Armas en la familia

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Small Arms Survey 2013: Resumen del Capítulo 4
Armas en la familia
La violencia de la mafia italiana
Desde siempre, las mafias italianas han utilizado la violencia armada y la intimidación para resolver conflictos, atacar a la competencia, fortalecer su reputación y alcanzar posiciones privilegiadas en los mercados lícitos e ilícitos en los que operan. Por consiguiente, el uso profesional de las armas de fuego y los explosivos constituye una característica inherente a estos grupos.
El presente capítulo contiene un trabajo de investigación original sobre los patrones, las reglas, los cambios y las variantes del
uso de la violencia armada por parte de grupos tradicionales de tipo mafioso en Italia durante los últimos 20 años, y se centra
específicamente en las cuatro organizaciones principales, a saber: la Cosa Nostra en Sicilia, la ’Ndrangheta en Calabria, la Camorra
en Campania (incluyendo Nápoles), y la Sacra Corona Unita (SCU) en Apulia.
Si bien su reputación violenta y la amenaza inminente del uso de la violencia a menudo conceden a los grupos criminales un
monopolio poderoso sobre los mercados lícitos e ilícitos, las conclusiones del presente trabajo de investigación demuestran que los
grupos mafiosos tienden a optar por un uso ‘limitado’ de la violencia. De hecho, la violencia armada es a menudo utilizada como
último recurso cuando otras estrategias menos peligrosas carecen de viabilidad. En función de la situación, los mafiosi utilizan distintos grados de violencia, desde una simple amenaza o acto de intimidación, hasta la tortura o el homicidio.
La violencia armada es a menudo utilizada como último recurso cuando otras estrategias menos peligrosas carecen de viabilidad.
Miembros específicamente seleccionados por sus destrezas en el uso de la violencia integran unidades denominadas gruppi di
fuoco (grupos de fuego). Dichas unidades tienen como misión perpetrar una gran variedad de actos de violencia, que van desde
agresiones físicas hasta asesinatos, si bien los homicidios son en realidad la estrategia más frecuentemente utilizada. Los Grupos de
Fuego cuentan con seis o siete personas que pueden operar como ‘comandos’, y en algunos casos, no conocen siquiera la víctima
de la que deben ocuparse.
Durante los últimos 20 años, las tasas de homicidios perpetrados por la mafia han variado considerablemente: en 1992, el número
de homicidios alcanzó su punto máximo, con 340 muertes en el ámbito nacional. Sin embargo, a finales de los noventa, esta cifra
El líder de la Cosa Nostra, Bernardo Provenzano, entra a las instalaciones de la policía en Palermo, escoltado por funcionarios de la policía encapuchados.
Abril de 2006. © Luca Bruno/AP Photo
Cuadro 4.1 Homicidios perpetrados por la mafia en Italia,
por grupo, 1992–2010
Año
SCU
Total
203 homicidios relacionados con la mafia. Durante ese período,
más de la mitad de dichas muertes fueron atribuidas a la
Camorra. En 2010, el número de homicidios disminuyó a 69
Cosa
Nostra
’Ndrangheta
1992
152
53
126
9
340
La región de Calabria registró la tasa más alta de homicidios
1993
53
41
59
5
158
perpetrados por la mafia en 2010 (1,2 por 100.000 habitantes,
1994
83
34
60
4
181
1995
95
38
131
17
281
de parsimonia en el uso de la violencia (una regla generalmente
1996
90
45
138
11
284
respetada por la Cosa Nostra y la ’Ndrangheta). En efecto, entre
1997
48
43
135
21
247
1980 y 2008, se estima que la Camorra perpetró 3.500 homicidios.
1998
51
28
131
34
244
1999
39
33
80
29
181
de 43% desde 2007 hasta 2010) podría estar relacionada con
2000
17
45
86
26
174
estrategias ad hoc desplegadas por grupos del crimen organizado
2001
31
39
68
25
163
que han iniciado una fase de sumersión y se están desplazando
2002
18
30
54
23
125
2003
13
33
77
37
160
Camorra que estalló en 2012 o el regreso de los homicidios per-
2004
17
45
122
19
203
petrados por la mafia en Palermo, indican que el uso de la vio-
2005
18
42
72
7
139
lencia armada sigue siendo una opción viable para estos grupos.
2006
14
23
77
8
122
2007
12
16
85
4
117
2008
12
22
59
9
102
de las armas de fuego por parte de estos grupos, y sugiere que
2009
19
11
49
7
86
la disponibilidad de importantes arsenales y armamento sofis-
2010
10
24
18
15
67
792
645
1.627
310
3.374
Totales
Camorra
registró una caída general, aun cuando en 2004 se identificaron
(ver Cuadro 4.1).
mientras el promedio nacional era de 0,1), y la Camorra es el
grupo mafioso más asociado con la violación de la regla general
La considerable reducción del número de homicidios perpetrados por la mafia durante los últimos años (una disminución
hacia mercados lícitos y el sector comercial. Sin embargo, las
tendencias actuales, tales como la última faida (contienda) de la
Aun cuando existen pocos datos cuantitativos sobre los
delitos perpetrados con armas de fuego, este capítulo aclara
algunos aspectos de la adquisición, el almacenamiento y el uso
ticado, así como el apoyo de los Grupos de Fuego, resultan
esenciales en el mantenimiento del poder de la mafia. La mayoría
de los clanes mafiosos poseen sus arsenales colectivos de armas,
con miembros específicos que se encargan de la adquisición,
el almacenamiento, el mantenimiento y la distribución de las armas de fuego en función de las órdenes recibidas o las circunstancias. Los arsenales a menudo son descubiertos en las zonas rurales, cerca de casas viejas, dentro de establos, en paredes dobles,
búnkeres, escondites subterráneos o en cajas de madera. Algunos de estos arsenales incluyen antiguas armas de fuego que han sido
almacenadas por años, mientras otros rebosan de armas más sofisticadas, incluyendo fusiles de tipo AK, ametralladoras, pistolas,
granadas de mano y lanzacohetes antitanque.
Los mafiosos generalmente utilizan armas de fuego de calibre 7,65 mm, pistolas de 9 × 21 mm y fusiles de asalto de tipo AK,
aun cuando también utilizan armas de fuego de la Segunda Guerra Mundial o armas de juguete modificadas. La selección de las
armas responde a un razonamiento pragmático y éstas son a menudo destruidas una vez cometido el crimen.
Los grupos mafiosos adquieren sus armas de fuego gracias a robos a tiendas de armas, el ejército, la policía y los ciudadanos,
así como a través de intercambios por drogas u otros productos ilícitos. Las organizaciones criminales italianas (y en particular,
la ’Ndrangheta) parecieran participar activamente como traficantes, compradores e intermediarios del mercado internacional de
armas de fuego. Una de las causas de esta participación podría ser la proximidad geográfica de la ex Yugoslavia y Albania, que
desde el fin de los conflictos de la década de los noventa, ha permitido a los grupos criminales nacionales comprar armas a precios
relativamente bajos.
A pesar de los importantes avances en la comprensión de los patrones de adquisición, tenencia y almacenamiento de armas
de fuego, así como del despliegue de la violencia armada por parte de la mafia, aún nos enfrentamos a una importante escasez
en materia de datos cuantitativos y a una necesidad imperante de realizar mayores trabajos de investigación sobre los crímenes
perpetrados con armas de fuego en Italia.
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