Importación de tecnologías experimentales 1 Un a característica fr ecuente mente seña lada de l proceso de t ra nsferencia de tecnología hacia los países de menor desa rro ll o relativo es que las tecnolog ías imp ortadas están e n general atrasadas en n años (esta ndo n en re lació n inversa al nive l de desarrollo de l país) respecto a su introdu cción en los países centrales. Este re zago hace muy difícil al país recepto r participar en los mercados mund iales de prod uctos man ufacturados de tecno logía más nove dosa, que son precisamente los me rcados más dinámicos_ El pa ís donde tiene lugar la innovación natural mente tiende a prese rvar con cel o las ventajas mon opolísticas de ser " e l primero", al ti empo qu e la producción e n las 'e tapas ini c iales debe recurrir a numerosos servicios científicos y técn icos para optimi za r el dise ño del nu evo producto y me jo rar e l proceso de producció n, a fin de reducir los costos, obtener una calidad más unifo rme y as í ex pa ndir el me rcado nacio nal y de ex portació n. Só lo cuando el di seiio del producto y el proceso ALBERTOARAOZ productivo han sido f ij ados y esta ndarizados, y los mercad os mundi ales se han saturado por ese país y otros países de alta industriali zació n, o sea, al ll egar e l ciclo del producto al estadi o de "madurez " , comie nza éste a ser producido por las s ub sidi ari as e n los pa íses de me nor desa rrollo relativo, o por e mpresas nacio nales de los mismos a quienes se ve nde la li cencia y el know-how de pro ducción (o que, en e l mejor de los .casos, co pian el d iseño y la tecnología de producció n, si pu ede n eludir la red de patentes) . Pod e mos ll a mar a este fenó meno " importación de tecnologías atrasadas". Nuestro propósito es ll a mar la atenc1on sob re un fenómeno opuesto, pe ro igual mente pe rnicioso, resul tado ta mbi é n de la depend encia tecno lóg ica, que pode mos denominar "importaci ó n de tecnologías ex pe rime ntales " . Este fenó meno puede darse en la co mpra de tecnología in corporada en grandes eq uipos e 500 i mp ortación de tecnologías experimenta les instalaciones para la in dustria, y particularmente para los serv icios de in fraest ructura, que producen un bi en o servic io está ndar de consumo interno, como energ ía, transporte y comuni caciones. que no pudieron ser puestas en funcionamiento ni por sus provee dores y que hoy, a seis ari os de finalizado su montaje, só lo dos fun cionan con muchas di fic ul tades, bajo rendimi ento y a expensas de un enor me gasto y esfuerzo.. ." Quie nes venden estas instalaciones so n grandes empresas de ingen iería o de bi enes de capita l, qu e a menud o utilizan al país importador co mo con ejillo de indi as para nuevos diseños y desarroll os tecnológicos de sistemas productivos de gran dimensió n y costo. Engolos inados co n la apari encia de nove dad, atrapados por la prom esa de menor costo y mayor eficiencia, confiados en la "demostrada" capacidad técn ica del proveedor y so rdos a los escrúpulos de los técnicos naci o nal es (cuand o éstos han tenido oportun idad de ex presarlos), los directivos de grandes empresas públicas y los responsables de alto nivel de las decision es gubernamentales se han embarcado a veces en la compra de grandes eq uipos e in stalaciones " de avanzada" (experimental es, prototipo, preserie}. que muchas veces han traído enormes dolores de cabeza, han requerido importantes reparaciones y modificaciones y han acarreado sign ificativas pérdidas por paros en la producción - pues la garantía del proveedor cubre únicamente los trabajos de reparaci ón. Como un caso ilustrativo de tal situación, el documento destaca !a ad qui sició n de turbinas y co mpreso res So lar para las plantas co mpresoras Chelforó, Fortín Uno, Gaviotas, Cerri y Barker. Di ce que antes de adjudicarse las li citaciones res pectivas, se contaba co n informaci ón de que las turbin as Solar no habían sido diseñadas o ri ginar ia mente para uso industrial, qu e no tenían la potencia necesari a para las neces idades de di chas pl antas, y que só lo había cinco turbinas de ese tip o en funcionamiento a título experimental y no afectadas a servicios críticos. Se sabía además - añade- que no había en el mundo ninguna pl anta compresora que funcionara con turb in as So lar Centaur de la potencia indicad a por los oferentes, exce pto un a que se estaba experimentando en la propia planta Solar de Cali fo rnia. Señala que por todo ello "estas turbinas eran /o que se denomina de preserie o prototipo y, por lo tanto, presentaban muy limitada confiabilidad para ser destinad as a prestar servicio La historia es bien co nocid a en Argentina, de cuya experien- cr ítico". cia mencionare mos sólo cuatro casos: Detalla a continuación un a se rie de graves despe rfectos a] Un reci ente comunicado gubern amental* sobre la crisis comprobados más tarde en dich os equipos, según un info rme del sistema abastecedor de energJa eléctrica al Litoral-Gran elaborado por "compañeros que trabajan en esas pl an tas" . Buenos Aires hab la de "irresponsabilidad y men talidad depene] La compra del sistema "Pentaco n", para circuitos automádiente, causa de la crisis energética" e informa sobre "los entrete lones de esta seguidil la de accidentes de máquinas e ticos de tel efonía, por parte de la emp resa Nacional de Teleinstalaciones". Un o de los casos mencionados es de es pecial com uni caciones. La operació n de este novedoso sistema ha interés : acarreado, y aún acarrea, num erosos problemas que está n siendo resueltos en gran medida por el propio personal técnico de la empresa; pero no queda duda sobr e quién ha de recoger los La Central Costanera de SEGBA beneficios de este período de "prod ucci ón experimental". "Las 5 máquin as de esta usin a sufren evidentes prob lemas desde su instalación en 1953-64. Por ell o, debieron ser rediseñados por vicios fundamental es en la concepción de sus calderas. Estas máquinas fueron compradas sin conocerse si funcionaban similares en otras partes del mundo, esto es, eran un prototipo y su instalació n sirv ió de expe ri encia a la firma fabric ante, co n el resu ltado negativo conocido. La reparació n de las calderas significa una erogación de l orden de los 40 mill ones de pesos ley." dl Las sucesivas co mpras de di stin tos tipos de locomotoras diésel-e léctricas por parte de Ferrocarriles del Estado, de d iser'i o " nuevo" o "mejorado", qu e incorpora nu evos desarroll os, y que al ser puestas en servicio mostraron diversas defici encias y crearon problemas serios para el funcionamiento de la red ferrovi aria. La mayoría de estos tipos de locomotoras no fueron producidas en seri e por los fabricantes extranj eros, co n lo que además aparec ió el problema de abas tecimi ento de repu estos. Reaccionando contra esta situación, la empresa adoptó más reci entemente, lu ego de una cuid adosa selecció n, un diseño b] La empresa nacional Gas del Estado tamb ién ha tenido probado, fabricado en serie en el extran jero, y reali zó una pro blemas si milares, conforme a un art ícul o aparecido en el "desagregación" del diseño que le ha permitido derivar a la di ario Noticias de Buenos Aires el 2 de abril de 1974, cuya industria nacional casi la tercera parte del valor de la locomoto ra. primera parte reproducimos aquí: Es probable que un a encuesta en diversos países de Améri ca "Gas del Estado se debate en medio de una monumenta l Latina muestre casos sim il ares a los ya mencionados, y permita deuda ex terna ori gin ada en gastos mill onarios reali zados durante dar cuerpo a la co nclusió n preliminar que surge del caso los últimos di ez años para la adquisición de eq uipos que luego argentino: uno de los efectos de la dependencia tecnológica es resultaron total o parci almente inutili zabl es, según un a doc u- ser usado como banco de prueba para equipos e instalaciones de mentada denuncia efect uada por el Sindicato de l Personal de Gas grandes dimensiones que emplean tecnología aún experimental. Curiosamente, ai seguir las sugere ncias del proveedor extranj ero del Estado. se cree elimin ar los ri esgos involu crados en la utili zació n de la "Entre las causas de dicha situación, la entidad señala . . . la capacrdad nacio11al té<;ni ca, científica e industrial; pero se corre adquisic.ión de instalaciones como las cuatro plantas Langmar, el riesgo neto de que el país absorba los costos de probar y poner a punto modelos y diseños expe rimentales. Para evitar. Escila caemos en Caribdis. * Publicado en los diarios de Buenos Aires el 17 de enero de 1974.