LA ELECCIÓN DIRECTA DE LOS CONSEJEROS REGIONALES: UN AVANCE A MEDIAS. COLECCIÓN IDEAS Natalia Piergentili René Jofré Año 14 N°147 Octubre 2013 0 Resumen Una de las novedades de la elección de 2013 es que se hará elección directa de los Consejeros Regionales (CORES). Esta autoridad es colegiada. Hay gobiernos regionales en las 15 regiones del país. Los CORES, hasta antes de esta elección, eran elegidos bajo modalidad de elección indirecta. Para el período 2014 – 2018 los Consejeros Regionales serán elegidos por primera vez en forma directa por la ciudadanía. ¿Es esto un avance real en materia de descentralización y democracia local? Abstract One of the novelties of the election of 2013 is to be made direct election of Regional Councillors (CORES). This authority is collegial. There are regional governments in the 15 regions of the country. The CORES, even before this election, were elected under indirect election mode. For the period 2014 - 2018 Regional Directors shall be elected for the first time directly by the citizens. Is that real progress in decentralization and local democracy? 1 1. ¿Qué son los Consejos Regionales?1 En cada una de las quince regiones de Chile existe un Gobierno Regional, constituido por el intendente y un consejo regional. El Consejo Regional tiene por finalidad hacer efectiva la participación de la comunidad regional. Este organismo tiene facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras. En la actualidad, puede aprobar, modificar o sustituir los proyectos y proposiciones del intendente respecto, por ejemplo, a los siguientes asuntos: Planes y estrategias regionales de desarrollo y sus modificaciones. Presupuesto del gobierno regional, ajustado a los límites del presupuesto de la Nación. La distribución de los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que corresponde a la región, así como de las inversiones sectoriales de asignación regional, y de los recursos propios que el gobierno regional obtenga en aplicación de lo dispuesto por el artículo 19, N° 20°, de la Constitución Política de la República, referente a los tributos particulares autorizados para cada región. Además, el intendente debe someter al Consejo Regional los proyectos de reglamentos regionales que regulen materias propias de la competencia del gobierno regional. 2. El nuevo escenario. La elección directa de los Consejeros Regionales (CORES) puede ser analizada desde diversos enfoques. Las regiones del país constituyen realidades y representaciones diversas desde el punto de vista económico, político y cultural. Algunas regiones tienen una identidad histórica más fuerte, otras son apenas una agregación de territorios. La relación centro – periferia, tanto entre la región capital y el resto o al interior de cada una de las regiones es desigual y asimétrica. El inveterado centralismo chileno es una cultura fuerte que ha costado horadar para que las regiones distintas al centro tengan mayor poder. Los enfoques pueden ser diversos y el punto de arranque del análisis también, a modo de ejemplo: desde el punto de vista de la calidad de las instituciones, la elección directa de Consejeros Regionales es un avance y contribución al desarrollo de la democracia. Desde el punto de vista del poder, los representantes de cada una de las circunscripciones provinciales tendrán mayor autonomía para tomar sus decisiones toda vez que contarán con una base de 1 Página web de la Biblioteca del Congreso. http://www.bcn.cl/leyfacil/recurso/eleccion-popular-deconsejeros-regionales 2 respaldo ciudadano en su origen. Desde el punto de vista de la transparencia: los Consejeros Regionales podrán ser objeto de petición de cuentas por parte de la ciudadanía en cada elección y deberán rendir cuenta pública de sus actos. Desde el punto de vista de sus atribuciones, funciones y competencias, estas cambian pero con un grado de ambigüedad alto, en el verdadero objeto, naturaleza y sentido de dicho cambio. Finalmente, también se puede observar esta nueva institución, en la medida que vaya evolucionando y perfeccionándose, desde la contribución que puede hacer para mitigar el problema de fondo que viven las regiones en Chile, que es la enorme desigualdad territorial, entre el centro y las regiones, e hilando más fino, entre el centro de cada una de las regiones y las provincias y municipios que la componen. En este contexto, e iniciando un debate, el objetivo de estas páginas es abordar este nuevo proceso eleccionario desde el impacto que podría generar en la dinámica política y su relación con las fuerzas políticas y en el entramado institucional de los territorios y de la administración general del país y las regiones. Pero así también, el objetivo es abordar el análisis desde el problema de la gestión y la desigualdad territorial. Por ahí empezaremos. 3. El problema de fondo: La desigualdad territorial Sabemos con certeza que el crecimiento del país no ha sido homogéneo desde el punto de vista territorial, pues no todas las regiones crecen, ni de manera similar las que lo hacen. Por otra parte, algunos indicadores reflejan el dinamismo en la economía de algunas capitales regionales, los cuales son capaces de compensar y revertir los indicadores más modestos que presentan las economías de provincias, ciudades y comunas y localidades. Por otra parte, se puede observar que en aquellos territorios de menor crecimiento se concentra el mayor número de personas en condición de pobreza y de asalariados que reciben el sueldo mínimo. Los promedios y estadísticas regionales entonces esconden muchas veces una enorme asimetría de los territorios que la componen. El país es desigual, las regiones también. En distintos ámbitos, también se observan estas asimetrías y desigualdades: las regiones tienen menor puntaje promedio en la PSU que la Región Metropolitana o muchas políticas sectoriales no incluyen en sus variables la territorial. Esto hace que en algunos territorios, por sus características climáticas, geográficas y culturales, el monto de los subsidios de vivienda por ejemplo, no dé cuenta de su realidad, lo que repercute en que se construyan viviendas sin los estándares necesarios para enfrentar los rigores del clima, entre otras muchas desigualdades. En relación a lo anterior, se entiende que, la desigualdad no sólo se expresa en la distribución de la riqueza en términos individuales, sino que también, en clave territorial ya que por ejemplo, no todos los territorios pueden ofrecer a sus ciudadanos las mismas condiciones de bienestar, de desarrollo o de acceso a servicios. Por ello, además de revisar esta realidad y las cifras que muestran el 3 desequilibrio económico entre las regiones, nos encontramos con los conflictos que han surgido el último tiempo a partir de demandas eminentemente de origen territorial, como el caso de Aysén, Magallanes, Calama, entre otras. Esto merece una reflexión seria, territorios del país buscan su identidad en una lucha con un centro al que sienten lejano y autoritario. Esta constatación nos hace reflexionar que Chile es un país considerado históricamente de manera homogénea en términos políticos y de políticas públicas, este refuerza el centralismo. Pero, el mismo país, es seriamente desigual en términos territoriales, sean estos geográficos, económicos, culturales y sociales. Lo que da cuenta de una desigualdad más amplia que la socioeconómica. El punto es, si sabemos que existen estas desigualdades y hemos tomado nota de la diversidad de nuestro país. ¿Qué factores, errores u omisiones han estado presentes para que estos temas no sean parte de la agenda de la política o de los medios, más allá de la retórica, más allá del lento proceso de descentralización? En este sentido nos encontramos que, uno de los escollos es, sin duda, es creer que la descentralización es un fin en sí mismo y no uno de los tantos factores que contribuirían a enfrentar de mejor forma esta desigualdad. 4. Elección directa de los CORES: poco impacto para la descentralización La mal llamada “revolución descentralizadora” que prometía el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera sólo ha significado, entre otras cosas, más trabas para la transferencia de recursos, esto se ha mal combinado con proyectos de ley deslucidos y de corto alcance. En el caso de la elección directa de los Consejeros Regionales es un proyecto heredado del Gobierno de la administración de la ex Presidenta Michelle Bachelet, también lo es el aun en tramitación proyecto de ley de transferencia de competencias a los gobiernos regionales, la que dicho sea de paso, es la ley que contempla las nuevas atribuciones que tendrán los CORES. Una paradoja: que haya sido aprobado el sistema electoral sin conocer las nuevas atribuciones. Pero, la sola elección directa de los CORES no implica un avance sustantivo en términos de descentralización, ya que si bien transparenta y visibiliza a los Consejeros, el Intendente sigue siendo designado por el Presidente de la República y las funciones que tendrán, tal como señalaba, están siendo discutidas en el Parlamento. Por lo tanto, a la fecha sólo tenemos la certeza que tendremos CORES electos, sin conocer aún la totalidad de sus nuevas competencias, lo que llevándolo a una analogía del ámbito municipal, es como elegir Concejales- sin funciones claras- y no poder elegir Alcalde. Se ha legislado sobre el sistema electoral, mas no sobre las atribuciones, inhabilidades posteriores y otros aspectos relevantes de la función de Consejeros Regionales y el Intendente seguirá siendo designado y, probablemente, con más atribuciones. 4 En la actualidad, la presión que pueden ejercer las autoridades locales hacia Intendentes y CORES es de vital importancia para la aprobación de los proyectos de inversión, los cuales en muchas ocasiones son disonantes o no complementarios a los planes regionales y/o a los proyectos de desarrollo comunal o intercomunal. Ante eso, la elección directa de los CORES surgió como una alternativa frente a esta práctica: en el debate parlamentario lo más probable es que se apruebe que los CORES determinen marcos presupuestarios definidos por el Intendente y no, como en la actualidad, proyecto a proyecto. El punto crítico está, en que de no mediar otras reformas que acompañen la elección de los CORES, como una real transferencia de competencias o la revisión de la actual división político- administrativa, y una profunda reforma municipal, junto a que se seguirá designando al Intendente, puede significar terminar fortaleciendo y transformado a las provincias en protagonistas políticos regionales, lo cual contribuirá a seguir debilitando a las regiones como unidades político administrativas. Fortalece la figura del Intendente quién no es elegido democráticamente, sino designado por el Presidente de la República. Ante ello, es muy probable que se acrecienten las divisiones provinciales, ya que los CORES no sólo representarán a comunas, sino que también a provincias, por lo que podrían, al interior de las regiones, incrementarse las tensiones entre estas, y por otra parte seguir en rezago y en invisibilización las comunas pequeñas y aisladas. Ejemplos de posibles tensiones: (Aconcagua/Valparaíso, Ñuble/Concepción, Loa/ Antofagasta, Palena/los Lagos, Arica/Parinacota, entre otras). Por otra parte, el centralismo que se expresa, entre otras cosas, en la entrega de recursos a las regiones, donde el 70% de la inversión pública de estas viene de los Ministerios, y donde estas reparticiones, en la mayoría de los casos, no respetan o no toman en cuenta las priorizaciones regionales, la identidad, y características distintivas, junto a la heterogeneidad de los territorios, hacen concluir que, la sola elección directa de CORES no revertirá de manera alguna esta dinámica. Será un avance, pero solo a medias, más formal que real. 5. Ley de elección directa de los CORES El proyecto de ley de elección directa de CORES modificó el artículo 29 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, estableciendo un sistema de elección de Consejeros Regionales por votación universal y directa. El número de consejeros está dado por la cantidad de habitantes de la región. Con lo anterior se pasa de 268 consejeros actuales a 278en la siguiente distribución: – – 14 consejeros (en regiones de hasta 400.000 habitantes): Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Aysén, Magallanes y Los Ríos. 16 consejeros (en regiones de hasta 800.000 habitantes): Antofagasta, Coquimbo, O’Higgins y Los Lagos 5 – 20 consejeros (en regiones de hasta 1.500.000 habitantes): Maule y La Araucanía – 28 consejeros (en regiones de hasta 4.000.000 de habitantes): Valparaíso y BíoBío – 34 consejeros (en regiones de más de 4.000.000 de habitantes): Metropolitana Región Cores a elegir por Región RM 34 Arica y Parinacota 14 Tarapacá 14 Antofagasta 16 Atacama 14 Coquimbo 16 Valparaíso 28 O´Higgins 16 Maule 20 Bio Bio 28 Araucanía 20 Los Ríos 14 Los Lagos 16 Aisén 14 Magallanes 14 Total País 278 El proyecto también implica la eliminación del Intendente como miembro del Consejo Regional. Además, se hacen aplicables, a las campañas de Consejeros Regionales, los límites y normas para gasto electoral. Una asimetría de carácter electoral relevante es que los Candidatos a CORE deben hacer campaña en extensiones territoriales que muchas veces superan los distritos electorales, lo que sumado a que es la primera elección directa, junto a lo 6 oneroso de una campaña de esta características, impacta en la existencia de varias barreras de entrada para postular. La ambigüedad sobre la dieta que terminarán recibiendo complejiza aún más el tema de los incentivos para postular a un cargo como éste. En el corto plazo, deberán ser revisadas estas situaciones para no crear instituciones debilitadas desde su inicio o permeables a presiones de todo tipo. Asimismo, los CORES no sólo serán representantes de las comunas, sino también de las provincias, por lo que la competencia entre estas en el ámbito regional puede repercutir en demandas territoriales que debiliten, como ya señalaba, a las regiones como sujetos político administrativos. Como dijimos, la dieta de los CORES no será suficiente, por lo que muchos, no podrán tener dedicación exclusiva a esta tarea, ni tampoco hay un cuerpo de asesorías profesionales especializadas que apoyen un trabajo como ese, por lo que su capacidad de generar modelos de información y participación hacia la ciudadanía podrían ser escasos. 6. Actuales funciones de los CORES2 Como decíamos al inicio, los Consejos Regionales tienen por finalidad hacer efectiva la participación de la comunidad regional en la adopción de aquellas decisiones que tengan una directa relación con el desarrollo social, cultural y económico de las regiones cuidando la equidad y armonía así como la congruencia entre políticas y planes regionales con las políticas y planes nacionales. En la actualidad los CORES son responsables principalmente de: 2 – Aprobar los reglamentos regionales. – Aprobar los planes regionales de desarrollo urbano, los planes reguladores metropolitanos y los planes reguladores intercomunales propuestos por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo. – Aprobar los planes reguladores comunales y los planes seccionales de comunas que no formen parte de un territorio normado por un plan regulador metropolitano o intercomunal, previamente acordados por las municipalidades, en conformidad con la Ley General de Urbanismo y Construcciones, sobre la base del informe técnico que deberá emitir la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo respectiva. www.subdere.cl 7 – Pronunciarse sobre los planes reguladores comunales y los planes seccionales de comunas que, formando parte de un territorio normado por un plan regulador metropolitano o intercomunal, hayan sido objeto de un informe técnico desfavorable de la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo. – Aprobar, modificar o sustituir el plan de desarrollo de la región y el proyecto de presupuesto regional, así como sus respectivas modificaciones, sobre la base de la proposición del intendente. – Resolver, sobre la base de la proposición del Intendente, la distribución de los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional que correspondan a la región, de los recursos de los programas de inversión sectorial de asignación regional y de los recursos propios que el Gobierno Regional obtenga en la aplicación de lo dispuesto en el Nº 20º del artículo 19 de la Constitución Política de la República. – Aprobar, sobre la base de la proposición del Intendente, los convenios de programación que el Gobierno Regional celebre. – Fiscalizar el desempeño del Intendente regional en su calidad de presidente del consejo y de órgano ejecutivo del mismo, como también el de las unidades que de él dependan, pudiendo requerir del Intendente la información necesaria al efecto. – Emitir opinión respecto de las proposiciones de modificación a la división política y administrativa de la región que formule el Gobierno Nacional, y otras que le sean solicitadas por los poderes del Estado. 7. Nuevas competencias del CORE Contempladas en el proyecto que modifica la Ley Nº 19.175, que entre otros aspectos, les otorga nuevas funciones y atribuciones a los Gobiernos Regionales3. 1. Requerir del ejecutivo regional información para desempeñar tareas fiscalizadoras, debiendo el Intendente responder dentro de 20 días. 2. Disponer, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, la contratación de una auditoría externa que evalúe la ejecución presupuestaria junto a estado de situación financiera del Gobierno Regional. 3 En la actualidad este proyecto aún no está despachado por el Senado, una vez que esto suceda, el proyecto debe ir a la Cámara de Diputados. Las expectativas del Gobierno son que el Proyecto esté aprobado para Marzo del 2014. 8 3. Solicitar al Intendente, previo acuerdo de 2/3 de sus miembros en ejercicio, que represente a los jefes superiores o directivos de los órganos de la Administración del Estado o empresas del Estado, su disconformidad cuando la región ha sido afectada y perjudicada negativamente por acciones u omisiones de aquellos. 4. Citar, previo acuerdo adoptado por la mayoría de sus miembros en ejercicio, a autoridades regionales o provinciales para informar acerca del accionar de sus respectivas instituciones, debiendo éstas comparecer obligatoriamente. 5. Recomendar al Intendente la implementación de acciones de interés regional. 6. Aprobar, modificar o sustituir, la delimitación de territorios objeto de planificación regional, el plan regional de desarrollo turístico, la declaración de territorios como zonas rezagadas en materia social y el plan de desarrollo respectivo. 7. Aprobar el Anteproyecto Regional de Inversiones (ARI) el cual consiste en una estimación de la inversión y de las actividades que el gobierno regional, los ministerios y servicios efectuarán en la región, identificando los proyectos, estudios y programas, y la estimación de sus costos. En la actualidad el Intendente con la participación de representantes del consejo elabora el ARI. 8. Conocer el Programa Público de Inversiones en la Región (PROPIR). Hoy no existe la obligación expresa de dar a conocer el PROPIR al consejo 9. Recomendar al Intendente la suscripción de convenios de programación específicos, junto a la implementación de acciones de interés regional. 10. Aprobar el proyecto de presupuesto regional, los recursos asignados a ésta por la Ley de Presupuestos de la Nación, sus recursos propios y los que provengan de los convenios de programación. 11. Resolver la distribución del FNDR, sobre la base de la proposición del Intendente y conforme a ítems o marcos presupuestarios. En la actualidad la distribución del FNDR se hace vía proyectos que son evaluados individualmente en su mérito y no en ítems o marcos como contempla el proyecto. El nuevo CORE tendrá un presidente elegido por los propios integrantes de este, y entre sus facultades esta: disponer la citación a sesiones, abrirlas, suspenderlas y levantarlas, dirigir los debates, ejercer el derecho de voto dirimente en los casos en se produzca un empate en el resultado de las votaciones, y actuar en representación del consejo, en los actos de protocolo que correspondan. 9 El Intendente, quien ya no será parte del Consejo, podrá asistir a las sesiones de este, personalmente o través de funcionario, además podrá tomar parte en sus debates, pero sin derecho a voto. Como señalábamos, un aspecto importante de esta ley en tramitación, es que no sólo redefine las competencias de los CORES, sino que además de los Gobiernos Regionales dotándolos de mayor autonomía. 8. Nuevas competencias de los Gobiernos Regionales: – Diseñar, elaborar, aprobar e implementar políticas, planes y programas de desarrollo de la región, así como su proyecto de presupuesto. Además de administrar fondos y programas de financiamiento de aplicación regional. – Se crea el Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PROT) el cual da recomendaciones para orientar la planificación y las decisiones que impacten en los territorios urbanos y rurales, borde costero y sistema de cuencas hidrográficas. (Se deroga el Plan Regional de Desarrollo Urbano (PRDU)). – Formular políticas regionales de fomento, en la actualidad sólo pueden contribuir a la formulación de las políticas nacionales de fomento productivo – Proponer programas y proyectos de impacto en grupos vulnerables o en riesgo social, así como su financiamiento. En la actualidad sólo pueden establecer prioridades regionales para la erradicación de la pobreza, además de facilitar el acceso de la población de escasos recursos a beneficios y programas en el ámbito de la salud, educación, junto con distribuir recursos a los municipios para programas sociales. Además de las nuevas funciones y atribuciones, la ley contempla permitir a los Gobiernos Regionales asumir nuevas competencias, las cuales hoy están radicadas en ministerios y servicios. La solicitud al Gobierno central requerirá siempre el acuerdo del consejo. Entre las materias que se pueden transferir están: ordenamiento territorial, planificación urbana y asentamientos humanos; medioambiente; obras de infraestructura y equipamiento regional; transporte; desarrollo rural y de localidades aisladas; fomento de las actividades productivas; turismo; programas sociales y culturales; educación y salud; deporte; ciencia y tecnología; y conservación del patrimonio La ley también contempla la creación de servicios públicos regionales y las Secretarias Regionales Ministeriales tendrán un nuevo rol, ya que presentaran a su 10 Ministerio las prioridades de su territorio para la elaboración de las políticas nacionales. Se propone la creación del cargo de Administrador Regional, el cual será un colaborador directo del intendente y de su exclusiva confianza. Le corresponderá la gestión administrativa del gobierno regional y la coordinación del accionar de los jefes de división. El sustento de este cargo está dado por que este administrador regional se hará cargo de las tareas administrativas del Gobierno Regional, de tal manera que el Intendente se pueda abocar al ámbito de la dedición de políticas públicas para su región. En cuanto a las herramientas financieras, se podrán realizar convenios de programación, los que en la actualidad se suscriben pero con muchas dificultades, como el incumpliendo de los Ministerios y la poca claridad de la participación de las municipalidades en estos. Por ello, esta Ley señala expresamente que podrán incorporarse a los convenios de programación a los municipios, además de incorporar normas de obligatoriedad para estos convenios. 9. Incertidumbre en el futuro y realidad electoral. En este nuevo contexto, y aun cuando la ley en comento se aprobara tal cual está hoy, carece de elementos de real descentralización política y financiera. Ya que el Intendente tendrá más poder y seguirá siendo designado por el Ejecutivo. Por otra parte, no existe la incorporación de presupuestos regionales, sino más bien, una limitada co- responsabilidad en la asignación de los recursos sectoriales. La participación ciudadana efectiva tampoco es algo que esta ley releve, ya que no existen obligaciones concretas que vinculen procesos participativos tanto de interés comunal como regional en la asignación de recursos, ni en la integración de prioridades locales a formulación de políticas a nivel central. En cuanto al panorama político, los CORES serán competidores naturales de los Parlamentarios, y por su menguada posibilidad de influencia real, más allá de las consultas sobre materias de interés regional y la aprobación de carteras de proyectos, estos rápidamente se podrían convertir en correas transportadoras de demandas locales, lo cual producirá tensiones, ya que el Intendente seguirá siendo visto como un ente poco representativo de dichas demandas al no ser tener un origen de elección popular. En cuanto a lo electoral, los Consejeros se elegirán mediante sistema proporcional, de cifra repartidora, por circunscripciones provinciales. Estas circunscripciones provinciales coinciden con las provincias actuales, excepto en los siguientes casos que señala la ley4: 4 Página web de la Biblioteca del Congreso. http://www.bcn.cl/leyfacil/recurso/eleccion-popular-deconsejeros-regionales 11 a) La provincia de Valparaíso de la Región de Valparaíso se dividirá en dos circunscripciones provinciales: i. La primera constituida por las comunas de Puchuncaví, Quintero, Concón y Viña del Mar. ii. La segunda constituida por las comunas de Juan Fernández, Valparaíso y Casablanca. b) La provincia de Cachapoal de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins se dividirá en dos circunscripciones provinciales: i. La primera constituida por la comuna de Rancagua. ii. La segunda constituida por las comunas de Mostazal, Graneros, Codegua, Machalí, Olivar, Doñihue, Coltauco, Las Cabras, Peumo, Coinco, Malloa, Quinta de Tilcoco, Rengo, Requínoa, Pichidegua y San Vicente. c) La provincia de Concepción de la Región del Biobío se dividirá en tres circunscripciones provinciales: i. La primera constituida por las comunas de Tomé, Penco, Hualpén y Talcahuano. ii. La segunda constituida por las comunas de Chiguayante, Concepción y Florida. iii. La tercera constituida por las comunas de San Pedro de la Paz, Coronel, Lota, Hualqui y Santa Juana. d) La provincia de Cautín de la Región de la Araucanía se dividirá en dos circunscripciones provinciales: i. La primera constituida por las comunas de Temuco y Padre Las Casas. ii. La segunda constituida por las comunas de Galvarino, Lautaro, Perquenco, Vilcún, Melipeuco, Carahue, Cholchol, Freire, Nueva Imperial, Pitrufquén, Saavedra, Teodoro Schmidt, Cunco, Curarrehue, Gorbea, Loncoche, Pucón, Toltén y Villarrica. e) La provincia de Santiago de la Región Metropolitana de Santiago se dividirá en seis circunscripciones provinciales: i. La primera constituida por las comunas de Pudahuel, Quilicura, Conchalí, Huechuraba y Renca. ii. La segunda constituida por las comunas de Independencia, Recoleta, Santiago, Quinta Normal, Cerro Navia y Lo Prado. iii. La tercera constituida por las comunas de Maipú, Cerrillos y Estación Central. iv. La cuarta constituida por las comunas de Ñuñoa, Providencia, Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea y La Reina. v. La quinta constituida por las comunas de Peñalolén, La Granja, Macul, San Joaquín y La Florida. vi. La sexta constituida por las comunas de El Bosque, La Cisterna, San Ramón, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel y La Pintana. En cuanto al proceso de selección de candidaturas, se privilegió, en general, a quienes ejercían el cargo. Sin embargo, los partidos, al disponer de más cupos (la Alianza tiene solo dos partidos, la Nueva Mayoría por la decisión de ir en dos listas y el resto de las fuerzas políticas por el hecho de o hacer coaliciones con otros partidos o ser un solo partido) pudieron satisfacer la demanda interna de candidaturas en cada una de las colectividades. Así que este proceso que normalmente es de alta tensión interna cuando se trata de otros cargos de elección popular, fue bastante normal. 12 El debate por la decisión de ir en una o dos listas en la Nueva Mayoría, que fue el punto de mayor divergencia, pudo ser resuelto por la idea de que ningún partido quedara en situación de “aislamiento” respecto a los demás. Es así entonces, que dicho pacto decidió ir en dos listas con el mismo alineamiento político de las elecciones de concejales 2012. En una lista la Democracia Cristiana y el Partido Socialista y la otra lista el Partido Por la Democracia, el Partido Comunista, el Partido Radical, el MAS y la IC. Las coaliciones no se tomaron mucho tiempo en decidir sus candidatos y, en general, ni la opinión pública, ni los medios se interesaron demasiado en el proceso. Esto tiene algo de insólito por cuanto se está eligiendo a autoridades en un sistema electoral que se aprobó con apuro, pero aún se debate que significará realmente este cargo. Como en otras instituciones políticas, tampoco en ésta habrá recursos para hacer seguimiento de la calidad de la institución, ni menos asesoría para generar estudios que permitan ir conociendo el impacto de los proyectos decididos o cuentan los Consejeros con análisis y estudios sobre los temas de su competencia. Probablemente. La elección va a medir el peso específico y electoral de los aparatos de los partidos. Así es ya que la elección tendrá menor difusión que las presidenciales o la contienda parlamentaria. También atenta contra la masividad de la elección el desconocimiento de la labor de los CORES en los grandes centros urbanos, siendo más importantes en regiones de menor tamaño. 13 A modo de conclusión Si nos retrotraemos al problema de fondo enunciado brevemente en estas páginas, el cual es la profunda desigualdad territorial, podemos ver que la elección directa de los CORES no la mitiga, ya que entre otras cosas, la actual conformación de las regiones hace que no son entidades que puedan, por si solas, ser portadoras ni del desarrollo ni de una real democracia al interior del territorio. Por otra parte, la fragmentación territorial que puede traer como consecuencia las pugnas entre provincias, a partir de la obligación de representación de los CORES, no promueve en lo absoluto el fortalecimiento de la identidad política de las regiones. Como el tema que se debe abordar es la desigualdad, para que los CORES electos tengan real impacto en procesos democráticos y de desarrollo de los territorios, y sean sujetos políticos empoderados, se deben emprender múltiples acciones que le den consistencia a este proceso, entre ellas; La elección directa del Intendente, junto con transitar hacia un Estado Regional en términos de políticas públicas, el cual no sólo debe contemplar servicios públicos regionales, sino que además, presupuestos regionales. Un Estado regional, es aquel que integra tanto en la formulación como en la implementación de las políticas públicas nacionales y sectoriales la dimensión territorial. Es evidente que todo lo anterior solo será posible implementar de manera progresiva, pero lo más relevante es que sólo será posible, si cuenta con un apoyo político trasversal que asuma, entre otras cosas, que los Gobiernos Regionales y los municipios son actores políticos y no sólo sujetos administrativos. El punto focal de una mirada que aborde la desigualdad, es comprender que la descentralización política, administrativa y fiscal significa una trasferencia de poder y recursos, y por ello es tan solo una parte de las acciones que hay que emprender. Ya que el objeto de fondo es asimilar que la cohesión territorial junto al desarrollo de los territorios es una tarea prioritaria si queremos de verdad y sustantivamente enfrentar la pobreza, la exclusión y la falta de voz de muchos territorios y localidades de Chile, donde no sólo el centralismo con todas sus implicancias y su nefasta dinámica, sino también los promedios de todo tipo, los invisibilizan y los marginan. La institución que surja de esta elección va a ser objeto de una paradoja. Por una parte, nadie puede negar el avance que significa que quienes deciden sobre proyectos o carteras de proyecto en cada una de las regiones del país sean elegidos en una elección democrática directa. Sin embargo, la institución que de allí emerja será una institución política con debilidades evidentes y a medias. En el centralismo reinante que se une a un presidencialismo exacerbado, el poder del Presidente de la República y su gobierno, independiente de quién lo encabece, tiene una fuerza enorme. Los Intendentes son designados por este poder. Enfrente habrá una institución que emergerá del voto ciudadano pero con atribuciones menguadas y sin dispositivos de asesoría político-técnica que les 14 permitan contrapesar el poder del jefe regional designado. Esta situación acarreará conflictos públicos entre quienes detentan el poder democrático pero delegado desde el centro y quienes tienen representación directa pero poco margen de influencia real. Elegir los Intendentes es el próximo paso. Quizá ahí recién se complete este proceso que se ha dado a medias. 15