CENTRO DE ESTUDIOS DE CONSUMO UCLM Informe sobre una posible infracción en la constitución de una comunidad de propietarios y contratación de servicios. Investigadora: Mª Carmen González Carrasco Profesora Titular de Derecho Civil UCLM En relación con la denuncia S118/06 recibida en el Servicio de Consumo de la Delegación Provincial de Sanidad en Albacete sobre una posible infracción en la constitución de una comunidad de propietarios por parte del vendedor y la contratación de servicios por parte de éste incluida en el contrato de compraventa, se solicita por parte de dicho servicio respuesta a las siguientes cuestiones: 1- Si el vendedor promotor tiene facultades para la constitución de la comunidad de propietarios antes de la firma de la escritura, y en ese caso puede conformar él los estatutos de la misma y contratar la prestación de servicios a la comunidad . El promotor-vendedor no sólo tiene facultades para la constitución del régimen de propiedad horizontal (otorgamiento del título constitutivo y, si lo desea, añadir a este acto los estatutos), sino que hasta que es el único legitimado para hacerlo hasta que no se transmite la propiedad de los pisos. Dicha transmisión de la propiedad, en Derecho español, no se transmite por el contrato de compraventa ni por el pago del precio, sino sólo cuando existe entrega efectiva (para lo cual se requiere la terminación de los pisos) o, aunque no se hayan terminado, otorgamiento de escritura pública (entrega simbólica o traditio ficta). Además, hay que tener en cuenta que el Registrador no inscribiría ni el Notario autorizaría un título de propiedad horizontal que viniera otorgada por unos compradores que todavía no constan como propietarios en el Registro de la Propiedad, porque todavía no hay escrituras de venta. En efecto, el art. 5 LPH, que dice quién tiene que otorgar el título constitutivo, no habla de adquirentes, sino de propietarios (“ el propietario único al iniciar su venta por pisos o, en caso de que ya no exista esa titularidad única, por acuerdo de todos los propietarios existentes -directamente o a través de la formalización de un convenio arbitral-, o por resolución judicial”). Pese a una jurisprudencia inicial protectora de los intereses de los compradores en documento privado de pisos en construcción, que 1 entendió que el art. 5 LPH negaba legitimación al propietario único una vez hubiera iniciado las ventas (SSTS 3.2.1975, RA 326; 16.4.1979, RA 1400; 3.12.1986, RA 7194), los requisitos para la transmisión de la propiedad a través del título y el modo impuestos por el art. 609 CC han determinado que el promotor del edificio esté legitimado para otorgar por sí solo el título constitutivo de la propiedad horizontal aún cuando hubiera iniciado e incluso culminado las ventas de unidades privativas en documento privado (SSTS 17.7.1987, RA 5799; 28.4.1986, RA 2064; 25.5.1984, RA 2549; 27.2.1987, RA 1001), a no ser que se hubiera producido una entrega simbólica (SSTS 25.5.1984, RA 2549; SAP Asturias 7.11.1984, RGD 1985.1, que consideran tal la entrega de llaves) o la ocupación efectiva (SSTS 6.11.1992, RA 9229; 27.2.1987, RA 1001; 17.7.1987, RA 5799). Desde esta posición restrictiva de los derechos del comprador en documento privado, el TS sólo ha declarado la nulidad del título otorgado unilateralmente por el promotor - vendedor tras iniciar las ventas cuando en el mismo se han impuesto cargas a los propietarios o se les ha privado de derechos en contra de lo estipulado en sus contratos (STS 28.1.1998, RA 21). En esos casos, los adquirentes pueden reclamar judicialmente la adecuación del título otorgado al contenido de sus contratos de compraventa (siempre que no existan otros compradores posteriores amparados en el título inscrito, SSTS 16.7.1986, RA 4570; 5.4.1991, RA 6543) o al contenido del proyecto para el que se concedió la licencia (STS 11.6.1994, RA 4810). 2- Si, en caso de ser posible, los servicios a contratar son los esenciales o se puede contratar todo tipo se servicios, tales como limpieza, mantenimiento de ascensores, seguro de la comunidad, servicio de socorristas, servicio de mantenimiento de jardines y piscinas y apertura de cuentas a nombre de la comunidad. Se contestará a esta cuestión junto con la referente a la cláusula contractual consistente en: La parte compradora faculta expresamente a la parte vendedora para que en nombre de la comunidad contrate, por tiempo imprescindible, los servicios precisos para la puesta en funcionamiento del edificio, incluida la póliza de un seguro que cubra el riesgo de incendios del edificio, obligándose la parte compradora a sufragar a partir de la entrega de llaves o de su ofrecimiento, el porcentaje de la prima que corresponda a las unidades inmobiliarias adquiridas”, En mi opinión, el carácter abusivo de la contratación de servicios por el promotor no ha de buscarse en la contratación unilateral por el promotor de determinados servicios (que puede contratar mientras sea propietario único, pero no ya cuando exista transmisión de propiedad, ya que entonces habrá de aprobarse por la Junta) sino en la circunstancia de que obligue a los futuros propietarios a vincularse a determinadas empresas de forma blindada o en que les obligue a asumir servicios de administración supérfluos. Hay que distinguir si lo que se pretende es incorporar determinados servicios a los estatutos o si el vendedor solo se limita a obtener el consentimiento anticipado a contratos precisos y por el tiempo imprescindible, sin imponerlos como servicios en los estatutos. Creo que en este caso estamos en el segundo caso, y la propia cláusula, interpretada contra proferentem, obliga a entender que son solo los servicios esenciales y solo por tiempo imprescindible. Lo primero, esto es, incorporar servicios supérfluos a estatutos que no se tienen a la vista, o apoderar al promotor para concretarlos en los futuros estatutos, tendría por efecto blindar la obligación de contribuir a unos gastos sometiéndolos a la 2 unimidad ya que los estatutos solo se pueden reformar por unanimidad o, como poco, por 3/5, ex. Art. 17I LPH De no estar previstas dichas contratas en los estatutos, podría eliminarse el servicio indeseado en cualquier momento por simple mayoría en Junta de propietarios, de forma que si se quieren imponer en estatutos futuros, la cláusula es nula. Esto es, como es la Junta de propietarios la que debe quedar libre para decidir en cada momento, con la participación de todos, sobre la cuestión de si se asumen gastos no necesarios, y de hecho la propia LPH protege al propietario de mejoras innecesarias si son extraordinariamente caras (art. 11), por analogía hay que entender que la cláusula que pretende incorporar unilateralmente la existencia de determinados servicios supérfluos a los estatutos ha de ser especialmente clara, detallada y conocida por el comprador antes de la firma del contrato, sin posibilidad de remisión a textos o documentos que no se pongan a su disposición en ese momento 3-Si es válida la cláusula siguiente: “La parte compradora se compromete a cumplir las normas que, para regular el régimen de propiedad horizontal, se establecerán en los correspondientes estatutos …. Según el mismo artículo 5 del que veníamos hablando, el título constitutivo de la propiedad horizontal podrá contener, además, reglas de constitución y ejercicio del derecho y disposiciones no prohibidas por la Ley en orden al uso o destino de los elementos privativos y comunes, a los gastos comunes, a la administración y gobierno de la comunidad, seguros y conservación del edificio (Art. 5 III). Esto es lo que propiamente llamamos estatutos o normas de la comunidad, y son de carácter contingente: pueden establecerse o no, y si no se establecen, la propia LPH ya tiene mecanismos para suplir la falta de acuerdos o para llegar a acuerdos puntuales en cualquier momento. Ya hemos dicho que dichas normas pueden venir prerredactadas por el único legitimado para el otorgamiento del título constitutivo del que los estatutos forman parte, que es el promotor hasta la entrega de los pisos. Pero ello no significa que puedan introducir en los estatutos cláusulas que desequilibren la posición contractual del adquirente, que le priven de derechos reconocidos en el contrato de compraventa o la publicidad vinculante, o que le vinculen eternamente a un determinado contrato de servicios que, de no haberse incluido en el título, podría variarse por simple mayoría, y no por la unanimidad exigida para modificar los estatutos (arts 12 y . 17 LPH). De hecho la jurisprudencia ha entendido que , aunque el título y los estatutos no son directamente un contrato de adhesión (STS 23.5.1984, RA 2544), la cláusula incluida en los contratos de compraventa por la que el adquirente declara conocer y aceptar el contenido del título constitutivo ha de interpretarse en consonancia con la protección otorgada por la legislación de consumo -(hoy art.10, 10 bis y DA Primera LCU)- al comprador sometido a cláusulas no negociadas individualmente, como son las contenidas en los estatutos prerredactados (SSAP Toledo 20.6.1993, Act.Civ. 1993.4 y 21.2.1994, AC 351). No debe es vinculante para el consumidor a efectos de una posterior impugnación del mismo la aceptación del contenido de textos y documentos cuyo contenido no se proporcione simultáneamente a la firma del contrato (DA Primera LCU y 5.2 RD 515/1989) o la aceptación de condiciones contractuales -como la de la aceptación del contenido del título, y con él sus cláusulas de reserva o apoderamiento-, que pueden acabar creando una posición contractual desequilibrada. Lo anterior significa que una cláusula contractual de aceptación de estatutos es abusiva si no incorpora un proyecto de los mismos o, al menos no se autolimita en el sentido de que el título constitutivo unilateralmente redactado sólo contendrá el 3 contenido mínimo (descripción del edificio y sus unidades conforme al proyecto y a los contratos y fijación de las cuotas de participación mediante criterios objetivos) En el caso de que pretenda incorporar cláusulas limitativas del dominio (reservas de sobrevuelo, apoderamientos al promotor, etc.) éstas deben incorporarse al contrato , además de tener que cumplir con sus respectivos requisitos de validez intrínseca, que dependerá del caso y que es otra cuestión). -4 En lo referente a la siguiente parte de la cláusula: y autoriza a la parte vendedora para que convoque la primera reunión de copropietarios, a fin de constituir la comunidad, en la que se designa presidente y secretario administrador. La parte vendedora, conforme a lo dispuesto en la ley de propiedad horizontal, fijará por escrito y con la debida antelación, el orden del día, lugar, día y hora de la reunión, a la que, caso de no asistir por si mismo o representada la parte compradora, ésta lo estará a todos los efectos y asuntos que hayan de tratarse en la misma, por la propia parte vendedora. Este es el proceder normal, habida cuenta de que la primera convocatoria de la Junta (la cual todavía no existe, y se llama Junta constitutiva) ha de hacerlo alguien, y de momento nadie forma parte de la misma Sin embargo, es nula bajo mi punto de vista la cláusula de apoderamiento al promotor para el voto en la Junta. En primer lugar, porque es posible que el vendedor, para ese momento no sea propietario ya de ninguna unidad en el inmueble, y por lo tanto no puede ejercer funciones propias de los órganos de la comunidad ni votar en la Junta, y lo que pretende con dicha cláusula es seguir influyendo en una comunidad de la que no forma parte. En segundo lugar, porque el apoderamiento para el voto tiene que ser clara y libremente revocable hasta el mismo momento de la emisión del voto, y con esta cláusula se limita dicha posibilidad. Y en tercer lugar, pero más importante, porque la LPH, en el artículo 17, que considero imperativo porque garantiza el principio democrático, considera que de no asistir un propietario a una reunión por sí o representado, nadie puede arrogarse el derecho de voto ajeno, sino que: a) o se abre un período de 30 días durante los cuales, si el propietario ausente no se opone por escrito, se entenderá que vota afirmativamente a la propuesta en cuestión, que habrá de serle convenientemente notificada, b) o, en los casos en que basta la mera mayoría pero no existe quórum de asistencia para alcanzarla, decide el Juez en un procedimiento de equidad regulado en el mismo artículo, procedimiento éste que garantiza los derechos de todos de mejor forma que la representación por parte del vendedor. --------------------- 4