U N I V E R S I D A DN A C I O N A L A U T Ó N O M A D E M É X I C O A N A L E S DEL INSTITUTODE INVESTIGACIONES E ST É T I C A S MÉXICO l 9 9 l EL TEMPLO DE QUETZALCÓATLEN TEOTIHUACAN su posIBLE SIGNIFIcADo IDEoróclco ALTREDoLópnz AusrrN LroNenoo Lóprz LI¡AN SesuRo Sucryeu¡ El Templode Qu¿tzalcOatl Hacia el año 150 dc fue erigida en Teotihuacan una pirámide de una riqueza escultórica no superada en ros siglos restant.i d. la vida de la ciudad. Es un edificio de planta rect"ngulur con siete cuerpos superpuestos(cabrera y sugiyama rg82: 167),con su escarinaraaf poniente, cubierto en sus cuat-ro caras por relieves tallados en piedra. bn sus alfardas, taludes y,tableros se encuentran esculpido, .r, b".¡orr"rieve los cuerpos multicolores de serpientesemplumuáar qu. p".é..r deslizarse entre-conchas y caracoles marinos. A lo targo de lós cuerpos ondulantes de los ofidios,. se alternan, empotradis en ros tableros y las alfardas, grandes esculturas de bulto: uña cabezaserpentina que emerge entre los pétalos de.una lor,I un ser de grandes colmillos en cuya frente aparecendos anillos (fig. l). La identificación de las cabezasserpentinas ofrece poca dificultad. Pertenecen a los cuerpos de las serpieñtes de los relievés.Representan a un dios cuya morfología iconográfica persistió hasta la época de la Ilegda de los españoles.En el siglo >n¡résta deidad.r.orro.id" como Serpiente Emplumáda, Dios del Amanecer y del Vienro, Quet3lfatl, Estrella Matutina. [,a otra escultura,en cambio, ha dado lugar a diferentes interpretaciones. Diversosautores han argumentado'que es la cabezade Tláloc, de Yohualc-óarl,de Itzpapálotl, áe cipactli, ¿e la oeidad del Moño en el rocado o de Xiuhcóati (Sugiyamaiosou, oa¡. Las recientes excavaciolgl arqueorógicas r.*plo de euetzarcóatl (wau 198G2, wen 1gg3-4,ñeH léso e"riél rNen/university ofBrandeis 1988-9) han proporcionado variosas informaciones que nos permiten revalorar el significado de este monumental edificio (cabrera y Sugiyama 1982; Cabrera, Cowgill, Sugiyamay Serrano lggg; Ca_ brera, Cowgill y lugiyala 1990; SJgiya-i iggf, ig89", lg89b, s. f.). un reciente estudio de la iconogrztriy rasfunciones de la pirámide de 35 centraQuerzalcóatlllevó a Sugiyama(1989b, s. f.) a tres conclusiones les: a) la escultura que se ha interpretado como cabezadel Dios de la Lluvia o como Deidad del Moño en el Tocado no es la cabeza de un personaje, sino un tocado complejo; á) la serpiente lleva este objeto sobre su cuerpo; c) el templo no estaba dedicado a una dualidad divina, sino únicamente a la Serpiente Emplumada' Sugiyamaapoya sus conclusionesen la comparación de las esculturascon ejemplos de pintura mural teotihuacana; existen claras representaciones pictogúficas de serpientes emplumadas que cargan sobre su cuerpo un característico toc;do (fig. 2) (Miller 1973: 100-2,ll2). Independientemente, Karl Taube también identificó la segundade las esculturascon un tocado (Sugiyama1989b:73). En este artículo pretendemosllevar adelantelas propuestasde Sugiyama (1989b), en busca de la comprensión de los significadossimbólicos relacionados con la iconografía del Templo de Quetzalcóatl. El método seguido en esta interpretación se fundamenta en cuatro supuestos:a) la religión mesoamericanaposeyóuna unidad histórica en pensamientoy acción; á) pesea sus transformacionesprofundas a trauér del tiempo, tuvo un núcleo de fuerte resistenciaal cambio que la caracterizó como religión unitaria; c) su carácter unitario produjo un número considerablede expresionesverbalesy visualescomunes a las distintas tradiciones mesoamericanasen un amplio territorio; d) estas expresionesse caracterizanpor una rica plasticidad, manifiesta en la abündancia de tropos de distinta naturaleza. Para los efectos del supuesto d), extendemosel concePtolingüístico de tropoa ámbitos de la semiótica que no son estrictamenteverbales,pero en los que se dan fenómenos equivalentes.M:ís aun, suponemos el cruce de los juegos de equivalenciasdel ámbito lingüístico al de las expresiones visuales. En un artículo como el presente no es posible hacer un detenido razonamiento a favor de los cuatro enunciados anteriores. Ni existe el es. pacio ni es nuestro problema específico.Su exposición.y discusión se encuentran en otra obra (López Austin 1990: 2542 y l47-fi$. Sin embargo, conviene exponer al menos algunasde las basesde nuestros pos tulidos. Lo que llamamos Mesoamérica fue una realidad histórica: la coexistencia a través de milenios de sociedadesde distinto nivel de desarrollo que estuvieron fuertemente vinculadas entre sí por nexos de diversa natutaleza Esta unidad prodt$o una larg historia común de complejas relaciones.I as sociedadesintegrantescrearon conjuntamente una tradición cultural de manifestaciones locales ügorosamente particularizadas en épocas y regiones, pero con fundamentos comunes de una 36 trascendencia suficiente para permitir las relaciones permanentes entre los pueblos mesoamericanosa través de los siglos. La creación conjunta de la tradición cultural es especialmente notable en.el ámbito de la religión. Las representaciones iconográficas ofrecen similitudes que no dejan lugar a dudas de la intensa y constante interrelación. Los especialistashan hecho hincapié en las similitudes de rasgas culturales e institucionales. Para citar un solo ejemplo, en el que ilsistiremos m¿ísadelante, recordemos las observaciónei de Caso (1928:4546 y 50) y de Thompson (1978: 145,252) en relación a la liga simbólica que existió en Mesoamérica entre la turquesa, el tiempo y la lluvia. En relación a los mexicas,Thompson comenta: Es interesanteadvertir quexíhuitl,el nombre mexicadel año, tambiénsigniflrcaturquesay, por extensión,lluvia, ambosdebido a su color, que es el de los tlnlnquz,y porque ambas,Ia turquesay la lluvia, eran cosaspreciosas (r978:r45). Langley (1986: f5l-152) dice que, de tener razón Casoy Thompson, éste es un ejemplo de continuidad de simbolismo de miís de 2000 años. Son notables por su extensión y permanencia expresionesculturales tales como la iconografia de los dioses,Ios ritos, el calendario, los vínculos entre las creencias religiosas y la política, o los fundamentos astronómicos en la erección de templos, todas corroboradas por la arqueología. Su importancia impide que puedan ser explicadas como simples préstamos culturales de pr:ícticas y manifestaciones artísticas. Deben buscarse sus raíces, concibiendo la tradición religiosa mesoamericana como un sistema,no como un mero agregado de rasgos comunes. Un sistema, además, en el que operaban dialécticamente una presión sociocultural interna (fuente de las particularidades regionales) y una presión sociocultural externa, en tanto que la religión tuncionaba como uno de los campos privilegiados de interacción mesoamericana.Así pudo producirse un núcleo duro estructurante de la religión, caracterizado por su transformación lenta y por la posibilidad de ser usado y {ustado por los mesoamericanosen muy distintas condiciones y grados de complejidad social y política. El núcleo duro parece localizarse en las concepciones del orden y el mecanismo cósmicos. Creemos pertinente precisar las características de este núcleo por medio de la investigación progresiva de los especialistas. Al mismo tiempo las concepciones nucleares deben usarse co- 37 mo punto de partida heurístico. Este uso permite liberar las interpretaciones religiosas e iconográficas de reductos cerrados y las ubica en amplios campos de congruencia espacialy temporal, que son los indicados para el estudio de los procesos históricos de muy larga duración. En efecto, la religión mesoamericana es un sistema. La integración de los fundamentos de las grandes religiones y los de su expresión iconogúfica son hechos de largá duración. Esto no implica forzar interpretaciones con un marco prejuiciado, sino orientarlas para obtener resuttados siempre abiertos a la corroboración, a la refutaciónoalamodificación. Por otra parte, como fue mencionado, la información arqueológica reciente de un complejo de enterramientos asociado al Templo de Quetzalcóatl parece apoyar la interpretación aquí propuesta. Nuestra perspectiva nos ha llevado a suponer que el templo estaba dedicado a la Serpiente Emplumada como divinidad creadora de las divisiones calendáricas,esto es,del tiempo ordenado. In snpimtz emplumadaque carga un tocadasobresu ampo I. áQté significa 'carga"?En Mesoamérica exisrió la relación simbólica entre la carga, el tiempo y el poder político. La esenciade los seresdel mundo de los hombres se concebía como una carga interna e invisible. Hasta donde las fuentes documentales permiten precisarlo, la esencia era una sustanciasurgida del mundo de los dioses. En cada ser existía una combinación, al menos, de tres tipos de esencia: la de su clase, la de su individualidad, y la que cotidianamente llegaba a él en forma de frnz.a diuina-ti.mpod^estino,procedente del mundo de los dioses e irradiada por el Sol sobre la superficie terrestre (López Austin, 1975, 1990: l7S). En consecuencia, la carga era la totalidad esencial, idqa que subsiste entre los acruales mayas peninsulares (Vitta Rojas 1978:307). Los mayas de las tierras ¿ltes, además, unen esta concep. ción de carga a la del cargo transitorio de sus funcionarios (Bricker 1966). El valor complejo del símbolo deriva de viejas concepciones: los mayas antiguos, para los que las divisiones del tiempo eran cargasportadas en relevos por cargadores divinos (Thompson lg78: 5g y Og),tuvieron un mismo glifo, el registrado por Thompson (lg62: 225-226) con el número 601, para indicar carg:a,oficio, cargo o profecía. La idea no fue ajena a los antiguos nahuas. Consideraban que el Sol era el gran cargador que cotidianamente cumplía su oficio (Sahagrin 1979: 38 Lib. III, fol. lr y Lib. VlI, fol. 2v). Todo lo anterior esri de acuerdo con la liga simbólica de la que hablan Caso y Thompson, puesto que Ios símbolos de la turquesa,el tiempo y la lluvia aparecentambién vinculados al poder político. En concordancia con esta idea, Noguez (1975) enfatiza la importancia del tocado de turquesa como símbolo del poder del huei tlatoani, cargo máximo en el Altiplano Central de México durante el Postclásico.En resumen, debemosconcebir la carga como lafunz.a diaina-tianpo4zstinoque transporta un dios. 2. ¿Qúésignif.ca 'tocadn"?Los tocados complejos son motivos muy abundantes en el arte teotihuacano. Se les ha asociado con acierto, tanto en Teotihuacan como en otras culturas mesoamericanas,con el poder político (Millon 1973, 1988;Scheley Miller 1986: I 12 y I 14; Sugiyama n.d.). No sólo cubren las cabezasde los personajes,sino que son elementos independientes,tanto en la pintura mural y cerámica como en las aplicacionesde barro y en los sellos (figs. 3a-b, f, i-l). Su abundancia en contextos míticos y rituales, la variedad de sus distintivos y, al mismo tiempo, la repetición de éstos,hacen suponer que se identifican con personajesdivinos o con sus representantesterrenos en el poder, y que en ocasionesllegan a sustituir, a manera de símbolos, a las deidades (véasePasztory1976: t2l; Millon 1973, lg88; Langley 1986: lO7-24). Esto puede explicar la presencia de rocados con manos (fig. 3b). Por otra parte, en muchos casos los tocados divinos servían en la simbología mesoamericana para indicar los atributos calendáricos de los dioses. En la lámina 27 del CódiceBorgi.a,por ejemplo, aparecen cuatro dioses de la lluvia con los yelmos que corresponden a sendos signos del día del mes (figs. 4a-b), figr* que describe Seler y a las que compara con sus equivalentes del Códi.ceVaticano(Seler lg63: I[, 25&261). El tocado puede ser un símbolo sintético de la identidad dios-tiempo, porque el dios actúa como fuerza temporal. En algunas representacioneshay una transformación total del dios en un signo calendárico. En la lámina 38 del CódiceBorgia, Tláloc aparece no sólo con un tocado del monstruo de la tierra, sino vestido con toda la piel, atavío con el cual representa el primer día del calendario (fig. ac). El uso del tocado con valor calendárico es más claro cuando contiene la figura conocida como 'símbolo del año" (Caso 1967: 17&182), también llamada miotli.(Seler 1963: I, 258), meyotli.(Heyden 1979: 63), rayotrapecio(TR) (Langley 1986: 148), etcétera. El valor calendárico del llamado "símbolo del año" ha sido prolijamente demostrado, aunque hay autores que consideranque en algunos contextos se asociasó 39 lo al poder político (Langley 1986: 14&153). No creemos que haya tal disyuntiva. Existió el complejo significativo turquesa-tiempo-lluvia-tocadopoder. nóae el Altiplano Central de México hasta la zon^m yz,y-desde el período clásicó Medio hasta el Postclísico Tardío, el "símbolo del .ño" .. usó como tocado en las rePresentacionesiconogníficas (Langley 1986: la8) (figs. 3a, c-l). Pero la identificación va más allá: el "símÉ"fo ¿.t año" ¿sult bcad.o.En efecto, se ha establecido una derivación iconográfica que parte del signo del tocado hasta formar el "símbolo del añá". Estaderivación tieni sus orígenes entre los olmecas y los zapotecos (Caso 1928: 4546. 1967: 178; Edmonson 1988: 16; Winter ig8g, fGft) (figs. ba-c). Según Langley, en Teotihuacan el "símbolo del año" (TR) ei el constituyente más frecuente del "símbolo tocado emplumaáo" (FHS). Además, existe una relación visual y conceptua_l directa entre este último y una de las variantes del "símbolo del año" (TR B) (1986: ll y 117). Compáreselos signosTR, TR A y TR B de Langley (1986: 29&295). Eitolleva a suponer que en algunos casoslos tocados teotihuacanos deben ser considerados distintivos calendiíricos especíñcosen los que pueden aparecer el símbolo del año, el signo del día (figs' 3b, f ij) y aún el numeral del día (figs. 3kJ). 3. épor quá Qutz.alcóatl carga un tocadn?Quetzalcóatl-es un dios de múltiples átribuciones. En un esfuerzo por reducir las funciones a un denominador común, López Austin (1990: 321-339)lo identifica como el gran iniciador de las cosasdel mundo de los hombres, y extractor de-secretosy riquezas del mundo de los dioses. En esa misma obra se le particulariza iomo inventor de las divisiones calendáricas y extractoi de la fuerza divina-tiempo-destino, y como morador de los cuatro árboles por donde salen al mundo de los hombres, en giros, dichas fuerzas. Con este valor, el complejo del Templo de Quetzalcóatl pudiera resumirse: Quetzalcóatl, el dios extractor de los destinos, carga sobre su cuerpot,n-tigt o calendárico. Pero no es necesariamentesu propio signo calendáriéo, pues en otras representacionesla serpiente e-mnlgryda porta un toóado con elementos claramente distintos a los de la Piúmide de Quetzalcóatl (fig.2c). El tocado 4. éA quiii pntenece eI tocad,odct Tenplo dc Qtctza.lcóa,¿l? es una características: las siguientes tiene transporta que Quetzalcóatl mandíbula le falta que a Ia colmillos, grandes con monstruosa, ngro 40 la; su superficie estii cubierta por piezascuadrangulares;tiene dos anillos sobre la frente y un moño (un lazo anudado) en la parte superior. Los dos anillos aparecenen diversasfiguras teotihuacanas;Pero no hay elemen(ossuficientesPara identificarlas con algún personaje(fig. 6). En cambio, los moños tienen en la iconografia de Teotihuacan un claro valor calendárico (Langley 1986: 165-166).Tanto las piezascuadrangularescomo el moño llevan a la identificación del tocado con el complejo simbólico conocido como cornplejomanta (MC) (Langley 1986: 139-140,153-l7l), frecuentementeasociadocon un símbolo que también tiene valor calendárico:"ojo de rePtil" (fiS. 7). Se le ha identificado tanto con el cipactlide los nahuaso imix de los mayas(von Winning 196l) como con el ehécatlde los nahuas o fA de los mayas(Caso 1967:15&63,164-5,16&9). iA quién pertenece el tocado?Hay tres resPuestasposibles:a)que día a'Quetzilcóatl porta su propio tocado; b) que porta el tocado del páctti, indicando el símbolo de dicho día; c) que porta el tocado del día cipactli como símbolo abstracto del tiempo. Lai tres explicacionesalternativasson plausibles' A pesar de qu,e con anterioridad Sugiyama(1988, 1989b,s. f.) clasificóel tocado en la categoría general de "serpiente', en este trabdo los tres autores nos inclinamos por la tercera explicación,principalmente porque la iconografíadel Templo de Quetzalcóatlcobra sentido a la luz de la informaéión que puede obtenerse de la cosmovisiónmesoamericanaa Partir de las fuentes del Postclásico,como se verá más abajo cuando se toque el tema de Cipactli. Todavía más, la explicación PareceaPoyarsetambién en los resultadosrecientesde las excavacionesarqueológicasdel Templo de Quetzalcóatl.Según esta propuesta, las característicasdel tocado corresponden a las de un ser mítico de gran antigüedad en Mesoamérica,al que los nahuasllamaron Cipactli. Coincidimos aquí con la opinión de Drucker (1974:13). 5. éPor qtrc Qrctzalaíatl carga eI tocadodz Ci'pactli?Sólo podemos recurrir al registro de mitos pertenecientesal PostclásicoTardío; pero lo que éstos relatan concuerda con iconografía muy antigua. Cipactli es el monstruo original, femenino y acuático,que segúnlos mitos nahuas fue dividido en dos partes para formar con ellas el cielo y la tierra (Historia d¿ losmexicanospor suspinturas, 1965: 25-26; flistoria de México,1965: 105, 108).Aparececomo una bestiacocodrilianaen la mayor parte de las ocasionesy como un Pez sierra u ofidio en algunasotras. i.as piezas cuadrangularesdel tocado en cuestión corresponderían a las placasdérmicasóseasdel dorso del reptil. Como signo calendárico, 4l 'mes'. Cuando va unido al ci.pactli.es el primero de los veinte días del o ciclo adivinatorio de numeral uno es el primer día del tnnalpohu.alli. 260 días. Una característica muy frecuente del signo calendárico es la falta de mandíbula (fig. 8), rasgo que tzlvez se refiriera a la separación original del monstruo en dos mitades. Thompson (1978: 72), ú hablar del primer signo de la veintena entre los mayas del Clásico, identifica a Imix como el monstruo de la tierra, del que dice: El monstruo Imix, por lo tanto, es el dragón terrestre,la exactacolTespondenciacon Cipactli, en ocasionesaun con la ausenciade la quijada. Simbolizala tierra y su producciónabundante. En efecto, el monstmo sin mandíbula fue una de las formas de representar el día imix entre los mayas (fig. 8d). Adem:ís, entre los zapotecos el nombre del primer signo era "cocodrilo" (Seler 1904:3&39). Si el tocado del Templo de Quetzalcéatl es el de Cipactli, puede aludir tanto al destino cipactli en concreto como al tiempo-destino en abstracto. Como explicaremos más abajo, el signo calendárico de cipactli -como el de inix- tieneunfuerte smti.dndc püncipio y el cuerpo mismo de la diosa Cipactli es el tiempo. La explicación miás plausible es que Quetzalcóatl está representado como el cargador de los tiemposdestinos. Recurramos nuevamente al apoyo de los textos referentes a las creencias míticas de los pueblos mesoamericanosdel Postclásico,únicas registradas por medio de un sistema totalmente fonético. Cipactli fue tronchada por dos dioses convertidos en serpientes, quienes formaron el cielo y la tierra con las dos mitades, colocando entre ellas los postes que crearon el espacio libre para la morada de los hombres, Este espacio estaba formado por cuatro pisos: los cuatro cielos inferiores. Los postes sirvieron como vías que cursaron los flujos del cuerpo de Cipactli -del cielo y del inframundo a la superficie de la tierra- para formar el tiempo del mundo de los hombres en una secuencia calendárica (lÁpez Austin 1975 y 1980: I, 58-81). En esta forma, un tiempo no calendarizado, siempre presente, quedaba arriba y abajo, en las dos partes separadasdel cuerpo de Cipactli. Todas las posibilidades de existencia, todas las formas del tiempo, estaban en el cielo y en el inframundo: arriba, en nueve pisos, "los nueve que esrán sobre nosotros' (chimauhtopa)(Ruiz de Alarcón 1953: 63) o los "nueve dobleces del cielo" (CódiceRamírez L944: 94); abajo, en los "nueve mundos de los muertos" (chi.anuhmictlan)(Ruiz de Alarcón 1953: 63). Por esta causa los magos podían llamarse, en sus transportaciones shamá- 42 l- fffirn6ii ff,]li5 l. Templo de Quetzalcóatl y detalle de las esculturas. ':1.::fli:]ü):J 2. Serpientes emplumadas que Po-rlantocados complejos y serpie-nt-e^emplumada con un collar de pétalos.¿. Mural teotihuacano (Miller 1973: 100-l0l)' Séjour¿. O",un. (Miller 1973:i02). c. Mural teotihuacano (Miller 7973:112; anaranné 1966b:'45).d. Motivos opuestosen una vasijateotihuacanade tipo jado-delgado(von Winning l9B7: I, 72, fig' 8'b)' 3. Tocados complejos en la iconografía mesoamericana' a. Vasija teotihuacana (von Winning 1987: II, 28, fig' l.d). Ó. Mural teotihuacano (detalle) (Miller 1973: 150). c. Joya mixteca de oro (detalle) (Caso 1969: 84). d. Estela de Horcones, Chiapas (von Winning 1987: II, 38, ng. 4). ¿. Estela 2, Xochicalco (detalle). (Museo Nacional de Antropotogia¡.1 Mural teotihuacano (detalle) (von Winning 1973: I, 170, fig. 7.u). g.Diosa mexica de la agricultura (Museo Nacional de Antropología)..¡. Relieve zapoteco de Monte Albán (von Winning 1987: II, 14, ñg. 5.g). i. Mural teotihuaiano (detalle) (von Winning l9B7: I, 96, fig' 3.b). j.Vasija teotihuacana (von Winning 1987: II,38, fig. 2)' h. Cara' col teotihuacano grabado (von Winning 1987: II, 28, fig. 1.a). l- Clifo de la Lápicla de Texmilincan, Guerrero (Caso 1967: 161). 4. Yelmos calendáricos. ¿-á. Dioses de la lluvia que portan yelmos con signos de los días y el "símbolo del airo" (CódiceBorgia 1963:27)' ¿. Dios de la Lluvia transformado en Cipactli (CódiceBorgia 1963: 38). El4 s4 tAl t !rt^N IIAG¡ Í ffiHffiffi 5. "Símbolos del año" como tocados. ¿. Olmeca (Edmonson 1988: 16). á. Desarrollo del "símbolo del año" zvpoteca, según Winter (1989: 50). c. "Símbolos del año" zapotecos como tocados (Caso 1967: 178). ffi'ffiff 6, Figurillas teotihuacanas con dos anillos sobre la frente (Séjourné 1966a: 32,37, 142). 7. El glifo "ojo de reptil" con piezas cuadrangulares y moños.¿. (Caso1967:159).¿. (Séjourné 1984: 45). c. (von Winning: II, 78, fig. l.S). F- y cipactli.¿. Eclificio5-D-43de Tikal (Gendrop g. RelaciónenrreQuetzalcóatl I, lámina85.a).c. codex ioaz, oo¡. á. Altar Lr á. copán luauasuy 1889-1902: Tenochtit.lan' de Mayor del Templo Ñuttatt dgZS,75).d. Serpientes rry 10. Reconstrucción hipotética del Templo de Quetzalcóatl, según Sugiyama (1989a: 87), con la ubicación de los entierros y de los l8 tocados de Cipactli. wffiffiwffi 11. Figtrrillas con "resplanclores" desmontables (Rubín de la liorbolla 1947 figs. 15, 16, 1B). ! nicas, "viajeros del inframundo y del cielo" (niani Mictlan" niani Tu pan) (Rluiz de Alarcón 1953: 163). Para enconrrar cualquier realidad posible en "el ámbito del tiempo siempre presenteorecorrían los l8 pisos del cuerpo de Cipactli. Eran 18 pisos como los 18 "meses" o veintenasque tenía el año (López Austin 1990:7&79). En el cuerpo de Cipactli estaba,por consiguiente, la toralidad del tiempo que debía ser transportado al mundo de los hombres en un orden calendárico. Como hemos üsto, el signo cipactli era considerado el primero en el orden no sólo de Ia veintena,sino de todo el calendario de los destinos.Al respectodice Sahagún(1956:I, 317): El primer-carácterse llama cipactli,que quiere decir un espadarte,que es pez que vive en.el mar; y esprincipio de todoslos caracterés, que haceny cuentancadadía hastaque hacenun círculo de doscientosseséntadías,y comienza la cuenta de los días dando a cada carácter de trece días, que se llama año de los caracteres. Su significado se liga a las ideas de origen, comienzo (véase López Luján y Morelos, s.f.), "principio de los días,del Sol o de la luz" (Orozco y B.erra 1960: II, 17), tierra, abundancia,ceiba y maíz (Thompson 1978: 70-3).Cipactlies eljefe de todos los desrinos.Siguiendo un principio jerárquico claramente manifiesto en el Libro IV de Sahagún (1956: I,317-78), cipactli,como primero de los signos,represenraa los demás. Tal vez por esto el monstruo Cipactli apaÍezcz en el Códice Laud (1964: 23) debajo de una imagen del dios Tláloc que esrárodeada por los 20 signos. En un conocido mito de origen, se atribuye la invención del calendario al personaje que lleva por nombre Cipactónal ("la dueña del destino cipactli").Fray Gerónimo de Mendieta (1g45: I, 106) nos relat2: Y dando relaciónlos indios üejos del principio y fundamentoque tuvo es- te su calendario, contaban una tonta ficción, como son las áemás que creían cerca de sus dioses. Dicen que como sus dioses üeron haber'ya hombre criado en el mundo, y no tener libro por donde se rigiese,eshnáo en tierra de Cuernavaca en cierta cueva dos personajes, malido y mujer, del número de los dioses,llamados por nombre él Oiomoco y elÍa Ciiactónal, consultaron ambos a dos sobre esto. Y pareció a la vieja sería 6ien tomar.consejo de su nieto_Quetzalcóatl...dándole parte de su propósito. Parecióle bien su deseo,.y la causajusta y razonabli: de manera qué altercaron los tres sobre quién pondría la primera letra o signo del cafundario. Y en fin, teniendo respeto a la üeja, acordaron de le dir la mano en lo di- 43 cho..Iacualandandobuscandoquépondríaal.principiorleldichocalena manera"desierá".iq i"p¿ .n .i"rt^-.o* riu*uaJci¡i"ctli, que li pintán de su intento' ielación irizo le y agua, .rr-"1 {ue p.,-l Ji'.." ttC"-g "r,au. rosándole tuvresepor bien ser Puestay-asentadaPqr Prime.lllt-tt-1 " y pusieron ce^cipactti' pintáré.nla álo, en lonsintienáo ;;?;;i;i";;;;i";'y ',r.t" ,i.rfe'. El marido dé la vieja pusó dos cañasfsicpro oue ouiere ¿..ir fueron poniendo i"r Jttii"l, i J ti.i" ,t.'. ."'"' &c', y de esta manera de los autores dichos y de hasta trece signos en cada plana,-en-reverencia pintados y muy otros diosesque en medio ie cada plana tenían los indios, en cada planas'y trece asentadosen estelibro del calendario,que contenía semadías, los contar para támbién servían cuales f"r il;;;;-;i!"ár, nas,mesesy anos'.. otraversióndelmismomitoaPareceen|aHistori'ad¿losmexicanos calendario está por rÁ pnturas (1965:25) y el ac.t; g-e^13^creacióndel 1979: Tronc.so y Paso 21; (19?9: en el Cód'ici'Borbónico i.pr"r.'r,t.do e2-3). el En resumen, la interpretación más plausible es que Quetzalcóatl' representado está tiempo' del divinas extractorcargador de las fuerzas ensuaccióndetransportareltiempo-destinoenabstractoalasuperfi. cie de la tierra. Si ]as escul6. éCuát es et signi,Jicartoglobal dzl Tempto de Qrctzatcéali? que considerar podemos cargador/carga, turas nos llevan i ti r"lu.iótt elTemplodeQuetzalcóatlesun"templodedica¿oaltiempo;eraelluen el que Que¡ sar donde se veneraba tanto el momento primordial hacía surgir el ialendario, del divisiones creador de las ir[J.¿-"f cotidiana divina acción la como hombres, ii._po en el mundo de los contmrio'.Quetzalel por Si, de la sucesión de los tiempos-destinos' al dios en su cóatl porta el signo de ehéíail' el templo estaría dedicado advocación de Señor del Vie nto' 7.éExistenotrostatimoniostl¿|arelacióncargatlor/carga?Eslógico tuvo^un sentido considerar que si la unión de Quetzalcóatl y Cipactli de la traiconografía la en aParecer cosmológico tan profundo, debén muy temporal y esPacial rango un en dición ,"iigioru mesoamericana' ambos entre vínculo el claro sea amplio, otios ejemplos en los que dioses. ellos es muy coExisten para el caso dos gruPos semánticos' Uno de Serpiente EmIa de figura la nocido; comprende entre ius tlt*"tttot q u e p u e s t o Quetzalcóatl se nlumada y el símbolo de Venus, cuanto al cuerpo en conocido con el astro. El segundo es ii."rin*¡l debe unírsele el que vemos crocodiliano y la ausencia de qit¡ta"; pero cuatro ejemmenos' al señalar, simbolo de un par de anillos. Éoát-oi 44 plos de considerable rango espacialy temporal y en los que aparecen elementosde los dos conjuntos con un claro o presumible caúcter de pareados. uno de ellos es la representación mixteca en el cód.iceNuttall de las aguas marinas que nadan juntos cipactli y Ia serpienlr. te Emplumada. Los d:-Tfu_""ejemplos,tnen ibr símbofos de buetzalcóarl con el de los dos anillos que aparecen en el tocado de dipactli del Templo de Quetzalcóarl. EI primero de ésroses el llannado Édin.io sD43 de Tikal, construido en el siglo \r'II con una fuerte influencia arquitectónica teotihuacana. En sus taludes y cornisas tiene el símbolo venusino, característico de Quetzalcóatl, mientras que en los tableros se suceden pares de anillos. El segundo es la figura serpentina del Altar o de copán: se representa una serpiente emplumaáa que lleva sobre su cuerpo tres pares de grandls anilosl Er tercero son las serpientesde la base de la pirámide de Huitzilopochtli y Tláloc en el Templo Mayor de México-Tenochtitlan: mientras en el ládo de Huitzi. lopochtli se encuentra claramentela serpiente emplumada, su compañera del lado de Tl¡íloc riene sobre el doiso el par de anillos (fis. g).' Loshallnzgasarqueológfuas rec,ientes F,s posible encontrar algunos apoyos a nueslra propuesta en los rearqueológicos. En ra preserrt. dé."b" se han descr.l-cientes_hallazgos bie-rto l13 esqueletoshumanos asociadosal Templo de euetzalcóatl. Tal y como lo demuestran los nuevosanálisis(Sugiyamal-ggs, lggg., 88; Cabrera, Cowgill, Sugiyama y Serrano tggg: É_?O; Cabrem, Cow_ gill y sugiyama 1990),dichos enterran¡ientosfueron rearizadosar principio de la construcción. En su gran rnayoría son restos de sexo masc*lino, de edades fluctuantes entre los 13 y 5b años, muchos de los cualestienen una colocaciónque hace suponer que los individuos fueron colocadosen posición sedente,con las manos atadasa la espalda. como puede verse en las descripciones arqueorógicas (cabrera, ^ Cowgill, Sugiyama y Serrano lg89; Sugiyarna lgbga), Ió, ,..to, ór"o, estaban asociados a ricas ofrendas: ená tórax tenían collares formados p^or piezas perforadas de concha que representan dientes hurnancls, frecuentemente unidos para imitar má*ilas, o maxilas reales, tanto anirnales cr¡mo humanas; a la artura del sacro había discos de pizarra; en torno a los cuerpos se enconf,raban numeror"r p,r.rt^ da proyectil de obsidiana. Todo lo anterior ha hecho suponer q,ru ." tota de los resros de guerreros sacrificados(sugiyama téas, tgéga: 103). 45 rectangulares exLos esqueletos se hallaron en el interior de fosas E*11:,11" tierra' y piedras cavadasen el tepetate, cubiertos con ""'"regularidad en extraña una y e. i".olo.ución de las foias Ui. ,i*""i" Cowgill' Sude individuos (Sugiyama1985' 1989a;Cabrera' ;i;;;;t" en frecuente característica una Jur*" v Serrano lg8g). La s-imetríaes Teotihuacn e-specialmente y rir"rí mesoamericanos' il';ñil;.,.[ c a n ' L a s f o s a s s o n p a r a l e l a s a l o s m u r o s d e l e d i f i c i o . A l e x t e r fl1n; iordel foso largo' muro sur había un gruPo central de 18 cuerp-ot-qt Yt enterramientos individuales' Al exterior del ["."a" p". do, p"q:t.nos En el lado oeste de la muro norte tp.r..rJ tta agrupación idéntica' una configuración tiene oirámide. el subcomplejo d? enterramientos fosos-un par largos de pares Dos más difícil'de-inrerprerar. áif;";.: individuos en cuatro con otro el y aor, ,r,r"u. individuos en cada foso al sur de otro y norte al cada foso- esUínsimétricamente acámodados norte y subgrupos los en foso largo y Poco profundo' Los esqueletos sistema el significativos.en ron qü. .ur forrñai conjuntos de números cuatro' nueve y su tótal' trece' Por medio de ;;;áó$.o-ciendárico: fosas en la mitad sur un túnel iniciado en 1988 se descubrieron dos la del norte fueron en y 8 cuerpos áel edificio: la del sur contaba con enterrados l8 individuos (fig' l0)' expuesta' La rePetiTodos estos hallazgo, '"ñ'i'"tt a la idea arriba de-Cipactli cocuerP-o del pisos los ción del número 18 rEcuerda tanto 18 también, Son días. 365 de mo el número de las veinrenasdel cicló de los esculturas las 87)' (1989a: sesún Ia reconstru..ió,, ¿t Sugiyama cuerLos templo. del escalinata i"!"á", a, cipactli a cada ladó'de la oosdelasfosasindividualesqueflanqueanlosentierrosdelSindivi- tó, i" q". pod{a-rifgrirseal númerode díasdel ffir:;;i; Si J*"r,,. n4L U miradrur del.áifi.io lasdosfosassuman26cuerpos. suDonemosunasimetríabilateraltendríamoselnúmerocalendárico másoam.ri.ano más importante: 52 (fig' l0)' --p;; otra parte, lo, clllares de maxilas reales y artificiales, objetos r9.mi^tira una de inusitados .n la arq,reología mesoamericana' podría fuertemente maxila la las características*,i, i*fo.tantes de cipactli: contrastadapor la ausenciade mandíbula' Loshallazgosarqrtcológicosd¿ 1939 Sirevisam<¡slainformaciónproductodeexcavacionesanteriores,enq"t pueden añadirsecomo indicios a los contraremo, orro, "i.-.,'to' 46 datos mencionados.Alfonso Caso yJosé Pérez exploraron el Templo de Quetzalcóatl en 1939. En sus rabajos fuerdn descubiertasdos ofrendas, correspondientesa la etapa constructiva de las grandes esculturas de bulto (Sugiyama1989a:100-101).En ellasaparecieron,entre otros objetos, cuatro tipos de figurillas humanas de piedra verde. Tienen la particularidad de contar con un elernento desmontableque Rubín de la Borbolla llama "resplandor" (1947l'66).Este "resplandor" se fijaba a la espalda o en la parte posterior de la cabeza de la figura (fig. I l). Es una pieza que cargala figurilla. Su silueta semejavagamente el tocado. Es posible que el simbolismo cargador/cargaesté presente. En las excavacionesmás recientesdel Templo de Quetzalcóatlhan sido descubiertasotras figurillas de este tipo en un claro contexto de enterramiento mriltiple (Entierro 14) bajo la esrructura piramidal, lo cual está obviamente relacionado con su construcción. Han sido encontradas figurillas semejantesen la Tumba 29 de Monre Albán y en Tzintzuntztn, y los "resplandores" en diversos sitios de Mesoamérica (Rubín de la Borbolla 1947:66). Otrostemplnsmesoam¿ricanos d¿dicadasal tiernpo EI mito del origen y de la naturaleza del tiempo fue fundamental en la cosmovisión mesoamericana. Puede afirmarse que a lo largo de los siglos existió en toda Mesoamérica una obsesión por el decurso calendárico. La sustancia temporal identificada como sustancia divina es una de las ideas m:ís vigorosas del pensamiento prehispánico" El flujo calendárico a través de los cuatro postes del cosmos se remite, tanto a la geometría cruciforme como al mecanismo cósmico de la sucesión de las influencias. La obsesión no era indiferente al fundamento que la concepción del tiempo proporcionaba al poder político. De acuerdo con nuestra propuesta, los teotihuacanos también participaron de estas creencias, que confiamos se harán progresivamente patentes con el desarrollo de los estudios iconográficos. Los teotihuacanos erigieron un suntuoso monumento al tiempo. No debe extrañarnos que Ia práctica se repitiera en otras regiones y épocas. Señalamosalgunosejemplos. a) El Templo de las SerpientesEmplumadas, el más sunruoso de Xochicalco, asociaen sus taludes inferiores las representacionesde la Serpiente Emplumada, de personajes que llevan ricos tocados de Ci. pactli y del glifo calendárico 9-ojo de repril. Existen en el edificio relie47 l ves que han sido interpretados por numerosos autores como correcciones calendáricas. b) El llamado Templo Calendiirico de Tlatelolco tiene en sus cuatro caras una secuencia de los días del tonalpohualli.Recientemente Salvador Guil'liem (1989) encontró en la fachadaprincipal una pintura mural en la que aparecen Oxomoco y Cipactónal en el acto de la creación calenclárica. c) En una de las escalinatasdel llamado Templo de Quetzalcóatl en la estación Pino Suárez del Metro de la Ciudad de México, se encontró una imagen de Ehécatl-Ozomatli, advocación de Quetzalcóatl. En las alfardas aparecieron dos glifos calendáricos: 2<aña (año del fuego nuevo) y l-águila. Además, dentro de la estructura se halló una caja de ofrenda cuyasparedes internas estabandecoradas con glifos calendáricos que corresponden a los cuatro marcadores de año y cuyos numerales suman 52: l3-casaen el oeste, l3<onejo en el sur, 13-cañaen el estey l3-cuchillo de pedernal en el nc¡rte(Gussinyer1970). d) El número 365 puede estar significativamente Presente en algunas de las pirámides mesoamericanasm:ís importantes. Así, por ejemplo, suman 565 los 91 peldaños de cada una de las cuatro escalinatasy el escalón de la plataforma superior del Templo de Kukulcán -la Serpiente Emplumada- en Chichén Itzá (Marquina l95l: 849). Otro ejemplo sería el de Tajín: en repetidos estudios arqueológicos de la Piúmide de los Nichos se afirma que el número de los nichos existentes en los siete cuerpos de la pirámide, antes de la añadidura de Ia escalinata, fue de 365. Conchuiorws Como hemos visto, existen numerososelementosque hacen plausible considerar que el Templo de Quetzalcóatl de Teotihuacan es un templo dedicado al tiempo. Esperamos que nuevos materiales de excavación corroboren nuestra propuesta. Creemos que a partir de esta interpretación será posible reconsiderar productivamente la iconografía teotihuacana y, en general, el significado de otros importantes monumentos rnesoamericanos. 48 RESUMEN En este artículo se estudia el significado del monumento más suntuoso de Teotihuacan: el Templo de Quetzalcóatl. Con base en estudios iconográficos y con la información producto de recientes excavaciones arqueológicas, es posible deducir que el edificio estaba dedicado al mito del origen del tiempo y al decurso calendárico. Las esculturas de sus fachadas representan a la Serpiente Emplumada en el momento de la creación, La Serpiente Emplumada carga sobre su cuerpo el complejo tocado de Cipactli, símbolo del tiempo. Los materiales arqueológicos descubiertos coinciden con los datos iconográficos y con esta interpretación. Existen en Mesoamérica otros monumentos aparentemente consagrados a este mismo mito y con similar simbología. ABSTRACT In this article the significance of Teotihuacan's most sumptuous n¡onument is studied: the Temple of Quetzalcoatl. Based on iconographic studies, together with the results of recent archaeological excavations, it is possible to deduce that the building was dedicated to the myth of the origin of time and calendaric succession. The sculptures on its facades represent the Feathered Serpent at the moment of the creation. The Feathered Serpent bears the complex headdress of Cipactli, symbol of time, on his body. The archaeological materials discovered coincide with iconographic data and with this interpretation. Other monuments in Mesoamerica are also apparently consecrated in honor of this same myth and protray similar symbolism. ALNORES Alfredo LópezAustin Instituto de Investiga.ciones Antropológicas y Facultad de Filosofíay Letras (UniversidadNacional Autónoma de Méúco). LeonartloLópezLujdn Proyecto Templo Mayoy'Subdirección de Estudios Arqueológicos (Instituto Nacional de Antropología e Hisroria, México). SaburoSugiyama.Department of Anthropology, Arizona State University, Tempe, Arizona. ProyectoTemplo de Quetzalcóatl(Teotihuacan, México). 49 BIBLIOGRAFfA Bricker, V. R. 1966. "El hombre, la carga y el camino: antiSuos concePtos mayas sobre tiempo y espacio, y el sistema zinacanteco d9 9rg9s"..En Los zinaca.ntecos.tln pueblo tzotzil d¿ LosAltos dc Chiapas (ed. E. Z. Yogt\. México: Instituto Nacional Indigenista,pp. 355-370. Cabrera, R., G. Cowgill y S. Sugiyama. 1990. "El Proyecto Templo de Quetzalcóatl y la práctica a gran escalade sacrificio humano". Tn L9 EpgcaChisi¿a: hallazgos,nueuasi.dcas(ed. A. Cardós de Méndez). México: Museo Nu.eaós Nacional de Ántropología, Instituto Nacional de Antropología e Historia. Cabrera, R., G. Cowgill, S. Sugiyamay C. Serrano. 1989. "El Proyecto Templo de Quetzalcó atl" . Arqu,eología5: 5l-7 9. Cabrerá, R. y S. Sugiyama. f982. "La reexploración y restauración del Templo Viejo de Quetzalcóatl". En Manoria dzl ProyectoArqunligico Teotihu,acan AOAZ fta. R. Cabrera, I. Rodríguez y N. Morelos). México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, pp. f 6&184. México: Museo Nacional de Arqueología, Caso, A. 1928. Zas eitelaszapotecas. Historia y Etnografia. -¡ prehisPínicos.México: Universidad Nacional Au1g67. Los-calmdari.os tónoma de México. -, 1969. ¿¿ tesorod¿MonteAlbón. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia. Códic.e Borbónico.1963. México: Siglo Veintiuno. CódbeBorgia. 1963. México: Fondo de Cultura Económica. CódireFejéruátyMayer. 1967. En Antigttcdadesd¿ México. México: Secretaría de Hacienda y Crédito Público: v. 4, p. 187-276. Códi,ceLaud- 1964. En Antigüzdadcsd¿México. México: Secretaría de Hacienda y Crédito Público: v. 5, pp. 315409. CódiceRatnírez.1944. México¡ Leyenda. Drucker, R. D. 1974. Renovating a Reconstruction: The Ciudadela at Teotihuacan, Mexico: Construction Sequence,Layout, and possible Uses of the Structure. Doctoral dissertation, University of Rochester. Ann Arbor: Universitv Microfilms. Edmonsbn, M. S. 1988. Thc Booh of thz Year. Miülc American Calmdrical Syte'z"s. Salt l".akeCity: University of Utah Press. Gendrop, P. f 982. Arte prehispánboen Mesoamérica.México:Trillas. Guil'liem, S. f 989. "Descubrimiento de una pintura mural en Tlatelolco". Aztrofológiras,3: I 4ll 50. Gussinyei,I. 1970. "Un adoratorio dedicadoa Tláloc". Bolztín IN'{,H,38:7-12. Heydeí, D: 1979. "El signo del año en Teotihuacán: su supervivencia y el senHommaje al Doctor PauI iido sociopolítico del símbolo". En Mesoaméri.ca. Kirchhoff (éd. B. Dahlgren). México: Instituto Nacional de Antropoloda e Historia, p. 6f46. Historia de losmexi¿atwspm xu pinturas. 1965. En Teogoníae historia d¿ l.osmexi' canos.Tresoptisculosá"t t;gto'xw 1.d. A. M. Garibay-K.). México: Porrúa, pp. 21-90. 50 -l Histlria de Méxito (Hüt:qre du Méchiryz). 1965. En Teogoníae hisnria d¿ lasm* xi.caTo-s. opiscuhs dcl siglo xral 1eO.A. M. Garib"ayK.). México: porrúa, -\rys pp.9l-120. Langley, J. c. 1986..symbolicNotation of reoti,huacan Elc¡nmts of uriting in a Mesoatnericanculture of the classb period. oxford: sARIntern;tional series: 313. LópezAustin,4. l97q:."Algunas ideas acercadel tiempo mítico entre los antiguos nahuas". En Hls.toril, ft!:rya eyuzlas.XIII Meia Rcdonda(ed.J. Litvak ](ilg^y ft. Castillo Tejero). México: Sociedad Mexicana de Antropáogía, p. 189-208. ---l-l-_r 1980. cunpo hutnano e idcohgía. Las concepciorusdc losantigr.tos nahuas. México: Universidad Nacional Auiónoma de México. -, 1990. los ¡nitos del tlaanaclw. caminos de ta mitorogía mesoameri¿ana. México: Alianza Editorial Mexicana. López Luján, L.y N. Morelos. s.f. "Los petroglifos de Amecameca:Un monumento a la elección de Motecuhzoma Xoéoyotzin". Anales de Antropología (en prensa). Nogu-ez, 1975 "La diadema de turquesa (xiuhuitzolli) y las alianzas de los -x. señorío_s,prehispánicos. Acercamienio iconográfi co". Eñ xI I I MesaRedonda (ed. J' Litvak King & N. castillo Tejero). Nléxico: sociedad Mexicana de Antropología, pp. 83-94. Marquina, Ignacio. 1964.ArquitecturaprehisfuÍnita. México: Instituto Nacional dé Antropología e Historii Maudslay,-A. P. 1889-1902. Biologia cmtraliAmeri.cana or contrihttions of the (no2ledge^of-the Fauna ond Flora of \exico and cmtrar Amnha. Archaeálog. London: R. H. Porter and Duilau y Co. Mendieta, G. de. 1945. Historia ecl¿s'itistica indiana. México: Salvador chávez Havhoe. Miller, A. G. 1973. The Mural Paintingof reotihuacan.washington D.c.: Dumbarton Oaks. Millon, C. 1973. "Painting, Writing, and polity in Te<¡tihuacan,Mexico". Az+ rican Anti.quity, 38: 29*314. -, 1988. "A Reexamination of the Teotihuacan Tassel Headdress Insignia", in Featheredsqpents .and Floueting Trees:Recotutructing tfu Murats íf Teotihuacan(ed. K. Berrin). Fine Arts l\iuseums of San Franiisco, pp. l14 t34. orozco y Berra, M. 1960. Histoúa antigta I d¿ la conquistad¿ México.México: Porrúa. Paso.y Troncoso, -F. dgJ.-1979.Descripció4 historiay exposicióndel códi¿eBorb6 ni¿o.México: Siglo Veintiuno. Pasztory, E. 1976. The Murak of repantitla, Teotilruacan.New york: Garland Publishing. Rubín de la Borbolla, D. F. 1947. *Teotihuacan: ofrendas de ros templos cle _ Qu-etzalcóa!". 4*to d¿lIrutituta Na¿imal dc Anuolnbgía e Histmia,2: tit:72. Ruiz de Alarcón, H. 1953.-"Tratado de las supersticiorr-.ry costumbres gentílicas que oy vi_ue:rentre los indios naturale; de esta Nuéva España". nir¡. ae la serna et al. Tralado dc ku idolatrías, supersrbiorus,di.oses,riios, hechiceííasy 5l gentíIicasd¿ l.asrazas aborígenesd¿ México. México: Fuente otfa.scostumbres 17-130. u. 2,pp. Cultural, S. ¿e. i9-50. Historin gtnzral de Lascosasd¿Nttata España.México: Pot"l?il:, 1979. CódiceFlorentino.Manuscrito 218-2Ad¿ b ColecciónPaltttina d¿ ln BibliotecaMediceal.aurenzinna. México: Archivo General de la Nación. Schele, L. y M. E. Miller. 1986. The Bbod of Ki?g- 4T^ry and Ritual in Maya Art. New York: George Baziller,ntc./Kimbell Art Mrrseunr,Forth Worth' Séj<rurné,L. 1966a.El Lmgwie de lnsformasm Teotihuacan.México: s/e' 1966b. Arquitectulay pinturo m Teotihuacan.M({-c9: Siglo Veintiuno' -, 1984. Arqieología d.eTeotihua¡an.La cnómita. México: Fondo de Ctlltura Económica. 'The Mexican Chronology with SpecialReferenceto the Zapcr Seler, E. 1904, tec Calendar". En Mexican and Cintral A¡neri.canAntiquities, Calendar and History.Washington: SmithsorrianInstitution, Bureau of AmeSystems, rican Ethnology,Bulletin 28: pp' 1l-55. 1963. Cí¡nentariosal CóáiceBorgia. México: Fondo de Cultura Economica. 'Recientes descubrimientosdc entierros y ofrendas dediSugiyama,S. 1985. iá¿as al Templo Viejo de Quetzalcóatl". Para publicarse en _Mernoriad¿I ProyectoArqwóUg;co i'eotlntnian 8&82, vol. 2 (eds' R. Cabrera,-I. Rodrígr-rez y N-.Morelbs). Méxicor Instituto Nacional de Anropología e I'Iistoria' 1988. "[,os animales en Ia iconografia teotihuacana". ReaistaMexicana v. 34, n. l: l3-52. d¿ EstudiosAntropol.ógitos, -, 1989a."Búriali Dedicated to the Old Temple of Quetzalcoatlat Teotihuacan". Ameri¿anAntiquity,v' 54, n. I : 85-106. -t 1989b."Iconograpñic Interpretation of the Temple of Quetzalcoatlat Teotihuacan". Mexi¿oav. 10, n. 4:6&74. -, s.f. "Rulership, Warfare, and Human Sacrificeat the Ciudadcla, T'eo tihuacan: An Iconógraphic Study of FeatheredSerpent Representations". En Art, Idcology,and the City of Teotihuacan(ed. Janet C' Berlo)' Washington. f).C.: Dumbarton Oaks. The Cod¿xNuttall. 1975. New York: Dover. Tlrompson,J. E. S. 1962. A Catatogof Maya Hieroglyplu' Norman: University of Oklahoma Press. 1978. Maya Hizroglyphb Writing. An Introdu¿tiori..3u ed' Norman: University of Oklahoma Press. Villa Rojas, A. 1978. Los elegidosd¿ Di'os.Etnografía dz las mayasdz Qy'intana Roo.México: Instituto Nacional Indigenista. Winning, H. von. 1961."TeotihuacanSymbols:The Reptile's Eye Glyph". Etñnos,v.26,n" 3: 121-166. -, y lossign'os.México: Uni1987. La iconografíadc Teotihu'a¿an.Los dioses versicladNacional Autónoma de México. Record.México: Minutiae Mexicatt:" M. 1S89.Oaxaca.TheArchaeol.ogical 52