el comportamiento económico mexicano

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EL COMPORTAMIENTO ECONÓMICO MEXICANO
Reidar Jensen Castañeda ∗
I
INTRODUCCIÓN
El propósito de este artículo es llevar a la reflexión, a través de los fundamentos proporcionados
por el cuerpo de conocimientos aportado por la Economía y la práctica obtenida por la vivencia,
diversos aspectos del comportamiento de los entes económicos; enmarcado en temas tanto individuales como organizacionales, de nuestro País y del extranjero. La temática abordada, si bien es
cierto que hace referencia a las dimensiones geográficas e históricas, es producto de situaciones
espacio-temporales dadas en el inicio de este nuevo siglo y son referidas al conjunto de Ciencias
que tienen su haber en la conducta económica mexicana.
Este trabajo se encuentra dividido en cuatro apartados. En el primero de ellos, denominado
“El individuo”, reflexionamos acerca de algunos aspectos que se refieren a la conducta económica
individual del mexicano, en este apartado abordamos el tema del desempleo, de la cultura de la
pobreza, de la falta de solidaridad y del comportamiento de los nuevos ricos. En el segundo, denominado “El empresario”, reflexionamos acerca de algunos aspectos que se refieren a la
conducta económica del empresario mexicano, en este apartado abordamos el tema de la
fisonomía del comercio veracruzano, de los empresarios apátridas y de las utilidades malsanas. En
el tercero, denominado “El sector público y social”, reflexionamos acerca de algunos aspectos que
se refieren a la conducta económica del sector público, en este apartado abordamos el tema de las
sumas y las restas y de la educación universitaria en Veracruz. Por último, en el cuarto,
denominado “El exterior”, reflexionamos acerca de algunos aspectos que se refieren a la conducta
económica de nuestros nacionales en relación al extranjero, en este apartado abordamos el tema
de el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, el de una moneda única para Norteamérica
y, finalmente, del fenómeno que coloquialmente los mexicanos hemos llamado la venganza de
Moctezuma.
II EL INDIVIDUO
II.1 El desempleo
Es un hecho innegable que la mayor parte de los habitantes del mundo viven del salario producto
de un empleo. Una mínima parte de los habitantes de la tierra son empresarios, es decir, propietarios o administradores de medios de producción, por lo que la mayoría, lo que vende, es su fuerza
de trabajo, física o intelectual a quien le pague por emplearla.
Tomando en cuenta lo antes dicho, es lógico que las estructuras sociales de una comunidad se debiliten cuando existe un problema de desempleo. Aunque en este análisis debemos observar dos elementos:
Primero, partiendo del hecho de que estar desempleado puede ser porque a) no hay trabajo, b) no me gusta el trabajo que hay o c) no quiero autoemplearme; podemos decir que desde el
principio de la humanidad y en todas las comunidades, el ser humano ha conocido el fenómeno del
desempleo. Respecto al hecho de que “no hay trabajo”, efectivamente cada vez son más las personas que buscan un puesto de trabajo y los sectores productivos no generan los puestos con la
misma velocidad, lo cual es un hecho por demás real y cada vez más grave en la mayor parte de
América Latina, África, Asia (exceptuando obviamente a Japón y Corea del Sur) y Oceanía (con las
excepciones de Australia y Nueva Zelandia). Respecto al hecho de que “no me gusta el trabajo
que hay”, esta es también una fuerte causa de desempleo, sobre todo si tomamos en consideración que las expectativas de quienes egresan de una formación académica quieren encontrar un
empleo en donde practiquen justamente lo que estudiaron, para no caer en lo que se llama sub∗
Investigador del I.I.E.S.C.A.
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
empleo, es decir, abogados taxistas, pedagogos vendedores de casa en casa, economistas cajeros, etc. Aunque también este es un fenómeno conocido en todo el mundo; hemos tenido la oportunidad de observar de cerca el caso de algunos países que tienen un sistema de seguro de desempleo como lo son Noruega, Suecia y Dinamarca. A un escandinavo que no le satisfaga lo que le
ofrecen como puesto de trabajo porque “no va con su personalidad” o simplemente porque no tenga un espíritu de mucho trabajo, le va a convenir más estar desempleado y recibir el seguro mencionado, por el tiempo que dure. Sistemas como el de los países escandinavos los podemos encontrar también en Estados Unidos, Canadá, Alemania y, en menor medida en Francia e Inglaterra. El hecho de que ocurra en muchos lados, obviamente que no es consuelo ni mucho menos
solución, sin embargo, todos conocemos a varios licenciados en “X” cosa que están esperando la
oportunidad dorada del puesto deseado y mientras, pasan y pasan los años y nunca los vemos
trabajando temporalmente en otra cosa. El hecho de “no quiero autoemplearme” radica en que
puede ser que algunas personas no se crean capaces de poseer un negocio propio, por modesto
que sea, y que siempre estén esperando un puesto, el autoempleo significa justamente ser yo
mismo patrón y empleado. Sin embargo, es una realidad que, de manera general, es mucho más
fácil ser empleado que empresario, ya sea porque las condiciones sociales así lo provocan o también porque es más cómodo trabajar ocho horas diarias, teniendo seguro médico, vacaciones,
fines de semana libres y salario quincenal, aunque sea modesto pero seguro, a tener que velar
constantemente por la marcha de un negocio y por el trabajo de otros.
Segundo: el desempleo es un problema que atañe a 3 sectores: el Gubernamental (Gobierno Federal, Estatal y Municipal), el productivo (los empresarios) y la sociedad en general. El
hecho de querer ver este problema como de exclusiva competencia del Gobierno es cerrar los ojos
ante una realidad que nos responsabiliza a todos. El desempleo es responsabilidad del Gobierno
en el sentido de que en las esferas gubernamentales deben existir mecanismos de planeación
económica que permitan diagnosticar la situación de la oferta y demanda de empleos, así como los
mecanismos para facilitar y procurar la creación de puestos de trabajo1. El desempleo es también
responsabilidad de los empresarios en el sentido de que uno de los recursos más castigados en
las empresas en épocas de crisis es el recurso humano, ya que lo primero que hace una empresa
para “sanear” sus finanzas es despedir gente; en vez de poner en marcha mecanismos que le
permitan hacer ahorros en recursos materiales o en gastos (energía, rentas, insumos, etc.) en lo
que inmediatamente se piensa es en despedir gente. El empresario debe estar consciente que en
términos globales mientras más desempleados haya menos consumidores de los productos de las
empresas va a haber. Claro que desde una perspectiva egoísta y muy personal la empresa que se
dedica a producir y/o vender zapatos dirá “A mí que me importa la empresa restaurantera, yo tengo
que despedir gente y ya”, la empresa restaurantera dirá “A mi que me importa la empresa dedicada
a producir y/o vender libros, yo necesito despedir gente y ya”, la empresa dedicada a los espectáculos dirá “A mi que me importa la empresa dedicada a los zapatos, yo me veo obligado a despedir
gente y ya”, pero en términos globales resulta que el empleado que despidió la empresa de espectáculos ya no va a poder comprar ni libros ni zapatos y no va a poder ir al restaurante a consumir,
el empleado despedido por la librería ya no va a poder ir al cine ni al restaurante ni va a poder
comprar zapatos, el empleado despedido por el restaurante ya no va a poder ir al cine ni comprar
ni libros ni zapatos, el empleado despedido por la zapatería ya no va a poder ir al cine ni al restaurante ni va a poder comprar libros. Y si siguiéramos así no terminaríamos nunca con el ejemplo. Lo
que queremos expresar es que todo el sector productivo está conectado de tal forma, dado que es
un sistema, que las decisiones tomadas por uno afecta directa o indirectamente a los demás. En
algunos países para eso sirven las cámaras industriales y comerciales, para ponerse de acuerdo
en políticas generales que afectan a todos los empresarios que son miembros, de tal forma que se
han llegado a acuerdos tales como el que en vez de despedir gente, mejor se reduce la jornada de
trabajo y los empleados acceden a ganar un poco menos con tal de que todos conserven sus
puestos de trabajo. Aquí en México hemos visto casos muy aislados de esto y siempre en transnacionales. Si el sector empresarial comprendiera que los empleados son a la vez consumidores de
bienes y servicios trataría, en términos globales, repetimos, de conservarles sus fuentes de trabajo
e incluso de ofrecer más empleo a la población, pero obviamente en programas conjuntos, no de
1
Plan Nacional de Desarrollo 1994-2000, pp. 456-471.
manera aislada. Es cierto que la acelerada mecanización, sistematización y computarización de
muchos procesos empresariales ha hecho innecesaria la labor de varias manos, sin embargo, esto, en nuestro país no está tan generalizado. Las cámaras podrían llegar a acuerdos entre empresarios, no necesariamente altruistas, porque no son instituciones de beneficencia, sino, prácticos
con la conciencia de que les conviene, como sistema productivo de una sociedad, tratar de facilitar
que la gente conserve sus empleos.
El desempleo es también responsabilidad de la sociedad en general en el sentido de que,
por así decirlo, la población que trabaja está manteniendo con sus impuestos a la que no trabaja.
No vivimos en un país en el cual uno casi no pueda caminar de tanta gente tirada en las calles sin
hogar, enfermos y muriéndose de hambre (como sí pasa en varios lugares de América Latina, África y Asia, recordemos Puerto Príncipe, Calcuta o Alejandría), pero ¿por qué no los hay? Porque
nosotros nos hacemos cargo de ellos, sí, nosotros, es decir, la población que sí tiene un empleo a
través de las Instancias ya sea Privadas o Gubernamentales ¿por qué? Porque es con nuestras
donaciones y nuestros impuestos que se realizan esas actividades de proporcionar leche barata,
servicios médicos casi gratuitos (en los Centros de Salud por un pago simbólico una mujer puede
tener a su hijo, por ejemplo), materiales para la construcción, tomas de agua (sin medidor), etc. Por
lo tanto nos concierne grandemente, a los que sí tenemos un empleo, el hecho de que algunos no
lo tengan y por lo tanto debemos hacer esfuerzos también para tratar de aminorar ese problema.
Como vemos, el problema es de todos y la solución la debemos procurar todos, recordemos que no hay participante más activo que el indiferente.
II.2 El síndrome de Pepe “el toro”
La cultura mexicana se ha caracterizado los últimos doscientos años por enseñarnos que la pobreza, después de todo, es mejor que la riqueza, ya que los pobres son gente buena y los ricos son
gente mala. Algo de la literatura mexicana, pero sobre todo las películas, sobre todo de las primeras seis décadas de cine mexicano, nos hablan de que la gente pobre, a pesar de sus carencias,
es gente con valores, con sentimientos elevados, con una gran conciencia acerca de la familia y el
cuidado de niños, ancianos y animales; los ricos, por el contrario, son gente que, a pesar de su
opulencia, es gente sin valores, con bajos sentimientos, sin conciencia; los ricos, en las películas
mexicanas, pero sobre todo en aquella serie protagonizada por Pedro Infante, Blanca Estela Pavón, Chachita y el Pichi: Nosotros los Pobres, Ustedes los Ricos y Pepe el Toro2, son gente tan
mala que al espectador le llega inmediatamente el mensaje de que “más vale ser pobre, pero bueno”. Paradójicamente gracias a esta influencia cultural que no es más que la del de abajo, del vencido, del que ya no tiene que perder, el mexicano presume de ser pobre, es casi un orgullo decir
como la India María “pobre pero honrada”. La pobreza es entonces rodeada de un aura de santidad, ¿quién va a querer ser rico, si los ricos son malos? o ¡Detrás de una gran fortuna siempre hay
un gran crimen!
Obviamente que esta aculturación de la pobreza no es ajena a intereses que seguramente
van más allá de nuestras fronteras. Recordamos a alguna ama de casa, bien educada y bastante
católica decir que no mandaba a su sirvienta a la escuela pues después de que estudian se van de
la casa a buscar otro trabajo mejor y se queda sin “muchacha”. La naturaleza es, por esencia, dual,
hay positivo y negativo, hombre y mujer, día y noche, conquistadores y conquistados, capitalistas
hegemónicos y capitalistas satélites, hubo soviet supremo y proletarios, pobreza y riqueza. El desarrollo económico es una moneda con dos caras, de una parte tenemos a los países desarrollados y por la otra a los subdesarrollados, sin unos no pueden existir los otros, de tal manera que no
es nada extraño que esta cultura de la pobreza haya sido de una u otra forma planeada en las
grandes esferas económicas del mundo y desde hace varios siglos, apoyada por los nacionales
apátridas que además de padecer de los mismos complejos de sus compatriotas, les convenía
mantener un estado de cosas que apoyara a las grandes potencias. Y no sólo hablamos de gente
dentro de la política de aquella época sino también de artistas (el cine es un arte), comunicadores,
maestros, sacerdotes, etc. El submensaje que dirigió el destino económico de México durante tantas décadas fue: “dejen que los países ricos se pudran con sus cochinos millones (de dólares),
tarde o temprano caerán”.
2
Paco Ignacio Taibo II: Historia del cine mexicano, (México: Cineteca Nacional, 1987), p. 84.
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
Lo grave de este asunto es que quedó tan enraizada la conciencia de que es mejor ser pobre que ha pasado de generación en generación. En nuestro País es común escuchar comentarios
como el de “lo hizo todo por el cochino dinero”. Así es, aquí se nos enseña que el dinero es sucio,
que no vale la pena hacer muchas cosas sólo por dinero; a nivel empresarial no hay peor pregunta
para un mexicano cuando lo están entrevistando para un puesto en una empresa que la siguiente
¿cuánto quiere ganar?, en estos momentos surge del inconsciente toda la carga cultural diciéndole
al entrevistado que no debe pedir mucho, que ¡qué van a pensar si pide demasiado!, que el dinero
es cochino, que no debe uno trabajar por dinero, etc. y entonces demandará una cantidad bastante
menor a la justa o deseada. Esta concepción de que el dinero es sucio y que por lo tanto no hay
que procurar tenerlo sería impensable en un país capitalista hegemónico (preferimos este término
al de desarrollado o industrializado), los habitantes de estos países (Canadá, Estados Unidos,
Europa Occidental, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea) sí quieren tener dinero y procuran
todo por tenerlo, sin complejos de culpa ni malsanos prejuicios (tal vez eso les haya hecho también
acaparar medallas en las pasadas Olimpiadas de Sydney 2000). En estos países, contrariamente
al nuestro, existe una cultura de la riqueza, en la cual el hecho de querer tener dinero es bien visto,
el hecho de demandar bastante por trabajar es positivo y muestra de la autoestima, el poseer objetos y dinero es una ambición natural, además alentada por el Gobierno, los sistemas educativos y
la religión. Es común escuchar a un pastor protestante en estos países decir que “Dios no quiere
que padezcamos penurias” o a un sacerdote decir “Dios quiere que seamos pobres pero de espíritu, es decir, humildes, no pobres económicamente hablando”. Desgraciadamente esto, que pareciera ser no tan importante, entra dentro de lo que llamamos programación de la mente. Si a una
persona desde chico se le dice que ser rico es malo, que no debe ambicionar mucho, que Dios
quiere que seamos pobres, que los pobres son buenos y se van al cielo, etc. es por demás lógico
que ese niño cuando crezca no va a querer ser rico, sino irla pasando con un sueldito, y serán
otros los ganones en la sociedad en la que él viva, y estos ganones estarán siempre asociados con
la posesión de medios de producción y con el capital o los intereses de los países hegemónicos.
Esta situación de países cuya cultura favorece la riqueza material y países que favorecen
la pobreza material3 podemos observarla a niveles macroeconómicos en la llamada Balanza de
Pagos o Balanza Comercial, definida como la diferencia que existe en un País entre sus importaciones y sus exportaciones en un período dado, en moneda de curso corriente y a valor actual. Si
partimos del hecho de que una parte importante de la riqueza de un País está en las exportaciones
que realiza y que una Balanza de Pagos o Comercial positiva va a definir en gran medida la disposición presupuestal de éste, entonces vemos que jamás podrán tener todos los países al mismo
tiempo Balanzas Comerciales de la misma magnitud, porque eso significaría cero dólares en el
resultado de la comparación, y países con cero dólares en la Balanza de Pagos significa nada de
ganancia en el intercambio comercial, y como es lógico, los Países hegemónicos (como cualquier
otro) necesitan Balanzas de Pagos positivas, esto quiere decir que dado que la competencia entre
ellos es bastante equitativa, entonces buscarán por todos los medios tener intercambios que arrojen un saldo positivo a sus propias Balanzas de Pagos con Países menos desarrollados y ¡que
mejor! que con los Países que padecen del “Síndrome de Pepe el Toro” donde se ha promovido y
aceptado una Cultura de la Pobreza. Así que si Estados Unidos, Inglaterra o Francia tienen balanzas equitativas entre ellos procurarán realizar los intercambios comerciales con países de Latinoamérica, África o Asia los cuales van a importar una mucho mayor cantidad de productos europeos y americanos que las materias primas que exportan. Como podemos ver la Cultura de la Pobreza tiene bases más profundas que las que podemos vislumbrar y beneficia grandemente a dos
de las fuerzas que detentarán siempre el poder: los intereses económicos de los países hegemónicos y los propietarios de los bienes de capital o medios de producción de los países satélites.
II.3 Los cangrejos mexicanos
Venía un pescador caminando vendiendo cangrejos en dos diferentes canastas y gritaba ¡cangrejos europeos y cangrejos mexicanos, lleven sus cangrejoooooooos!, sin embargo las dos canastas
venían en condiciones diferentes: una de ellas venía bien tapada con una cubierta de mimbre,
mientras que la otra venía destapada, de manera que la gente podía ver los cangrejos a simple
3
Alvin Toffler: El cambio del poder, (Barcelona: Plaza y Janes Editores, S.A., 1996), p. 14.
vista. En esas estaba el vendedor cuando se le acercó un comprador curioso y le preguntó el porqué de la diferencia en el transporte de los cangrejos, a lo que el pescador respondió lo siguiente:
en la canasta tapada traigo cangrejos europeos y tengo que traer la canasta bien tapada porque
los canijos se organizan y los de abajo empiezan a empujar a los de arriba para que puedan subir ,
ya estando en el borde, los de arriba estiran las patas para ayudar a subir a los que se quedaron
abajo, y la mera verdad es que cuando te das cuenta ya no hay cangrejos en la canasta porque
todos se ayudaron para escapar; mientras que en la otra canasta, la que traigo destapada, ahí
traigo cangrejos mexicanos, esos no hay que taparlos porque no se escapan, dado que cuando
alguno de ellos empieza a subir por las paredes para alcanzar la cima y poder salirse, los demás lo
jalan de las patas para que resbale y no salga, de tal manera que no hay problema en que se escapen, como cada vez que alguno quiere salirse sus mismos compañeros lo detienen, entonces
puedo traer la canasta sin tapa.
Desgraciadamente lo que expresa el Cuento antes referido es una realidad en nuestro País. Muchísimas personas con las que platicamos nos han comentado de experiencias similares.
Cuando alguna persona trata de destacar, por la buena, dentro de su trabajo, empresa, familia,
barrio, etc. es triste ver como los demás (que no pueden o no quieren destacar) empiezan una
labor o de ataque o de desaliento hacia el que se ha atrevido a querer sobresalir.
En 1979, en el seminario de Política Pública en la Universidad de París X-Nanterre, en la
cual realizamos el Doctorado en Sociología, nuestros maestros explicaban un fenómeno que al
parecer se da en todo el mundo y que en Francia se conoce con el nombre de Effet Formation
(Efecto Formación), bastante estudiado por la Escuela de Altos Estudios de Versalles y el cual
trata sobre la siguiente situación: cuando un trabajador toma cursos de formación continua, de
especialización o posgrado, cualquier curso que le haga obtener conocimientos, habilidades y actitudes que lo harán diferente al resto de sus compañeros (dado que cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje para ser eficiente debe provocar diferencias entre el estado en que entra y el estado en que sale de la formación un individuo), esta diferencia aunque sea para mejorar sus procesos de trabajo o la forma de comunicarse con el resto del personal, siempre va a causar un rechazo de parte de los que no participaron en ese proceso de formación. Estas diferencias obviamente
crean malestar en el formado y perjudica las relaciones humanas en la empresa. Los orígenes de
esta situación, nos dicen los Psicólogos Sociales, es el rechazo a todo lo diferente, la envidia y la
incomprensión. Sin embargo, un jefe inteligente pone en marcha los mecanismos necesarios para
disminuir y anular este Efecto Formación y que la oficina y la organización se vean beneficiadas,
así como los procesos de trabajo e incluso el resto del personal. Tomando en consideración estos
efectos negativos de la formación así como los avances teórico-prácticos y las experiencias organizacionales que existen para disminuir sus efectos negativos, los Europeos, Japoneses y Norteamericanos, han hecho algo al respecto.
Estos avances en disminuir el Efecto Formación no han tenido eco en nuestro País. Desgraciadamente entre nosotros es la envidia el componente más fuerte para que a la persona que
empieza a diferenciarse y ascender ya sea social, económica, laboral, física o intelectualmente, los
demás, sus supuestos compañeros o coterráneos le “jalen las patas” como a los cangrejos del
Cuento para que “se sitúe”, es decir empiezan a moverse mecanismos, por cierto incomprensibles
en un País que quiere salir adelante, que provocan ataques, rechazos, vilipendios y hasta agresiones físicas y verbales para “poner en su lugar” a esos presumidos y arrogantes (según ellos) que
se creen “la gran cosa”. La envidia motivada por los complejos de inferioridad, tal vez producto de
una conquista que lleva ya quinientos años, ha hecho que las personas formadas opten por dos
situaciones: la primera de ellas que tiene un efecto negativo en la eficiencia de la organización, en
la personalidad del sujeto formado y en las relaciones humanas, es que el formado se repliega, ya
no trata de brillar como debiera, ya no afrenta a sus compañeros y se conforma con guardarse sus
nuevas adquisiciones para otra ocasión; la segunda es que definitivamente emigre hacia grupos de
población con menos complejos de inferioridad, es decir, a las empresas transnacionales o hacia el
extranjero, con la consecuente pérdida de cerebros de las organizaciones mexicanas.
Cuando algún Jefe inteligente se da cuenta que el “Efecto del Cangrejo Mexicano” puede
perjudicar a la organización, trata de resolverlo lo mejor que puede, pero esos casos, desgraciadamente, no abundan. Generalmente, los Jefes están tan acomplejados como sus subordinados y
caen también en el juego, limitando las actividades del recién Formado, excluyéndolo de la toma
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
de decisiones importantes, para darle gusto a sus subordinados con los cuales se identifica. Esta
situación la sufrimos los mexicanos tanto en el Sector Público como en el Privado, sin embargo es
en el primero donde se da con más frecuencia. Nosotros, como estudiosos de la conducta económica lo hemos podido observar en la Universidad Veracruzana, en las Universidades Privadas de
nuestra Región, en las Oficinas de Gobierno y en algunos sectores empresariales o estudiantiles.
La situación es particularmente grave en el seno de las universidades, porque ahí se forma
gente. Si el personal de un Instituto o Facultad es mayormente gente con cierto grado de apatía,
con pocas ganas de sobresalir, con muchos años de ser lectores de libros en español, con varias
décadas de conservadurismo intelectual, para quienes no es importante el manejar otros idiomas
(principalmente Inglés y Francés), la cultura multidisciplinaria (principalmente la Geografía y la
Historia) y la computación (principalmente las nuevas tecnologías y la Internet), es lógico que el
“Efecto del cangrejo mexicano” se dé en su máxima expresión. Y, si aunado a esto, algunos Jefes
comparten estas “cualidades”, las propias universidades y los alumnos salen perdiendo, porque los
académicos rechazados buscarán entonces otros espacios de desarrollo donde exista menos envidia y complejos de inferioridad.
II.4 Los nuevos ricos
Un nuevo rico es aquella persona que ha obtenido su riqueza después de cierta edad y además de
manera rápida. Dentro de estos especímenes podemos encontrar a los que se sacan la lotería, se
casan con alguien de dinero, obtienen un puestazo o, simplemente, después de vivir una vida de
cierta pobreza llegan a encontrar un negocio que les deja mucha ganancia.
El nuevo rico es fácilmente identificable, si conocemos a alguien que tiene las siguientes
características (salvo excepciones) podemos estar seguros que estamos frente a un nuevo rico.
Los nuevos ricos:
1) Hacen compras ostentosas, casi nunca de buen gusto.
2) Se inventan un pasado glorioso, casi siempre; al hablar de su pasado, comentan como después de pertenecer a una familia adinerada, vinieron “a menos” por alguna catástrofe o un mal
negocio, hasta que ellos pudieron recuperarse.
3) Substituyen las fotos de la familia por pinturas de los miembros de la misma, obviamente
hechas recientemente.
4) Nunca compran simplemente carros sino carrazos, camionetotas climatizadas o coches deportivos.
5) Se inscriben en los clubes de moda, donde empiezan a aprender deportes “de la alta” como
tenis y golf.
6) Sólo hablan Español pero con resabios de su “vergonzoso” pasado, es decir, dirán tal vez “diferencía” y “financía” en lugar de diferencia y financia; “”trajistes” en vez de trajiste, etc.
7) Viajarán mucho, pero a lugares de moda y a su regreso siempre comentarán de las compras
que hicieron y de las tiendas que visitaron; para nada tocarán los temas académicos, históricos
o geográficos.
8) Tienen bastante servidumbre: sirvientas, cocinera, chofer, jardinero, etc. a los cuales tratan con
cierto desdén y les pagan poco; pero cuando están pasados de copas los abrazan y les dicen
que son como sus hermanos.
9) Dicen tener parientes consanguíneos en España.
10) Casi siempre estudiaron con mucho sacrificio personal o familiar.
11) Casi nunca fueron buenos estudiantes.
12) Algunos hablan mucho, sobre todo con copas, de cómo fueron ascendiendo dificultosamente
desde boleros hasta Altos Funcionarios; otros, al contrario, hablan mucho, sobre todo con copas, de como fueron ascendiendo fácilmente gracias a su ingenio sin paralelo.
13) Sus hijos estudian en las mejores escuelas privadas “para codearse”.
14) Les encanta salir en los periódicos.
15) Usan relojes de oro y joyas caras, casi siempre vulgares.
16) Contratan a un decorador para cualquier modificación de la casa.
17) No comen chile, ni tortillas, ni frijoles (en público).
18) Toman vinos y licores caros, aunque siempre mal combinados.
19) Van a los conciertos, sin revisar primero el programa, y casi siempre se duermen a la mitad
del mismo.
20) Confunden la música clásica con la simplemente instrumental.
21) Siempre encontraremos en sus casas algunos (o todos) de los siguientes elementos: una estatuilla, dibujo y/o pintura de Cervantes y/o del Quijote, licoreras de cristal cortado sin usar, libros y enciclopedias grandes y coloridos sin abrir, una pipa, teléfonos imitación de los usados
a principios del Siglo XX (a veces con la etiqueta de la tienda todavía pegada), un perro de raza fina, alfombras y/o tapices que no hacen juego, encajes plásticos, etc.
22) Sus casas son de estilo Normando, es decir, con techos de dos o tres aguas, puntiagudos,
aptos para no dejar acumular la nieve en ellos (en Europa), siendo que viven en ciudades cuya
temperatura llega hasta los 40 grados centígrados en verano.
23) Compran un órgano (jamás un piano) y toman clases particulares de este instrumento para
tocar melodías de fácil aprendizaje, generalmente Agustín Lara, Consuelo Velázquez o temas
de películas para “apantallar” a sus invitados.
24) Tienen piscina, pero jamás la usan.
25) No saben tomar.
26) Van a misa y comulgan.
27) Nunca enseñan fotos de la mamá con trenzas y el papá con sombrero de paja.
28) Maleducan a los hijos.
Los nuevos ricos son un tesoro para los empresarios que utilizan la Mercadotecnia porque
son extremadamente manipulables4; como tienen un gran poder adquisitivo y poco conocimiento
de las buenas cosas, compran de todo lo que esté bañado de “exclusividad”, “refinamiento”, “alcurnia”, “moda”, “vanguardia”, “clasicismo”, etc. Por este motivo el nuevo rico ha sido objeto de gran
atención por parte de productores y comerciantes, pero de bienes y servicios especiales para los
nuevos ricos. Un verdadero rico, es decir, alguien cuya familia ha sido adinerada por generaciones
jamás comprará un mueble de sala cubierto con hoja de oro, ni tampoco una estatua griega (imitación obviamente) para ponerla cerca de la piscina. El nuevo rico es un segmento bastante jugoso
cuando se le manipula convenientemente a través de los medios masivos de comunicación.
Todas las sociedades tienen nuevos ricos y podríamos decir que abundan más fuera de
Europa, en los países conquistados culturalmente. El ejemplo más claro de nuevos ricos no está
en México sino en Estados Unidos, porque allá, aunque dos o tres generaciones hayan sido adineradas, el Norteamericano siempre querrá parecer europeo, y como a estas alturas tienen más dinero que los mismos europeos, entonces comprarán todos los bienes y servicios “abolengables” y
“europeizables” que se les presenten. Salvo la parte Noreste de los Estados Unidos, es decir, la
parte vieja del País, todo el resto es una cultura de nuevos ricos. Es risible observar las posesiones
de los nuevos ricos texanos o de Arizona con castillitos europeos traídos a pedazos del viejo continente. También los caribeños que antes eran Franceses, son un mercado jugoso para los empresarios galos, los nuevos ricos polinesios para los empresarios Holandeses, etc. Obviamente que el
prototipo a imitar por el nuevo rico mexicano es el español y/o el francés, dado que España y Francia están relacionados con nuestra conquista.
III EL EMPRESARIO
III.1
La fisonomía del comercio veracruzano
Es innegable que las células de la actividad económica de una ciudad, es decir, las empresas o
negocios, determinan más que nada la fisonomía de la misma, y dentro de éstas son los comercios
y servicios los que se convierten en líderes de la definición física y social5. Desde el punto de vista
4
5
Philip Kottler, Administración de mercadotecnia, (México: Mc Graw-Hill, 1970), p. 76.
Brigitte Desaigues et Jean-Claude Toutain, Gérer le Environnement, (París: Ed. Economica, 1978), p. 221.
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
sociológico es fácil determinar el estilo de vida económica de una comunidad a través de la observación de sus comercios. Si, por ejemplo, nosotros nos encontramos en una calle plena de pequeños comercios, restaurantes que ocupan el mínimo espacio, bancos tan chicos que la atención al
público es bastante personalizada, pequeñas boutiques, panaderías, etc. Sería fácil concluir que
nos encontramos en una ciudad en la cual el contacto entre propietario o administrador de negocio
y clientela, es estrecho y los conceptos de “mi tienda”, “mi marchante” y demás expresiones posesivas son cotidianas. Por el contrario si nos encontramos en una ciudad en la cual para comprar
algún producto por sencillo que sea nos dirigimos a una tienda del tamaño de una manzana con
tres o cuatro pisos y estacionamiento para trescientos autos, si cuando vamos al banco tenemos
que sacar una ficha cuyo número casi siempre está quinientas cifras delante de la que aparece en
el tablero electrónico o nos tenemos que formar en la calle usualmente ruidosa y con temperaturas
“tan agradables” que fluctúan entre diez y cuarenta grados centígrados, para que al llegar a alguna
de las quince cajas nos atienda el Sr. o la Srita. “X” a quien seguramente dejaron fuera de los cursos de capacitación de la empresa y nos trate fría, indiferente, y a veces, despóticamente; si cuando vamos al restaurante nos toca la mesa número veinticinco y después de una corta espera de, al
menos, una hora nos atiende un mesero al que jamás habíamos visto (a pesar de ir frecuentemente a ese lugar) al cual necesitamos llamar cada vez que se termina un plato, entonces estamos en
una ciudad donde el contrato psicológico entre el cliente y la empresa se ha perdido. En estos casos la “lealtad” del consumidor no es hacia la empresa sino al bien o servicio que puede conseguir,
con el resultado de que cualquier negocio que lo mejore hará que el cliente emigre hacia él.
Países como el nuestro tienen la gran ventaja de poder decidir, de las diversas influencias
en cuanto al desarrollo de negocios se tiene, cuál es la que mejor se adapta a las condiciones de
vida de los mexicanos y a algo que es importantísimo: a nuestra idiosincrasia. Por otra parte tenemos la gran desventaja de que estamos sujetos a la influencia del más fuerte. Las políticas de protección al pequeño comercio que han establecido los gobiernos europeos han tenido como resultado que en ciudades grandes e importantes como París, Londres, Amsterdam, Estocolmo, Oslo,
etc. nos encontremos con infinidad de negocitos en los cuales hace uno sus compras y el trato es
tremendamente personalizado, de tal manera que los habitantes de estas grandes ciudades cuentan con un contrato psicológico de pertenencia que los hace disfrutar de “su” carnicería, “su” frutería, “su” panadería, “su” restaurante, “su” banco, etc. Es bastante agradable vivir en una gran ciudad con todas las facilidades que ello conlleva y sin embargo tener una relación provinciana con
los negocios. Obviamente que en las grandes ciudades antes mencionadas existen también megacomercios, pero o son muy escasos o están colocados en las afueras de la ciudad. Por el contrario, en los Estados Unidos son comunes las grandes superficies en donde, para empezar, tienes
que ir en automóvil (el transporte público urbano es tremendamente deficiente y escaso comparado con el que hay en las ciudades europeas), comprar en maxipaquetes los productos que desees,
y cuando de ir al banco se trata ahí están las oficinas de casi una manzana de extensión. Las ciudades latinoamericanas están sufriendo una metamorfosis, dejando de ser ciudades con comercios pequeños, como antaño, para convertirse en ciudades con galacticomercios como la modernidad americana dicta.
Dentro de este fenómeno de desperzonalización de los negocios, obviamente son de nuestro interés las ciudades veracruzanas. Consideramos que dado que las raíces de nuestro país y
por lo tanto de nuestro estado están, además de en las culturas autóctonas, en Europa no en Norteamérica, sería interesante y benéfico para el consumidor veracruzano que los negocios de nuestras grandes ciudades tomaran más en cuenta el modelo europeo que el de América del Norte,
porque, además de que “va más con nosotros” también es innegable que el hecho de que existan
contratos psicológicos a largo plazo entre empresa y consumidor hace de la acción de compraventa un evento más agradable. Esta labor de planeación económica y comercial es responsabilidad
tanto de los Gobiernos como de los empresarios y de la sociedad en general. Es una pena ver que
en la ciudad de Xalapa hayan desaparecido construcciones viejas para poner oficinas bancarias
con estilos que nada tienen que ver con la fisonomía original de la ciudad. Es algo lógico que mientras más grande es un negocio más desperzonalizada será la atención al consumidor, en cuanto a
los bancos se refiere la experiencia de realizar una transacción bancaria en algún banco de la ciudad de Oslo, Noruega, es, a pesar de que se cree lo contrario, más cálida que el hacerlo en Xalapa
o Veracruz en la mayoría de los megabancos que tenemos, las oficinas bancarias en Oslo son
pequeñas, siempre hay varios juegos de sala para esperar sentado, servicio de café y galletas en
una mesita y, como hay tantas sucursales en la ciudad, se dan tiempo para un trato bastante personalizado ¿no tenemos nosotros también derecho a querer lo mismo?. De nosotros, Pueblo, Empresa y Gobierno depende la fisonomía comercial de nuestras ciudades.
III.2
Los empresarios apátridas
Una de las necesidades más legítimas del ser humano es la de allegarse de recursos para con
éstos adquirir los bienes y servicios que satisfarán las necesidades de su vida. El trabajo ha sido,
desde principios de la humanidad, la forma lógica y lícita en que el hombre transforma la naturaleza en satisfactores. Sin embargo, Al correr de los milenios, las economías de subsistencia y autoconsumo dejan atrás sus principios de repartición equitativa de la riqueza para iniciar un sistema
económico basado en administrar el trabajo de otros para crear riqueza, es así como la inteligencia
del administrador y/o propietario de los bienes de producción se convierte en la clave para explotar
la naturaleza, es decir, ya no es el trabajo propio sino el administrar el trabajo de otros lo que transforma el sistema económico. Obviamente que los primeros en trabajar para otros fueron los que
tenían más desventajas en la comunidad: los esclavos, enemigos vencidos en guerras, los desposeídos, y, de una u otra forma, los más débiles6.
El propietario de los bienes de capital y/o el administrador de los recursos que fuese tanto
inteligente como humano, ha sabido, a lo largo de la historia, que es la mano de obra ajena la que
produce la riqueza que detenta la comunidad, y es por ello que varias religiones hablan de “tratar
con misericordia a los esclavos y empleados”, en esto coinciden tanto la Biblia como el Corán, los
Vedas, etc. Sin embargo, el, llamémosle de una vez empresario, de la antigüedad que no seguía
precisamente bien estos preceptos religiosos, era un déspota, estaba convencido de que él era
rico porque Dios a él sí lo amaba, y su comportamiento rayaba en la injusticia, la prepotencia y la
inmisericordia. Recordemos la servidumbre medieval y las condiciones de los obreros en los siglos
XVIII y XIX.
Es hasta los años treintas del Siglo XX en que los empresarios se dan cuenta que tratando
mejor a los empleados, motivándolos y respetando sus necesidades es que éstos producen más y
mejor. Efectivamente, con la inclusión de los estudios de la Psicología Organizacional en las Ciencias de las Organizaciones es que los empresarios se vuelven “buenos” y “misericordes”, debido a
que caen en la cuenta de que a mejor trato, mayor productividad. Los libros que estudiamos en las
Carreras de Administración en todo el mundo nos hablan de “una revolución moral” de la Administración a partir de los estudios de la General Electric en los años treintas7, y del humanismo que
envuelven a las Ciencias Administrativas desde entonces, sin embargo, lo hemos ya comentado, el
interés siguió siendo la productividad del trabajo de otros en aras del beneficio del Empresario. Sin
embargo, es cierto que con esto ganan ambos, el Empresario gana pues a mayor productividad de
sus empleados, mayores serán sus beneficios, pero el empleado gana pues al ser tratado mejor,
pagado mejor y cuidado mejor (a través de los planes de seguridad social), su vida se vuelve más
agradable y con más sentido.
Pero, como tantas otras cosas, estos avances de las Ciencias Administrativas parece ser
que en nuestro País no han tenido mucho eco, salvo cuando hablamos de transnacionales o cuando las luchas violentas de los sindicatos han desembocado en espacios beneficiosos para el trabajador, o cuando el Gobierno ha intervenido. Es una desgracia ver que cuando se acerca uno a la
mayoría de las empresas mexicanas parece que tomásemos una máquina del tiempo y estuviésemos en una empresa europea pero del Siglo XIX. En la mayoría de éstas, el salario es ridículo, las
condiciones de trabajo dejan mucho que desear y la inseguridad es palpable. ¿Se deberá acaso a
que el empresario mexicano no tiene los conocimientos suficientes en las nuevas técnicas de las
Ciencias de las Organizaciones?, en la mayoría de los casos no es así, dado que muchos de ellos
incluso tienen carreras relacionadas con la Administración de Empresas.
Todo desemboca en un problema moral, pero no estamos hablando de una moral mojigata, de ir a misa todos los domingos y declarar el amor a Dios (de dientes para afuera) y el apego a
las Leyes, sino de la moral más profunda, la moral que nos hace apreciar o despreciar a los de-
6
7
José Silvestre Méndez y otros, Dinámica Social, (México: Ed. Mc Graw-Hill, 1993), p. 103.
J.G. March et H.A. Simon, Les organisations, (París: Ed Dunod, 1974), p. 155.
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
más, la moral que nos dicta en el fondo de nuestra conciencia lo que es correcto y lo que no, independientemente de cualquier religión. Esta es la moral que, a nuestro ver, falla en la empresa
mexicana. Hay algo que caracteriza al empresario tercermundista de América Latina, África, algo
de Asia y Oceanía: el apatrismo, el cual es una situación 100% moral.
El empresario tercermundista no solamente se convierte en una persona obsoleta en cuanto a sus relaciones laborales, sino en una persona completamente antinacionalista. Veamos algunos puntos interesantes al respecto: 1) El Salario Mínimo, este salario se encuentra establecido
teóricamente en la Ley federal del Trabajo de nuestro País8, pero en ésta menciona que deberá ser
suficiente para la manutención de la familia y para satisfacer sus necesidades de educación. En la
práctica ningún salario mínimo mexicano satisface esta Ley, sin embargo cualquier intento del Gobierno por modificar esta situación inmediatamente provoca una reacción de parte de los empresarios llegando a amenazas como cerrar las empresas, correr gente, disminuir la producción, en suma, crear un caos en el País, por lo que las instancias gubernamentales tienen que dar marcha
atrás en el aumento del salario. Sin embargo, a pesar de saber que es una miseria lo que se paga,
algunos empresarios veracruzanos han llegado a expresar que incluso no debe pagársele el mínimo a algunos trabajadores “porque llegan a la empresa a aprender”. 2) A la mínima disminución de
las ganancias que ya no les permita a los pobrecitos empresarios darse sus comilonas de mariscos en los restaurantes más caros de la Ciudad, o viajar al extranjero en sus vacaciones, inmediatamente lo que hacen, antes de ahorrar en otros recursos, es sacrificar el recurso humano, despidiendo gente. 3) Algunos de los empresarios apátridas, desgraciadamente de los más ricos, no
tienen su dinero en bancos mexicanos, existen para eso los paraísos Fiscales de las Bahamas9 e
Islas Caimán.
Las dos instancias que guían la conducta de los habitantes de un País, cualquiera que este
sea, es por un lado la religión que se profese (aunque sean muchas y muy variadas), ya que la
base de la conducta moral se pierde en la historia, en los milenios que nos preceden; sin embargo
la religión se topa con una gran pared que es el egoísmo y el interés económico por sobre todas
las cosas, aunque la religión quiera detener de una vez por todas la explotación flagrante del hombre por el hombre, se enfrenta a situaciones en las cuales si hace mucho ruido el empresario terminará por alejarse de las iglesias, lo cual para nada conviene a los intereses de la Iglesia institucional. Por otro lado, es el Gobierno de un País el que hace las leyes, implementa los mecanismos
para respetarlas y sanciona al que no las sigue, por lo tanto es la otra parte de la conciencia moral
de una comunidad, sin embargo, como en el caso de la iglesia, el Gobierno se ve con las manos
atadas cuando se trata de mejorar las condiciones de los empleados porque el empresario, como
ya dijimos amenaza con desestabilizar al País, es por eso que aún con un salario mínimo vergonzoso, el Gobierno no pueda de una vez por todas emparejarlo con los vaivenes de la economía,
pues se arriesga a que los empresarios apátridas, corran a más gente, cierren empresa o se lleven
sus capitales fuera de México. No es ningún secreto que las condiciones laborales de los empleados del Gobierno son mucho mejores, en la generalidad de los casos, que las de las empresas
privadas.
La solución está muy lejos de darse al corto plazo, ya que no puede convencerse al empresario mexicano de establecer sistemas más justos para los empleados, ni a través de la moral
religiosa ni civil, tal vez la solución esté en educarlos, y que se convenzan, como los empresarios
Europeos y Norteamericanos, que aplicando bien los motivadores10 de los que nos hablan la moderna Administración de Empresas, salen ganando tanto los empleados como ellos mismos. El
convencimiento podría darse entonces en su misma lengua, la del dinero.
III.3
Las utilidades malsanas
Todas las Empresas Públicas y Privadas del mundo incurren en costos para producir los bienes y/o
servicios que ofrecen a la comunidad. Estos costos están formados por lo que cuestan los Recursos Humanos, es decir, el personal que se ocupa en producir y comercializar los productos. Estamos hablando aquí de los sueldos y salarios que pagan las Empresas. Además están los costos
8
Trueba Urbina y Trueba Barrera, Ley Federal del Trabajo comentada, (México: Ed. Porrúa, 2000), p. 41.
http://www.kenpubs.co.uk/watanetwork/NTOsBahamas.html
10
Alton C. Bartlett y Thomas A. Kayser, Cambio de la conducta organizacional, (México, Ed. Trillas, 1980), p. 28.
9
materiales, es decir, lo que cuesta la materia prima necesaria para producir y comercializar. Y,
finalmente, aunque en última instancia los dos recursos anteriormente mencionados se traducen
en dinero, tenemos los recursos financieros que van desde los seguros y fianzas, hasta los flujos
de dinero necesarios para echar a andar la maquinaria productiva. Pues bien, la suma de estos
tres costos, los humanos, los materiales y los financieros, constituye el costo del producto. A este
costo la Empresa debe sumarle una utilidad, que es la que necesita para subsistir, para seguir
produciendo y para que los dueños de la misma se lleven una cantidad tanto por su esfuerzo como
por detentar los medios de producción. Al costo de los productos más la utilidad que se le asigna
se le llama precio. Es el precio la cantidad que el consumidor o cliente realmente percibe de un
producto, no el costo, pues no está enterado de lo que la Empresa gasta e invierte en hacer el
producto, tampoco la utilidad, pues esos son datos que pertenecen sólo a la empresa (y al fisco).
La utilidad, en una economía de mercado, es necesaria para que la maquinaria productiva
siga su curso satisfaciendo las necesidades y deseos de la población a través de los bienes y servicios producidos. Sin embargo, existen utilidades que podríamos llamar sanas y son las que de
una manera lógica y realista, de acuerdo a la situación económica que vive una comunidad, las
Empresas obtienen para seguir su marcha. Para que estas utilidades sean sanas, obviamente que
se necesita no tan sólo la precisa contabilidad de las finanzas empresariales, sino también los mecanismos de la oferta y la demanda que mueven a la economía de mercado, pero también necesitan del concurso de las instancias gubernamentales o legales, que son las que regularán hasta que
punto tal o cual utilidad se considerará sana o viable para tal o cual producto en tal o cual circunstancia. Una utilidad malsana es aquella que de manera desproporcionada hace que un producto
cuyo costo es de un peso, por ejemplo, se venda en cinco pesos, es decir, aquí estamos hablando
de una utilidad de cuatro pesos, o sea de un cuatrocientos por ciento del costo del producto.
En nuestro País, como en tantos otros del llamado Tercer Mundo, la mayoría de las Empresas Medianas y Grandes generalmente obtienen utilidades que podemos llamar malsanas, dado que la diferencia entre el costo y el precio de los productos es gigantesca. Las estadísticas no
mienten y cuando se conocen los niveles de utilidad de las Empresas Europeas11 y Norteamericanas12, en su territorio, y el de las Mexicanas, en nuestro territorio, podemos constatar que es insultante el nivel de utilidad que en un País pobre como el nuestro tienen los Empresarios.
He aquí algunos ejemplos que en la primera semana de Agosto de 2000 nos tocó vivir en
el extranjero. Nos encontrábamos en Times Square, en la Isla de Manhattan, Ciudad de New York,
y un restaurante de clase media de la avenida Broadway (la de los teatros) esquina con la calle 40,
es decir, en el pleno centro de una de las Ciudades más importantes del mundo, pedimos un filete
mignon, acompañado con pan de ajo (media baguette), papa al horno y ensalada italiana, su precio fue de seis dólares, es decir, aproximadamente sesenta pesos mexicanos ¿sabe Usted que en
Coatepec y Xalapa este mismo platillo no baja de noventa o cien pesos?, al observar esto enseguida nos pusimos a pensar en el nivel de utilidades de nuestros queridos restauranteros ya que
los sueldos que un restaurantero en Manhattan paga a sus empleados son abismalmente
diferentes a los que un restaurantero Coatepecano o Xalapeño paga, además de otros costos.
Pero, para poder enriquecer nuestras comparaciones preferimos hacer una lista de algunos
precios que encontramos en esas fechas en la Urbe de Hierro:
- Boleto para ver “Los Miserables”, espectáculo musical de Broadway: doscientos pesos mexicanos. Es más cara cualquier obra en la Ciudad de México.
- Hamburguesa con papas (en la hamburguesería más conocida por los chiquitines mexicanos)
pero en la calle 42 de New York: cuarenta pesos mexicanos. Es casi el precio en Xalapa.
- Boleto de autobús y metro válido por dos horas, es decir, puede uno subirse y bajarse las veces que se quiera hasta llegar a su destino durante dos horas en todo New York: diez pesos
mexicanos. Sin comentarios.
- Hotel de media categoría en la Quinta Avenida: 1,400 pesos mexicanos la noche en habitación
doble. Estoy hablando de la Avenida más famosa del mundo, junto con Campos Elíseos en París; es más caro un Hotel de playa en Veracruz.
11
12
http://www.cee.org
http://www.census.gov
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
Tuvimos también la oportunidad de estar en Ontario,Canadá durante otra semana y he
aquí otros interesantes precios:
- Autobús de lujo desde Búfalo, N.Y. hasta Saint Catharine, Ontario (dos horas de trayecto):
setenta pesos mexicanos. Recordemos que de Veracruz a Xalapa nos cuesta cincuenta y dos
pesos, pero estamos, supuestamente en un País pobre.
- Entrada al cine: veinticuatro pesos. Más barato que en nuestros cines Veracruzanos.
- Combo (palomitas y refresco): dieciocho pesos mexicanos. Sin comentarios.
Es pues lógico que los Empresarios Mexicanos se den el lujo e abarrotar los aviones con
diferentes destinos en las vacaciones. Esto es una pequeña prueba de que las utilidades que se
obtienen en nuestro País son malsanas, es decir, desproporcionadas, con características de explotación. Con justificada razón en los países industrializados no nos consideran el País culto, milenario y futurista que la SEP y la UNESCO nos quieren convencer que somos, sino como una República Bananera.
IV EL SECTOR PÚBLICO Y SOCIAL
IV.1
Las sumas y las restas
Sumar significa adicionar, es decir, a los elementos existentes agregarle otros para hacer el conjunto que se tenía, más grande. Para el ser humano es claro este concepto cuando se trata de la
acumulación de capital, bienes que simbolizan su fortuna, por ejemplo, casas, muebles, autos,
fábricas, ropas, etc. También queda claro cuando se trata de dinero, cualquier trabajador nota
cuando los “X” pesos que ganaba a la quincena, ahora son “X+100”. Sin embargo existen dos formas que toma el concepto de suma que a los humanos les cuesta mucho trabajo concientizar: la
suma de años y la suma de amigos.
La edad es una de las cosas más difíciles de aceptar en el ser humano, porque significa
que todo lo que se tiene y todo lo que se quiere va a desaparecer para nosotros, cuando, a nuestra
vez, desaparezcamos. Es decir, que todo va a acabar. En algunas ocasiones, la toma de conciencia de la edad sirve para que la persona sea más mesurada en sus costumbres13, para que valore
cosas que antes no valoraba, como el amor de algunos seres que le rodean, la contemplación de
la naturaleza, etc. O la edad se vuelve la oportunidad añorada de hacer cosas que antes, cuando
existían más compromisos, no había tiempo de hacer, como realizar un viaje para ver a esos familiares que hace décadas no vemos, o a esos amigos que bien se merecen una visita, o esos lugares a los que siempre quisimos ir, o, en última instancia, para una oportuna reconciliación con Dios
(las Iglesias de todo el mundo están llenas de viejitos). No se necesita ser rico para darse mesuradamente estos gustos. Sin embargo, existen también esos seres humanos para quienes la edad,
en cuanto a simple suma de años se refiere, sirve para reflexionar negativamente, es decir, les
nace un coraje terrible por la vida, por Dios y por los seres que les rodean. El razonamiento de
estas personas es sencillo: “yo me voy a ir y estos se van a quedar gozando de todo”, entonces la
persona se amarga, y empieza a hacer cosas, que en vez de darle más paz, le producen más inestabilidad emocional, tal es el caso de la gente que quiere impedirle el crecimiento a los jóvenes
dentro de las empresas, o los que rechazan todo conocimiento nuevo, o los que, tratando de recuperar energías (cual vampiros) de la gente joven, empiezan a flirtear con las muchachas (o muchachos) jóvenes que se encuentran jerárquicamente abajo dentro de la empresa. La no concientización a tiempo de la suma de años, hace infeliz al viejo y a quienes le rodean.
Este concepto es también tremendamente difícil de concientizar en las personas, pero sobre todo en los Jefes dentro de las Empresas Públicas o Privadas y en las Instancias Gubernamentales. Así como el viejo se da cuenta que es viejo, valga la redundancia, hasta que ya es demasiado tarde. El desamigado se da cuenta que ha echado a perder las oportunidades de apoyar y
ser apoyado por un gran número de personas, hasta que ya es demasiado tarde, es decir, hasta
que se encuentra solo o desamparado. Así como es notoria la situación de un nuevo rico en socie-
13
Milton Friedman and Rose D. Friedman, Free to Choose, (Nueva York: Harcourt Brace Jovanovich, Inc., 1980), pp. 97108.
dades como la nuestra, también es notoria la situación de un “nuevo jefe”. Las personas inmaduras
que llegan a ser Jefes no concientizan lo siguiente: 1.- Las Jefaturas son perentorias, es decir, los
puestos pasan, lo que queda son las personas. Salvo que seas el único propietario del negocio.
Las únicas personas que tienen “puestos vitalicios” en este mundo pertenecen a la nobleza, es
decir, el Duque nace Duque, el Conde nace Conde, etc., pueden subir, o sea, el Príncipe puede
convertirse en Rey, la Baronesa en Reina, etc. pero nunca bajar, sus puestos son vitalicios y de
nacimiento. Pero un Director, un Asesor, un Jefe de Departamento, son nombrados, los puestos,
como se dan se quitan. 2.- Cuando uno está a cargo de un puesto, es la oportunidad dorada de
convertirse en un buen administrador de recursos humanos14, es decir, darle oportunidades a la
gente, evaluarla con justicia y educación. En otras palabras, utilizar bien el poder que da el puesto,
no abusar del mismo. Mientras mejor manejemos el estatus, la autoridad y el poder que da un
puesto, más y mejores amigos haremos dentro del grupo social en el que laboremos. 3.- Tolerante,
Humano y Educado no quiere decir Tonto, así como tampoco Corriente, Lépero y Pelado quiere
decir Majestuoso y Señorial; por mucho que el Organigrama nos sitúe arriba de un montón de gente, o porque tenemos una Empresa de la cual viven y se mantienen muchas familias. 4.- El hábito
no hace al monje; es decir, que aunque durante el tiempo que dura el puesto la gente a su alrededor le prodigue lisonjas y halagos, la gente no es tonta, la gente se da cuenta con quien está tratando y ni vestidos caros y joyas deslumbrantes van a hacer que, cuando llegue el momento, la
gente despepite lo que realmente piensa de ese Jefe o Jefa que antes alababa. Y, por último, el
elemento tal vez más peligroso: 5.- No hay enemigo pequeño. Es decir, que si en vez de sumar,
los Jefes se la pasan restando, haciendo enemigos en lugar de amigos, utilizando su autoridad y
poder para maltratar a la gente, esta gente, apenas tiene la oportunidad, se convierte en el enemigo más acendrado del que fue su Jefe, y como no conocemos el futuro y no sabemos si el que
está abajo ahora, estará arriba en el momento menos pensado; más nos vale, cuando somos Jefes
sumar, porque la gratitud de la gente que fue sumada se verá, aunque el Jefe ya no lo sea, pero la
venganza del que fue restado, también se verá.
Sin embargo, lo curioso es ver como gente que ha tenido durante décadas bastantes puestos de Jefaturas, se sigue comportando como gran restadora. La vida es una ruleta, y sobre todo,
tratándose de los puestos, pero para estos inmaduros jefecitos parece que el Puesto que les dan
es el primero que ocupan en su vida (siendo que no lo es), pues la soberbia y vulgaridad con la
que se comportan solo hace que resten cada vez más, y el día menos pensado, se les revierta
este “vicio de restar”. Pero, repito, esto se da también dentro de algunas Empresas Privadas, donde se supone que el cuidado de los Recursos Humanos con que cuenta el empresario debe ser
tan acucioso como el de los demás recursos. La historia, también en este caso, está llena de
ejemplos: los mismos generales de la corte zarista fueron los más despiadados con la familia Romanoff, algunos de los ahora acusadores de Pinochet15, tenían puestos de cierta jerarquía en su
Gobierno. Pero, a pesar de todo, parece ser que algunos jefecitos ni echando a perder aprenden.
IV.2
La educación universitaria en Veracruz
Es innegable el hecho de que cuando la Universidad Veracruzana empieza a limitar la entrada de
tanto estudiante a través de un examen de admisión más riguroso, surgen varias Universidades
Privadas en la Entidad para recibir a los rechazados de la U.V. Aunque algunos propietarios de
dichas universidades traten de darle un cariz de “diferenciación a través de la calidad”, la mayor
parte de las Universidades Privadas en Veracruz nacieron con el casi único fin de recibir a los rechazados de la U.V. Y la prueba de esto es que apenas los estudiantes ven que no salieron sus
nombres en las famosas listas, corren a inscribirse a alguna de las Universidades Privadas las
cuales los están esperando con los brazos abiertos. Incluso la mayor parte de estas Universidades
hasta hace poco no ponían ningún examen de admisión.
Esta situación se convierte en un problema a causa de la extraordinaria facilidad con que
las Autoridades Educativas del Estado y del País otorgan permisos para abrir Universidades Privadas, así como las Licenciaturas que en ellas se imparten. Es bien sabido que el requisito para ser
Rector o Rectora de una Universidad Privada es tener el dinero y los socios para constituirla. No
14
15
Douglas Mc Gregor, El aspecto humano de las empresas, (México: Ed. Diana, 1974), p. 33.
http://www.search-beat.com/chile.htm
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
quiere esto decir que todas las Universidades Privadas deban ser tasadas de igual manera, existen
honrosas excepciones que todos conocemos. Sin embargo, ha sido alarmante como la SEP autoriza el abrir una Universidad con condiciones más que precarias: salones en los que alumnos y
maestros se cuecen en verano y se congelan en invierno, bibliotecas minúsculas, poco equipo de
cómputo, planta académica formada exclusivamente por maestros por horas, es decir, sin maestros de medio tiempo o tiempo completo, a veces sin áreas verdes, sin cafetería, sin los baños
adecuados. El mito de que estudiar en una Universidad Privada garantiza una mejor educación ya
se cayó. Tal vez en los Estados Unidos se dé esa situación, pero lo que es aquí, estudiar en la
Universidad Veracruzana, sobre todo en los últimos tiempos, garantiza la mayor de las veces una
mejor educación.
Afirmamos lo anterior simple y sencillamente porque hablando de negocios, si la Universidad Veracruzana recibe cada vez menos alumnos, es decir, continúa siendo una exigencia el
aprobar un examen no tan fácil, los recursos con los que cuenta se repartirán entre menos población, por lo que cada alumno estará mejor atendido. En una Universidad Privada, que es un negocio, mientras más alumnos se tengan, mejor, porque cada alumno significa una colegiatura. Por
ello los exámenes de admisión que ahora se están aplicando en dichas Instituciones son casi simbólicos, simplemente porque cada alumno que rechacen es una colegiatura que se va.
Aquí entramos al campo de la ética porque jamás será lo mismo comerciar con cualquier
otra cosa que con la formación académica de los futuros profesionales de nuestra Entidad y de
nuestro País. Si queremos hacer una comparación adecuada, basta con elegir una carrera en particular y visitar las instalaciones de la Universidad Veracruzana que la otorgan y las instalaciones
de una Universidad Privada, comparando los siguientes elementos:
1) Número de asientos por aula.
2) Confort de las aulas (pintura, mesabancos, climatización, ruido).
3) Número de Maestros de Tiempo Completo y Medio Tiempo.
4) Cubículos de los Maestros de planta.
5) Extensión y confort de la biblioteca.
6) Cantidad de libros y revistas en la biblioteca.
7) Centro de cómputo.
8) Servicio de cafetería.
9) Formación y experiencia académica de las Autoridades y Funcionarios.
10) Docentes con Posgrado.
11) Vinculación del cuerpo académico con los sectores productivos.
12) Tipo y complejidad del examen de admisión (si lo hay).
13) Eficiencia terminal.
14) Reconocimientos otorgados a la Institución en competencias académicas.
15) Actividades de Difusión y extensión.
16) Actividades de Investigación.
17) Publicaciones.
18) Costo de los servicios educativos.
Lo anterior ya lo hemos realizado algunos investigadores y para varias carreras y, definitivamente, el análisis costo-beneficio es favorable para la Universidad Veracruzana, y por gran margen.
Efectivamente, por lo que vemos, nos estamos acercando al estado de cosas que en cuanto a educación sucede en los Estados Unidos, pero con un nivel extremadamente más bajo.
Lo que está sucediendo en México puede resumirse en las siguientes etapas:
Primera Etapa: las Universidades Públicas se vuelven más exigentes para admitir alumnos
(lo cual garantiza, lo queramos o no, que sólo los mejores podrán ingresar).
Segunda Etapa: los rechazados, que pueden pagarlas, se dirigen a las Universidades Privadas a inscribirse.
Tercera Etapa: los rechazados, que no pueden pagar las colegiaturas pero que han sido
buenos estudiantes (y que son los menos), optan por solicitar una beca de estudios (la cual es casi
imposible de conseguir al ingresar).
Cuarta Etapa: los rechazados, que no pueden pagar las colegiaturas y que no han sido
buenos estudiantes (y que constituyen la gran mayoría), se quedan sin estudiar y se ponen a vender tacos, a trabajar de meseros, a manejar taxis o, en el mejor de los casos, a comenzar de obreros o empleados de segunda (si es que no deambulan por las calles o se dedican a actividades
ilícitas). El futuro de la gran mayoría de los jóvenes norteamericanos es NO realizar una Carrera
Universitaria, pues la educación allá es carísima y sólo están becados (aquí sí estamos de acuerdo) los mejores. Pero México NO es Estados Unidos.
El Darwinismo Social16 no es malo, incluso garantiza que sólo los mejores o más esforzados podrán llegar arriba en la escala socioeconómica. Recordemos que en las competencias olímpicas sólo los mejores llegan, en cualquier justa de intelectos como el otorgamiento de los Premios
Nobel, éstos se dan a los mejores, en los Óscares, Césares y demás competencias fílmicas, también son los mejores los premiados. Este Darwinismo aplicado a la educación nos asegura que
sólo el mejor merece entrar. El problema está en que las opciones de Educación Privada Universitaria dejan mucho que desear en nuestra Entidad y en nuestro País, salvo raras excepciones, pues
estas Instituciones o son desfasadamente caras o evidentemente de calidad “patito”.
V EL EXTERIOR
V.1
El Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea
La globalización económica que estamos viviendo cada vez más generalizada en casi todo el mundo trae como consecuencia el establecimiento de tratados comerciales entre países. Con estos
tratados y con cualquier otro tipo de liberación comercial entre países quien más sale beneficiado
es el pueblo por las siguientes razones: 1.- Los productos extranjeros pueden adquirirse libremente
en tiendas de nuestro país, la mayoría de las cuales pertenecen a mexicanos, sin necesidad de
arriesgarse comprando la llamada fayuca en las ciudades fronterizas o en los macromercados del
Distrito federal como Tepito o La Lagunilla. 2.- Tenemos a disposición productos de mayor variedad y a precios muy baratos, cualquiera que visite las nuevas tiendas de productos económicos
que hay en varias ciudades del estado de Veracruz puede constatarlo. Y estas tiendas pueden
vender ahora estos productos porque existe la liberación comercial para poder traerlos legalmente
a México y ponerlos a disposición del público. Aparte de esas tiendas, después de una liberación
comercial podemos encontrar en los supermercados artículos que no se producen en nuestro país
y que nosotros deseamos para disfrutar en la mesa o para usar, es el caso de algunos aderezos,
frutas o perfumes. La lista es inmensa, pero de que el pueblo se está beneficiando con productos
accesibles es innegable. Y, 3.- La competencia que estos productos le hacen a los mexicanos es
motivadora para que el empresario nacional se ponga a trabajar en algunas áreas tal vez desatendidas. Como ejemplo de un servicio importado, tenemos que posterior a la aparición de los SPA
americanos y franceses en nuestro territorio los empresarios mexicanos empezaron a abrir SPA “a
la mexicana” y han tenido más éxitos que los extranjeros porque son más baratos y más adaptados a nuestras costumbres.
Psicosocialmente, un tratado con Europa es benéfico porque sirve de contrapeso a la tremenda influencia que estamos teniendo, como consumidores y ciudadanos, de los Estados Unidos
de Norteamérica. No queremos decir que toda la influencia americana haya sido y/o sea nociva
para nuestro país, la influencia que ha tenido E.U. en algunas áreas de la vida mexicana ha sido
para bien, tal es el caso de la visión democrática, la tecnología de punta y el arte contemporáneo,
por mencionar algunas. Pero, por otra parte las características de una sociedad opulenta como la
de ellos conlleva lo que llamamos “economía del consumismo y del desperdicio”, desgraciadamente eso también se ha copiado aquí. La cultura Europea, por el contrario, es una economía caracterizada por la mesura en el consumo y el reciclaje. Tal vez por haber sufrido ya dos guerras mundiales, es impensable que un europeo, por ejemplo, tire la comida con tanta facilidad como el ameri16
Morton Deutsch and Robert M. Krauss, Theories in Social Psychology, (New York: Basic Books, Inc., 1980), p. 70.
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
cano; nada más hay que ver las películas americanas para darnos cuenta que no terminan de comer cuando ya están tirando la mitad del contenido de un plato, ya sea carne, verduras o lo que
sea, en el destructor de alimentos; un europeo, lo sabemos todos, limpia el plato con el pan antes
de llevarlo al fregadero. Con esos salarios tan altos en E.U. donde un ayudante de taller, sin instrucción, puede ganar hasta $12,000 mensuales (inmigrante claro) y con esos precios tan bajos de
los bienes y servicios se genera, obviamente, una economía del exceso de consumo y del desperdicio. El que conoce Europa sabe que las cosas son mucho más mesuradas allá. Pues bien, pensamos que el tener un comercio exterior tan fuerte sólo con E.U. conlleva a adoptar patrones culturales también de ellos, ya que los productos están contextualizados, es decir, en los bienes y servicios de una comunidad va implícita la ideología de quienes los produjeron17, por lo tanto con el
producto nos vienen también las ideas. Es por ello que creemos que renovar e incrementar las
relaciones con Europa es benéfico ya que puede balancear la influencia que recibim9os de los
Estados Unidos, que no es necesariamente mala, pero simplemente es una ideología de ricos, las
más de las veces desperdiciadores, consumistas y hedonistas, como toda sociedad opulenta.
Además debemos recordar que este tratado tiene sus orígenes en 1995, y podemos notar
en su evolución 5 etapas, que pretendemos resumir aquí:
Primera etapa: El 2 de Mayo de 1995 México y la Unión Europea anuncian la decisión de
ampliar y profundizar sus relaciones bilaterales, creando un nuevo marco que permitirá reforzar el
diálogo político, establecer una zona de libre comercio e intensificar su cooperación. Este nuevo
marco busca dar a las relaciones entre las partes una perspectiva a largo plazo y contribuir así a la
promoción de los valores fundamentales de respeto a los derechos humanos, al estado de Derecho, a la democracia y a la seguridad.
Segunda Etapa: El 8 de Diciembre de 1997 México y la Unión Europea firman el Acuerdo
de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación, así como el Acuerdo Interino sobre Comercio y Cuestiones Relacionadas con el Comercio, que recogió el mandato para negociar
una zona de libre comercio.
Tercera Etapa. El 24 de Noviembre de 1999 concluye el proceso negociador entre México
y la Unión Europea y se establecen las bases definitivas del Tratado.
Cuarta Etapa: El 23 de Marzo de 2000 México y la Unión Europea firman el Tratado de Libre Comercio.
Quinta Etapa: El 1 de Julio de 2000 entra en vigor el Tratado que en resumen promocionará el comercio de bienes y servicios y el fomento de los flujos recíprocos de inversión.
Es lógico, y no nos debe extrañar, que en un futuro no muy lejano, México realice otros tratados con las potencias orientales que enriquecerán nuestro flujo comercial y que además significarán oportunidades para el inversionista y empresario mexicano.
V.2
Una moneda única para Norteamérica
El concepto de moneda se pierde en la historia, podríamos decir que es consubstancial a la naturaleza de los pueblos. En los albores de la economía cuando el hombre primitivo empieza a tener
excedentes de su caza, pesca o recolección y al no tener posibilidades de guardarlo todo por el
peligro de la descomposición o deterioro entonces empieza a intercambiarlo, al principio el intercambio se realiza de bien a bien, es decir, pescados por granos, mazorcas por cerdos, etc. Pero,
otra vez, la economía crece, aumentan las poblaciones, la explotación de la naturaleza se hace
cada vez más eficiente y ante la imposibilidad de guardar todo lo que ha podido cambiar el hombre
utiliza un puente matemático entre un trueque y otro, este puente matemático es la moneda. Pongamos un ejemplo para ser más claros: Don Juan ha tenido buena suerte con su parcela y ésta le
ha producido bastantes mazorcas de maíz, que él con su gran experiencia puede almacenar sin
problema, por otra parte Don Miguel ha tenido buena suerte con su cría de cerdos, ahora bien Don
Juan está interesado en tener un cerdo pero no tiene donde ponerlo ya que lo va a utilizar hasta
dentro de una semana, entonces va con Don Miguel y le dice “te compro un cerdo, aquí están las
mazorcas que lo valen, pero no me lo puedo llevar ahora pues no tengo donde ponerlo, dame algo
17
Reidar Jensen Castañeda, “La administración de la empresa socialista: el caso de la U.R.S.S.” (Tesis profesional, Facultad de Comercio y Administración zona Xalapa de la Universidad Veracruzana, 1977), pp. 38-51.
que indique que un cerdo de los tuyos es mío”, entonces deciden que los granos de café pueden
servir como señal de que Don Juan posee un cerdo (virtualmente) y que puede reclamar ese derecho, entonces Don Miguel recibe las mazorcas y le da a Don Juan 4 granos de café que significan
un cerdo.
Obviamente que cuando la economía se va desarrollando y las transacciones se hacen
cada vez más complicadas, se hace necesaria la existencia de alguien o algo que controle los granos de café que se están popularizando como medio de intercambio virtual, la comunidad se pone
de acuerdo en que ese control lo lleve el grupo de personas más respetable de la comunidad o el
más rico. De tal manera surge el concepto de dinero y de banco18. Como observamos, el control va
desde la naturaleza de la moneda (porque si es un grano fácilmente conseguible por cualquiera, el
valor de éste pierde sentido) hasta el número de éstas (porque la emisión que no tiene referente
empírico, es decir que no está respaldada por bienes o servicios, pierde fuerza como intercambio).
Para poder arribar a nuestra idea principal, primero vamos a realizar una diferenciación entre estos tres conceptos. Cuando nosotros producimos algo invertimos recursos humanos, financieros y materiales en hacerlo y eso es el costo de esa producción. Por ejemplo, Doña Teresa tiene una tortillería, para producir sus tortillas ella le paga a dos personas que la ayudan (recursos
humanos), tiene que comprar la masa, el agua, el papel y además tiene que pagar la electricidad,
la renta, los permisos, etc. (recursos materiales) y necesita tener dinero para pagar los gastos anteriores además de los que se vayan presentando: seguros, multas, etc. (recursos financieros). Si
Doña Teresa suma todo lo que gastó en un día para producir estas tortillas estamos hablando del
Costo de la producción de tortillas. Pero como Doña Teresa no es un Organismo de beneficencia,
va a vender las tortillas arriba de su costo para poder tener dinero para seguir viviendo y produciendo, al Costo de las tortillas Doña Teresa le aumenta un tanto porciento y lo que resulta es el
precio de las tortillas, y a lo que le aumentó al costo se le llama beneficio o utilidad. Pero ¿dónde
está pues el valor?, el valor es la importancia que un individuo le da a un bien o servicio, independientemente del costo o el precio. Por ejemplo, son las 6 de la tarde y Doña Teresa está cerrando
su tortillería para irse a su casa cuando llega don Pancho que tiene invitados en su casa y necesita
urgentemente unas tortillas para seguir atendiéndolos, Doña Teresa le explica que sólo le quedan
dos kilos que ella misma va a utilizar en la noche en su casa y que no se los puede vender pues su
familia carecería de ellas a la hora de la cena, además de que todas las tortillerías de la ciudad ya
están cerradas, Don Pancho le dice que le da el doble de lo que cuestan pero que se las venda,
ella le dice que si le da el triple sí se las vende, y trato hecho. Esto quiere decir que si el costo de
esos dos kilos de tortillas era de 4 pesos, su precio de 6 pesos, su valor fue en ese momento de 18
pesos, es decir, el triple de lo que cuestan normalmente, fue Don Pancho el que le dio ese valor a
los dos kilos de tortillas. Normalmente en un mercado de libre competencia cuando precio y valor
son iguales, se efectúa la compra sin problemas, es así como funciona nuestro mercado. Obviamente que el precio está relacionado con la escasez como ya lo vimos en el ejemplo, un refresco
bien frío no tiene el mismo valor para uno, si nos encontramos sentados en la sala de la casa viendo la TV a que si estamos en la playa con mucho calor y después de correr.
Esto nos lleva a establecer que si por un lado la moneda es la representante de un intercambio entre dos valores (trueque de cosas por cosas o trueque de trabajo por cosas), también
ella en sí misma significa un valor, es decir, el individuo quiere poseer monedas (dinero) porque
éstas tienen un valor intrínseco. Pero lo importante aquí es que ese valor no es un valor de uso
como las mazorcas, los cerdos o las tortillas, sino un valor de cambio, además de ser temporal, es
decir, las monedas no deben permanecer mucho tiempo en la mano en el sentido de que efectivamente si no se intercambian por lo que se necesita en un breve tiempo, necesitaríamos invertirlas
para que no perdiese su valor de cambio, porque este valor tiende a disminuir con el tiempo (inflación, devaluación).
18
Kenneth J. Arrow, Choix collectif et préférences individuelles, (París: Ed. Calmann-Lévy, 1974), p. 1514.
Revista Ciencia Administrativa 1997 | Editorial | Artículos | Reportes de Investigación |
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El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
Entonces, además de que la moneda es un valor de intercambio, nos interesa también saber cuánto puedo yo intercambiar con esa moneda. Y aquí está el verdadero sentido de la moneda, lo importante no es si un maestro gana en México 10,000 pesos mensuales mientras que en
estados Unidos gana 60,000 pesos mensuales, lo importante es cuántos bienes y servicios puede
el maestro adquirir en México y en Estados Unidos. Por lo que es una falacia el considerar a la
ligera que un maestro vive mejor en un País que en otro hasta que no conozcamos además del
salario, los precios de los bienes y servicios que se pueden adquirir con ese salario. De ahí que la
existencia de una moneda única para los tres países que forman Norteamérica (Canadá, Estados
Unidos y México) nos hará en primer lugar percibir realmente a donde nos convendría más trabajar
y/o gastar nuestro dinero y por otra parte, impulsaría a las empresas de los tres países a competir
entre sí por más y mejores productos.
La experiencia que se vive hoy día en Europa es bastante ilustrativa, el Euro es en estos
momentos una moneda virtual, es decir, las operaciones se registran en francos y Euros, en Marcos y Euros, etc., todavía no tenemos la moneda realmente, ésta va a empezar a circular hasta
principios del 2002, durante todo el 2001 se van a empezar a retirar de la circulación las monedas
europeas que entran en este tratado. Pero desde ahora podemos ya notar diferencias entre los
países europeos que están haciendo que los políticos encargados de administrar la economía reflexionen y tomen decisiones para eficientar sus economías. Se está viendo, por ejemplo, que a
pesar de que se creía lo contrario, la economía Francesa ha tenido más dinamismo que la Alemana en lo que va de este año 2000 o que Países chicos y que importan bastante tecnología de las
grandes potencias están resultando más sólidos y estables como Luxemburgo. A todas luces, nos
convendría tener una moneda única que permitiese dinamizar las economías de Norteamérica
como un conjunto, de tal forma que las debilidades de una se compensarían con las fortalezas de
la otra, como está sucediendo en Europa.
V.3
La venganza de Moctezuma
A pesar de que podemos considerar que el hecho de conquistar otros territorios con fines ya sea
de exploración (como el caso de los Vikingos que llegaron a Norteamérica en el año 1000) o de
invadir para dominar (los ejemplos abundan y en todos los continentes) la verdadera conquista del
mundo, en términos globales empieza en el Siglo XVI. Es en este Siglo cuando los Países Europeos salen de su territorio para dominar al resto del mundo. Una prueba elocuente de esto es que
en todos los continentes se hablan lenguas Europeas, casi todos los países del orbe tienen una
lengua Europea, ya sea como oficial o como segunda lengua. En América encontramos el Inglés,
el Francés, el Español, el Portugués, el Holandés y el Danés. En África encontramos el Inglés, el
Francés, el Alemán, el Italiano, el Español y el Portugués. En Asia encontramos el Inglés, el Francés y el Portugués. En Oceanía encontramos el Inglés, el Francés, el Portugués, el Holandés y el
Español. Sin embargo, las conquistas no sólo son dominaciones armadas que someten al pueblo
conquistado para pagar con riquezas o trabajo (que en última instancia es la mayor de las riquezas) al dominador, sino que con la dominación física llega la económica y la cultural. Es la conquista cultural la más importante de todas porque es la que reproduce los valores del conquistador,
aunque éste ya no se encuentre físicamente ahí.
La dominación cultural encuentra su fuerza en el sentido de que persiste aún cuando el
dominador ya no esté físicamente en contacto con el dominado. Haciendo un símil con los fenómenos psicológicos, en psicoanálisis encontramos que dentro de la mente humana existen 3
entidades que conforman la personalidad del individuo, la primera de ellas es el Ello, es decir, las
fuerzas instintivas, léase animales, que tenemos todos los seres humanos y que compartimos con
los demás animales de la tierra, aquí encontramos los instintos de supervivencia, sexuales, de
cuidado y protección de la prole, etc. Después tenemos al Superyo, que son las estructuras
formadas por la educación, por los valores morales y sociales, que son 100% aprendidos, es decir,
cada individuo tendrá un Superyo diferente de acuerdo a la cultura en la que haya crecido.
Finalmente tenemos al Yo, que es la entidad que está luchando entre las otras 2 por subsistir en
armonía consigo misma y con el mundo que le rodea. En todas las situaciones el Yo tiene que
tomar una decisión, pero esta decisión no está exenta de estrés debido a las dos fuerzas que lo
están jaloneando. Pues bien, el hecho de que el conquistador imponga sus valores, sus ideales de
ética y estética durante su conquista, que puede durar años o siglos, lo que crea es un Superyo
que al enraizarse en la comunidad a través de la educación, siempre aparecerá en la conciencia
dad a través de la educación, siempre aparecerá en la conciencia del conquistado, de tal manera
que en el caso de los valores morales, los padres de un individuo tal vez ya murieron desde hace
muchos años de todos modos están presentes en la mente de la persona cuando ésta piensa o
intenta hacer algo en contra de los valores sociales que sus padres le inculcaron, porque el individuo ya los introyectó, ya los hizo suyos. Los padres no necesitan estar para que el individuo se
comporte exactamente como éstos le dijeron que tenía que hacerlo. De igual manera el conquistador ya no necesita estar físicamente en el territorio para que los conquistados sigan haciendo lo
que introyectaron sus abuelos como bueno. De tal forma que los Haitianos seguirán teniendo como
prototipo de moral y belleza lo francés aunque tengan dos siglos de ser “independientes”, los Mexicanos seguirán pensando que los productos Europeos son mejores que los nacionales, que los
güeritos son mejores que los prietitos y que la Guadalupana es la “mera mera”, aunque los españoles hayan dejado de dominar a México desde principios del Siglo XIX.
Cuando un País se libra del yugo de un conquistador, empieza inmediatamente una lucha
ideológica por reconquistar las mentes de los individuos que estaban sojuzgados. Los sentimientos
nacionalistas resurgen con más fuerza que nunca y llegan incluso a excesos. Tenemos así los
casos en que algunos pueblos que han logrado su independencia echan a todos los extranjeros y
criollos del territorio, cuando no los matan. Conforme va pasando el tiempo, los ánimos van calmándose y la reconquista empieza a tener características más nobles o menos fieras. Sin embargo, el Superyo del conquistador está presente, porque es imposible arrancar de tajo algo que tuvo
décadas o siglos de permanencia en la conciencia del pueblo. La reconquista se lleva a cabo pero
de una manera en la cual sigue presente el Superyo del conquistador. La economía se nacionaliza,
el himno y la bandera son propios, pero los patrones culturales ya están contaminados para siempre. Canadá y Australia son países independientes, con una economía bastante rica e industrializada, sin embargo, la Reina Isabel II está en su papel moneda y se consideran a sí mismos como
una especie de súbditos de la Corona Inglesa. Los habitantes de Quebec consideran a Francia
como su madre patria y guía cultural de su vida. Los países de América Latina no han dejado de
ver a España como la Madre alimentadora de religión y cultura. Los esfuerzos de reconquista cultural llevados a cabo por los ministerios de educación de los países conquistados resultan a veces
infructuosos para erradicar ese complejo de inferioridad bajo el cual vive la mayoría del planeta.
Sin embargo hay otra reconquista, más lenta e imperceptible, pero que toma un lugar importante
en la historia.
La reconquista a la que nos referimos está dada por los habitantes de las regiones conquistadas que han inmigrado hacia las metrópolis conquistadoras. Poco a poco, como un virus de
afectación lenta, los inmigrantes van enraizando su cultura en las ciudades del conquistador, en su
propia casa. A veces en barrios completos, la reconquista toma el aspecto no de una fusión sino
de una revancha. Cuando uno va a París, nota que algunos barrios son totalmente africanos;
cuando viaja a Londres, encuentra barrios completamente orientales o Hindúes. Los esclavos negros traídos a Norteamérica han sido ejemplo de reconquistadores; Estados Unidos no sería Estados Unidos sin la cultura negra que ya es parte esencial de la cultura norteamericana, cultura negra con raíces notoriamente africanas, en la forma de hablar, de vestir, de cantar y bailar. Con la
ventaja de que mientras los anglosajones disminuyen en número cada año que pasa, por cuestiones culturales, los negros tienen cada vez más hijos. La población de amarillos y latinos ha realizado la misma reconquista en E.U.
Por razones sociales y culturales, la población latina está creciendo a un nivel sin precedentes en los E.U., por conveniencias tal vez electorales, la población latina ha tenido cada vez
más un espacio de actuación en E.U. En la época actual, la reconquista realizada por los latinos se
está llevando a niveles tan intensos que ha hecho temer a los anglosajones que ellos serán minoría a mediados del Siglo XXI. Pero lo interesante de esta “venganza de Moctezuma” es que los
valores latinos están adquiriendo fuerza en esa cultura, no nada más por el número de personas
que pasa la frontera para ir a trabajar, sino los valores religiosos (Estados Unidos es el País con
más Cardenales católicos en el mundo, después de Italia), estéticos (el prototipo de la mujer latina
incursiona cada vez en el ambiente artístico y de modelaje), culinarios (diversas clases de alimentos mexicanos forman ya parte de la cultura del vecino del norte: el chile, los frijoles, las tortillas,
etc.), lingüísticos (hasta la vista, mi casa es su casa, adiós, bonita, viva, etc. son expresiones que
ya están en el lenguaje anglosajón) y, por qué no decirlo, económico (cada vez son más los mexi-
El FODA: una técnica para el análisis de problemas en el contexto de la planeación en las organizaciones
canos que invierten en empresas norteamericanas o que tienen dinero en las instituciones bancarias de los E.U.). De esta forma estamos viendo al conquistador conquistado, en ningún país ha
pasado esto con tanta intensidad como en el caso de E.U. con relación a los mexicanos, existe un
pavor de parte de algunos legisladores americanos por la creciente ola de mexicanización de su
cultura. Hemos podido observar también excesos como el de salir a cazar, literalmente, indocumentados, para regresarlos a México (o incluso acabar con ellos). Sin embargo el futuro de la
mexicanización de los estados Unidos, al menos de varias grandes zonas, es inevitable. Como un
virus lento, como un cáncer silencioso, los mexicanos hemos tomado ventaja de la vecindad, y si
en siglos anteriores nos quitaron tanto, ahora, gracias a la “venganza de Moctezuma”, nosotros
estamos tomando algo. Esta reconquista, curiosamente se está realizando de la manera más pacífica y segura que se haya visto en la historia, con trabajo, con presencia y, ¿por qué no decirlo?,
hasta con simpatía. Nos atrevemos a pensar que si España estuviera junto a México, hubiéramos
hecho lo mismo.
VI CONCLUSIONES
De una u otra forma, a través de los temas abordados, hemos reflexionado acerca de como tanto
el comportamiento individual, como empresarial, público y social y las relaciones de nuestro País
con el exterior tiene una serie de características que, de acuerdo a nuestro criterio y muy particular
punto de vista, nos ponen en desventaja en la competencia económica con los países industrializados. Una desventaja que, en el mejor de los casos, debe dirigirnos hacia la perspectiva de establecer un desarrollo “a la mexicana” con los recursos que podamos contar. En este devenir la educación juega el papel más importante, ya que de ésta se deriva todo el comportamiento de la sociedad. El destino de México, además, como hemos tratado de analizar, es común al de la mayor
parte del mundo “en vías de desarrollo”. Es pues manifiesto que desarrollo y subdesarrollo son dos
caras de una misma moneda. Sin la una, no puede existir la otra.
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