Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico” UNIDAD II TEMA 1:

Anuncio
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
UNIDAD II
TEMA 1:
EFECTOS DE LA VIOLENCIA Y EL CASTIGO FISICO, Y PSICOLOGICO
EN LA VIDA SOCIAL Y AFECTIVA DE LOS NIÑOS Y LOS PADRES
Todos los seres humanos, directa o indirectamente hemos sufrido
situaciones de castigo físico en el devenir de nuestras vidas. Por ejemplo la
madre que le da una bofetada a su hijo intentando poner alto a su rabieta
porque no le quiere satisfacer uno de sus deseos, el padre que arremete
violentamente a su hija cuando le ha visto pegar a otro niño, el adolescente
al que se le “levanta la mano” por su espíritu de rebeldía propia de su
edad. La cachetada o el pellizcón son escenas cotidianas de nuestra vida
social. Pues, a la mayoría de personas no nos parece nada extraño, ni
mucho menos, que podamos cuestionarnos, pero estas prácticas muchas
veces nos hace sentir mal. Así por ejemplo, muchas personas que
defienden intencional y racionalmente el uso del castigo físico no pueden
de dejar de sentir cierta vergüenza y arrepentimiento después de aplicarlo.
Existen, pues muchas formas de entender el castigo físico, otras
definiciones y sentidos comunes al respecto: “castigo físico es el uso de la
fuerza causando dolor, pero no heridas, con el propósito de corregir una
conducta no deseable del niño o la niña” 1. “El poder de la fuerza resulta,
pues, una condición indispensable para que se produzca castigo. Parece
obvio e innecesario mencionarlo, pero en la percepción de los niños esta
condición tiene una extraordinaria implicancia: los padres y maestros
castigamos no sólo porque creemos en la eficacia disuasiva del dolor y el
miedo, sino sencillamente porque abusamos de nuestra posición de fuerza.
El niño sabe que tenemos poder para hacer muchas cosas en su contra. El
niño aprende que para obtener algo de los demás, necesita sacar ventaja.
La fuerza se legitima como requisito ineludible para influir en otros. El
castigo es, en síntesis, una conducta orientada a provocar por la fuerza un
cambio en las maneras de pensar, de sentir o de actuar de los niños;
generando en ellos una cuota los suficientemente intensa de sufrimiento
emocional y, en consecuencia, de temor o de vergüenza, como para
disuadirlo de su conducta censurada e imponerle un comportamiento
distinto”2.
Las prácticas del castigo físico y el uso de la violencia física y
psicológica como formas de crianza de los niños está
fuertemente
arraigada en las representaciones sociales y el imaginario popular en
1
Véase Fundación Pan y Amor, Save the Children, UNICEF y otros. Lucha contra el castigo físico en la
familia. Manual para la formación. Pp. 11-14.
2
Véase Guerrero Ortiz, Luis. Op. Cit. Pág. 44
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
nuestras sociedades; y paradójicamente son transmitidas de generación en
generación. Este hecho hace que los efectos sobre la vida social y afectiva
de los niños sean tremendamente nocivos y traumáticos, pues, causan no
sólo daños emocionales, sino también genera comportamientos agresivos y
violentos, y lo más dramático contribuyen a la fractura de los vínculos
afectivos y sociales en el accionar de la vida cotidiana de los niños, niñas,
adolescentes y sus padres.
En suma, las consecuencias de la violencia y el castigo físico contra
los niños son tremendamente nocivas y constituyen una flagrante
violación de los derechos humanos. Está demostrado que el castigo físico
no es eficaz ni siquiera hasta cierto punto para asegurar el “cumplimiento
inmediato de las normas impuestas por los adultos”. Sin embargo,
paradójicamente esta solución facilista a la que recurren los padres,
madres, maestros y operadores del Estado no surte efecto positivo en el
largo plazo. Los niños y niñas al verse coaccionados por las “normas
disciplinarias” de los que controlan la biopolítica y el biopoder desarrollan
conductas heterónomas y subjetividades conservadoras y conformistas. El
castigo físico no ayuda a los niños, niñas y adolescentes a desear portarse
bien, ni mucho menos, les enseña la autodisciplina y el autogobierno u
otras conductas alternativas que refuercen su autonomía y autoestima y el
desarrollo de subjetividades rebeldes y emancipatorias3; todo lo contrario,
les endurecen rápidamente ante la experiencia salvo desde luego, que esta
sea tan extrema que les ocasione lesiones graves4.
EDUQUEMOS PARA ERRADICAR EN LAS FORMAS DE CRIANZA Y
EDUCACIÓN EL CASTIGO Y MALTRATO FÍSICO-PSICOLÓGICO
CONTRA LOS NIÑOS
Cabe hacer hincapié que el castigo y maltrato infantil, por definición, se
refiere a todas aquellas circunstancias que comprometan directa o
indirectamente los derechos del niño, impidiendo o dificultando su normal
desarrollo. Puede tratarse de acciones u omisiones provenientes de los
padres, la familia o de la misma sociedad que bajo ninguna circunstancia
debemos seguir tolerando u observando pasivamente. Tenemos que mirar
a la infancia como otro comienzo, como un proyecto abierto al futuro, que
comience a anunciar la libertad desde el nacimiento, el principio y la
misma iniciación de la vida. En este alumbramiento y parto doloroso, la
primera señal es que la vida representa una ruptura y también la
posibilidad de discontinuidad radical con lo existente. Entonces, el recreo
de la infancia lejos de prácticas sociales basadas en el castigo, el maltrato
y la violencia, es la turbulencia, el bullicio, el griterío desestructurado y el
juego en sus múltiples formas. Es un estado musical y amoroso en el que
3
4
Véase De Sousa Santos, Boaventura. Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social. Pág.49.
Citado por Save the Children en “Poniendo fin al castigo físico contra la niñez”, 2003.
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
la niñez se siente libre y en el que se diluye la negatividad del mundo
derrotada por el amor y la alegría. Desde el re-creo los niños y niñas ven a
los adultos como un sindicato de tristeza. En el re-creo, los movimientos
son horizontales, simétricos y comunicantes: es un estado igualitario,
respetuoso, amoroso de mínimas diferencias5.
Entonces, en un mundo donde el castigo y maltrato físico suele
pasar en muchos casos inadvertido tenemos que re-crear los espacios de
amor y ternura para que los niños y niñas sean felices y desarrollen
plenamente sus capacidades y habilidades. Tenemos que luchar
arduamente para que el abuso de poder ejercida contra los niños y niñas
en determinados grupos culturales o sociales sean erradicados, por
asumirse esta conducta como parte de los modos o modelos de crianza y
disciplina que interfieren a que los niños sean autónomos y libres.
Además, debemos estar alertas para detectar cuando el castigo y abuso
físico no es tan severo como para ocasionar lesiones graves en el cuerpo
inerme del niño, éste suele generalmente no ser tomado en consideración
como algo negativo para su desarrollo pleno6.
Cabe hacer hincapié que en el caso del castigo y maltrato físico de
los niños y niñas en nuestras sociedades se permite despiadadamente,
lejos de proteger al niño cuando se detentan casos de castigo y maltrato
físico nos hacemos los indiferentes e indolentes. Asimismo, resulta
simplemente dramática la falta de coordinación entre las instituciones
responsables de proteger a la infancia, que no permite e impide un
adecuado tratamiento y seguimiento de cada caso de castigo, maltrato y
violencia.7
El castigo y maltrato físico del niño causa lesiones físicas y
psicológicas irrecuperables en el corto, como en el mediano y largo plazo.
El niño que es víctima de castigo y maltrato físico suele tener una larga
historia de situaciones de abuso, de experiencias traumáticas repetidas
que han ido erosionando su proceso evolutivo. Habitualmente el castigo y
el maltrato físico compromete la salud en general y específicamente su
desarrollo emocional, afectivo, social e intelectual8.
El castigo y el maltrato físico causa lesiones y cicatrices en el alma y
el cuerpo de los niños. En diferentes épocas y circunstancias convierten al
niño temeroso y suspicaz, encontrando una marcada dificultad para
establecer relaciones interpersonales profundas y estables entre sus pares
vínculos sociales y afectivos. Asimismo, los sentimientos de estima
5
Bustelo, Eduardo S. Op. Cit. Pp. 187-188.
Véase Dughi M., Pilar y otros. Salud Mental, Infancia y Familia. Pág.139
7
Op. Cit. Pág. 139
8
Ibíd.. Pág. 140
6
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
personal no se desarrollan normal y adecuadamente, porque se acepta el
castigo y el maltrato como algo que se merece por sus incapacidades9.
Por otra parte, ante el castigo y el maltrato físico, los niños pueden
responder con un comportamiento pasivo de aceptación, y se les observa
tristes, huraños y sumisos hasta la saciedad, o con un comportamiento
rebelde, inquieto y agresivo. Esta agresividad suele dirigirse en la
interrelación con otros niños de su entorno social y en la cotidianidad de
sus vidas10.
En el plano intelectual, estos niños castigados y maltratados suelen
presentar generalmente un retardo en su desarrollo integral y dificultades
en el aprendizaje. Esto es el resultado parcial de una pobre o escasa
estimulación o desinterés de los padres en la educación de su hijo y, en
parte, por temor del niño castigado y maltratado frente a las
consecuencias de un nuevo posible error o fracaso. Si bien es cierto, que
en algunas ocasiones, estas deficiencias pueden corresponder a un déficit
propio del niño anterior al castigo y maltrato, el uso del castigo y la
violencia como método educativo y de crianza por parte de los adultos,
tiende a agravar estas limitaciones11.
ALGUNOS EFECTOS NEGATIVOS EN EL CASTIGO Y MALTRATO
FISICO-PISOLOGICO
EN LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES12:
 Daña su autoestima, generando un sentimiento de poca valía y
promueve expectativas negativas respecto de sí mismo como
persona sin dignidad.
 Les enseña a ser víctimas. Existe la creencia casi generalizada de
que la agresión hace más fuertes a las personas que la sufren y
padecen, les predispone y “prepara para la vida”, lo que
constituye una falsedad. Hoy sabemos que no sólo no les hace
más fuertes, caso contrario que se convierten más proclives a
convertirse en víctimas.
 Interfiere en sus procesos de aprendizaje y en el desarrollo de su
inteligencia, sus sentidos, su emotividad y el desarrollo de sus
vínculos afectivos con sus padres y coetáneos.
9
Ibíd.. Pág. 140
Ibíd.. Pág. 140
11
Ibíd.. Pp. 140-141
12
Véase Fundación paniamor, Save the Children, UNICEF y otros. Op. Cit. Pp. 16-17
10
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
 Aprenden a no razonar y actúan mecánicamente. Al excluir la
escucha, el diálogo amoroso y la reflexión, dificulta la capacidad
para establecer relaciones causales entre su comportamiento y
las consecuencias que de él se derivan.
 Le hace sentir
abandono.
soledad,
melancolía,
tristeza,
nostalgia
y
 Incorporan en sus subjetividades y formas de ver la vida, una
visión negativa de las demás personas y de la misma sociedad
como un lugar hostil, violento y amenazante.
 Les hace sentir rabia y ganas de romper el vínculo familiar y de
alejarse de casa y del hogar.
 Engendra más violencia. Aprende y enseña que la violencia es un
modo adecuado de vida para resolver los problemas en la
sociedad.
 Los niños, niñas y adolescentes que han sufrido castigo y
maltrato físico-psicológico, generalmente presentan dificultades
de integración y cohesión social.
 Los niños castigados y maltratados no aprenden a cooperar con
la figura de la autoridad, no respetan las normas establecidas, y
la transgreden permanentemente. En consecuencia, son niños
anómicos.
EN LOS PADRES Y MADRES13:
 El castigo y maltrato físico puede producir ansiedad,
incertidumbre, desesperanza, ambivalencia y culpa, incluso
cuando considera correcta la aplicación de esta forma de castigo
a la que ha sometido al niño y niña.
 La violencia se expande como una mancha de aceite y con una
fuerza destructiva. El empleo del castigo y maltrato físico
aumenta la probabilidad de que los padres y las madres
muestren comportamientos violentos en el futuro en otros
contextos, con mayor frecuencia y mucha más intensidad.
 Impide una fluida comunicación y el tejido de los vínculos
afectivos con los hijos e hijas se deteriora, causando enormes
fracturas en las relaciones familiares y vínculos sociales.
13
Ibíd.. Pp. 17-18
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
 Cuando los padres recurren al castigo y maltrato físico es porque
carecen de recursos alternativos a las formas de crianza basados
en la escucha, el amor, afecto y ternura.

El castigo y el maltrato aparecen como una necesidad de
justificación ante sí mismo y ante la sociedad. Por otra parte, al
malestar y la incomodidad creados por los efectos del castigo y
maltrato físico en los niños, niñas y adolescentes se suma la
incomodidad de una posición incoherente o no fundamentada de
la falta de respeto a la dignidad y la condición humana del niño y
la niña.
EN LA SOCIEDAD14:
 El castigo y el maltrato físico aumenta y legitima
peligrosamente ante las nuevas generaciones el uso de la
violencia en la sociedad, transmitiéndose este fenómeno social
generacionalmente. Caracterizándose la sociedad como nueva
barbarie o fuerza destructiva que asfixia a los seres humanos,
especialmente a los niños y niñas.
 Genera una doble moral. Existen dos categorías de
ciudadanos: los niños, niñas y adolescentes y las personas
adultas. A las personas adultas no se les puede agredir, en
cambio a los niños, niñas y adolescentes sí.
 El castigo y maltrato físico promueve modelos familiares
quebrados y fracturados en sus relaciones sociales y afectivas.
Sin una comunicación amorosa y respetuosa entre sus
miembros, que se dividen y se bifurcan en dos direcciones
contrapuestas, cuando esto ocurren entre agresores (as) y
agredidos (as) se va gestando la anomia social. Con personas
anómicas y no integradas a la sociedad, surge el conflicto y se
contrapone con la igualdad que defiende la democracia.
 Dificulta y obstaculiza la protección de la niñez. Al tolerar
estas prácticas, la sociedad queda deslegitimada ante los
niños, niñas y adolescentes como un ámbito protector,
convirtiéndose para estos en un espacio hostil que los
desprecia y excluye.
 El castigo y el maltrato físico contra los niños, pone mil trabas
a la construcción del afecto dentro de la familia, que se
14
Ibíd.. Pág. 18
Curso Virtual “Derecho al No Castigo Físico”
construye socialmente, sobre la base de la cercanía en la
convivencia amorosa y respetuosa, de las tareas de cuidado y
protección,
de
la
intimidad
compartida
de
las
responsabilidades familiares que las demás instituciones
sociales (la escuela, la Iglesia, el Estado) controlan y
sancionan. Hay entonces una tensión irreductible entre el
amor y la pasión entre los niños y sus padres (que puede
acallarse o desaparecer con el tiempo) y la responsabilidad
social de los vínculos de parentesco, que se extienden a lo
largo de la vida15.
15
Véase Jelin, Elizabeth. Pan y afectos. La transformación de las familias. Pág. 19
Documentos relacionados
Descargar