CONVIVENCIA SOCIAL Y CONVIVENCIA ESCOLAR. Cristina Castillo Valentín. 14630648A Joan Subirats y Miquel Ángel Alegre hablan aquí sobre la escuela como espacio vivo jerarquizado y gobernado por normas que reproduce las culturas que lo componen. El artículo versa sobre los cambios que debe hacer la escuela en cuestión de normas de convivencia. La escuela está sola en cuestión de normas de convivencia. La inestabilidad familiar, donde se ve como las familias se están redefiniendo, hay una pluralidad familiar, donde se pueden ver modelos de familias tradicionales pero también monoparentales, homosexuales, etc… Los problemas escolares se pueden llegar a transformar en problemas de personalidad luego más adelante en la vida de los alumnos. Por eso la frustración escolar aumenta tanto los conflictos en el aula. Las culturas escolares y adolescentes se rigen por lo que hacen los niños ante la autoridad docente ante ellos. Pero habría que discutir sobre los términos escolar y adolescente. Un adolescente se aquella persona que está en edad de cambiar. Según el diccionario de la Real academia de la lengua española, la adolescencia se define como edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Sin embargo, por escolares, entiende: edad comprendida entre la señalada para comenzar los primeros estudios y aquella en que el Estado permite trabajar. ¿Nuestros ciudadanos están en edad escolar hasta que tienen trabajo propio? También se habla en el artículo sobre la repetición de curso o no. Al contrario que Feito, aquí se plantea la repetición como algo positivo que hace que el alumnado cambie el chip y se ponga las pilas para los estudios. Pero no es igual en todos los casos. Sobre disciplinas dicen que la resistencia y el gamberrismo son las más comunes. Pero no se plantea si hay sexismo en estos casos. Como solución ante esto, el profesor debe saber conectar con su alumnado, tiene que ser sensible al mundo adolescente. Como conclusión dice que habría llamadas de atención organizadas en tres niveles: - Nuevos esquemas de trabajo para la función docente - Habilidades empáticas de los profesores hacia los alumnos. Junto con esto, debería de haber también unas estrategias de visualización y fomento de los valores instrumentales de la escolarización. - Un marco general de las políticas públicas. Estas tres ideas recuerdan un poco al proyecto de cuidad educadora. La función docente renovada, la empatía de los profesores y la política al servicio de la educación. BIBLIOGRAFIA Convivencia social y convivencia escolar. Joan Subirats y Miquel Ángel Alegre. Cuadernos de pedagogía, nº 359.