dos modos de vivir la vida cristiana

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DOS MODOS DE VIVIR LA VIDA CRISTIANA:
VIDA CONSAGRADA O VIDA HIPÓCRITA
I. UNA VIDA HIPÓCRITA
“cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones” Jeremías 12:2
1. Su Temor de Dios es un simple temor a los hombres: Isaías 29:13
“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un
mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”
Lo que ellos tienen en su temor, no es un mandamiento de Dios, sino un
mandamiento de los hombres. Lo que ellos tienen, es un mandamiento que les ha
sido enseñado (de forma pasiva), no un mandamiento experimentado (de forma
activa). No temen a Dios, sino a los hombres.
Son personas que “de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en
vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”(Mt 15:8,9)
Su problema viene cuando “habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradición (de los ancianos (v.2))” (Mt 15:6)
2. Su Amor a Dios es un simple amor a los deleites: Ezequiel 33:31
“oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el
corazón de ellos anda en pos de su avaricia.”
Buscan todo lo que les es agradable. Buscan los deleites de Dios en la vida cristiana
pero no “el sufrir por Cristo”. Les gusta la comunión con los hermanos, la música en
la iglesia, escuchar una buena predicación, pero no le gusta ayudar a los hermanos en
las dificultades, llevar su cruz cada día, aplicar las predicaciones,...
En este versículo se muestran dos de las causas por las cuales las semillas no crecían
en la parábola del Sembrador:
– por aflicción (Mt 13:21): “sin raíz”
– el afán y las riquezas (Mt 13:22): “entre espinos”
3. Su Obediencia a Dios es una simple mentira y fingimiento: Salmo 78:36,37
“Pero le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían;
Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto.”
Al igual de los fariseos “por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres,
pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” (Mt 23:28)
Sus vidas están llenas de desorden, de anarquía espiritual por falta de sabiduría; pues
intentan mostrarse “justos a los hombres”, mintiendo con su boca, pero sus corazones
“no eran rectos”, y no habían sido “firmes en su pacto”.
II. UNA VIDA CONSAGRADA
“Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste y probaste mi corazón para contigo”
Jeremías 12:2
Jeremías en su relación con Dios, se presenta para ser examinado por Dios, para mostrar su
vida consagrada.
1. Mostrando El Temor de Dios en la vida: Jeremías 15:17
“No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté
solo, porque me llenaste de indignación.”
El temor de Dios se mostraba en su conducta al no “participar de pecados ajenos”, al ser
humilde en su ministerio y al tener una actitud de “indignación” frente al pecado.
Esto es el principio de la sabiduría (Pr. 1:7) para tener una piedad demostrada en lo dicho, en
lo hecho, y en lo pensado.
2. Mostrando El Amor a Dios en la vida: Jeremías 15:15,16
“sabes que por amor de ti sufro afrenta. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu
palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí,
oh Jehová Dios de los ejércitos.”
Como dice en 1ª Juan 5:3, “este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos.” El amor de Dios se demuestra cuando los mandamiento de
Dios son “ por gozo y por alegría de mi corazón”, cuando su yugo es fácil y ligera su carga”
(Mt 11:30). No cuesta sufrir por Cristo porque el amor a Dios es mucho mayor.
3. Mostrando La Odediencia a Dios en la vida.
En una vida consagrada, la obediencia a Dios es un resultado del Amor a Dios, al igual que
el Amor a Dios es un resultado del Temor de Dios.
Cuando tú reconoces quien es Dios, lo grande que es Él y lo pequeño que somos nosotros.
Cuando Tú reconoces su gloria y poder, su fidelidad y misericordia, su santidad y justicia,...
entonces tendrás El Temor de Dios.
Al tener Temor de Dios, cuando tú reconoces lo que ha hecho Dios por ti, como te ha amado,
como te ha salvado, como te cuida y te guarda,... entonces tendrás El Amor a Dios.
Al tener Amor a Dios, cuando tú reconoces lo que ha hecho Dios en ti, cuando oyes Su
Palabra, meditas en ella, la guardas en tu corazón,... entonces tendrás La Obediencia a
Dios.
III. ¿QUÉ PIDE DIOS DE TI? Deuteronomio 10:12,13
“ Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que
andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y
con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te
prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”
Los hombres invierten los pasos en la vida por:
• Primero: piden una Odediencia Ciega, que muchas veces es a mandamientos de hombres y
no un mandamiento de Dios.
• Segundo: intentan que se muestre el amor de Dios es sus vidas; que no debe ser sólo una
sonrisa fingida, sino un gozo y alegría en el corazón.
• Tercero: trabajan para verse “justos delante de los hombres”.
Sin embargo, Dios pide según este orden:
• Primero: “que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos”
• Segundo: “que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”
• Tercero: “que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos”
Ante el orden de Dios encontramos como resultado “prosperidad”, pero ante el orden de los
hombres encontramos como resultado “hipocresía e iniquidad”.
QUE TENGAMOS SABIDURIA PARA VIVIR VIDAS CRISTIANAS CONSAGRADAS, PARA
QUE EN SU PRESENCIA SEAMOS HALLADOS FIELES. AMÉN.
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