Jóvenes y alcohol CONSUMO DE ALCOHOL: LA ARREMETIDA DE LAS ADOLESCENTES ABC1 Todos los intentos por contrarrestar la alta ingesta juvenil de alcohol en Chile, que lo sitúa entre los de mayor consumo en América Latina, se tornaron insuficientes. Las iniciativas que hoy se discuten en el Parlamento pretenden remozar este escenario, en el que las mujeres ahora son protagonistas. En medio de la reforma a la Ley de Alcoholes y la polémica iniciativa de publicar en las botellas fotos de accidentes de tránsito causados por la ingesta en exceso, el panorama que ofrecen los "carretes" juveniles es desalentador. En él resalta un significativo dato: las jóvenes, especialmente de estrato social alto, alcanzaron a los varones en el consumo de bebidas alcohólicas. Un camino que muchas veces también lleva a las drogas y que ellas comenzaron a transitar sin miedo. La conclusión pertenece al Sexto Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile (8º básico a 4º medio) del Conace (Consejo Nacional de Control de Estupefacientes), que sacó la foto de la tendencia: las mujeres entre 12 y 18 años ingieren alcohol a la par que los hombres de ese mismo rango de edad. Se trata de un 43,6% de jóvenes de ambos sexos, que reconocen haberlo ingerido al menos una vez al mes. Lo alarmante es que las escolares siempre estuvieron por debajo de sus pares varones en cuanto a consumo, según los registros de la entidad gubernamental. El tema cobra importancia mientras se discute una reforma a la Ley 19.925 que busca limitar el consumo de alcohol en el país, especialmente entre los jóvenes. La moción está hoy en la comisión de agricultura tras ser votada en la cámara baja, sin llegar a acuerdo. La discrepancia surgió a raíz de la propuesta de incluir en las etiquetas de los envases, además de advertencias sobre los riesgos de beber en exceso, impactantes fotografías de accidentes de tránsito causados por su consumo. La industria del alcohol se opone a la medida por la predecible baja en las ventas, pero quienes la defienden, como el senador por el Partido Socialista (PS) Alejandro Navarro, subrayan la necesidad de inculcar la ingesta moderada de un agente que provoca daño y dependencia y que justifica un tratamiento similar a la ya conocida campaña antitabaco. "La medida es un mecanismo de desincentivo, advertencia e información. Queremos que el 25% de la etiqueta de las bebidas alcohólicas de consumo masivo tenga imágenes con testimonios de jóvenes que sufrieron las consecuencias de beber en forma desmedida", explica Navarro. Sobre el grueso de las indicaciones presentadas en el proyecto de ley, en cambio, hay consenso. La idea es prohibir la publicidad relativa a alcoholes en todo acto masivo relacionado con el deporte, recreación y cultura y toda actividad destinada a menores de 18 años; además de la total restricción de pasar avisos comerciales relativos al alcohol en televisión y radio entre las 10 p.m. y las 6 a.m. De ser aprobada por el Senado, la normativa podría entrar en vigencia durante el segundo semestre de este año. Daniel Contreras, jefe del área de prevención del Conace, enfatiza la poca conciencia del chileno de lo que llama un consumo responsable de alcohol. "El criterio al beber queda al arbitrio de cada uno, de los valores individuales y de la familia, y por lo general se termina incentivando el consumo", alega. En el caso de las adolescentes, el mayor interés por las bebidas alcohólicas estaría dado por un cambio social en el que ellas aprecian que el género femenino ha alcanzado una serie de derechos. Francisco Aguayo, sicólogo e investigador del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Chile (CIEG) explica: "Las jóvenes notan que los hombres consumen alcohol y comienzan a cuestionarse su derecho a acceder a este 'placer'", comenta. Sin embargo, ellas conservan una mayor percepción sobre los riesgos del beber que los varones. Por eso, aunque hay un aumento de consumo, en lo referido a volumen siguen liderando los hombres. Un 15,2% de los estudiantes varones entre 12 y 18 años declara consumir más de cinco vasos un sábado por la noche, frente a un 8,4% de féminas. Según los expertos, esta distancia se explica en el hecho de que todavía esta conducta está más validada socialmente entre los hombres. Pero también existirían razones biológicas, porque los niveles hormonales, el metabolismo y la estatura de las mujeres limitan el consumo: a igual ingesta entre hombre y mujer, ellas obtienen una concentración más alta de alcohol en la sangre y son más susceptibles a enfermedades del hígado. Ellas también serían más propensas a desarrollar una "resaca", según un estudio de Wendy Slutske, profesora de sicología de la Universidad de Missouri-Columbia. Se trata de la conocida "caña", que trae malestares como fatiga, dolor de cabeza, deshidratación, vómitos, debilidad y falta de concentración. Las hipótesis, por lo tanto, apuntan a que el organismo femenino desarrolla alertas naturales al ser más propenso a sufrir los efectos del alcohol. Una realidad es que el alcohol hoy es clave en numerosos rituales de placer y diversión juvenil. Parten reuniéndose en alguna casa a beber colectivamente antes de ir a algún carrete; continúan con la preparación de la "mamadera", una botella de gaseosa que mezclan, generalmente, con pisco o ron para llevar consigo y, reunidos en plazas, pubs o dentro y fuera de las discoteques, siguen el consumo con "chelas" (cervezas), "ronaldos" (ron y cola) o la infaltable "piscola" (pisco con cola). Rodrigo De la Fabián, sicólogo del Centro Juvenil SerJoven, aclara que toda esta escenificación contiene un profundo sentido de amistad y también constituye una manera de validarse. Así, al reprocharles a los adolescentes su ingesta de alcohol se estaría cuestionando a sus amigos, sus afectos, sus valores y muchos factores significativos para ellos. "Realidad a la que los padres deben ser muy sensibles", advierte. Los adolescentes también utilizan el alcohol para suplir afecto o sobrellevar las exigencias que les hace el medio. "A menudo, los que más consumen son jóvenes con padres muy demandantes en lo académico. Y cuando esa exigencia no se acompaña de afecto y comunicación se forma un lastre para los adolescentes", detalla. Los jóvenes arrastran la culpa de no poder cumplir con esas expectativas y la ira que les provoca su fracaso, llevándolos a caer en excesos. "Es importante entender que estos problemas son índices de otra cosa y en eso debieran centrarse los padres", agrega. La condición socioeconómica es otro factor de consumo juvenil, según analiza el estudio del Conace. Mientras más alto es el estrato social del adolescente, mayor es el consumo. "El problema no es de las clases más populares, como se piensa. Al contrario, se presenta en las familias con mayores ingresos y en jóvenes de colegios particulares", comenta De la Fabián. Tener a la mano recursos económicos permite a los jóvenes adquirir alcohol con mayor facilidad, a pesar de que está sancionada la venta a menores de 18 años. Perder el control... La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define el comportamiento de los jóvenes como "consumos Irregulares severos". Es decir, personas que ingieren irregularmente alcohol pero cuando lo hacen se exceden, exponiéndose al peligro de sufrir accidentes, participar de acciones violentas o vivir experiencias sexuales riesgosas, entre otras. "La distinción es importante, porque decirle a una chiquilla que va camino a ser una alcohólica no la va a identificar. Hay una gran distancia con el que se levanta a tomar vino a las nueve de la mañana", reflexiona el jefe del área de prevención del Conace. Sin embargo, los adolescentes caen en el alcoholismo mucho más rápido que un adulto. Si a estos últimos les toma 10 años, a los primeros sólo les podría tomar meses debido a su inmadurez física y biológica. Pero antes del daño biológico y una conducta adictiva, el primer riesgo que enfrenta un adolescente tras la ingesta etílica es caer en conductas imprudentes, las que se detonan por el estímulo de la bebida en la corteza cerebral. Tras desvanecerse los efectos de la euforia se desencadena una pérdida de autocontrol que los puede llevar a riñas, accidentes e incluso un coma etílico. El doctor Gustavo Hein, jefe de la Unidad de Urgencias de Clínica Las Condes, señala que estos casos generalmente se producen en la madrugada de los fines de semana y feriados, donde "un número equivalente de hombres y mujeres adolescentes consultan por distinta causa y en donde se puede percibir clínicamente que han bebido alcohol". Según el médico, los casos de adolescentes bebidos que llegan a la unidad han aumentado sostenidamente en los últimos cinco a ocho años, básicamente por accidentes de tránsito. "Un 20% de los pacientes que han participado en un choque o colisión, presentando evidencia alcohólica, son adolescentes", dice, y se apura en aclarar que probablemente la cifra no refleje la realidad exacta ya que, según estadísticas nacionales, alrededor de un 40% de los que fallecen por accidentes de tránsito se encontraban bajo la influencia del licor. Los especialistas consultados coinciden en que este tipo de consumo se debe asumir como un problema social importante en un país donde cerca de un millón de ciudadanos es "bebedor problema", en edades que fluctúan principalmente entre los 15 y 35 años. Dato relevante cuando el 52% de los actos criminales, el 45,4% de los suicidios y el 60% de los homicidios son cometidos por personas en estado de ebriedad. Además, alrededor del 30% de los accidentes de trabajo se produce bajo los efectos del alcohol. Según un estudio realizado por el Ministerio de Salud y la Universidad de Chile, el abuso de las bebidas alcohólicas le cuesta al país aproximadamente 3 mil millones de dólares al año. Recursos que bien podrían destinarse a una mejor causa. Familia: factor protector Los padres cumplen un rol fundamental en la prevención y tratamiento de conductas adolescentes inapropiadas, según enfatizan los expertos, quienes consideran esencial que la familia sea muy consecuente con la postura que mantiene frente al consumo de alcohol. "No seamos cínicos. Lo más probable es que cuando digamos 'no tomes', estemos con una copa de vino en la mano", ejemplifica De la Fabián. "Los adolescentes son muy sensibles a estas contradicciones y así se pierde la autoridad frente a ellos", agrega. Los padres serían más permisivos que las madres en esta área y, según estudios, incluso algunos estimulan a sus hijos hombres a iniciarse en la bebida. La conducta adecuada, según Daniel Contreras, jefe de prevención del Conace, es la de mantener un contacto más próximo con los hijos, porque estimula en ellos un efecto inhibidor del consumo o al menos una conducta más responsable. "Este acercamiento se traduce en conocer a los amigos, y no en la lógica de prevenir las malas juntas, sino en el sentido de que el hijo perciba que en su casa su mundo es bienvenido", explica. El especialista también aconseja a los padres de adolescentes tener un régimen de normas y límites claro: "que den permiso hasta una hora fija y que sea una decisión que se respete". "Estas reglas puedan ser dialogadas, pero no discutidas cada vez que se pida permiso. Es muy importante que la violación de estas pautas tenga consecuencias. Así forjaremos una conducta más responsable en los jóvenes". "Beber engorda" Las campañas internacionales de prevención de consumo de alcohol en adolescentes contienen mensajes que se están incorporando en el país. Éstos permiten dirigirse a poblaciones específicas con la idea de afinar su eficacia. La distinción de género en adolescentes es una de las variables. Se ha descubierto una relación importante entre la autopercepción (cómo uno se quiere ver) y la prevención en el caso de las mujeres. En palabras simples, el alcohol es un agente que engorda, producto de su alta proporción de calorías, y ese es el punto que las campañas destacan y que inhibe el consumo en las mujeres. Las estrategias de prevención del consumo de alcohol en adolescentes en EE.UU. están muy centradas en "verse bien", tras descubrirse como un elemento clave de persuasión. La Nación, 20 de marzo de 2007 670 estudiantes asisten a clases en salas instaladas provisoriamente en una plaza ESCUELA DE EMERGENCIA Implementar la jornada escolar completa se transformó en toda una experiencia en el Colegio Roosevelt, de Cerro Navia. Demolieron la construcción anterior y como no tenían espacio para hacer clases, simplemente se instalaron en una plaza aledaña. Todo por no perder clases. Dalia Rojas A las 3:20 de la tarde suena la campana del primer recreo en el Colegio Roosevelt, en la comuna de Cerro Navia. Con los tañidos, los alumnos salen al patio a jugar y se abalanzan sobre unos juegos multicolores con resbalines. Por los parlantes, una voz femenina comunica que las colaciones que se están repartiendo son para los alumnos de primero y segundo básico. Los más grandes, en cambio, tienen que esperar hasta el segundo recreo, o sea, unas dos horas. Una escena típica de un colegio municipal, salvo porque todo ello transcurre en una plaza, en la que la sombra de un sauce cobija a la sala de profesores, lugar en el que hasta hace poco funcionaba la dirección del establecimiento educacional. “Hoy acabamos de trasladar esta oficina para acá”, dice Myriam Allendes, la directora del colegio, mostrando las nuevas instalaciones donde está su escritorio. “No era malo estar debajo del sauce inglés, pero el problema es que se volaban los papeles”, dice riendo. Desde el inicio de clases el colegio ha funcionado así, y la situación se prolongará hasta septiembre, cuando la construcción del establecimiento que reemplazará al recientemente derruido esté lista para poder iniciar la jornada escolar completa. “Nuestro colegio tenía buenas instalaciones, pero no alcanzaba para la implementar la JEC, por eso fue demolido. Como parte de las condiciones con los contratistas, levantamos las salas de emergencia acá en la plaza. El director de educación comunal conversó con la junta de vecinos y con la municipalidad y acordaron poder hacerlo”, dice Allendes. Todo con tal de que los 670 alumnos de educación básica matriculados en la escuela no pierdan ni un día de clases. “Ellos deben tener sus clases, sino, ¿cómo las recuperamos? Hay que pasar un programa, y no se puede hacer a medias, además, no íbamos a decirle a los apoderados que se cerraba el colegio, hay mucho apego de parte de ellos a la institución”, continúa. Horas libres Myriam Allendes, quien reconoce que es precisamente con los padres de los estudiantes con quienes ha habido cierto nivel de problemas: “Un apoderado retiró a su alumno porque no le gustó, pero en general, ellos saben que es temporal y han tenido muy buena disposición”. Las salas de emergencia son de madera y amplias, aunque profesores y alumnos saben que luego de un tiempo van a estar mejor. Sin duda estos últimos son los más felices con esta escuela de emergencia. Tanto así que Javiera Rodríguez (7) del 2º B no quiere cambiarse. Al igual que varios de sus compañeros de curso: “Es más libre, nos gusta, es más vivo y nos da sombrita con los árboles, además que hay columpios. No me quiero cambiar”, dice. Un compañero de ella complementa, diciendo que “es por poquito tiempo, es mejor, porque después vamos a tener un colegio más bonito”. Juanita Acevedo es profesora de religión, y lamenta que no haya sala de profesores, pero reconoce que no es mayor problema. “Las salas a pesar de ser de emergencia están muy buenas. Y hay que entender que lo que pasó fue que se atrasó la construcción del edificio. Nosotros lo hemos tomado en el fondo como un juego. Los niños se están adaptando, ellos están contentos, primero porque están cerca de la tierra, tienen los juegos de la plaza y los árboles. Para ellos eso ha sido novedoso”. El seremi de Educación, Alejandro Traverso, dijo no tener detalles de esta escuela en particular, pero cuando la solución para la jornada completa pasa por demoler el edificio, se deben instalar establecimientos transitorios que se mantengan durante el año escolar. Eso sí, tienen que cumplir con requisitos mínimos de higiene y seguridad. “Espero recibir hoy (ayer) en la noche un informe más completo. En todo caso, había ocurrido antes que una escuela se instalara en una plaza, incluso en canchas de fútbol. Todo depende de si cumplen o no con los requisitos básicos. Por ejemplo, una vez nos pasó que en Pudahuel, la solución transitoria era tan buena, que se usó para distintas escuelas en distintas épocas. La Nación, 22 de marzo de 2007 Alternativas de desayunos, almuerzos y alimentos sanos para sus hijos COLACIONES SALUDABLES Carmen Eugenia Bravo Bebidas, papas fritas, dulces y otros productos ricos en grasas, azúcares, sal, aditivos y colorantes artificiales son parte de la mayoría de las colaciones de los escolares y ellas explican -en parte- por qué entre el 20% y 30% de los estudiantes chilenos presenta algún grado de sobrepeso, una cifra preocupante que pone de manifiesto la poca atención que existe sobre la nutrición de los pequeños. La Junji y Junaeb entregan a La Nación sus minutas ideales para desayunos, almuerzos y colaciones. Alimentación y salud mental: PESCADO AYUDARÍA A TRATAR LA DEPRESIÓN A los muchos beneficios de los ácidos grasos Omega 3, ahora se agrega la disminución de los síntomas de esta enfermedad, según las últimas investigaciones sobre el tema. Pamela Elgueda Los beneficios de los ácidos grasos omega 3 -que se encuentran en pescados como el atún y salmón y en algas- para el sistema cardiovascular son ampliamente reconocidos y validados. Tanto así que la Asociación Americana del Corazón recomienda consumos específicos de estos compuestos para quienes padecen enfermedades cardíacas. Sus bondades para tratar otras afecciones aún están en investigación y no dejan de causar polémica. Basta recordar la reacción provocada por una carta al director de "El Mercurio" en la que el doctor Fernando Orrego atribuía a una dieta rica en pescado los logros académicos de los niños de la Isla Huar (X Región). Uno de los efectos del omega 3 que está en pleno estudio y también debate es su influencia en la disminución de los síntomas de enfermedades psiquiátricas como la depresión. "Esta relación comenzó a estudiarse a partir de investigaciones poblacionales que mostraban que en regiones donde hay bajo consumo de pescado hay más prevalencia de depresión", explica el doctor Alexis Tapia, quien está a punto de terminar su tesis de doctorado en Nutrición, con un estudio acerca de depresión y omega 3 en pacientes de un consultorio de Puente Alto. Un tema relevante si se considera el estudio entregado por la Superintendencia de Salud, en el que el 42% de los entrevistados (beneficiarios de Fonasa e isapres) dijeron tener depresión de leve a severa. El doctor Tapia explica que el nexo entre omega 3 y depresión nace de la comprobación clara de que dos de sus componentes más importantes (los ácidos DHA y EPA) se encuentran con más frecuencia en el cerebro, y específicamente en las neuronas. La hipótesis es que cuando baja la presencia de esos ácidos grasos en las neuronas, aumenta la rigidez de las membranas de estas células, lo que disminuye la liberación de neurotransmisores, como la serotonina y la noradrenalina. Y eso redundaría en la aparición de síntomas depresivos. Bajo esta premisa, el doctor Tapia investiga si en pacientes con depresión moderada existe una baja presencia de omega 3, y si se logra un beneficio terapéutico al suplementarlos con este compuesto. "Los resultados de estudios como éste se deben interpretar con cuidado, porque son mediciones válidas para el tipo de pacientes en los que se investiga y no se puede extrapolar a la población en general", advierte. No generalizar Por eso, cree el doctor Tapia, es que aún no es posible hacer recomendaciones de consumo de suplementos de omega 3 para tratar enfermedades como la depresión u otras patologías psiquiátricas en las que se han investigado sus efectos: "Aún falta más investigación y evidencia para llegar a eso". Lo mismo debe ocurrir para asegurar un efecto benéfico de este compuesto en la capacidad intelectual: "Se ha visto en estudios que hacen seguimientos de niños, durante seis años, una leve preponderancia intelectual en aquellos que recibieron ácidos grasos en forma de suplemento respecto de los que no". Sin embargo, agrega, no se sabe qué pasa con esos niños unos años después, cuando se podría producir una equiparación de la capacidad intelectual entre ambos grupos. Y menos se sospecha qué sucede en la adultez. Embarazo y ácidos grasos "Se ha comprobado que la ingesta elevada de ácidos grasos durante la gestación mejora el desarrollo del sistema nervioso central y de la visión del feto", dice Carmen Gloria Parodi, bioquímica y magíster en Nutrición. Ella es parte del equipo de investigación del doctor Jaime Rozowski, de la Universidad Católica, que estudia los beneficios de suplementar con omega 3 a madres con diabetes gestacional (y una carencia de ácidos grasos), para aumentar la transferencia de este compuesto de madre a feto. Dato: 100 gramos de salmón aportan 1,8 gramo de omega 3. La misma cantidad de merluza tiene sólo 0,2 gramo de ese compuesto. Terra, 18 de marzo de 2007 PATOLOGÍA DUAL: CUANDO PROBLEMAS SIQUIÁTRICOS GENERAN ADICCIÓN La relación entre consumo de drogas, adicciones y enfermedades psiquiátricas es estrecha y sólo empeora el problema. El éxito del tratamiento de un problema siquiátrico depende del control de la adicción al alcohol y las drogas, que muchas veces interactúa con este trastorno. Es lo que se llama Patología dual, que lleva a la persona de la psicopatología a la adicción, o viceversa. "El consumo de sustancias en general vulnerabiliza la salud mental y puede hacer aparecer problemas que están latentes y se desencadenan con las drogas", explica el doctor Mariano Montenegro, experto en adicciones y jefe de la Unidad de Tratamiento y Rehabilitación de Conace. Problemas desencadenados por drogas El abuso de drogas, explica el doctor Montenegro, "puede producir problemas de psicosis tóxica que pueden generar una pérdida de juicio por drogas; así como provocar intoxicaciones y síndromes de abstinencia severos". Las drogas también pueden desencadenar otras enfermedades psiquiátricas como consecuencia del uso. "Aumenta la probabilidad de que se desencadenen cuadros esquizofrénicos en las personas que tienen una predisposición para esa enfermedad", explica. Finalmente, la droga en exceso "aumenta los problemas afectivos como la depresión; se pueden gatillar enfermedades bipolares que sin uso podrían no haberse gatillado; así como crisis de pánico y algunas fobias". Aumento del consumo También se da la relación inversa. "Se ha asociado al consumo de drogas los diferentes tipos de trastornos de personalidad y muchas veces las enfermedades bipolares, ya que se trata de personas que consumen más drogas que quienes no padecen estas enfermedades". Sus efectos en estos casos, son más complejos. "Estas patologías podrían aumentar el consumo de sustancias, y con peores consecuencias, ya que agravan la patología de base", explica el doctor. Enfermedades asociadas al uso de drogas: Psicosis tóxica: Psicosis causada por substancias tóxicas producidas por el cuerpo o introducidas en la forma de químicos o drogas. Se presentan alteraciones profundas de la realidad, desorganización de la personalidad, alteraciones del juicio crítico, ideas y construcciones delirantes y, frecuentemente, alucinaciones. Esquizofrenia: Se caracteriza por una disgregación del pensamiento, despersonalización, delirios, alucinaciones y autismo. El consumo de drogas como la marihuana, el LSD o la mezcalina pueden causar psicosis tóxica con modelo esquizofrénico. Trastorno bipolar (o maníaco-depresivo): Trastorno del estado del ánimo, que cuenta con períodos de depresión repetitivos alternadas con temporadas de gran euforia. En algunos casos la euforia es tal que pueden llegar a cometer acciones que en un estado de conciencia normal no harían, como consumir drogas. Trastorno Limítrofe de Personalidad: Condición caracterizada por acciones impulsivas, inestabilidad en el estado de ánimo y relaciones interpersonales caóticas. Una de sus complicaciones es el abuso de drogas. Crisis de pánico: Es un tipo de neurosis de angustia. Debido que las personas que sufren esta enfermedad no la reconocen en sus primeras etapas, es muy fácil que para mitigar su angustia caigan en la dependencia de fármacos o alcohol. Depresión: El abuso del alcohol y la depresión tienen lugar simultáneamente. En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y después de una exposición prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios que produce el alcohol y se vuelve dependiente de él.