RESUMEN Una persona promovió un juicio de amparo combatiendo el auto de formal prisión dictado por un juez penal en una causa seguida en su contra por el delito de robo de vehículos. En la sentencia se concedió el amparo al quejoso, ya que del análisis de las constancias se advirtió que el inculpado había sido “arraigado”, es decir, detenido en un centro de arraigo a disposición del Ministerio Público; durante el periodo del arraigo se obtuvieron pruebas (reconocimiento de los denunciantes) que sirvieron de base para emitir el auto de formal prisión. Los fundamentos para conceder el amparo solicitado fueron los siguientes: 1) El arraigo está contemplado en la Constitución Política de los Estados Unidos (en lo subsecuente la CPEUM); sin embargo, la Norma Suprema estipula que el legislador ordinario deberá regular su instrumentación. En ese sentido, la CPEUM no autoriza la detención en centros de arraigo, sino que el Congreso, al legislar, podría implementar tal medida mediante varias alternativas, como serían la colocación de brazaletes geolocalizadores, la orden judicial de no salir de una ciudad o lugar, el retiro de pasaporte, etcétera. Por otra parte se interpreta que la CPEUM prevé la figura del arraigo domiciliario, lo cual debe entenderse como la restricción deambulatoria de una persona al ámbito espacial de su domicilio, no del domicilio que el Estado o el Ministerio Pública elija, como sucede en México. 2) La detención en centros de arraigo viola la obligación de poner a disposición de la autoridad judicial de manera inmediata a una persona detenida por un delito. La CPEUM autoriza al Ministerio Público detener a una persona por parte del Ministerio Público por 48 horas (excepcionalmente por 96 horas), antes de presentarlos ante el juez correspondiente. Con la figura del arraigo una persona puede estar detenido por el Ministerio Público hasta ochenta días. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que la detención por autoridad administrativa (no judicial) por cinco días excede el plazo razonable de detención. 3) El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha señalado que las personas detenidas en virtud del arraigo corren el peligro de ser sometidas a malos tratos. La relatora especial sobre la independencia de los magistrados y abogados de la ONU expresó que el arraigo es incompatible con el principio de presunción de inocencia y con el derecho de libertad personal; que el arraigo es el resultado del mal funcionamiento del sistema de investigación y procuración de justicia, además de que propicia violaciones a otros derechos humanos. Por todo lo anterior, el juzgado concluyó que “la detención en centros de arraigo fomenta la tortura y los peores vicios imaginables durante la instrucción de averiguaciones previas”.