proletariado De nuevo sucumben mis oídos ¡Quieren desestabilizar a todo el mundo!! Pues mi fugaz fantasía aun se pregunta si los profesores o el papel higiénico?? 1 Hoy Agrieté ventanas en instantes del frío Atasqué puertas en el rostro de la huida aun creo en que el amor deriva en la oniria ¿habrá existido el alma vagante, el llanto? Me insinúo en este mercado para destinarte un dolor ajeno los disturbios del aliento Intercambio naranjas en huerto travieso de limones Aviento de mis manos la arcilla que forja los frutos aloques, encarnados En el tono natural de los cuerpos celestes eternizados viscosos de mito y eclipse arbitrario Ayer. 7 Un poema mal escrito (Hiranis Serrano Quijada. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1995). Un poema mal escrito, una mujer sin un hombre es como un pez sin bicicleta, como la sencilla broma pasajera del sonreír de un niño esa manifestación banal de la ciudad ida desmentida. A las ocho de la mañana las adelfas comienzan a quemar los cerebros -consumiendo, vendiendo, manipulando- qué caótico. Murmurando en burla los gusanos recorren los cuerpos, comiendo cerebros quemados, justificados en calor banal de un verano eterno aceptando a cada momento inoculaciones de los conquistadores y “evoluciones” en un mundo con venda, en una venda con mundo, en una fábrica de niños en unos niños de fábrica, para el comercio, en felicidades gastadas, en ciudades de carbón y aceite… a las doce del mediodía las ballenas emprenden su vuelo florido hacia los sinuosos montículos del Norte, deben tomar un descanso de su putrefacto trabajo de conspiración. Necesitan tomar un respiro de pisotear la grama del Sur, corrijo, necesitan esclavitud, vasallaje, perdón, necesitan sentir estos capitales, corrijo, necesitan poder, es decir, necesitan el cosmos este equipo trilateral, traicionan a su propia casta y ciegan a la mía. Mis días no pasan de un amanecer la basura ha contaminado las almas más de doscientos años de ideas los gusanos se comen los cuerpos vivos de los latinos vendados ¡No hay nada qué hacer! 2 Pueblo mío (María Luisa Rivadeneira. Nace en Ecuador, Bahía de Caráquez 1995). ¡Qué tragedia, pueblo mío! Llora, pueblo mío Llora sangre, pueblo mío Llora en mi nombre pueblo mío Te di la tierra, te di los mares Y te di el amor para que me ames Me rendí ante ti y aún no he visto Ni el mínimo provecho Te maldigo por desobedecerme Mañana te bendigo por arrepentirte Hoy el cólera, mañana una leve epidemia Y más tarde una virgen que te defienda Alábame porque me lo debes Llora porque me lo debes Llora sangre porque me lo debes Llora y recuerda que mío tú eres Arde en fiebre por mí, hoy y siempre Muere putrefacto como otros pueblos Muere porque mía es tu vida Muere porque mía es tu alma Muere y mañana te eximo de tus culpas Muere y mañana te regalo el purgatorio Ámame, yo te perdono Ámame porque me temes. 6 Aun no entiendo a esa gente (Crismar Torres. Nace en Venezuela, Barquisimeto, 1992). Aun no entiendo a esa gente que sentada junto a la compañía y bienvenida de un santo tieso que parece haberse preocupado demasiado por la humanidad debido a su falta de cabello Y a un Jesús maltratado con más huecos que un queso con su cara de misericordioso y acusador que me hace sentir culpable por haber nacido en pleno siglo XXI solo la lengua del cardenal actúa como flecha incrustada en algunas conciencias yo bostezo sin sentir pecado alguno y mato a la misa de un suspiro. Al sur de mi corazón (María Luisa Rivadeneira. Nace en Ecuador, Bahía de Caráquez 1995). Al más nuestro de los suyos Quiero De una Que el Que el que este sea el manifiesto irrefutable verdad amor todo lo puede amor no se compra ni se Vende Puedo sentarme a escribir Unos dos mil versos superfluos O mejor escribo estos sobre tu Imagen indestructible, etérea e Incorruptible Viniste de los llanos y de la altura Y de la altura al oriente Luego al centro y del centro Viniste pa’ quedarte en mi pueblo Ahí donde invertiste tu alma Tu cuerpo, tu vida Pero sobre todas las cosas: Tu corazón Hiciste un llamado Universal Para plasmar un manifiesto real Viniste de los llanos Al son del golpe Tocuyano Cantando Alí Primera Comiendo cachapas Con la gente de pregonero Y doce horas más tarde… Estabas en el maizal O en Mérida O de vuelta a Miraflores Llevando a Sabaneta A la zurda de tu pecho 1 Una revolución de amor y de conciencia Esa es la meta Y un camino largo aún sin recorrer El camino de la utopía Y el progreso cultural. 6