TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA SALA PRIMERA DE DECISIÓN Sentencia de Segunda Instancia Neiva, enero veintiuno (21) de dos mil ocho (2008). PONENTE ACCION ACTOR DEMANDADO PROVIDENCIA RADICACION ACTA NUMERO : DR. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO : POPULAR. : EDUARDO ORTIZ : DEPARTAMENTO DEL HUILA Y OTRO : SENTENCIA : 410013331002-2006-00179-01 : 004 DE LA FECHA Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la sentencia de primera instancia de fecha del 8 de octubre de 2007. I. ANTECEDENTES. El señor EDUARDO ORTIZ, en ejercicio de la Acción Popular instauró demanda contra el MUNICIPIO DE NEIVA y el DEPARTAMENTO DEL HUILA, invocando la protección de los derechos colectivos relativos a la seguridad y salubridad pública, al goce de un ambiente sano y a la rehabilitación y resocialización de la población indigente. Refiere en los hechos que en el parque Santander de la ciudad, actualmente viven siete jóvenes dementes, tres de sexo femenino, dos jóvenes infectados con VIH, una joven embarazada, tres ancianos enfermos y otros más pernoctan transitoriamente, quienes no sólo se rebuscan su sustento diario sino también, hacen sus necesidades fisiológicas en dicho sitio: “… quienes asistimos al Parque Santander a descansar, meditar, escribir, leer, solo o familia, sufrimos el daño colectivo que hace a la salud, el olor y podredumbres que emana de la material fecal y orina, depositada por los habitantes del parque. Además, la inminente peligrosidad e inseguridad al descansar, leer o escribir al lado de 7 (siete) y 2 (Dos) enfermos contagiados de sida…” (fl.2). 2 Los habitantes del mencionado parque, se encuentran totalmente desprotegidos y por ende, deben ser colocados en los sitios que realmente les corresponden, como son los centros de rehabilitación de sustancias sicoactivas, centros médicos, educativos, sicológicos, siquiátricos, hogares dignos con alimentación y trabajo. En Neiva existen aproximadamente mil quinientos indigentes drogadictos; sin embargo, de acuerdo al informe rendido por la Secretaría de Salud del Departamento se ofrecen becas para que sean tratados médicamente solamente a quince de ellos. II. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA a) Municipio de Neiva El ente territorial accionado contestó la demanda aceptando algunos hechos y solicitando la prueba de otros, oponiéndose a las pretensiones de la demanda, manifestando que el deseo de la administración municipal es ofrecer condiciones para que los habitantes vivan con todas las necesidades básicas satisfechas, pero la realidad presupuestal es distinta, los recursos son escasos y las necesidades insatisfechas por la cantidad de personas necesitadas. Refiere que por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Municipal se realiza actividades por habitante de la calle, sin embargo, la problemática de la indigencia se multiplica, aunado al hecho que en algunas ocasiones el afectado no colabora para su rehabilitación “el accionante reconoce que la problemática de la indigencia se multiplica se retiran cinco (5) por parte de la policía y aparecen diez (10) lo que significa que se trata de solucionar el problema a unos indigentes y aparece otra cantidad” (fl. 42). 3 b) Departamento del Huila El Departamento del Huila, a través de apoderada, contestó la demanda argumentando que es competencia de los alcaldes municipales adelantar los programas de apoyo a la población vulnerable. En consecuencia, es el Municipio de Neiva el que debe diseñar programas de desarrollo comunitario y social a los grupos vulnerables ubicados en el Parque Santander de la ciudad: “es claro que la responsabilidad de primera instancia, le corresponde al municipio de Neiva, sin embargo, en complementariedad cumplimiento que rigen de SGSSS, los el fines de subsidiariedad Departamento ha y realizado actividades en el área de la salud mental con una inversión alrededor de $340.000.000” (fl.109). El Departamento del Huila a través de la Secretaría de Salud cuenta con una política de salud mental, respaldada por el Plan de Desarrollo Departamental “Huila Unido para Construir Futuro” 2004-2007, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de la población. Este plan, cuenta con un estudio exploratorio, epidemiológico y situacional que permite medir el riesgo social de los habitantes, caracterizar las problemáticas más relevantes (su incidencia y prevalencia), priorizar las necesidades y diagnosticar desde los componentes y patologías asociadas, la situación actual en salud mental del departamento. La política departamental de Salud Mental cuenta además, con un plan operativo formulado mediante concertación intersectorial compuesto por cuatro ejes a saber: Violencia intrafamiliar; atención a la población vulnerable; prevención de uso, abuso y consumo de sustancias psicoactivas y un sistema preventivo de suicidio. En cuanto a la atención y rehabilitación en salud mental y el consumo de sustancias psicoactivas, el Departamento invierte anualmente recursos superiores a $ 904.651.000. Respecto a la prestación de servicios de salud a la población pobre y vulnerable del Departamento, en especial del Municipio de Neiva, se ha 4 garantizado una red prestadora de servicios, ya sea a través de la red pública y privada, con una inversión en el año 2006 que supera los $ 35.000.000.000 millones de pesos. En este orden de ideas, el Departamento del Huila ha dispuesto lo necesario para que aquellos grupos vulnerables tengan condiciones de vida digna; sin embargo, la descomposición social que afronta el país, desborda cualquier inversión que haga el Estado. III. LAS PRUEBAS En el trámite procesal se aportaron las siguientes pruebas de orden documental: .- Fotografías tomadas en el Parque Santander (fls. 8-15, 21, 174-179). .- Fotocopia de artículos periodísticos (fls. 23-29, 96-101, 158-166). .- Informes rendidos por la Secretaría de Desarrollo Social sobre los planes y programas brindados a los indigentes a través de la Casa de Apoyo al habitante de la calle (fls.57-92, 183-157). .- Informe sobre las principales acciones al Municipio de Neiva en la implementación de la política de salud mental y reducción de la demanda de sustancias psicoactivas (fls.113-118). IV. LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El a quo, en sentencia del 8 de diciembre de 2007, luego de resumir las pretensiones de la demanda y sus fundamentos fácticos y de derecho, las respuestas al libelo demandatorio y la actuación procesal, incluyendo las alegaciones de las partes, resolvió negar las súplicas de la demanda, al considerar que “las entidades demandadas dentro de la presente Acción Popular, se encuentran efectuando actividades de índole social y asistencial en procura del mejoramiento de la calidad de vida de la población indigente y que no obstante los diferentes esfuerzos gubernamentales en procura de la resocialización de esta población, sus resultados no pueden ser apreciables debido al exacerbado aumento de los 5 índices de pobreza, del desempleo y por supuesto del desplazamiento forzado en la población rural que es la que mas sufre de este flagelo” (fl. 223). Indicó además, que no puede endilgarse responsabilidad exclusiva al Estado colombiano por esta problemática, ya que sus causas son divergentes y provienen en gran medida de los propios hogares. V. EL RECURSO DE APELACIÓN El demandante interpuso recurso de apelación contra la sentencia del 8 de octubre de 2007, haciendo hincapié en las normas de rango legal y constitucional que protegen la infancia y la adolescencia, así como la vida y salud de todos los ciudadanos. Señala que con la sentencia de primera instancia “se hace juego a una administración municipal que no quiere responder por las pretensiones de la acción popular, para que todo continúe con la misma corrupción, caldo de cultivo de este gravísimo caso de indigencia, delincuencia, drogadicción, prostitución y otros, que permiten que los millones del presupuesto municipal no alcancen para más de 22 indigentes” (fl.229). Refiere que en el fallo apelado no se menciona por ningún lado el medio ambiente del Parque Santander invocado como vulnerado en el sub lite, ni tampoco se hace referencia a los ancianos enfermos y a los jóvenes contaminados de SIDA. VI. CONSIDERACIONES La Constitución Política en su artículo 88 defiere a la ley la regulación de las Acciones Populares para la protección de los derechos e intereses colectivos. En desarrollo de esta norma se dictó la Ley 472 de 1998, que en su artículo 4 define como derechos e intereses colectivos los relacionados entre otros con los siguientes derechos invocados por la parte actora: 6 g) El acceso a una infraestructura de servicios que garantice la salubridad pública; j) El acceso a los servicios públicos y a que su prestación sea eficiente y oportuna” Respecto a los requisitos para la procedencia de las acciones populares ha dicho el Consejo de Estado: para que en conjunto con otras instituciones y organizaciones (entre ellas el Bienestar Familiar, en lo relacionado con los menores, Acción Social etc.) incluso de carácter internacional, diseñen y articulen políticas tendientes a dar una solución mucho más efectiva al fenómeno de la indigencia que sufre nuestra ciudad capital, y concreten acciones para liberar el parque Santander, en el menor tiempo posible, de los problemas de ese orden que afectan los derechos colectivos invocados en la demanda “1. Que exista un interés colectivo que se encuentra amenazado, en peligro o vulnerado por una acción u omisión de las autoridades o de los particulares. 2. Que la acción se promueva durante el tiempo que subsista la amenaza o peligro al derecho y/o interés colectivo. 3. Que la acción se dirija contra el particular, persona natural o jurídica, o la autoridad pública cuya actuación u omisión se considere que amenaza o viola el interés colectivo. Este requisito supone que tal acción u omisión sea probada por el actor, o que del expediente sea posible deducir de qué acción u omisión se trata, pues de lo contrario, el juez de la acción popular no podrá impartir mandamiento alguno en la sentencia”1. El apelante cuestiona la sentencia del ad quo que niega las pretensiones de la demanda, porque no comparte el hecho de que por Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencia del 28 de septiembre de 2002. Actor: Isidro Nieto Soto. Consejero Ponente: Dr. Alier Hernández Enríquez. 1 7 razones presupuestales se esté en la imposibilidad de proteger los derechos colectivos “al goce de un ambiente sano, el goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público, la seguridad y salubridad pública y el acceso a una estructura de servicios que garantice la salubridad pública”, relacionados con la situación en que se encuentra el Parque Santander de la ciudad de Neiva, haciendo mención a las labores desarrolladas por los demandados para el manejo del referido parque y su ocupación por indigentes como un fracaso, haciendo alusión a los Hogares Claret, en donde se conocen los enfrentamientos, motines, saqueos, lesiones personales destrucción etc., que son producidos por los menores infractores que son llevados allí; así como la denominada Casa “Habitante de la Calle”, al referir que de los 1.200 indigentes que tiene el Municipio de Neiva, los que a la fecha deben ser unos 2.000, resultando insuficiente que se afirme por la Secretaría de Desarrollo Social de esta ciudad que se beneficiaron o atendieron 1.000, puesto que si fuera así, solo quedarían 200 por rehabilitar y resocializar. Que si el Municipio de Neiva tiene implementado dentro de sus políticas sociales lo referente a la ayuda y auxilio a la población marginal e indigente de la ciudad, según el Acuerdo 008 de 2005, porque no se ha erradicado este flagelo del parque Santander?. El artículo 82 de la Carta Política expresa: “Es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el interés particular”. La Ley 9 de 1989, en su artículo 5, define el espacio público de la siguiente manera: “Entiéndese por espacio público el conjunto de inmuebles públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados por su naturaleza, por su uso o afectación, a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas que trascienden, por tanto, los límites de los intereses individuales de los habitantes. 8 Así, constituyen el espacio público de la ciudad las áreas requeridas para la circulación tanto peatonal como vehicular, las áreas para la recreación pública, activa o pasiva, para la seguridad y tranquilidad ciudadana, las franjas de retiro de las edificaciones sobre las vías, fuentes de agua, parques, plazas, zonas verdes y similares , las necesarias para la instalación y mantenimiento de los servicios públicos básicos, para la instalación y uso de los elementos constitutivos del amoblamiento urbano en todas sus expresiones, para la preservación de las obras de interés público y de los elementos históricos, culturales, religiosos, recreativos y artísticos....” Sobre este aspecto, la H. Corte Constitucional ha manifestado: “Ante la realidad de una crónica y tácitamente permitida perturbación de los espacios públicos, parecería para algunos ser un mal menor que merezca la atención de las autoridades. Sin embargo, el trastorno del espacio público ocasionado por un particular o por la actuación de autoridades no competentes2, puede llegar a vulnerar no solo derechos constitucionales individuales de los peatones y aspiraciones colectivas de uso y aprovechamiento general, sino también la percepción de la comunidad respecto de las áreas a las que tiene acceso libre y a las que no lo tiene. En efecto, algunos estudios y estadísticas sugieren que los actos de perturbación que ocurren en un sitio público, posiblemente afectan a miles de personas por hora3. El espacio público, al ser un ámbito abierto, es un área a la cual todo el mundo quiere tener acceso libre y puede hacerlo; por esta razón la tentación de abusar de él es permanente. Sin embargo, así como algunos son constreñidos a la usurpación del espacio público por problemas económicos y circunstancias sociales y por una ausencia real de oportunidades, y esta circunstancia debe tener connotaciones jurídicas; otras personas, desconociendo su propia responsabilidad social, hacen de esas posibilidades una verdadera oportunidad en los negocios, o un abuso desproporcionado de su derecho, poniendo en peligro la efectividad en la administración de tales espacios públicos. Corte Constitucional. Sentencia T-550 de 1992. M.P. José Gregorio Hernández Galindo. Robert C. Ellickson. Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows, and Públic-Space Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996. 2 3 9 Hay que tener claro, entonces, que el orden en los espacios abiertos, como calles y parques, debe ser un valor social por excelencia que genera confianza, respeto y tranquilidad en la comunidad, porque contribuye a mejorar las condiciones de vida urbana y a neutralizar, así sea en mínima parte, las agresiones propias de una gran ciudad (visuales, auditivas, de tránsito, de seguridad, etc.). Es por ello que algunos doctrinantes sostienen que, el “atributo básico de una ciudad exitosa es que una persona pueda transitar libremente por las vías públicas y además pueda sentirse personalmente segura en las calles, entre todos los ciudadanos que transitan en ella”. 4 En ese orden de ideas, las reglas diseñadas para la preservación del espacio público, desde que sean razonables, no pueden ser consideradas como un impedimento para la libertad de las personas5 sino la base misma de esa libertad, extendida y articulada para todos. En consecuencia los ciudadanos deben sujetarse a los mandamientos constitucionales y legales que regulan el debido aprovechamiento del espacio público, como parte de su responsabilidad con la comunidad y de sus deberes constitucionales. Por ende, una “sociedad liberal que aspire a asegurar la igualdad de oportunidades para todos y una política universal de participación, debe presumiblemente darle la posibilidad a cada individuo de hacer uso de todos los espacios necesarios para circular libremente y transportarse, así como de todos los espacios públicos abiertos.”6. La Corte constitucional ha advertido, en consecuencia, la legitimidad de las conductas tendientes a tratar de proteger el espacio público y el legítimo interés de las ciudades, de proteger los derechos y los intereses de la colectividad y en especial de los peatones. Así las cosas, la función de regular el uso del suelo y del espacio público corresponde a una verdadera necesidad colectiva y, por tanto, no es apenas una facultad sino un deber de prioritaria atención7”8. Jane Jacobs. The Death and Life of Great American Cities. 1961. Citado, Robert C. Ellickson. Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows, and Públic-Space Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996. 5 Robert C. Ellickson. Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows, and Públic-Space Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996. 6 Ver el caso Evans vs. Newton, 382 U.S. 296, 301-302. 1966. 7 Corte Constitucional. Sentencia T-203 de 1993. José Gregorio Hernández Galindo. 8 Corte Constitucional, Sentencia SU-360 de mayo 19 de 1999. M.P: Alejandro Martínez Caballero. 4 10 En síntesis, hacen parte del espacio público conceptos como los andenes, las vías y las zonas verdes, entre otras”9 Establecido lo anterior corresponde determinar si a las demandadas se les puede endilgar una acción u omisión que haya sido determinante o incidido de alguna manera en el estado que se describe se encuentra el Parque Santander y las actuaciones que han efectuado con el fin de dar solución al mismo y si es posible hacer algún tipo de ordenamiento en la sentencia; porque no siempre que se observe una posible violación a un derecho colectivo, se pueden acoger las súplicas de la demanda y/u ordenar de manera concreta una determinada solución, con desconocimiento de la actividad desplegada por los demandados en la medida de sus posibilidades, para arribar a la solución o soluciones requeridas. Así lo ha señalado el H Consejo de Estado en la sentencia que se cita a continuación. “Ahora bien, con respecto a la protección de los derechos e intereses colectivos, estima la Sala que, además de entrar a examinar su posible violación y la solución correspondiente, ha de consultarse, así mismo, la capacidad de los entes territoriales frente a la realidad del país, su desarrollo, la amplitud y cobertura de los servicios públicos, etc, con miras a establecer y realizar, hasta donde la realidad socioeconómica lo permita, las obras requeridas como solución al derecho colectivo afectado, sometidas tales realizaciones a los recursos financieros, humanos y tecnológicos indispensables, pero que a su vez, se hallen disponibles. Por tales razones, las decisiones que se adopten frente a las acciones populares, deberán ser acordes con las políticas y fines consagrados en el plan nacional de desarrollo, ya sea a nivel nacional, departamental, o municipal, pero atendiendo, en todo caso, las orientaciones de orden económico, social y ambiental adoptadas por el gobierno, tal como lo establece el artículo 339 de la Constitución Política. Sección Tercera. Sentencia de abril 18 de 2002. Rad. 41001-23-31-000-2001-0207-01(AP-0381). Ponente Dr. JESÚS MARIA CARRILLOBALLESTEROS 9 11 Respecto del caso que ocupa la atención de la Sala, se encuentra demostrada la vulneración del derecho colectivo al goce de un ambiente sano, pero, al mismo tiempo, está acreditado que la administración municipal ha procurado utilizar los mínimos recursos disponibles en busca de soluciones para lo relacionado con los vertimientos de aguas negras al río Cunday. En efecto, dentro del expediente obra el ya mencionado estudio técnico mediante el cual se diagnosticó el problema ambiental y se determinó la opción más aconsejable para solucionarlo. Así mismo, tal como se indicó, esa entidad territorial ha buscado infructuosamente apoyo en entidades del orden departamental, como Cortolima y del orden nacional, como el Ministerio de Hacienda, con miras a la consecución de los recursos económicos necesarios para la construcción y operación de la planta de tratamiento que solucionaría la problemática ambiental mencionada, proyecto que, según lo manifestado por el alcalde del municipio afectado, tendría un valor superior a seiscientos millones pesos, esto es un monto que aproximadamente equivale a la tercera parte del presupuesto anual municipal. En tales circunstancias, y, desde luego, sin desconocer los efectos benéficos que para la comunidad genera la solución propuesta, resultaría desatinado, por decir lo menos, que a espaldas de una realidad socioeconómica deprimida, se ordenara la construcción de una planta de tratamiento de aguas negras en una localidad que carece de los recursos económicos y financieros necesarios para la realización de un proyecto de tales dimensiones técnicas y pecuniarias, dado que ello desbordaría su capacidad real, haciendo entonces imposible la concreción de obras y proyectos orientados a la protección de otros derechos también de naturaleza colectiva. Sin embargo, a manera de recomendación la administración municipal deberá insistir en las gestiones administrativas tendientes a obtener y destinar recursos presupuestales encaminados a la solución del problema ambiental ya referido, sin dejar de lado las necesidades más urgentes que igualmente le corresponda atender. Ahora bien, al estar acreditado dentro del proceso que el municipio demandado, en la medida de sus posibilidades, y como se recomienda en este fallo, ha realizado las diligencias necesarias para la solución de las dificultades ambientales que impiden el goce de un ambiente sano, las pretensiones de la demanda, por lo tanto, no prosperarán y, 12 consecuencialmente, no habrá lugar al otorgamiento en favor del actor del incentivo económico consagrado en el artículo 39 de la Ley 472 de 1998. Sin desmedro de lo anterior, reitera la Sala, la entidad territorial demandada continuará con las diligencias encaminadas a la consecución de recursos para la solución del problema ambiental tal como hasta el momento lo ha venido realizando.”10 (Negrilla fuera de texto). Como se afirma en la providencia recurrida, se acreditó que desde el 2005 el Municipio de Neiva a través del Acuerdo 008 de dicho año, tiene una política social en pro de la población indigente y marginal implementando programas que buscan el mejoramiento de su calidad de vida; realizando campañas preventivas, educativas y pedagógicas para concientizar a la población local; creación de talleres para capacitar a personas que se encuentran en estado de indigencia y programas de resocialización para el retorno de los indigentes a sus poblaciones de origen. Por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Social adscrita el Municipio, se viene prestando atención al habitante de la calle ofreciéndoles servicios básicos esenciales, como aseo personal, peluquería, vestuario, alimentación, afiliación a SISBEN, y charlas sobre los puntos anteriormente descritos, contándose con 22 cupos gratuitos para habitantes de la calle, atendiendo en promedio anualmente a 120 indigentes. El Programa CASA DE APOYO que empezó ofreciendo servicios de atención ambulatoria y viene desarrollando un programa terapéutico que ha atendido a mas de 250 habitantes de la calle en calidad de internos, quienes reciben tratamiento terapéutico, atención psicológica, charlas, talleres recreación, alojamiento, alimentación, vestuario. Trabajándose con el Comité creado por el Acuerdo mencionado en tres áreas de intervención, como son la Promoción y prevención con programas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas y Sección Tercera. Sentencia del 1° de noviembre de 2001.Rad. N° 73001-23-31-000-2000-365401(AP-236). M.P. GERMÁN RODRIGUEZ VILLAMIZAR. 10 13 violencia intrafamiliar dirigido a la comunidad educativa, líderes comunitarios y comunidades en general, con cubrimiento en todas las comunas de la ciudad de Neiva. Atención integral y resocialización, desarrollando actividades de atención en salud, recreación, jornadas de aseo (aseo personal, vestuario y peluquería) y alimentación. Con respecto a la resocialización se ofrece este servicio a través de la CASA DE APOYO AL HABITANTE DE LA CALLE, donde acuden voluntariamente en busca de este servicio y finalmente la celebración del Día del Habitante de la calle. El Departamento del Huila, por intermedio de la Secretaría de Salud ha implementado un Plan de Salud Mental, en el que se cuenta con un plan operativo compuesto por cuatro ejes, que son: 1) violencia intrafamiliar 2) Atención a la población vulnerable, 3) Prevención de uso, abuso y consumo de sustancias psicoactivas, 4) sistema preventivo del suicidio. El Departamento ha invertido recursos superiores a los $ 904.651.000.00 distribuidos en la Fundación Hogares Claret, en el Hospital Perpetuo Socorro de Pasto; en el Hospital San Rafael de Pasto; en el Hospital Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva se invierten en la Unidad siquiátrica $ 465.000.000.00, atendiéndose un total de 1.317 pacientes año, siendo Neiva su principal beneficiario. No hay duda, que como lo sostiene el demandante, que todas estas acciones han resultado insuficientes para solucionar el problema de indigencia que azota a la ciudad de Neiva, que se agrava por los fenómenos de desplazamiento forzado y de violencia, entre otros y que particularmente se ha asentado en el parque Santander, en donde indigentes, algunos al parecer menores de edad y otros con problemas mentales, duermen y hacen algunas de sus necesidades fisiológicas afectando los derechos colectivos invocados. 14 Pero como lo sostiene el ad quo y como se predica en la jurisprudencia del H. Consejo de Estado anteriormente citada, ello no conduce necesariamente a la prosperidad de las pretensiones de la demanda de acción popular, cuando como quedó visto, los demandados han efectuado un sinnúmero de acciones con miras a darle solución a tan grave flagelo de indigencia pero a pesar de los positivos resultados y la inversión de considerables recursos, el fenómeno continúa. Pero el hecho de que en tales circunstancias no se pueda acceder a las pretensiones de la demanda, no impide el que se requiera a los demandados, conjunto para que en con otras instituciones y organizaciones (entre ellas el Bienestar Familiar, en lo relacionado con los menores, Acción Social etc.) incluso de carácter internacional, diseñen y articulen políticas tendientes a dar una solución mucho más efectiva al fenómeno de la indigencia que sufre nuestra ciudad capital, y concreten acciones de carácter permanente para liberar el parque Santander, en el menor tiempo posible, de los problemas de ese orden que afectan los derechos colectivos invocados en la demanda, sin perjuicio de que por tratarse de conductas que se reiteran y pueden mantenerse en el tiempo, puedan ser objeto, en un término razonable, de una nueva acción popular, pues en estos eventos, la cosa juzgada de la sentencia, tiene un carácter relativo. Con fundamento en lo expuesto, el Tribunal Administrativo del Huila, Sala Primera de Decisión, administrando justicia en nombre de la república de Colombia y por autoridad de la ley, F A L L A: Primero. Confirmase la sentencia proferida por el Juzgado Segundo Administrativo del Circuito de Neiva, que negó las súplicas de la demanda. Segundo. Adicionarla en el sentido de requerir al Departamento del Huila y al Municipio de Neiva para que en conjunto con otras instituciones y organizaciones (entre ellas el Bienestar Familiar, en lo 15 relacionado con los menores, Acción Social etc.) incluso de carácter internacional, diseñen y articulen políticas tendientes a dar una solución mucho más efectiva al fenómeno de la indigencia que sufre nuestra ciudad capital, y concreten acciones de carácter permanente para liberar el parque Santander, en el menor tiempo posible, de los problemas de ese orden que afectan los derechos colectivos invocados en la demanda. Notifíquese. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO Magistrado RAMIRO APONTE PINO Magistrado JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIGUEZ Magistrado