155 UNIDAD XII: PROCESOS MICROBIANOS DE LA CONSERVACIÓN Y PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS APLICACIONES BIOTECNOLÓGICAS DE LAS FERMENTACIONES La elaboración de productos fermentados se cree que se inició en pueblos nómades de Turquía, Asia Central y Bulgaria que transportaban leche fresca dentro del estómago de cabras. Por la acción de enzimas y bacterias presentes en la leche se obtenía una masa coagulada que facilitaba el transporte y la conservación de la misma. Con el transcurso de los años, el hombre intentó conservar de alguna forma los alimentos que eran obtenidos en gran cantidad en las épocas de abundancia, para poder ser consumidos en las épocas de escasez. La fermentación de la leche y otros alimentos contribuyó a satisfacer estos requerimientos. Luego, con la modernidad se realizaron numerosas investigaciones de los microorganismos que intervienen en estos procesos y se fueron desarrollando técnicas cada vez más complejas para la elaboración de diferentes tipos de leche y sus derivados (leches ácidas, diferentes tipos de yogur, quesos, etc.), la conservación de frutas y hortalizas, granos, forrajes, etc. Leche y sus derivados Leche La leche es el producto fresco del ordeñe completo e ininterrumpido, en condiciones de higiene, de animales sanos, descansados y bien alimentados, recogida higiénicamente y sin calostro. La leche es un líquido blanco, opaco, más viscoso que el agua y de sabor ligeramente azucarado. Químicamente, se puede considerar a la leche como una emulsión de materia grasa en solución acuosa que contiene numerosos elementos, algunos en disolución y otros en estado coloidal. La leche está compuesta principalmente por: materia grasa, lactosa, proteínas (caseína y otras), minerales, sales, agua, vitaminas, enzimas y otros componentes. La leche para ser comercializada debe cumplir con todas las características físicas y bacteriológicas que se establecen en la legislación. Caseína Las caseínas son complejos proteicos fosforados de gran tamaño y que constituyen la parte nitrogenada más característica de la leche. No existe ninguna sustancia parecida en la sangre ni en los tejidos de mamíferos. La caseína precipita solo cuando se acidifica la leche a pH 4,5; razón por la cual se la ha llamado proteína insoluble de la leche. Lactosa La lactosa es el único glúcido libre que existe en cantidad importante en todas las leches. La lactosa se sintetiza en la mama a partir de glucosa sanguínea y es el componente de la leche más lábil frente a la acción microbiana. 156 Numerosas bacterias realizan la transformación por fermentación de la lactosa a ácido láctico, proceso que provoca la acidificación de la leche. Bacterias ácido- lácticas Son un grupo de bacterias Gram positivas, comúnmente no móviles, capaces de crecer en un rango de pH de entre 4 y 4,5; no esporuladas y que producen ácido láctico como producto principal o único del metabolismo fermentativo. Todas las bacterias del grupo son anaeróbicas facultativas o microaerófilas (Tabla 1). Las bacterias ácido lácticas son microorganismos auxótrofos, es decir que requieren una serie de componentes (aminoácidos, purinas, pirimidinas, vitaminas y péptidos) que no pueden ser sintetizados por ellos mismos, por lo cual estos compuestos deben encontrarse en el medio en el cual están creciendo. El elevado requerimiento nutritivo de estos microorganismos, los condicionan a poder vivir solo en hábitats que le sean propicios: como la leche, el intestino de animales (incluso el hombre), mucosas de animales o sobre plantas intactas o en descomposición. Con respecto a las temperaturas a las cuales se desarrollan estos microorganismos, los hay mesófilos y termófilos. Tabla 1: Principales géneros de bacterias lácticas. Temperatura de crecimiento Tipo de fermentación mesófilos homofermentativa mesófilos heterofermentativa bacilos largos y delgados o cortos y curvos mesófilos o termófilos homofermentativa o heterofermentativa Lactococcus spp cocos mesófilos Pediococcus spp cocos mesófilos Género Streptococcus Leuconostoc spp Lactobacillus spp Morfología cocos cocos homofermentativa homofermentativa o heterofermentativa Las bacterias ácido lácticas son fermentadoras y dependiendo de si el producto de su metabolismo es solamente ácido láctico, o si el ácido láctico está acompañado por otros productos se las denominan homofermentativas o heterofermentativas, respectivamente. Las bacterias lácticas homofermentativas generan como producto principal de su fermentación el ácido láctico. Con respecto a las bacterias heterofermentativas, durante la fermentación, además de ácido láctico producen: CO2, etanol y algunas acetato. 157 Carga microbiana de la leche La calidad de la leche para producción de alimentos es muy importante desde el punto de vista técnico y depende del número y naturaleza de los microorganismos que contiene. Los microorganismos presentes en la leche pueden provenir: Del interior de la ubre: si la ubre está sana la leche obtenida es prácticamente estéril. En cambio, si la ubre presenta mastitis (infección bacteriana) se incrementa en gran cantidad el número de microorganismos presentes en ella. De los pezones: esta contaminación es peligrosa porque en la piel de los pezones se encuentra un alto número de microorganismos esporulados. Cuando el sistema es de producción es a campo, la carga microbiana total suele ser baja. De equipos y elementos de ordeñe: contaminación producida por limpieza deficiente de los mismos. De la conservación o el transporte: por conservación o transporte de la leche a temperaturas inadecuadas. Pasteurización La pasteurización es un proceso térmico que recibe su nombre gracias a Louis Pasteur, quien al desarrollar este proceso permitió mejorar la calidad de vida al hacer posible que productos alimenticios básicos, como la leche, se pudieran transportar largas distancias sin ser afectados por la descomposición microbiana. La pasteurización es un proceso realizado a líquidos (generalmente alimentos), que se utilizó por primera vez para controlar la contaminación por microorganismos en el vino. Uno de los objetivos de la pasteurización es la eliminación de los microorganismos patógenos (especialmente los organismos causantes de la Brucelosis, Tuberculosis, entre otros) y otro de los objetivos, es disminuir la carga microbiana presente en la leche cruda (disminuye aproximadamente el 95%). Además, la pasteurización retrasa el crecimiento de organismos alterantes lo cual incrementa la vida útil de los líquidos perecederos y no altera las características nutricionales del producto. Sin embargo, la pasteurización no es sinónimo de esterilización, puesto que en ella no se destruyen todos los microorganismos (excepto en el caso de la ultrapasteurización). Los dos objetivos principales de la pasteurización, se consiguen a través de procesos industriales de distinta complejidad, en los cuales las temperaturas de calentamiento son inferiores a 100°C. Una vez realizados estos procesos no es necesario hervir la leche, aunque debe conservarse siempre en un lugar frío y consumirse antes de la fecha de vencimiento indicada. 158 La pasteurización de la leche, se realiza habitualmente pasando la leche a través de un intercambiador de calor: la leche se bombea a través de un tubo que está en contacto con una fuente de calor. Existen varios tipos de pasteurización según el tipo de tratamiento empleado: La pasteurización baja fue el primer método empleado, aunque la industria alimentaria lo ha ido renovando por otros sistemas más eficaces. La pasteurización alta es el método actualmente utilizado en la industria. Además, también en la actualidad se utiliza mucho el método de ultrapasteurización que comprende la esterilización de la leche. En general, cuando la leche es calentada a más de 100°C se producen reacciones indeseables, sin embargo la ultrapasteurización al exponer a la leche a tan cortos tiempos de calentamiento, produce una mínima degradación del alimento. La leche según el Código Alimentario Argentino Las empresas productoras que se encargan de la elaboración y envasado de leche y sus derivados para consumo, realizan además del proceso de pasteurización, otros controles sanitarios que garantizan que el producto final cumpla con reglamentaciones correspondientes establecidas por el Código Alimentario Argentino (CAA). Para cada tipo de leche o alimento lácteo, el CAA indica diferentes normas específicas en cuanto a las características físicas y químicas del producto y además en cuanto a sus características microbiológicas. En este punto es importante destacar, que para cada producto existen límites y parámetros microbiológicos que nos indicarán si la leche o alguno de sus derivados es apto para el consumo humano. Según el CAA está prohibido comercializar leche cruda y numerosos organismos oficiales (Ministerio de Salud y otros) recomiendan no consumir la leche sin pasteurizar. La leche cruda sin control sanitario puede ser perjudicial para la salud (en especial por la presencia de microorganismos patógenos) y también cuando la misma es recogida en envases que no son aptos para contener alimentos. Derivados de la leche La fermentación láctica acidifica el medio a valores de pH menores que 5, lo cual elimina la posibilidad de crecimiento de los microorganismos que alteran los alimentos. Esta práctica se emplea para la conservación y producción de alimentos, y a estos alimentos se los denomina en conjunto: derivados de la leche. Si bien, existen numerosos derivados de la industria láctea a continuación se desarrollan los más relevantes: Yogur De los derivados lácteos fermentados el yogur es el que presenta mayor consumo a nivel mundial. El yogur es el producto obtenido por fermentación de la leche pasteurizada, a través de la acción de los microorganismos Lactobacillus 159 delbrueckii subespecie bulgaricus y Streptococcus salivarius subespecie thermophillus. Estos dos microorganismos homofermentativos constituyen el cultivo iniciador del yogur (los que se presentan en más alta proporción). S. salivarius se desarrolla acidificando fuertemente el medio y se utiliza para la producción de ácido láctico y L. delbrueckii es mucho menos acidificante que el anterior. Este último contribuye fundamentalmente al sabor y al aroma del producto. Ambos microorganismos son microaerófilos y soportan muy bien los pH ácidos. En el yogur estas bacterias conviven en estrecha simbiosis. Cuando se cultivan conjuntamente, aumenta más rápido el número de células viables y el contenido de ácido láctico. Para la fabricación del yogur el objetivo principal es mantener un equilibrio adecuado entre el desarrollo de ambos microorganismos con el objeto de obtener un producto final suficientemente ácido y aromático. Al comienzo de la preparación, el pH de la leche es favorable a S. salivarius, razón por la cual inicialmente la acidificación es llevada a cabo principalmente por estos microorganismos poniendo en marcha la fermentación láctica. Además, L. delbrueckii también favorece el desarrollo de este microorganismo ya que obtiene un aminoácido (valina) a partir de la caseína el cual estimula el desarrollo de S. salivarius. Luego del aumento de la acidez por acumulación de ácido láctico, el pH se vuelve poco favorable para S. salivarius, la relación se invierte y progresivamente pasan a ser más dominantes los L. delbrueckii. Cuando el pH se acerca a 4,6 las caseínas se aglomeran formando la red tridimensional responsable de la textura del producto y se obtiene un coágulo que retiene el suero. Los yogures firmes (consistencia semisólida) se preparan con leches concentradas y se fermentan directamente en los recipientes de envasado. El yogur líquido se incuba a una temperatura más baja y por un tiempo mayor, luego se mezcla y se enfría antes del envasado. Los yogures batidos (menor consistencia que los firmes) se obtienen al romper el coágulo antes del envasado. Los yogures con frutas son preparados, batidos en frío a los cuales se les agrega pulpa de diversas frutas previamente pasteurizadas. Kefir Es una bebida gaseosa, ácida y fermentada (un tipo de leche ácida), que se consume mucho en Europa Oriental. El kefir se prepara a partir de la leche previamente pasteurizada que luego se enfría a temperatura ambiente momento en el cual se agregan 2-10% de gránulos de kefir. Los gránulos de kefir son unas masas gelatinosas que contienen una comunidad bacteriana de levaduras, bacterias lácticas y acéticas que fermentan la leche y generan como productos ácido láctico, ácido acético, etanol, dióxido de carbono y compuestos aromáticos, obteniéndose una bebida de sabor ácido, ligeramente gasificada y con algo de alcohol. La levadura fermentadora (Saccharomyces kefir) es la que proporciona a esta bebida un contenido alcohólico de aproximadamente el 1-2%. A continuación del agregado de los 160 gránulos de kéfir, se deja fermentar y luego se filtran los gránulos y el kefir se conserva a 4°C para ser consumido. Las bacterias que se encuentran en el granulo de kefir forman una asociación simbiótica en la cual intercambian sus productos metabólicos como fuente de energía y/o los factores de crecimiento. Dentro de los microorganismos que participan de esta asociación hay varios ejemplos: Saccharomyces kefir, Leuconostoc spp., Acetobacter spp., Candida spp., etc. Quesos Los quesos son concentrados de proteínas especialmente caseínas, que se obtienen por un proceso de coagulación de estas a pH ácido y un posterior proceso de deshidratación. La coagulación de las caseínas resulta en la generación de un gel en el que quedan retenidos la materia grasa, vitaminas y minerales. En general, el proceso ocurre por la acción del cuajo. El cuajo consiste en un extracto enzimático de proteinasas ácidas como la renina que hidrolizan la caseína. La acción enzimática, en conjunto con la acidificación desarrollada por los microorganismos de la flora nativa de la leche o de cultivos iniciadores, se denomina coagulación mixta. El producto resultante es la concentración de la materia seca de la leche por coagulación a través de la acción microbiana. Luego de la coagulación, se produce el proceso de deshidratación o desuerado del queso que se inicia con el corte del gel formado por coagulación. En este momento ocurre la liberación de lactosuero. Luego del desuerado, se procede a moldear y prensar el queso. El moldeado le da forma a los quesos y el prensado ayuda a eliminar el lactosuero remanente. El proceso de elaboración se detiene en este punto en el caso de los quesos frescos, mientras que en el caso de los demás quesos el proceso sigue mediante dos partes: el salado y la maduración. El salado favorece la disminución de la actividad del agua y actúa controlando el crecimiento microbiano y la actividad enzimática. Además, favorece la formación de la corteza del queso al seguir deshidratando. La maduración se realiza en cámaras con temperatura y humedad relativa controladas. En esta etapa ocurren procesos de lipólisis, proteólisis y glucolisis que generan compuestos que otorgan sabor y aroma a los quesos y también hay evaporación de agua por lo cual se termina de formar la corteza del queso. En esta etapa intervienen en forma más relevante los microorganismos no iniciadores (aquellos que no intervienen en forma directa en la acidificación). En el caso de los quesos frescos estos no presentan una coagulación mixta, sino que tienen una coagulación de tipo láctica. En estos quesos se utilizan pequeñas cantidades de cuajo y se opera a bajas temperaturas para evitar las condiciones óptimas de acción de la enzima. Estos quesos son siempre muy húmedos (60-80% de agua). A causa de su gran contenido de agua son muy poco conservables. Estos quesos precisan de una previa pasteurización de la leche, ya 161 que si existen microorganismos patógenos en la leche, estos quedan intactos ya que no tienen un proceso madurativo. En el caso de los quesos con ojos, estos se deben o bien al dióxido de carbono que se genera al fermentar la lactosa o en algunos tipos especiales de quesos al empleo de cultivos especiales del género Propionibacterium que producen dióxido de carbono a partir de lactato. Estas bacterias también producen ácido propiónico y acético a los cuales se les adjudica el sabor dulce y picante de estos quesos. Existen además, innumerables variedades de queso que se clasificación por su textura, contenido de humedad, de materia grasa, etc. Otras variedades de queso son los que tienen hongos en su superficie como los quesos azules que presentan vetas azuladas debido al crecimiento de hongos del género Penicilium. Las vetas azul-verdosas observadas corresponden a las hifas del hongo en crecimiento sobre el queso. Manteca Es el producto graso obtenido de la leche o nata de vaca pasteurizada, la manteca se considera una emulsión de agua en aceite. Su preparación es en parte microbiológica ya que es necesario un agriado inicial (acidificación) de la leche por microorganismos del género Streptococcus. Luego, para la producción del aroma se utilizan otros microorganismos que producen pequeñas cantidades de acetoína (compuesto inodoro y sin sabor) que es oxidada a diacetilo, compuesto responsable del aroma. Estos microorganismos solo producen acetoína en medios ácidos por lo cual es necesaria la acidificación previa. Conservación de frutas y hortalizas por fermentación láctica Encurtidos A través de la fermentación ácida se pueden conservar hortalizas de hoja, hortalizas subterráneas y frutas, los productos más utilizados son: pepinos, zanahorias, repollos, cebollas y tomates verdes. El producto final se denomina pickle o encurtido. El pickle es un producto acidificado resultante de la fermentación láctica de ciertos vegetales. La fermentación es llevada a cabo por bacterias lácticas que se encuentran sobre la superficie de los vegetales. Durante el proceso se procura favorecer el desarrollo de las bacterias lácticas e impedir el desarrollo de otros microorganismos que puedan alterar la calidad del alimento. Las condiciones que favorecen el desarrollo de la flora láctica son: anaerobiosis y una concentración de sal del 5%. En estas condiciones el proceso es el siguiente: primero se realiza un proceso heterofermentativo a través del cual se produce CO2, que desaloja el oxígeno del medio y se consigue de esta forma la anaerobiosis. El acido láctico también generado, baja el pH del medio, lo cual inhibe la actividad de los demás microorganismos presentes en los vegetales. Leuconostoc mesenteroides, 162 Pediococcus cereviseae, Lactobacilllus plantarum, Lactobacillus brevis, son algunos de los microorganismos que realizan este proceso. Chucrut Es un producto obtenido por fermentación del repollo mediante bacterias lácticas. Este proceso de fermentación puede ser a) natural, a partir de microorganismos que se encuentran en el repollo o b) inducida, mediante la aplicación de bacterias inoculadas. Repollo Acondicionamiento Picado Adición de sal Etapas del proceso de elaboración del chucrut Mezclado Prensado Fermentación Tratamiento térmico Empaque esterilizado CHUCRUT Acondicionamiento: se eliminan las hojas superficiales y se lava el material con la finalidad de eliminar la contaminación con microorganismos indeseables, no se agrega ningún aditivo al agua para evitar eliminar por completo los microorganismos que se van a encargar de la fermentación. Picado: el material se pica con la finalidad de aumentar el área superficial, beneficiando tanto la extracción de los líquidos del repollo como el desarrollo de los microorganismos. 163 Adición de sal: las principales funciones de la sal son: Extraer del repollo el agua, los azúcares, proteínas y otras sustancias que son utilizados por los microorganismos para su desarrollo. Favorecer la fermentación láctica, inhibiendo el desarrollo de otros microorganismos. Contribuir al sabor, aroma y firmeza del producto final. Prensado: una vez que el repollo y la sal son colocados en el fermentador, se procede a crear una condición de anaerobiosis, que se puede lograr mediante el prensado o por medio de un "sello de agua" (cubrir el material con un plástico y verter un poco de agua sobre él). Fermentación láctica: en el repollo hay coexistencia de microorganismos, de los cuáles algunos participan en la fermentación láctica, mientras que otros producen su deterioro. Estos últimos son en su mayoría aeróbicos y no sobreviven en ambientes ácidos, por lo que prácticamente no se desarrollan en este ambiente. El crecimiento de cada una de las bacterias lácticas depende de los siguientes factores: concentración de estos microorganismos en el vegetal, concentraciones de sal, azúcar y otros nutrientes, así como la temperatura a la que son sometidos. Durante la primer etapa de la fermentación predomina la bacteria Leuconostoc mesenteroides, cuyo desarrollo se ve favorecido por la concentración inicial de sal y una temperatura de 21 ºC. Este microorganismo es capaz de convertir los azúcares en ácido láctico, ácido acético, etanol, manitol, algunos ésteres y CO2. Esta bacteria se inactiva cuando la concentración de los ácidos generados alcanza un 1% v/v. Con la acidez también se inactivan los microorganismos indeseables y las enzimas responsables del ablandamiento de los vegetales. En estas nuevas condiciones se desarrollan dos tipos de bacterias Lactobacillus brevis y Lactobacillus plantarum, que producen principalmente ácido láctico. Además es común encontrar a la bacteria láctica Pediococcus cerevisiae. 164 La fermentación del repollo puede durar entre 3 y 6 semanas y al final del proceso la acidez oscila entre 1,8 y 2,2 % (equivalente a un pH entre 3,5 y 3,7). El proceso se detiene cuando no hay más azúcares disponibles o cuando la acidez inhibe a los microorganismos involucrados. Tratamiento térmico: se somete al producto a una temperatura entre 77 y 82 ºC durante 3 minutos, con la finalidad de detener la fermentación. Empacado: se empaca el producto en bolsas plásticas, recipientes de vidrio o latas, los que previamente deben ser esterilizados. Los recipientes de vidrio por inmersión en agua en ebullición durante 15 minutos, las bolsas plásticas se exponen a la luz ultravioleta y a las latas primero se les aplica un baño de vapor y luego se someten a un tratamiento térmico. Ensilados Las explotaciones ganaderas pueden conservar los forrajes mediante técnicas conocidas como heno y ensilado. El principio de cualquier conservación de forraje está basada en tratar de obtener un producto lo más semejante posible al material original a procesar, en cuanto a cantidad (volumen) y calidad nutricional. Heno: consiste en la deshidratación del forraje hasta niveles de 14-15% de humedad para inhibir el crecimiento microbiano. Un heno puede confeccionarse de diferentes maneras y dependiendo de ello se los denomina fardos, rollos o megafardos. Silo: El ensilado es una técnica de conservación de forraje en estado húmedo, al abrigo de la luz y sin oxígeno. El ensilado está basado en la inhibición de procesos enzimáticos y microbianos no deseados a través de la disminución del pH del medio. Dicha disminución es producida por la fermentación láctica de los azúcares que presenta el material original o forraje (maíz, sorgo, alfalfa, caña de azúcar, etc.), en condiciones de anaerobiosis, sin dejar de mencionar que existen múltiples factores a tener en cuenta para lograr un silo de buena calidad. 165 Dependiendo la especie forrajera (material original), se determina el momento fenológico óptimo para realizar la confección, en este punto se busca el mayor volumen posible por hectárea, sin dejar de tener en cuenta la calidad nutricional. En general, los mejores resultados se observan cuando los vegetales tienen 3035 % de materia seca y un contenido mínimo de 6 a 12% de hidratos de carbono solubles para garantizar la fermentación láctica. Luego, se procede al corte y picado del material original, procesos que normalmente son simultáneos. Es importante el tamaño del picado ya que interviene en la compactación del silo. Tamaños de picado muy grandes son difíciles de compactar dejando “cámaras de aire”. Esto provoca un mayor tiempo de respiración aeróbica (pérdida de valor nutritivo) e impide inicialmente los procesos de fermentación deseados y en casos extremos la pérdida del material ensilado. Por otra parte, debe haber una proporción mínima de trozos de vegetal (no menor a 2 cm) para estimular la motilidad ruminal. En caso que esto no suceda, se pueden ocasionar trastornos a nivel de rumen en el animal. Esto puede suceder en aquellas dietas donde el silaje es el principal componente y no intervienen otras fuentes de forrajes fibrosos como por ejemplo heno de alfalfa. En aquellos forrajes que al momento de ensilar poseen granos (maíz o sorgo), es importante lograr una ruptura de esos granos (craker). Esto se logra con maquinaria que posee rolos que ejercen el partido de los granos, dejando expuesto el contenido de los mismos a los microorganismos para facilitar los procesos fermentativos, como así también mejorar la disponibilidad de nutrientes en el rumen del animal. El próximo paso es la compactación, en este punto se busca eliminar la mayor cantidad de oxígeno posible, con el objetivo de disminuir la respiración aeróbica y facilitar la posterior fermentación en el silo. Acción de los microorganismos Al mismo tiempo que actúan las enzimas de la planta, se produce un desarrollo de los microorganismos presentes en la superficie del forraje en el momento de recolección. Estos microorganismos se desarrollan más o menos intensamente en función de las circunstancias predominantes en el ensilaje. Algunos de estos microorganismos que se desarrollan en ausencia de oxígeno (anaerobiosis) son benéficos ya que acidifican la masa del forraje (disminuyen el pH). Otros son perjudiciales, creciendo y multiplicándose en presencia de oxígeno compitiendo con las bacterias lácticas por los azúcares. En una primera fase del ensilaje se desarrollan bacterias aerobias (Klebsiella y Acetobacter) que son más activas cuanto mayor es la cantidad de oxígeno aprisionado en el forraje. Estas bacterias emplean como sustrato los hidratos de carbono que pueden transformar en CO2 o ácido acético, cuya eficacia en la conservación del silo no es muy notable debido a su escasa capacidad acidificante. En esta primera fase, y en condiciones normales, ocurre un incremento de la temperatura en la masa del silo que puede oscilar entre 4 a 6°C por encima de la temperatura media del ambiente debido a la respiración aeróbica (temperaturas superiores podrían estar indicando que el proceso de respiración es excesivo). 166 En condiciones ideales de confección del silo (cultivo y almacenamiento), el oxígeno debería ser eliminado de la masa en no más de 2 horas. En ausencia de oxígeno comienza una fase anaeróbica donde las bacterias fermentan azúcares dando como resultado principalmente ácido láctico, y en menor medida ácido acético, etanol, CO2, etc. Cuando el pH del silo baja por debajo de 5, se inhibe el crecimiento de las bacterias acéticas, proliferando las bacterias productoras de ácido láctico. Tras 24 y 48 horas se desarrollan bacterias (Leuconostoc y Streptococcus) que transforman los azúcares en ácido láctico ayudando a bajar el pH rápidamente. A medida que las concentraciones de este ácido son más abundantes, estas bacterias disminuyen, desarrollándose otras (Lactobacilus y Pediococcus) que forman ácido láctico en grandes cantidades (3° y 5° día). Desde el 5º día hasta el día 17 a 21 el ácido se va acumulando en cantidades crecientes inhibiendo el crecimiento de otras bacterias. Si durante este período se ha producido suficiente cantidad de ácido como para llevar el pH a valores de 4,2 o inferiores, existe la garantía de que el forraje se conservará perfectamente por un período indefinido de tiempo, con un valor nutritivo semejante al que poseía al ser puesto en el silo. Es importante destacar que la fermentación láctica no solo estabiliza el silo con la baja de pH, sino que consume menos azucares para lograr la fermentación, alrededor de 3,8 a 4%, mientras que otras fermentaciones demandan mayor porcentaje de azucares (acética 38%, butírica 24%). Por el contrario, si el forraje es pobre en azúcares (leguminosas, plantas jóvenes) o se ha empobrecido antes de ensilarlo (respiración aeróbica, fertilización nitrogenada, etc.) o simplemente las bacterias aeróbicas de la primera fase los han agotado, las bacterias lácticas no tendrán suficiente cantidad de azúcares a su disposición para conseguir bajar el pH a 4,2. Esto permitirá el desarrollo de otros microorganismos que pueden degradar el forraje. En este caso, en primer lugar actúan los clostridios sacarolíticos que degradan los hidratos de carbono formando ácido butírico (de olor desagradable) con escaso poder acidificante. Estos microorganismos dificultan la actividad de las bacterias lácticas, por lo cual la acidez de la masa disminuye permitiendo la proliferación de otros grupos bacterianos (clostridios proteolíticos). Los clostridios proteolíticos degradan las proteínas originando amoníaco como producto final, el cual termina por neutralizar la acidez residual. La masa sin mucho valor alimenticio y posiblemente con sustancias de carácter tóxico, queda reducida a un producto putrefacto que ha perdido su aspecto original, presentando un olor desagradable y característico. A esto, debe sumarse el efecto destructor de los hongos que se reproducen intensamente, en especial donde han quedado bolsas de aire, completando la destrucción del producto que queda prácticamente inservible. Es necesario considerar las fermentaciones debidas a mohos y levaduras, que tienen lugar por la presencia de oxígeno en el interior del ensilado, ya sea por la falta de estanqueidad del silo o por que hayan quedado bolsas de aire. Sin embargo, el oxígeno ingresará en el momento de la apertura del silo provocando el deterioro del material ensilado (hongos y levaduras no deseados). Este deterioro puede ser disminuido por pH de 4 o menores, y algunos ácidos producidos en la fermentación que son tóxicos para hongos y levaduras (butírico, acético y propiónico). Otros factores que ayudan es extremar medidas de manejo y condiciones ambientales favorables como por ejemplo bajas temperaturas. 167 Aditivos Dependiendo del material original a ensilar y con el objetivo de lograr una correcta fermentación, estabilidad y calidad nutricional se puede o no utilizar aditivos como: inoculantes (bacterias), sustratos (granos de cereal, melazas, bagazos, etc.), enzimas, conservantes (ácido acético, fórmico etc.) y nutrientes (urea). Valor nutritivo En cuanto al valor nutritivo, el ensilado no puede superar el valor del material original, pues seguramente habrá pérdidas tanto en cantidad como en calidad. Son inevitables las pérdidas en la formación de gases y drenaje; aunque pueden aminorarse teniendo en cuenta una serie de puntos como por ejemplo: estado fenológico del vegetal al momento del ensilado, especie a ensilar, condiciones ambientales, tiempo en la confección del ensilado, etc. Para que un silo sea estable y palatable para el ganado debe tener un nivel de acidez que varíe entre 4,2 y 5, este rango de pH depende de varios factores: especie a ensilar, estado fenológico del forraje al momento del corte y picado, compactación, tiempo de confección, tiempos de fermentación, condiciones climáticas en el momento de la operación del ensilado, etc. Cuando se realice la apertura de un silo se puede evaluar su confección a partir de indicadores organolépticos como aroma, color, grado de humedad y textura. Esto nos informa sobre la confección del silo y por ende una aproximación cualitativa en cuanto a su nivel nutricional. Los rangos son los siguientes: 168 Característica Organoléptica Color Aroma Excelente Verde aceituna Agradable a fruta madura Buena Verde amarillento, tallos más pálidos que las hojas CALIDAD Regular Verde oscuro, tallos y hojas con igual tonalidad Mala Casi negro o negro Las hojas se separan fácilmente de los tallos, bordes del forraje mal definidos, hojas transparentes, vasos leñosos amarillos Desagradable, con olor putrefacto y a humedad. Deja un olor a manteca rancia en las manos por horas No se aprecia diferencia entre hojas y tallos, los cuales forman una masa amorfa y jabonosa al tacto No humedece Al ser comprimido la mano a en el puño gotea cierre de líquido, con puño y se tendencia a ser mantiene compactado y suelto el formar una masa ensilado Destila líquido, se compacta con facilidad y llega a tomar la forma deseada Agradable, ligero olor a vinagre Textura El forraje El forraje conserva sus conserva sus contornos contornos definidos, definidos, hoja unida al hojas unida al tallo tallo Humedad No humedece la mano a cierre de puño y se mantiene suelto el ensilado Ácido, con fuerte olor a vinagre. Deja en las manos un permanente olor a manteca (ácido butírico) Vinificación y elaboración de cerveza Vinificación La producción de vino es una industria muy importante en nuestro país y en el mundo. El vino es una bebida obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras que transforman los azúcares del fruto en etanol y CO2. La producción del vino comienza con la vendimia o la recolección de la uva, que resulta ser un proceso delicado ya que tiene que pasar el menor tiempo posible desde su recolección hasta su elaboración. A continuación las uvas se prensan y se extrae el zumo resultante llamado mosto. Según el tipo de uvas que 169 se utilice y la manera de preparar el mosto, se producirá vino blanco o vino tinto. Las levaduras que hacen fermentar el vino pueden ser de dos clases: por un lado, las levaduras silvestres, que están presentes en las uvas cuando se recogen del viñedo, y que se transfieren al mosto. Por otro lado, están las levaduras cultivadas del género Saccharomyces, las cuales se añaden al mosto para iniciar la fermentación. Las levaduras silvestres presentan una menor tolerancia al alcohol que las cultivadas, y además las levaduras silvestres suelen producir compuestos no deseados que afectan la calidad del producto final. Por ello, en muchas bodegas se suelen destruir estas levaduras. La fermentación del vino se puede realizar en fermentadores (tanques) de 200 a 200.000 litros de capacidad según la bodega y que pueden estar hechos de madera de roble, cemento, piedra o metal revestido de vidrio. El fermentador está construido de tal manera que el dióxido de carbono pueda escapar pero que no pueda ingresar aire dentro del recipiente. El vino blanco se obtiene de uvas blancas o negras a la cuales se les ha quitado la piel, ya que es la piel la que tiene la sustancia colorante. En cambio, en la fabricación del vino tinto, pieles y semillas (lo que se conoce como orujo) se deja dentro del tanque de fermentación. Esto hace que el vino tinto presente mayor cantidad de taninos (sustancias químicas presentes en la piel de la uva) por lo cual suele presentar aromas más fuertes. Luego de la fermentación, los vinos se dejan envejecer almacenándolos por algunos meses o varios años. Durante el envejecimiento se suceden numerosos y complejos cambios químicos. El contenido final de alcohol del vino oscila entre un 6 y 15% en función del contenido de azúcar de las uvas, la duración de la fermentación y la cepa de levadura cultivada utilizada. Finalizada la fermentación es necesario realizar el descube (paso del vino a otro envase), para separarlo cuanto antes de levaduras y otras materias depositadas en el fondo del recipiente de fermentación y cuyo contacto prolongado produciría a la larga, olores e incluso sabores desagradables. En el caso de los vinos espumantes, estos vinos tienen una segunda fermentación en la botella y se caracterizan por presentar dióxido de carbono de forma apreciable. Este gas presente en el vino es de origen endógeno, producido en el seno del propio vino mediante una segunda fermentación de azúcares añadidos. Elaboración de cerveza Si bien, la elaboración de la cerveza tiene una muy larga historia, y las evidencias históricas coinciden en que ya era empleada por los antiguos egipcios, hoy en día la cerveza es una popular bebida alcohólica producida en todo el mundo a partir de la fermentación alcohólica de distintos tipos de cereales. En la actualidad el cereal más utilizado es la cebada, pero se pueden llegar a ser utilizados otros granos como materia prima: arroz, trigo y maíz. La elaboración de cerveza se divide en dos procesos principales: el primero corresponde a la conversión del almidón del cereal en azúcares fermentables por 170 acción de las enzimas que se encuentran en la malta y la posterior fermentación alcohólica de los mismos por la acción de las levaduras. El primer paso que es la conversión de los granos de cebada en malta se denomina malteado. La malta constituye uno de los elementos iniciales y más importantes para la elaboración de la cerveza. En el proceso de malteado los granos de cereales se dejan germinar y luego son secados y molidos. La malta contiene enzimas naturales que degradan el almidón (amilasas). El proceso de malteado es fundamental para la generación de sustancias fermentables (azúcares simples) por las levaduras. Luego del proceso de malteado se agrega lúpulo (inflorescencia femenina de una planta) que le da el sabor amargo característico y que además actúa previniendo el desarrollo de microorganismos no deseados (por la acción de una resina). Posteriormente, se produce la fermentación de los azúcares por cepas seleccionadas de levaduras del género Saccharomyces. En este momento se producen el etanol y el CO2. Luego, la cerveza es almacenada a 0° C, momento en el cual precipitan las proteínas y resinas y el líquido se aclara y luego se produce el envasado. Bebidas alcohólicas destiladas Estas bebidas se fabrican a partir de la destilación de diversos líquidos previamente fermentados. Esta destilación incrementa en gran medida el contenido de alcohol de las bebidas. Así, la destilación de las bebidas de malta da lugar a la fabricación del Whisky, la del vino al Brandy, la destilación de la melaza fermentada produce Ron y la de papa o cereales produce Vodka, entre otros. La bacteria Zymomonas mobilis es responsable de la fermentación del jugo del agave (Agave atrovirens) para producir el “pulque”, bebida que por destilación origina el tequila. Normalmente esta bacteria no se utiliza para la fermentación de la cerveza o de la sidra por producir sabores u olores desagradables, pero su capacidad para sobrevivir a elevadas concentraciones de etanol la convierte en la bacteria ideal para la generación de etanol para usos no comestibles (biocombustibles). Factores que limitan la fermentación alcohólica Acidez del sustrato: el pH es un factor limitante en la fermentación, debido a que las levaduras crecen en un rango de pH óptimo entre 3,5 – 5,5. A nivel industrial para mantener los niveles óptimos de acidez durante la fermentación se utilizan soluciones buffers. Los ácidos de algunas frutas (málico, tartárico) pueden limitar este proceso. Concentración de azúcares: concentraciones demasiado bajas o excesivas de monosacáridos o disacáridos pueden frenar el proceso. Los valores límites dependen del tipo de hidrato de carbono y de la levadura responsable de la fermentación. La concentración de azúcar afecta los procesos de ósmosis dentro de la membrana celular. 171 Contacto con el aire: el contacto con el oxígeno (por mínimo que sea) durante el proceso lo detiene por completo (efecto Pasteur). Por eso los fermentadores se cierran herméticamente. Temperatura: la fermentación es un proceso exotérmico, las levaduras son organismos mesófilos, con un régimen de funcionamiento dentro de rangos de temperaturas óptimos. Temperaturas superiores a 55 °C producen la muerte de las levaduras, la mayoría trabajan a temperaturas próximas a 30 °C. Panificación Se utiliza la levadura Saccharomyces cerevisiae con el objeto de airear la masa mediante la producción de CO2. Los escasos azúcares simples que contiene la masa son fermentados produciendo CO2, (que queda retenido debido a la estructura fibrilar del gluten de la harina), y alcohol que se elimina en el proceso de cocción del pan. El almidón de la harina de trigo no es utilizado por las levaduras, ya que no tienen capacidad de hidrolizar moléculas complejas.