SIDA, LA OTRA CARA DEL HAMBRE Rosemary Njobvu participa en una terapia para aprender a vivir positivamente con el virus VIH/SIDA, en un suburbio de Lilongwe. Njobvu sospechaba que su marido mantenía relaciones con prostitutas en sus viajes de trabajo, pero nunca se separó, por temor a perder a sus hijos. En el año 2003, a raíz de la muerte del esposo a causa del sida, Rosemary se hizo la prueba, descubriendo que la había infectado. Para entonces, dos de sus seis hijos ya habían fallecido, victimas también del virus. Ahora se ofrece como peón para construir casas en las barriadas del extrarradio de Lilongwe. Fotografías: Susana Vera 20 claves para entender la relación sida-hambre Dossier para medios de comunicación Diciembre 2006 www.accioncontraelhambre.org La humanidad ha hecho de la lucha contra el VIH/SIDA uno de los compromisos globales más firmes de la historia. La financiación de programas para combatir la pandemia alcanza los 8,9 billones de dólares, la comunidad científica ha protagonizado importantes logros en el tratamiento, los gobiernos han integrado la prevención en las políticas de salud públicas. Aunque el número de infecciones sigue creciendo, no lo está haciendo al ritmo de finales de los noventa, cuando la pandemia parecía imparable. Sin embargo en África subsahariana, donde viven 25 de los 38 millones de personas infectados, la pandemia sigue debilitando aún más a comunidades y países enteros. Allí se produjeron el 64% de los nuevos contagios en 2005. Todo ello está borrando muchos de los avances en la lucha contra, sin duda, la más grande pandemia del continente: el hambre. Que los mapas del hambre y del sida coincidan en muchos puntos no es una casualidad. En este dossier explicaremos por qué sida y hambre tienen numerosos denominadores en común y ofreceremos algunos términos clave para entender esta relación. Un niño mordisquea un trozo de mandioca en Chazondoka, un poblado al oeste de Malawi. Al igual que sucede en otros países de África Subsahariana, el VIH/SIDA está agravando la escasez crónica de alimentos, en una zona donde una parte de la población ya sufre habitualmente desnutrición. 1. SIDA y HAMBRE Mucho más que salud… Jornaleras trabajan campos ajenos con sus hijos a cuestas en la región de Namitete, Malawi. La producción familiar de maíz resulta insuficiente para alimentar a las familias hasta la nueva cosecha, y son las mujeres quienes se desplazan en busca de ingresos. Para ello, la mayoría se dedica a cuidar los campos de otros, pero los sueldos son tan bajos, que hay quienes se ven obligadas a prostituirse para poder alimentar a su prole. El VIH/SIDA ya no es sólo una mera cuestión de salud. Su dimensión económica, social y cultural está teniendo un enorme impacto en la nutrición y la seguridad alimentaria de la población al sur del Sáhara. En los países afectados por altas prevalencias de VIH el crecimiento del Producto Interior Bruto se ha ralentizado. Los sistemas de salud están desbordados. Familias y comunidades con padres o madres enfermos de sida se están desintegrando… Son muchas las componentes del círculo vicioso sida-hambre: 1. La mano de obra agrícola se está perdiendo a un ritmo vertiginoso a la vez que se debilitan los medios de transmisión de conocimientos y técnicas. 2. Dado que la enfermedad afecta por lo general a los miembros económicamente más productivos de la sociedad, el VIH/SIDA representa un problema de importancia capital para el desarrollo agrícola, económico y social de familias y comunidades. 3. Cuando un adulto de una familia enferma de sida comienza la caída del bienestar de la familia. Los gastos familiares aumentan, se gasta mucho más en cuidados sanitarios o funerarios mientras la producción de alimentos y los ingresos familiares descienden dramáticamente. El número de miembros productivos de la familia disminuye, al tiempo que crece el número de personas dependientes. La pérdida de bienes y de trabajadores productivos afecta gravemente a la capacidad familiar de producir y comprar alimentos. 4. El hogar puede llegar a reducirse a un grupo de ancianos y niños empobrecidos, con poca capacidad para acceder a recursos alimentarios y agrícolas. Los mecanismos habituales de subsistencia de hogares y comunidades, son incapaces de responder al aumento de necesidades. 5. El éxodo a las ciudades o la prostitución se convierten a menudo en las únicas escapatorias. Ambas aumentan la exposición a la enfermedad. Hombres se desplazan al inicio de una jornada de trabajo por una de las carreteras principales de Malawi. La escasez de cosechas, y las recurrentes crisis alimentarias en el ámbito rural, hacen que muchos hombres se trasladen del campo a la ciudad en busca de empleo. La movilidad de la fuerza de trabajo conduce a un aumento de la dispersión y transmisión del VIH/SIDA. … y un aliado de la desnutrición En Malawi, uno de cada cuatro niños ingresado en los centros de nutrición de Acción Contra el Hambre es VIH positivo o tiene sida. El trabajo día a día con estos niños nos ha permitido constatar un mayor pérdida de apetito y menor absorción de nutrientes provocados por la infección con VIH, que daña el sistema inmunológico y puede conducir a la aparición de otras enfermedades asociadas. Por el contrario, en niños infectados por el virus, el riesgo de padecer desnutrición aumenta: - - Infecciones recurrentes: Los niños infectados son más vulnerables a presentar infecciones y suelen derivar en la pérdida de apetito. Pérdida de nutrientes: por vómitos, diarreas, gastroenteritis… Aporte energético: las infecciones regulares debilitan el organismo, que necesita entre un 15% y un 20% más del aporte energético habitual. Una madre alimenta a su hijo con sonda en la Unidad de Rehabilitación Nutricional del Kamuzu Central Hospital en Lilongwe, capital de Malawi. 2. 20 claves para entender la relación entre hambre y sida África: 25 de los 38 millones de personas que hoy padecen VIH/SIDA en el mundo viven en África Subsahariana. La pandemia está limitando seriamente el desarrollo de estos países. La pobreza, el analfabetismo, las carencias en lo servicios de salud y educación y la marginalización de la mujer no hacen sino potenciar el problema. No obstante, la epidemia alcanzó sus niveles más altos en los últimos años de los noventa y ahora tiende, en términos relativos, a estabilizarse o incluso disminuir. Desnutrición: El VIH/SIDA tiene efectos directos sobre la nutrición de las personas, las familias y la comunidad. La infección por VIH, conjugada con una insuficiente ingesta de alimentos, lleva rápidamente a la desnutrición. Las personas con VIH tienen requisitos nutricionales superiores a la media: hasta un 50 por ciento más proteínas y hasta un 15 por ciento más calorías. Sin embargo, es probable que también sufran pérdida de apetito y anorexia, con lo que reducirán su ingesta de alimentos en el momento en que sus requisitos nutricionales son mayores. Dichas interacciones tienen graves consecuencias para los pobres, que probablemente ya estaban desnutridos en el momento en que se infectaron. A su vez, la desnutrición acorta el período asintomático de la infección por VIH, acelera el inicio del SIDA y, finalmente, la muerte. Personal sanitario hace una prueba anónima del VIH/SIDA a niños menores de cinco años en la Unidad de Rehabilitación Nutricional apoyada por Acción contra el Hambre en el Kamuzu Central Hospital en la capital de Malawi, Lilongwe. Economía familiar: El SIDA mata a los miembros de la sociedad que son más productivos, con lo que aumenta el número de integrantes dependientes de las familias, reduce en las familias la productividad y la capacidad de brindar cuidados al enfermo, e interrumpe la transferencia de los conocimientos y las técnicas locales de una generación a la siguiente. Este efecto sobre las familias puede ser permanente. Una mujer muele mandioca en la región rural de Kasungu, en el oeste del país. El 85% de los habitantes de Malawi vive en el ámbito rural, donde el número de infectados por el VIH/SIDA es mayor, al igual que la desnutrición. Esperanza de vida: en contra de la tendencia en el resto del mundo, la esperanza de vida en África Subsahariana es hoy más baja que hace tres décadas, según el último Informe de Desarrollo Humano publicado por Naciones Unidas. En Botswana, la esperanza de vida ha retrocedido 20 años, rozando apenas los 35. Estigma: la marca del VIH provoca la discriminación de numerosos enfermos que son rechazados en sus comunidades, expulsados de sus trabajos o rechazados por amigos y familiares. El estigma impide a los afectados aceptar la enfermedad y tomar las precauciones necesarias para evitar su contagio. La creación de asociaciones de afectados que comparten su experiencia y cuenta con una representación a nivel local y nacional es el primer paso para combatir el estigma y para una prevención más eficaz. Damaziyo Kachiwala y su mujer Feliya Kachiwala posan en su casa en la provincia de Kasungu, una de las más pobres de Malawi. Damaziyo no toca a su mujer desde hace 3 meses, cuando ambos se hicieron la prueba del VIH/SIDA y únicamente ella dio positivo. Tienen 3 hijos y cuidan de 5 huérfanos del hermano de Damaziyo y sus 3 esposas, todos fallecidos victimas del sida. Ninguno de los hijos se ha hecho el test. Financiación: la lucha contra el VIH/SIDA ocupa hoy un lugar prioritario en la agenda internacional. Los proyectos y actividades relacionadas con VIH/SIDA están recibiendo en todo el mundo 8,9 billones de dólares. Éste es uno de los mayores compromisos realizados por la humanidad hacia un objetivo común. Hambre: el sida está agravando el hambre en África Subsahariana. Golpea a la población en edad de trabajar, por lo que numerosos campos de autoconsumo son abandonados o cultivados por niños que tienen que dejar la escuela para hacerlo, hipotecando el futuro de comunidades enteras. En las familias con un miembro enfermo, mientras los ingresos disminuyen aumentan considerablemente el casto de cuidados o funerarios. Para hacerles frente las mujeres ven a menudo en la prostitución la única salida, con lo que aumenta su exposición al VIH, cerrando el círculo vicioso. Huérfanos: la pandemia ha dejado ya 11 millones de niños huérfanos en África subsahariana. Los niños huérfanos de SIDA están expuestos de forma particular a la malnutrición, a las enfermedades, a todo tipo de abusos y a la explotación sexual. Unos niños trabajan el campo en Chazondoka, un poblado al oeste del país. Se estima que hay cerca de medio millón de niños huérfanos por el SIDA en Malawi. A menudo, los niños que asistían a la escuela tienen que abandonarla para arar los campos que sus padres enfermos, o ya fallecidos, no pueden trabajar. Después de la muerte de sus padres, los niños a menudo pasan a ser cabeza de familia y tienen que conseguir ingresos de alguna forma, una tarea muy difícil en las zonas rurales donde escasean el trabajo, los servicios y la infraestructura. Mujer: más del 50% de los nuevos infectados por VIH/SIDA son mujeres. En algunos países africanos este porcentaje se eleva hasta el 75%. La mujer está más expuesta por razones fisiológicas pero sobre todo por motivos sociales y económicos. Recientes estudios han demostrado que las mujeres que poseen tierras en Uganda sufren menos violencia sexual (7%), y por tanto menos exposición al VIH que las mujeres que no tienen acceso a la tierra (el 55% sufren violencia sexual). También se ha demostrado que el trabajo con mujeres sobre prevención es más Jennie Ntago, descansa su maltrecho cuerpo enfermo de SIDA y tuberculosis en la vivienda de una prima viuda en los suburbios de la capital de Malawi, Lilongwe. A sus 25 años, Ntago está afrontando en solitario su segundo embarazo. Sus seis meses de gestación apenas son perceptibles, pues sufre desnutrición agravada por el SIDA. Su primera hija, Future, tiene 6 años, es seropositiva como ella, y vive con el padre en otra ciudad. eficaz que en los hombres. Pirámide poblacional: En África el sida aparece en un contexto de extrema pobreza, hambre, conflictos e insuficiente infraestructura. El impacto del sida consiste en hacer que los problemas ya existentes pasen a ser mucho peores. Al matar a las personas en lo mejor de su vida, cuando deberían estar normalmente criando a sus hijos y ejerciendo sus profesiones, el sida erosiona el capital social que hace que las comunidades puedan funcionar. El sida ha diezmado a la generación de jóvenes adultos a la que le tocaría tomar el futuro de África en sus manos. En Botswana, la pirámide poblacional ha dejado de tener forma piramidal y se ha hecho totalmente vertical en las franjas más altas de población, igualando prácticamente el número de ancianos al de adultos. PIB: El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) estima que en los países gravemente afectados por la pandemia del VIH/Sida, el Producto Interno Bruto (PIB) se ha reducido en un 0.5 por ciento anual, dañando la perspectivas económicas y sociales de estos países. Pobreza: existe un círculo vicioso entre la pobreza y el sida que puede explicarse de la siguiente manera: un adulto enferma --> debe disminuir su trabajo --> aumentan los gastos en atención médica --> la familia reduce el consumo de alimentos. --> la familia se vuelca a cultivos y sistemas de producción que requieran menos mano de obra --> se deteriora la situación nutricional del adulto enfermo --> el adulto enfermo deja de trabajar --> los integrantes de la familia pasan más tiempo atendiendo al adulto enfermo y dedican menos tiempo al cuidado de los niños --> se venden los bienes (por ejemplo, el ganado) --> aumentan las deudas --> los niños abandonan la escuela para ayudar en las tareas de la familia --> el adulto enfermo muere --> la familia debe solventar los gastos funerarios --> la familia puede fragmentarse si otros adultos migran para conseguir trabajo --> la familia reduce el área cultivada y quedan tierras baldías --> se intensifican los efectos de la pérdida de conocimientos agrícolas --> se van resintiendo las redes de solidaridad comunitaria, quizás hasta el punto de desaparecer --> el cónyuge también enferma --> se acelera la espiral descendente. Preservativo: el condón es, hoy por hoy, la herramienta más eficaz para prevenir y luchar contra la enfermedad. Sin embargo encuentra aún un elevado índice de resistencia en Áfica Subsahariana, donde muchos maridos se niegan a usarlo con sus mujeres o donde las prostitutas son pagadas más si no se utiliza. Una pareja recibe instrucciones sobre el uso de preservativos, tras haberse hecho la prueba del VIH/SIDA en la comunidad rural de Malembo, Malawi. La poligamia es una práctica habitual en el país y son muchos los hombres que ponen a prueba a sus futuras esposas antes de tomar una decisión definitiva. Prevención: pese a los avances en el tratamiento médico del sida, la prevención sigue siendo hoy, indiscutiblemente, la mejor estrategia de lucha contra el VIH. Tailandia, Uganda y Senegal han demostrado que los países que apuestan por programas de prevención son capaces de controlar la prevalencia de VIH. Un voluntario seropositivo arenga a decenas de niños y jóvenes sobre las vías de transmisión y los efectos del VIH/SIDA, así como las maneras de evitar el contagio. En Malawi, las principales vías de transmisión del virus son a través de las relaciones sexuales, y la transmisión materno-infantil. Poblado de Chiteyeye, en la región rural de Kasungu, Malawi. Seguridad alimentaria: gran parte de África enfrenta una doble epidemia: la del sida y la del hambre. Cuando uno se pregunta a las personas con sida de las comunidades rurales del mundo en desarrollo cuál es su principal prioridad, con frecuencia su respuesta es “alimentos”. No hablan de atención médica o de medicamentos para su tratamiento, ni tampoco de cómo librarse de su estigma; su preocupación es poder acceder a los alimentos, encuentran amenaza su seguridad alimentaria antes que su salud. Seropositivo: individuo que tiene presente en la sangre, anticuerpos que prueban la existencia de un agente infeccioso. El término es más usado para describir la presencia del virus VIH, causante del SIDA en la sangre. SIDA: síndrome de inmunodeficiencia adquirida que afecta a los humanos infectados por VIH. Se dice que una persona padece SIDA cuando su organismo, debido a la inmunodepresión provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones. Toronto: la última Conferencia Internacional sobre VIH/SIDA celebrada en agosto de 2006 recordó que, más allá de los avances médicos, la prevención, el uso del preservativo y el empoderamiento de la mujer son las armas más eficaces para hacer retroceder la pandemia. Vacuna: aún no se ha encontrado la vacuna contra el sida y difícilmente se encontrará en los próximos diez años. Investigaciones recientes muestran la complejidad sin precedentes de esta enfermedad que mezcla factores inmunológicos, víricos y genéticos. VIH: el Virus de Inmunodeficiencia Humana es el agente infeccioso causante del SIDA 3. Acción contra el Hambre actúa Angola El gran movimiento de personas que ha seguido al final del conflicto ha aumentado el riesgo de infección. Sensibilización sobre VIH/SIDA y prácticas de prevención Promoción de sistemas de solidaridad, apoyo y actuación colectiva estudiar y analizar el entorno del VIH/SIDA Malawi Malawi es uno de los países con más alta prevalencia de VIH en el mundo (11%). Investigando sobre los tratamientos específicos de recuperación nutricional para enfermos de VIH/SIDA Análisis sobre cómo mejorar el trabajo y las iniciativas que conectan las necesidades nutricionales y el VIH, para que el control de la alimentación sea parte del tratamiento que reciben las personas con VIH/SIDA Selección de familias afectadas por el sida como destinatarios de los programas agrícolas y de seguridad alimentaria Zambia En Zambia más un 20% de los adultos padece VIH/SIDA. Desarrollo de estrategias de mitigación del impacto negativo del VIH/SIDA sobre la seguridad alimentaria y la economía familiar Refuerzo de la capacidad económica de las mujeres afectadas mediante la promoción y desarrollo de actividades generadoras de ingresos cuidados nutricionales y de salud a niños afectados por VIH/SIDA promoción de estrategias comunitarias para la prevención de la propagación del VIH/SIDA. La Red Internacional de Acción Contra el Hambre, promueve nuevas líneas de investigación científica e innovación técnica en torno al VIH/SIDA, la nutrición y la seguridad alimentaria: Incorporando componentes de apoyo psicosocial, sensibilización y diagnóstico rápido en nuestros Centros Nutricionales Estableciendo nuevos protocolos para la recuperación de niños desnutridos afectados por el virus y estudiando la eficacia del tratamiento antirretroviral en los pequeños en los niños con desnutrición aguda Promoviendo estudios económicos para conocer el impacto social del VIH/SIDA en las familias y comunidades Desarrollando estudios sobre la estigmatización Estos estudios que se presentaron, con muy buena cogida, a la comunidad científica internacional en XVI Conferencia Internacional sobre el sida (Toronto, Canadá, 13-18 de agosto). Para recibir más información, material gráfico o imágenes para televisión puede contactar con el Departamento de Comunicación de Acción contra el Hambre: Alicia García – agarcia@achesp.org Tlf 91 771 1672 – 609 018 735 Alejandra Mahiques – amahiques@achesp.org Tlf 91 391 53 03 www.accioncontraelhambre.org - 902 100 822 * Todas las fotografías de este dossier han sido tomadas por Susana Vera (Premio Godó de Fotoperiodismo) en Malawi e integran la exposición “Sida, la otra cara del hambre”, organizada por Acción contra el Hambre y financiada por la Comunidad de Madrid.