E u ro E c o Revista digital de Ecografía Clínica Caso clínico Alteraciones anatómicas de la vesícula biliar: duplicidad o vesícula tabicada o vesícula en gorro frigio 1Lourdes Martín Fuertes, 1María Concepción Campos López-Carrión, 1Marina Heras Rincón, 1Ana Alayeto Sánchez, 1Silvia Alcalde Muñoz, 2María Villarejo Botija Diciembre, 2013 Volumen 4, número 4 transversal sobre el hipocondrio derecho llama la atención una imagen junto a la vesícula biliar, de 5 y 3 cm de diámetros longitudinal y transverso, respectivamente, con paredes de espesor menor de 2 mm, que obliga a plantear el diagnóstico diferencial entre vesícula duplicada, septada o tabicada, vesícula con fondo plegado (en gorro frigio) e, incluso, con divertículos vesiculares (figuras 1, 2, 3 y 4). 1Centro de Salud Mar Báltico- 2Centro de Salud Alameda de Osuna Madrid Varón de 47 años de edad, procedente de Rumanía, sin antecedentes personales ni familiares de interés. Fumador, sin otros hábitos tóxicos según refiere. Es diagnosticado de hipertensión arterial grado III en el transcurso de una consulta a su médico de familia por herpes zóster. En la exploración física destacan únicamente las lesiones cutáneas típicas del herpes zóster. En la analítica el único hallazgo significativo es un leve deterioro de la función renal. Figura 2. Corte transversal. Figura 1. Corte transversal. Por este motivo, con el fin de descartar hipertensión arterial secundaria, se decide realizar una ecografía nefro-urológica en el Centro de Salud. En la proyección COMENTARIO De las anomalías congénitas de la vesícula biliar mencionadas (incidencia de 1 en 3.000-4.000 autopsias), la más frecuente es la vesícula en gorro frigio. El caso que comunicamos corresponde a este tipo de anomalía. La vesícula en gorro frigio o en boina se produce debido a que una de las paredes forma un pliegue que produce una angulación del fundus. Se pueden distinguir dos variedades: serosa y subserosa. En la mayoría de los casos carece de significación clínica, aunque en algunos pacientes se ha visto que favorece el vaciamiento defectuoso del saco inferior y puede originar estasis, inflamación y formación de litiasis. Otras de las anomalías congénitas relativamente frecuentes son las duplicaciones. De acuerdo con la clasificación de Boyden, las verdaderas duplicaciones son las que presentan dos conductos císticos diferentes. Estas pueden ser con forma de “Y” (figura 5B) o con forma de Martín Fuertes L, Campos López-Carrión MC, Heras Rincón M, Alayeto Sánchez A, Alcalde Muñoz S, Villarejo Botija M. Alteraciones anatómicas de la vesícula biliar: duplicidad o vesícula tabicada o vesícula en gorro frigio. EuroEco 2013;4(4):101-102. 101 EuroEco “H” (figura 5C). La forma tipo Y está constituida por dos vesículas adheridas que ocupan la misma fosa, con dos conductos císticos separados que se fusionan para desembocar en el conducto hepático común y formar el colédoco, ambas con arterias císticas independientes. La forma de tipo “H” está conformada por dos vesículas separadas (se han descrito casos de vesículas triples) con dos conductos císticos independientes que desembocan en el conducto hepático común separadamente para formar el colédoco. Ambas vesículas presentan arterias císticas independientes. Por último, hay que plantearse el diagnóstico diferencial con las vesículas bilobuladas o septadas (figura 5A) que consisten, según Boyden, en una única vesícula divida por un tabique de tejido fibroconectivo o muscular sin presencia de mucosa en el tabique. En este caso sólo existe un conducto y una arteria cística común. Figura 5. Duplicaciones vesiculares. Figura 3. Corte longitudinal. Para cirujanos, radiólogos y, en el momento actual, médicos de familia, es importante conocer estas anomalías congénitas. En el caso de los primeros, requiere especial atención, para no causar lesiones iatrogénicas de la vía biliar, sobre todo teniendo presente la alta asociación de estas anomalías con alteraciones en la vía biliar; y en el de los radiólogos, para tratar de distinguir la vesícula septada de las verdaderas duplicaciones vesiculares. Por último, el tema nos parece de máximo interés en atención primaria, ya que, debido a la alta prevalencia de patología de la vesícula biliar en nuestro país, lo que antes era un hallazgo quirúrgico, actualmente se detecta frecuentemente mediante ecografía en los Centros de Salud. BIBLIOGRAFÍA • • • • • • • Elorza DJ, López S, Espinoza EB, Izquierdo MF. Duplicación de la vesícula biliar: vesícula doble de tipo Y operada. Reporte de un caso. Revista Chilena de Cirugía 2009;61:275-8. Mitidieri VC, Galindo F. Anatomía de la vía biliar. 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