LA ESTRUCTURA SOCIETARIA:

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LA
ESTRUCTURA
SOCIETARIA:
UNA HERRAMIENTA PARA
LA CONTINUIDAD DE LA
EMPRESA FAMILIAR
José Mª Pérez Gardel
E-MBA, Sevilla, 02
Planteamiento
La evolución de las empresas familiares da lugar a situaciones que pueden
lastrar su desarrollo o, incluso, impedir
la continuidad de las mismas. Pueden
citarse, como ejemplos la aparición entre los miembros de la familia de inte-
reses diferenciados, producto de una
combinación de factores como la personalidad, las circunstancias particulares (estado civil, residencia, profesión,
etc...), las relaciones con la empresa
y los demás miembros de la familia o
la situación económica de cada indi-
Wassily Kandinsky. Alegre Asencion.
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viduo, todas ellas previsibles en cierta
medida, y que suelen derivar en la confusión entre propiedad y capacidad, en
la confusión de conceptos económicos básicos, tales como sueldo, dividendos, préstamos, en la confusión
entre la relación familiar y laboral, y
asimismo, la obligación de compartir el
patrimonio generado, lo que, con más
frecuencia de lo que sería deseable,
termina no sólo con buenas empresas
sino también con la buena relación de
las familias.
Ante esta realidad, las empresas familiares suelen tener dos maneras de
proceder. La primera de ellas es dejar
que los acontecimientos sucedan de
forma natural, dando soluciones puntuales, aisladas y, en muchos casos,
de urgencia. La segunda es anticiparse a los posibles problemas, buscando
soluciones globales y de futuro, estableciendo mecanismos que canalicen
los conflictos que indudablemente se
generarán y que, al mismo tiempo,
permitan aprovechar las oportunidades que se presenten.
La tarea no es sencilla, y aunque sólo
hasta cierto punto cabe apoyarse en
experiencias anteriores de otras empresas (no hay dos empresas iguales),
existen herramientas que, adaptadas
a las particularidades propias de cada
empresa y familia, ayudan a la consecución de los objetivos marcados.
Entre estas caben citar, el protocolo
familiar, la estructura societaria, la profesionalización de los órganos de administración y dirección, la asamblea
de familia, etc…
La estructura societaria
La forma de hacer negocios siempre
cambia y también la forma sobre cómo
deben ser estructurados los mismos.
Las empresas familiares no son una
excepción y, por este motivo, es conveniente que, periódicamente, se reflexione sobre si su estructura societaria está adaptada a las necesidades,
circunstancias y realidad de la familia y
sus negocios.
Las posibilidades de organización societaria que ofrece la legislación vigente son muchas y variadas, si bien, las
que cuentan con mayor número de
prescriptores son aquellas en las que
en una sola sociedad limitada, ya existente o de nueva constitución, se concentre todo el patrimonio empresarial
(es lo que se conoce como participación directa en los negocios), o en la
que se agrupen las participaciones de
todas las sociedades que componen
el patrimonio empresarial (es lo que se
conoce como participación indirecta),
y en la que queden regulados, lo mejor
posible, los aspectos relacionados con
la propiedad, el gobierno y la gestión
de los negocios.
Los motivos que justifican el uso de
este tipo de estructuras societarias (conocidas como estructuras tipo holding)
frente aquellas en las que toda la familia participa en todas las sociedades,
en unos casos con igual porcentaje
de participación y en otros con porcentajes diferentes (conocidas como
estructuras tipo “peine”) se agrupan en
accionariales y empresariales.
Los motivos accionariales son, con
carácter enunciativo, los siguientes:
1. Reducir los foros de debate. Cuando el patrimonio empresarial se en-
cuentra disperso (muchas sociedades
o actividades participadas directamente por todos o parte de los miembros
de la familia), son muchos los foros de
debate y de posible desencuentro de
la familia. Desencuentros que acaban
repercutiendo y debilitando, en mayor
o menor medida, los negocios. Una
estructura societaria tipo holding reduce los foros de debate a uno y permite
distanciar a la propiedad de la gestión,
lo que posibilita dar soluciones globales
a los conflictos y que estos no repercutan directamente en los negocios.
Es conveniente que,
periódicamente, se
reflexione sobre si su
estructura societaria
está adaptada a
las necesidades,
circunstancias y
realidad de la familia y
sus negocios.
2. Ordenar conceptos como propiedad, gobierno y gestión. En las empresas familiares es frecuente observar
cómo se confunde con facilidad el papel de accionista, consejero y trabajador y cómo esta confusión origina innumerables conflictos. Esta confusión
es mayor a medida que el patrimonio
empresarial está menos ordenado y
más disperso. Las estructuras societarias tipo holding facilitan que estos roles queden diferenciados y regulados.
3. Regular la toma de decisiones.- La
estructura societaria tipo holding permite, atendiendo a la composición del
accionariado, tanto presente como futuro, y al objeto de evitar abusos, establecer mayorías concretas para cada
tipo de acuerdo, por ejemplo, mayoría
simple en las decisiones que puedan
bloquear el funcionamiento de los órganos de gobierno y mayoría reforzada para aquellas decisiones que, por el
riesgo que pueden llevar aparejado, se
considere que son de especial relevancia en el futuro de la empresa. De este
modo se garantiza, sin caer en la dic-
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Wassily Kandinsky. Construcción masiva. Öffentliche Kunstsammlung Kupferstichkabinett Basel. Basilea. Suiza.
tadura de la minoría sobre la mayoría,
que una confrontación entre miembros
de la familia no derive en un bloqueo de
la sociedad ni en un menoscabo de los
derechos de los socios minoritarios.
4. Establecer una política de dividendos.- Es frecuente observar como las
empresas familiares, por la confusión
a la que se ha hecho referencia anteriormente, no suelen tener establecida una política de retribución del accionista. Si bien esa política puede ser
acertada o, al menos, entendida en las
empresas familiares que se encuentran en primera generación, cuando se
sobrepasa dicha barrera esa política
no solo no es asumida sino que puede llegar a ser contraproducente para
el devenir futuro de la empresa. Una
estructura societaria tipo holding permite establecer una política global de
reparto de beneficios, que satisfaga a
los accionistas no gestores y, al mismo
tiempo, no coarte el desarrollo futuro
del negocio.
5. Regular el régimen de transmisión de participaciones.- Al canalizar
la participación de la familia en el patrimonio empresarial a través de una
sola sociedad es posible establecer un
régimen de transmisión acorde a las
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circunstancias, presentes y futuras, de
la familia. Así por ejemplo, es posible:
I) restringir la entrada al capital de personas no deseadas, II) favorecer la adquisición dentro de la rama familiar o III)
establecer las condiciones y circunstancias bajo las cuales, aquellos miembros
de la familia que no creen en el proyecto, no les convence la rentabilidad que
ofrece o, simplemente, quieren hacer
liquido su patrimonio, puedan, voluntariamente, separarse de la sociedad.
Entre los motivos empresariales caben citar, igualmente a título enunciativo los siguientes:
1. Presentarse al mercado como un
grupo. En las empresas familiares se
suele confundir con facilidad el patrimonio personal con el empresarial; dicha confusión, unida a la dispersión del
patrimonio, hacen que, en muchos casos, el mercado no trate a las empresa
familiares como un grupo de empresas
organizado y estructurado y, por tanto,
no le permita aprovechar las sinergias
y economías de escala propias de los
grupos. La estructura societaria tipo
holding elimina la confusión y la dispersión patrimonial y permite presentarse
al mercado como un grupo organizado
y estructurado.
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2. Facilitar la formación de alianzas.
Cada vez más, los negocios se desarrollan a través de alianzas con proveedores, clientes o incluso competidores.
La estructura societaria tipo holding
facilita la formación de alianzas porque evita que los conflictos familiares
trasciendan a las relaciones con los
socios, porque permite limitar los riesgos asumidos por las partes, porque
permite independizar los proyectos en
cuanto a socios, costes, personal, financiación etc...
3. Aplicar los regímenes fiscales previstos para los grupos de sociedades.
A lo largo de los últimos años, el legislador ha ido introduciendo regímenes fiscales que contienen ventajas o beneficios para las sociedades que se hayan
estructurado bajo el paraguas de una
sociedad. La estructura societaria tipo
holding es la única estructura societaria
que permite, si se estima conveniente
y beneficioso para el negocio, la aplicación de dichos regímenes. Esto se
debe a que es la estructura societaria
que exige la normativa para la aplicación de dichos regímenes.
4. Facilitar la aplicación de los beneficios fiscales establecidos para la transmisión del patrimonio empresarial.
Desde mediados de los años 90 el
legislador ha introducido beneficios
fiscales en pos de favorecer la continuidad de las empresas familiares no
gravando la transmisión de las mismas en determinadas circunstancias y,
siempre y cuando, se cumplan a priori
y posteriori determinados requisitos. La
estructura societaria tipo holding facilita el cumplimiento de estos requisitos
e, incluso, permite ampliar el ámbito de
aplicación de los mismos.
Finalmente, cabe decir que, desde una
estructura tipo holding, y sin menoscabo de las bondades apuntadas, es posible desarrollar estructuras societarias
algo más complejas para dar cobertura a problemas que situaciones particulares presentan. Así, por ejemplo,
en empresas familiares con una gran
dispersión accionarial, motivada por el
paso de las generaciones y el tamaño
de las mismas, suele ser recomendable
agrupar paquetes accionariales, generalmente pertenecientes a una misma
rama familiar, en sociedades familiares,
a través de las cuales, se cumplan, por
ejemplo, los requisitos exigidos por la
normativa para la aplicación de la bonificación en el Impuesto sobre el Sucesiones y Donaciones, sea posible desarrollar una política de dividendos a la
carta o se establezcan reglas propias
de funcionamiento y gestión del patrimonio común (rama familiar).
Algunas cuestiones que se suscitan
sobre la constitución de una sociedad
La primera duda que se suscita es
la referente a los costes inherentes a
un cambio societario. A este respecto cabe decir que la normativa española vigente contempla un régimen
especial, Capítulo VII del Título VII del
Real Decreto Legislativo 4/2.004, por
el que se aprueba el Texto Refundido
del Impuesto sobre Sociedades, que
permite, en la mayoría de los casos,
sin coste fiscal, adoptar una estructura
societaria como la propuesta.
La segunda es la relativa al incremento de trabajo (carga burocrática) que
puede conllevar. Con el nuevo Plan
General de Contabilidad, las medidas
introducidas o que, en los próximos
años, se van a introducir en materia
de información y transparencia, o las
vigentes obligaciones de información
para la prevención del fraude (operaciones vinculadas), entre otras, se puede decir, que este tipo de estructura
societaria lejos de incrementar la carga
burocrática actual va a conseguir reducirla de forma considerable.
Y la tercera duda se refiere al tema del
incremento de control por parte de la
administración tributaria. Sin perjuicio
de que la recomendación no puede
ser otra que la transparencia, en relación a esta cuestión cabe decir que las
estructura societaria propuesta no solo
no supone un incremento del control
administrativo sino que permite aplicar
regímenes especiales, como la consolidación en el Impuesto sobre Sociedades e Impuesto sobre el Valor Añadido,
en los que las obligaciones de información a la administración tributaria y, por
tanto, el control, son inferiores al del
resto de sociedades.
Conclusión
De lo anteriormente expuesto cabe
concluir lo siguiente:
1. Las empresas familiares, por su
idiosincrasia, tienen una problemática
propia, que requiere unas soluciones
específicas.
2. Actualmente, la mejor forma de organizar el patrimonio empresarial de
una familia es a través de una sociedad.
3. La estructura societaria se puede
modificar, en la mayoría de los casos,
sin coste fiscal.
Actualmente, la mejor
forma de organizar el
patrimonio empresarial
de una familia es a través
de una sociedad.
Wassily Kandinsky. Pisos. The Solomon R. Guggenheim Museum. Nueva York. Estados Unidos.
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